Capítulo 1 Mi Tiempo ꪜ
El tiempo ¿qué es para nosotros? Muchos lo conocemos como una magnitud física y otros como una manera de ganarlo, perderlo o ahorrarlo, pero para mi el tiempo es a lo que nosotros de una forma u otra nos encontramos sujetos, es aquel que rige un sistema entre el pasado, presente y el futuro, separando milenios, siglos, años, meses, semanas, días, horas, minutos y segundos, bastante aburrido a decir verdad.
— Giyuu, se te hará tarde —habló una voz femenina a mis espaldas logrando sacarme de mi aburrido trance.
— Oh, Tsutako-nee —respondí al verla lista para partir a su trabajo. Mi hermana mayor, quien ya tiene su segunda vida también a mi lado— Lo siento, yo...
— ¿Otro trance? —inquirió bastante acostumbrada a mis repentinos silencios— eso es malo, no debes descuidarte y luego llegar tarde.
— Eso... trataré de que no vuelva a suceder —respondí al ver su ceño levemente fruncido.
— Si, tienes que enfocarte —me devolvió dejando mi almuerzo sobre la mesa— ya son dos años desde aquello, es mejor que sigas avanzando y dejes ir poco a poco el pasado, estoy segura que tu promesa llegará pronto —finalizó dándome un beso en la mejilla y marchándose.
Tsutako-nee tiene razón, no puedo seguir aferrándome a un pasado del cual era totalmente ajeno hasta que cumplí los ocho años. La persona de esa vida, no soy yo. Esos recuerdos no son míos tampoco. Debería dejar esas memorias tal y como estaban desde un principio, enterradas.
— ¡Hey, Giyuu!
— Sabito, buenos días —mi mejor amigo de infancia me estaba esperando, aún me costaba verle, a pesar de que era otro "Sabito"
— Vine a recogerte ya que pasaba por aquí, hace un rato dejé a Makomo en su instituto —me saludó como siempre con una sonrisa segura junto a aquella mirada fuerte.
El Sabito de esa otra vida no era muy diferente, seguía siendo alguien amable a su manera y sobretodo fuerte ante cualquier problema, una de esas personas que tuvo gran influencia en mi vida y así mismo una marca que no podría perdonarme, la culpa al ver a Sabito, mi hermana, Makomo, todas dolían.
— Finalmente cambiaste de institución —se alegró Sabito a mi lado sin despegar la mirada del camino.
— Apareció una mejor oferta y estoy más cerca de casa —respondí un poco más en confianza.
— ¿Cómo se llamaba? —inquirió divertido, sabía perfectamente que estaba molestándome o quizás probándome para ver si recordaba el nombre de la institución, pues Makomo estudia en la misma.
— "Kimetsu Gakuen" —respondí observando la ventana, mientras Sabito soltaba un silbido por lo bajo— agradezco tu preocupación por mi lugar de trabajo.
— Mas vale prevenir que lamentar, Giyuu —soltó en respuesta, quizás recordando la vez que entré a una oficina por error, incluso me senté a acomodar un gran papeleo que había en el escritorio.
— ¡Aquella vez estaba distraído! —negué avergonzado, mientras Sabito rompía en risas.
— Tan distraído que confundiste tu oficina que estaba en el primer piso, llegando a usar una del tercero —añadió haciendo que la vergüenza creciera aún más— bueno, profesor de Educación física, te deseo suerte.
— Gracias —respondí con una expresión neutra al ver que ya habíamos llegado, mi amigo solo me sonrió en respuesta para finalmente abandonarme en la puerta principal de aquel instituto.
"Kimetsu Gakuen" un instituto común como cualquier otro, tiene cierta fama por su festival de música, pues contaban con jóvenes con grandes talentos y aspiraciones. ¿por qué escogí este instituto entre todos? Llámenle "Serendipia" estaba buscando algo nuevo y quizás en otra ciudad, pero no, por sobre cualquier otro mi hallazgo fue este, un hecho bastante inesperado pues mi elección ya estaba tomada.
— ¿Es usted el nuevo profesor? —inquirió un hombre algo mayor a mi lado.
— Si, soy Tomioka Giyuu —me presenté con una reverencia que aquel hombre también imitó.
— Bueno, yo soy el portero Sakonji —respondió algo tímido, aquella persona me agradó enseguida— no debo entretenerlo mas, solo siga recto y suba las escaleras, en el primer piso están las oficinas.
— Muchas gracias —con una última reverencia me marché a mi destino, a estas horas todos los estudiantes ya debían estar en sus respectivas aulas tomando clases, o eso es lo que pensaba.
— ¡Déjenme tontos! ¡tengo que llevar estas copias a la clase! —un chico de facciones bastante conocidas para mí residía en el suelo apretando fuertemente contra su pecho dichos papeles.
— ¡No lo hagas! ¡sensei nos pondrá más trabajo! —se quejó uno de ellos tratando de arrebatarle las copias.
— Ustedes no deben acosar a su compañero, están rompiendo con el código moral del instituto —solté ganándome la atención de todos.
— Rayos, un adulto —negó uno de ellos molesto, mientras el chico entre lágrimas se escondía rápidamente detrás de mi.
— No le estábamos molestando, solo queríamos ayudarle —intentó uno de ellos excusarse.
— ¿Ayudarle? Entonces ¿por qué siguen aquí parados? —inquirí con mi tono más frío causando que ambos se quedaran totalmente callados— su compañero luce asustado y no se atreve a soltar aquellas copias de por si ya arrugadas en los bordes, hay signos de fuerza y sobre todo yo les vi.
— Hum, eso...
— Ya que es el primer día, lo dejaré pasar —declaré soltando un ligero suspiro— vayan a clases y no reportaré esto a dirección.
— ¿Quién es usted? —me señaló uno de ellos, grave error.
— Tomioka Giyuu, nuevo profesor de educación física, y #1 para dar amonestaciones —les informé a lo que ambos solo pudieron disculparse y marcharse.
— Hum, g...gracias —balbuceó aún nervioso el chico detrás de mi, con solo verlo sabía que le conocía, sin embargo no era seguro que tuviera el mismo nombre.
— ¡Zenitsu! ¿estás bien? —inquirió un nuevo joven ¿acaso llevaba aretes? espera, esa cara, no, no puede ser.
— ¡Tanjiro! ¡me molestaron! —chilló el joven que respondía al nombre de Zenitsu.
Tal vez este extraño destino no era una pura coincidencia, mismo aspecto, mismo nombre e incluso personalidad, los dos chicos ante mi formaron parte de aquella vida, Kamado Tanjiro y Agatsuma Zenitsu. Si era así, era muy probable que ellos no fueran los únicos, pero tal y como esperaba ninguno de ellos albergaba recuerdos de una vida pasada, solo yo.
— Hum, gracias por salvar a Zenitsu —me agradeció "Tanjiro"
— No es nada, es parte de mi deber ver por la seguridad de todos sus estudiantes —me limité en responder para finalmente marcharme hacia la oficina de maestros.
El director me dio una impresión bastante buena, le preocupaba en general el bienestar y la comodidad de sus estudiantes, me sentí satisfecho y listo para iniciar mis deberes. Por último el presidente del consejo estudiantil sería el encargado de darme un tour por las instalaciones del lugar.
— Bienvenida Kocho-san —le saludó el hombre, yo seguía de espaldas pues para mi grata sorpresa el presidente resultó ser una chica y una que conocí precisamente hace dos años, nuevamente el dolor regresó.
— Mucho gusto, soy la presidenta del consejo estudiantil, Kocho Shinobu —se presentó con aquella sonrisa que le caracterizaba— seré quien le guié hoy.
— Un gusto, Tomioka Giyuu —respondí el saludo estrechando su pequeña mano, esperando algún cambio, ella pareció meditar mi nombre, sin embargo su expresión no cambió en lo mas mínimo.
La misma cara, la misma voz, pero no era ella. No me reconocía de hace una vida, la Kocho Shinobu de ahora tiene una vida complemente diferente. Entonces ¿por qué los recuerdos siguen volviendo a mi? ¿debo retribuir aquella promesa a ella? Lamentablemente los recuerdos que poseo no son suficientes, solo tengo claros ciertos fragmentos, sin embargo solo los de ella son borrosos y confusos.
— ¿Tomioka-sensei? —nuevamente su voz me regresó a la realidad, aún sostenía su mano.
— Lo siento, estaba distraído —negué sin darle muchos rodeos, incluso esquivé su violácea mirada.
— Ara, no se preocupe —respondió sin cambiar su expresión.
Dejamos la oficina atrás y ella con total calma me guió por cada lugar del instituto, presté atención a ello pues era importante saber cada lugar donde los estudiantes posiblemente quisieran esconderse para saltarse las clases. Shinobu también deseaba evitar lo mismo, pues como presidenta del consejo era uno sus deberes y responsabilidades.
— Eso sería todo —me comunicó con una suave sonrisa a lo que yo solo asentí.
— Gracias por tu ayuda —respondí sin quitarle la mirada, ella pareció notarlo más no le inmutó para nada.
— No es nada, es mi deber como la presidenta —añadió con total seguridad— ahora, Tomioka-sensei ya conoce el camino, entonces debo dejarle pues tengo reunión con los miembros —dijo dispuesta a irse.
En un comienzo pensaba dejar que se marchara, su presencia solo me hacía sentir más confundido, sin embargo contra todo pronóstico le detuve, esperanzado en que quizás si le preguntaba ella pudiera ser sincera, yo tampoco quise hablar sobre esas viejas memorias, únicamente Tsutako-nee lo sabía, quizás fuera el mismo caso de Shinobu, tal vez...
— Tu, ¿me recuerdas? —me sentí algo estúpido al soltar aquella tonta pregunta, la confusión en su rostro era evidente, debí formular mejor mi duda.
— Lo recuerdo —soltó con una sonrisa, mientras yo me sentí esperanzado, finalmente podría obtener todas las respuestas— aquel día de lluvia, yo le cubrí con mi paraguas —añadió con una suave sonrisa.
No parecía mentir, al menos yo no lo sentí así, pero ¿qué debía hacer yo? ¿cómo podía resolver el rompecabezas que habitaba en mi mente desde hace trece años? Al verla a ella hace dos años esperaba encontrar la respuesta, sin embargo no pude hacerlo y ahora la volví a encontrar, solo para finalmente entender que únicamente yo cargaba con los recuerdos dolorosos de una vida pasada. Me dijeron que el tiempo sería capaz de curar el vacío, mas no parecía ser cierto.
— No, no fue así —negué recordando lo sucedido hace trece años, ese momento en que estos recuerdos comenzaron a inundar mi mente.
¡Primer capítulo! Me siento emocionada de comenzar ya este proyecto, le estuve dando tantos vueltas y finalmente está aquí. Es probable que cada capítulo este acompañado de una frase, espero les gusten ^^ bueno por si se llegan a dar confusiones en la historia, Giyuu y Shinobu se conocieron hace dos años en un día de lluvia, justo ella estaba en su primer año, ahora luego de dos años volvieron a encontrar solo que ahora Giyuu como su maestro y Shinobu como su alumna de último año, sin embargo Tomioka parece bastante confundido con respecto a sus memorias, incluso él no considera del todo que sean suyas, viviendo con ellos desde hace trece años, más no los posee todos en su totalidad ¿qué irá a pasar?
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top