El día del examen había llegado, hoy enfrentaría a Tomioka Giyuu y le haría morder el polvo de lo contrario se bebería un frasco entero de veneno, aunque de seguro sus hermanas ya adivinaban sus intenciones. Dejando de lado el lado protector de su familia Shinobu se concentró en sus actividades del día siendo la última su clase de Educación física.

Su jornada transcurrió muy tranquila y sin ningún percance, desde el incidente de las quejas Shinobu se encargó de investigar a fondo y efectivamente se trataba solo de un grupo menor de estudiantes que se habían reunido para enviar una gran cantidad de quejas, por eso eran anónimas en su mayoría sin contar la de Agatsuma Zenitsu que era totalmente verdadera.

Este último si le dio unos cuantos problemas a los miembros del consejo, pues el chico se negaba a retirar o reconsiderar su petición, por suerte y con ayuda de sus amigos más cercanos —quienes llevaron a Shinobu para que hiciera reflexionar a su amigo— Zenitsu retiró su solicitud y volvió a sus deberes con gran alegría, mientras Shinobu se prometió hablar con Giyuu para que moderara su trato con el pobre chico.

— Bien, eso sería todo —suspiró Shinobu al ver que había por fin terminado de revisar algunos informes pendientes 

— Buen trabajo, Kocho-senpai

— Gracias, Senjuro-kun —recibir un elogio del más joven del consejo incluso para ella era una pequeña alegría— ¿tenemos algo más pendiente por revisar?

— No, hoy ya terminamos con todo y también ya es el cierre de las pruebas —le recordó Senjuro al ver que habían finalizado la semana con éxito— todo terminó bien

¿Terminar? no, para Shinobu su semana aún no había terminado con éxito pues en solo unos veinte minutos debía rendir su última prueba con el profesor de puntos menos. Lo que más le irritaba en esos momentos era esa sonrisa confiada que él le había dado ¿acaso ya la daba por perdida? Definitivamente debía hacerlo morder el polvo o no sería capaz de enfrentarlo.

— ¿Kocho-senpai?

— ¿Ara? Oh, Aoi —soltó al ver a la joven frente a ella con una expresión preocupada, ni siquiera la sintió llegar— ¿sucede algo?

— Eso es lo que yo desearía saber, Kocho-senpai

— ¿Oh? ¿qué quieres decir? —no esperaba tal respuesta de un Kohai

— ¿Se encuentra bien? —le cuestionó sin quitarle la mirada de encima logrando que Senjuro también se enfocara en ella

— Pues, creo que si...

— ¿Es así? Solo preguntaba porque Kocho-senpai siempre se esfuerza de más en estas épocas cuando estamos con las manos llenas

— Ara, ¿estabas preocupada por mi? —inquirió Shinobu divertida al ver el ligero sonrojo que surcaba el rostro de su Kohai— gracias, Aoi

Aoi al ver que Shinobu respondía con naturalidad a sus inquietudes le restó importancia dejando el asunto allí, y es que la joven conocía bien en ese aspecto a la presidenta Kocho, ya que siempre que era época de pruebas se juntaba con algún evento de la institución, aunque podía verse como algo pequeño para Kocho Shinobu no era así, pues debía dividir su tiempo entre sus estudios —pues siempre obtiene el primer lugar— y la organización de los clubes con sus respectivas actividades.

Todo eso era trabajo y responsabilidad del consejo estudiantil, pero Shinobu no deseaba que Senjuro, Aoi o Kanao tuvieran dificultades en sus estudios, por lo que siempre resolvía la mayoría de pendientes por su cuenta, sin embargo tal esfuerzo significaba reducir sus horas de descanso y sueño siendo al final que en una ocasión llegó a colapsar frente a los demás miembros que se llevaron un gran susto junto a un sentimiento de culpa.

— Bien, ya debo retirarme a dar mi última prueba, así que nos vemos mañana —se despidió Shinobu de ambos para luego abandonar la sala— tengan cuidado al volver a casa

— ¿Realmente está bien? —se volvió a cuestionar Aoi mientras caminaba de un lado para otro mareando a Senjuro

— Solo podemos confiar en la palabra de Kocho-senpai —intentó tranquilizarle Senjuro— sin embargo yo también estoy un poco preocupado

— ¿No actuó sospechoso o sí?

— No, estaba muy enfocada en terminar la revisión del presupuesto de los clubes que no vi nada inusual, bueno a parte de su gran determinación por dar lo mejor en el examen de hoy

— ¿Qué debe rendir?

— Educación Fisica

— Ugh, ¿con el profesor problematico?

— Solo tenemos un profesor de eso, Aoi-san —negó divertido Senjuro

— Ciertamente, pero en mi prueba nos hizo sufrir como no tienes idea ¡es un espartano! —suspiró Aoi dejandose caer en una de las sillas— espero Shinobu-senpai le vaya bien...

— Es probable que si, después de todo ellos siempre parecen estar compitiendo

— ¿Compitiendo?

— Si, Ruri-san también opina lo mismo al igual que mi hermano

— ¡Oh, cierto! Rengoku-sensei pronto va a casarse —soltó Aoi emocionada pues tenía cierta admiración hacia ambos— y su esposa va a ser nada más o nada menos que Ruri-senpai, una combinación poderosa...

— Bueno, están comprometidos desde antes de nacer

— ¡¿Qué?! —se escandalizó Aoi al ver como un drama de época podía darse aún en la actualidad— ¿ellos se aman o solo van a cumplir la petición de ambas familias?

— Se aman, contra todo pronóstico siempre estuvieron juntos, excepto cuando Ruri-san tuvo que ir a otra ciudad a estudiar los últimos años de primaria para luego volver en secundaria

— Debió ser difícil...

— Si, mi hermano no se podía quedar tranquilo y siempre que podía iba a verla, así mismo Ruri-san venía a quedarse en nuestra casa unos días

— Bueno, al menos fueron afortunados de quererse porque normalmente esos compromisos terminan mal

— En efecto, pero al final las palabras de la adivina fueron verdaderas

— ¿Palabras? ¿adivina?

— Si, nuestras madres en una ocasión fueron de compras juntas y se encontraron con una adivina bastante... peculiar, les dijo que madre tendría un niño y su amiga una niña y que estarían destinados a pasar juntos, desde ahí surgió la idea del compromiso al ver que era cierto con el pasar del tiempo —respondió Senjuro con total calma a diferencia de Aoi que no podía dar crédito a lo que escuchaba

— El mundo es una cosa realmente única... —susurró al ver como una familia podía creer en las palabras de una adivina— bueno, supongo que en ciertos casos funciona —después de todo ella misma había sido testigo de las miradas llenas de amor que la pareja se dedicaba

No solo el mundo era una cosa única, sino todos los hechos que ocurrían a su alrededor, Aoi en cierta ocasión llegó a pensar que la academia Kimetsu no era un lugar común después de todo, sin embargo al no haber un suceso que confirmara sus sospechas terminaba dejándolo de lado.

Shinobu por su parte ya estaba instalada en los vestidores con sus compañeras de salón para el cambio de uniforme, aunque a diferencia de ellas las demás parecían nerviosas y en parte los entendía, después de todo Tomioka Giyuu se había ganado la fama de ser un espartano en sus pruebas, pero eso no significaba que ella fuera a temerle, ¡nunca!

— Ya es tiempo —soltó una de las chicas al escuchar el silbato que indicaba que ya todos debían reunirse en la cancha

— Bien, el día de hoy es su prueba —habló Giyuu al ver que ya todos estaban respectivamente formados— lo dividiremos en dos partes, la primera hora será calentamiento y la segunda partidos, para los chicos futbol y las chicas volley ¿entendido?

— ¡Si!

— ¿Toda una hora de calentamiento? —cuestionó por lo bajo una de sus compañeras

— Realmente es un espartano...

— Primero estirarán cinco minutos y luego comenzarán a trotar alrededor de la cancha, será en total diez vueltas ¡empiecen! —declaró Giyuu haciendo sonar su silbato a lo cual todos comenzaron a moverse

Shinobu le observaba desafiante mientras una de sus amigas le ayudaba a estirarse, estaba tan enfocada en vencerlo que no notó que estaba aplicando fuerza de más hasta que escuchó a la pobre chica quejarse del leve dolor. Shinobu se disculpó apenada mientras maldecía para sus adentros al profesor de puntos menos causando indirectamente y sin que ella lo supiera un leve dolor de cabeza en Giyuu.

"Alguien quiere matarme, eso es seguro"

Giyuu observaba con sumo interés a cada uno de sus estudiantes, pues algunos intentaban pasarse de listos y no cumplir con las instrucciones dadas, claro aquellos vivos se ganaron una sentencia que tenía un peso del doble a lo que actualmente estaban haciendo, sin embargo no pasó desapercibido a sus ojos el enorme esfuerzo y ganas que Kocho Shinobu estaban haciendo en esos momentos, logrando sacar una leve sonrisa de sus labios

— ¿Viste eso? —susurró uno de los chicos pálidos

— S...Si...

— El espartano esta sonriendo... —se aterrorizó otro— creo que hoy todos vamos a morir

Una vez que todos terminaron las diez vueltas trotando, Giyuu les hizo dar cinco más corriendo, seguido de eso tuvieron una serie de ejercicios tales como sentadillas, abdominales, pruebas de obstáculos y muchos otros que Tomioka Giyuu realizaba con suma tranquilidad a diferencia de algunos de sus alumnos que sentían que pronto vomitarían hasta su alma

Shinobu no había dado ni un solo signo de fatiga durante la primera hora del examen, ahora que ya había terminado Giyuu les concedió cinco minutos de descanso pues luego comenzarían los partidos por lo que una vez concluyó el descanso todos volvieron a reunirse siendo esta vez que Giyuu no regresó solo.

— Creo que no es necesario introducirla, pero ella es Tsukino Ruri y por hoy me ayudará a controlar los partidos de Volley con las chicas

— Hola a todos, tal y como dijo Giyuu-san hoy trabajaré con las chicas, por favor cuiden de mi —les saludó Ruri con una gran sonrisa ganando varias miradas de ambos bandos

— Ruri-san es increíble, levanta de ambos lados —pensó Shinobu divertida para si misma, sin embargo desde ya hace unos diez minutos le estaba doliendo la cabeza lo cual sentía que entorpecía sus movimientos

— ¡Bien! Ya que son doce chicas se dividirán en dos grupos de seis para facilitarlo, háganlo en orden de lista por favor

— Si —respondieron todas

— ¡Buena suerte, Shinobu-chan! —le alentó Ruri a lo que la mencionado asintió

El partido comenzó al equipo de Shinobu le tocó sacar primero logrando anotar un punto, así se mantuvieron los próximos diez minutos siendo el equipo de ella quien llevara la delantera por cinco puntos, más la respiración de Shinobu se había vuelto agitada al igual que la sensación de debilidad y temblor en sus piernas.

Ya se había preparado para defender al ver que del otro lado harían un "saque" pero al momento de ver la pelota en el aire Shinobu sintió que el tiempo a su alrededor transcurría mucho más lento callando cualquier tipo de ruido a su alrededor siendo lo único que llegara a sus oídos el constante sonido de su respiración, al final su vista se enturbió difuminando todo hasta volverse negro y pesado.

¡Shinobu-san! ¡¿qué sucede?! ¡Sensei, Shinobu-san colapsó!

A pesar de estar "inconsciente" podía escuchar las voces de los demás, parecían desesperados, más no lograba mover su cuerpo aunque ahora sentía algo de frío a diferencia del ambiente caliente que sentía minutos atrás. Quizás si debió escuchar a Aoi, pues esos días no había dormido mucho y tampoco respetado todas sus comidas, al parecer había alcanzado su limite y ahora lo estaba pagando

¡¿Kocho, qué sucede?!

— Tomioka-san...

Bien, debía admitir que se había pasado durante la prueba, pero ahora se arrepentía enormemente pues el hermoso dolor de cabeza que le acompañó al despertar no le hizo nada feliz, ni siquiera sabía cuanto tiempo estuvo inconsciente pues al despertar se vio en la enfermería completamente sola

— ¡Hey, despertaste!

— Ruri-san...

— Uff, realmente nos preocupaste

— ¿Cuánto tiempo...?

— No mucho, cerca de treinta minutos

— Hum, parece que me pasé

— Bastante, no te sorprendas si Kanae decide matarte luego, sin embargo tenía una reunión por lo que le aseguré que me quedaría contigo

— Lo siento

— No, no es nada

— Debo pesar ¿verdad?

— ¿En serio? ¿lo dices con esa estatura? —le molestó Ruri divertida

— ¡Ruri-san!

— Descuida no fui yo quien te trajo aquí —negó Ruri

— Ya veo, debí darles problemas a mis compañeros

— ¿Está despierta? —cuestionó una voz femenina sorprendiéndolas

— Tamayo-san, si, al parecer ya se encuentra mejor

— Igual para asegurarnos le revisaré —añadió más no encontró nada fuera de lo normal— al parecer es así, eso es bueno, por favor toma la medicina que dejé en el velador y descansa un poco —dicho esto procedió a retirarse

— Bien, es momento de la medicina —soltó Ruri mientras le pasaba un vaso con agua y el medicamento

— Gracias —respondió Shinobu para luego tomárselo

— ¿Sabes? Te trajo Giyuu-san —añadió Ruri con una gran sonrisa

— ¡Pufff!

— Sabía que sucedería eso

— ¡¿Qué?!

— ¡Parecía toda una escena salida de un drama!, Giyuu-san tomándote en brazos y corriendo rápidamente hacia la enfermería, estaba bastante preocupado, pero debía volver para terminar la prueba, sin embargo hasta el final no dejaba de verte

— ...Ya veo

— Que bueno que acepté venir, gracias a eso vi algo muy interesante

— No soy un entretenimiento Ruri-san...

— Nunca dije eso —negó Ruri mientras se ponía de pie, más algo terminó cayendo de su regazo para terminar en la camilla donde descansaba Shinobu

— Ruri-san, siempre he visto que cargas esto, pero nunca lo había observado de cerca

Shinobu con cierta curiosidad tomó el objeto en sus manos, al parecer era un llavero más estaba atado a una cinta roja similar a un hilo mientras la forma era la de una flama dorada con tonos naranjas, era bastante bonito y... único, al ver la expresión en el rostro de su amiga, únicamente encontró una sonrisa de inmenso cariño que realzaba el verde de su mirada.

— Esto es algo muy especial para mi, se lo dieron a mi madre antes de que yo naciera, y desde ahí siempre lo he llevado conmigo

— Ya veo, es muy lindo —respondió Shinobu devolviéndoselo

— No es por eso, sino por quien me recuerda, es tonto pero al verlo solo puede venir Kyojuro a mis pensamientos —susurró mientras lo tomaba de vuelta en sus manos

— Oh, pues...

— ¡Kocho!

— Vaya, Giyuu-san ¿ya terminaste? —cuestionó Ruri centrando su atención nuevamente en ambos

— Si, gracias por cuidarla

— No es nada, pero surgió un pequeño imprevisto así que debo dejarla en tus manos —soltó Ruri fingiendo pena

— ¿Eh? Pero mi hermana...-

— ¡No te preocupes Shinobu-chan! Entiendo que no quieres que te deje, pero es muy importante, entonces Giyuu-san cuento conmigo

— Espera

— Entendido —respondió Giyuu con gran seguridad a lo que Ruri no esperó ni un segundo más para abandonar la sala rápidamente

"Después la mataré"

Shinobu al ver que no tenía opción se dio por vencida, siendo Giyuu quien por iniciativa propia se acercara y ocupara el lugar donde su "amiga" que en estos momentos se preguntaba si lo era, había estado sentada. El ambiente era un poco pesado además de muy silencioso, pero lo que le pesaba más era la profunda mirada azulada que la observaba fijamente sin decir nada ¿hasta cuando iba a durar esa tortura?

— Kocho —le llamó Giyuu con un tono de voz más profundo logrando captar la atención de Shinobu quien le escuchaba atentamente.

— ¿Qué sucede tomioka-sensei? —inquirió con bastante interés al ver como él había decidido romper el silencio

— Eres un problema —soltó con un suspiro cerrando sus ojos en respuesta

— ...¿Si?

¡Hola a todas! Nuevo capítulo uwu quizás muchas deseen colgar a Giyuu en estos momentos, pero ¡esperen! Aún no termina de hablar el chico xd por el momento las promesas están congeladas y su relación de alumno y maestro avanza más dándonos una perspectiva de su día a día, pero descuiden pronto volverán a retomar el curso pues es... ¡inevitable! Para quienes conocen el "crossover" de este fanfic deben tener muchas preguntas al igual que varias referencias que debieron hallar 7u7r bueno eso sería todo por el capítulo de hoy, gracias por leer esta loca historia al igual que sus hermosos comentarios, nos vemos en el próximo

Att: Andysakurai15