❝死んだ神の国❞:Home
Chaeyoung asintió levemente, no conocía mucho a Namjoon, sólo lo suficiente para saber que era tan poderoso como Jungkook, esperaba que pudiera hacer algo contra él.
―No quiero dejarte sola.― Dijo Chaeyoung, porque no quería que sufriera, si mágicamente su tacto hacía que no sintiera el dolor de los humanos, creía que debía quedarse a su lado, como un deber, una clase de destino.
―No sería la primera vez que he pasado por esto, y no había nadie que actuará como mi anestesia, y estoy aquí.― Jisoo se encogió de hombros, sonriendo de forma simple pero que no dejaba de ser hermosa en sus facciones.―No va a pasarme nada, solo... Es feo si, pero al menos me consuelo con la idea de que ellos no están sufriendo solos, que estoy con ellos, de alguna manera.
―¿Por qué pasó?― Preguntó Chaeyoung, luego de un momento en silencio.―La primera vez, ¿algún otro Dios escapó o algo?― Jisoo negó.
―Nunca, ningún Dios ha escapado de Jungkook, hasta ahora, todos le tenían miedo a lo desconocido del Mundo de Abajo entonces... Nunca nadie quiso arriesgarse, a desobedecerlo, a enfrentarlo...― Se encogió de hombros.―Y la primera vez que pasó... Pues, fue la razón de mi expulsión, fue mi culpa, fue cuando me volví una Diosa Indeseada, Jungkook me creó para cuidar de los humanos, y para que esté más conectada a su Mundo, lo hizo a partir de una Flor del Mundo de los Humanos.
―Igual que a mí.― Murmuró Chaeyoung, Jisoo sonrió levemente.
―Quizás por eso estemos tan conectadas.― Comentó.―Y bueno, mi labor no era como los otros Dioses, no como Seulgi o Joohyun que tenían que acomodar la luna, el sol y las estrellas, y armar la oscuridad y la luz... Los humanos son independientes por si mismos, ellos hacen su vida, sus hogares, su familia, su alimento; yo sólo... Muy cada tanto los ayudaba, si alguno estaba muy enfermo los curaba, o si les faltaba comida les conseguía, o si faltaba agua los ayudaba a conseguirla, e incluso, un par de veces había bajado a su tierra para educarlos, sobre su salud, sobre el agua, o sobre cómo cosechar, como conseguir alimento... Era lindo estar entre ellos porque me hacían sentir menos sola, como si perteneciera a ese lugar, como un hogar. Los humanos son muy especiales, ellos tienen cosas que los Dioses no, ellos crean su familla con quiénes comparten sangre, y otra donde comparten sus mejores energías, les dicen amigos... Muchas veces se juntan entre ellos para ser felices, no por un interés u obligación. Los Dioses no tenemos eso, nuestras vidas son solitarias y manejadas por el poder y las responsabilidades, los humanos no tienen nada de eso y por eso pueden estar juntos solo para ser felices.
―Solo fui una vez a su mundo, y los he visto ser felices entre ellos, de hecho es muy bonito.― Jisoo asintió, tenía un brillo de emoción en sus ojos, le encantaba hablar de sus humanos, y por primera vez encontraba a alguien que le interesaba.―Creo que tenemos cosas que aprender de ellos también.
―El mundo de ellos es hermoso, tiene tantas cosas tan diferentes, me encantaría volver allí. Hace mucho tiempo que no voy.― Jisoo sonreía por los recuerdos.―Pero... Un día Jungkook estaba aburrido y empezó a crear cosas pera hacer más "interesante" el mundo. Entonces hizo que se secaran sus cultivos y que el agua escaseara, muchos animales se fueron y otros no, pero los Humanos no pudieron, entonces murieron de hambre. Namjoon comenzó a extender los desiertos y acortar la vida de todos... Luego creó enfermedades y la gente seguía muriendo. Yo estaba encerrada en mi palacio sintiendo todo aquello, hasta que un día me cansé y le dije que los Humanos merecían un mejor Dios, uno que los dejara vivir Justamente, que no les hiciera la vida difícil sino que los dejara vivir, le dije todo lo que pensaba... Ya él no le gustó nada. Ni siquiera me respondió y solo fue a generar catástrofes, una tras otra, tras otra... Muchísimos humanos murieron, y-y yo no podía hacer nada.
Chaeyoung limpió las lágrimas que caían por las mejillas de la Diosa, sus ojos oscuros y que normalmente estaban puestos en ella ahora miraban a un punto impreciso de la existencia, recordando tiempos que le rompían el alma y la aterraban, aún revivía el panico en su corazón pero de nuevo, el tacto de la Diosa menor calmaba todos sus dolores.
―Luego de que se aseguró de que yo estaba sufriendo... Me llevó al borde del Mundo de Arriba y me expulsó.― Finalizó, sus brazos rodearon la cintura de la menor buscando más apego.―Y luego llegué aquí. Namjoon me recibió y cuidó de mi mucho tiempo.
―Eso es muy lindo.― Dijo Chaeyoung.
―Estaba preocupado por si caía en el sueño Eterno.― Por la mirada confundida de Chaeyoung supo que no sabía que era.―Cuando un Dios es drenado de toda su energía, o está en gran dolor, y no puede recuperarse termina en el Sueño Eterno. Los Dioses no podemos morir, así que solo, nos apagamos.
―¿Para siempre?― Preguntó la rubia.
―No lo sé, según Namjoon, a veces, luego de un tiempo, vuelven a despertar, a veces solo necesitan descansar hasta recuperar su energía. Namjoon tiene un compañero, que en su momento era el Dios de las Almas, le dicen Agust, Jungkook lo creó para deshacerse de los espíritus que rondaban por la Tierra de los Humanos sin rumbo, pero esas Almas no lo entendían, entonces muchas veces no se iban, pero él lo tomó como que no estaba cumpliendo sus órdenes, así que fue expulsado. Según lo que dice, durmió bastante tiempo pero se sintió como una siesta, y ahora vive con Namjoon, controlando que las Almas no se transformen.
―¿En qué se transforman?― Preguntó, curiosa, cada momento allí le generaban una nueva pregunta.
―A veces algún alma que está en gran dolor se rompe y se vuelve una especie de monstruo, Agust dice que son Demonios o Sombras, y son un peligro, porque siempre quieren volver a la Tierra dónde pertenecieron.
―Eso da miedo.
―Agust también da miedo.― Confesó Jisoo.―Parece que va a matarte todo el tiempo.
Chaeyoung rió ligeramente, que una Diosa que haya sufrido tanto como Jisoo le tenga miedo a otro Dios debía ser en serio terrible.
―Soo.
―Hmm.
―¿Qué pasa con los Dioses que no despiertan?― Preguntó bajito.
Chaeyoung tenía mucha curiosidad al respeto, nunca le habían explicado nada de muchas cosas del mundo de los Dioses.
―¿Quienes no han despertado?
―Eres muy curiosa, yo también, me gusta.― Murmuró Jisoo, acariciando levemente el cabello de la menor.―Antes había otros Dioses, y el mundo funcionaba de forma distinta, pero fue mucho antes de que yo llegara... Según me contó Namjoon, los Dioses que están dormidos son de esa antigua era. Hay un Dios que era muy joven al dormirse, le decían Oráculo, porque manejaba el destino, pero su nombre real es Seokjin, él sabía lo que iba a pasar en el futuro y lo conectaba al presente. Un día predijo algo del destino que a Jungkook no le gustó, le quitó todo para ver el futuro, y un cuaderno donde anotaba todo y eso lo dejó completamente devastado, sin ellos no podía hacer nada. Al llegar aquí entro en el sueño eterno a los pocos días, por mas que Namjoon intentó salvarlo.
―Eso es triste.
Jisoo asintió.
―A Namjoon no le gusta mucho hablar de eso.― Murmuró la Diosa mayor.―Hay otro Dios también, era el Dios de la Magia, no me dijo su nombre, pero es muy antiguo, Jungkook lo expulsó y destruyó sus ilusiones al punto que al llegar aquí solo cayó inconsciente... Según Namjoon, el Creador no podía soportar que los humanos, o los animales, las criaturas de la Tierra, tuvieran poderes como los Dioses... Según él debían ser criaturas inferiores y simples. Con él se durmió la magia también, y los humanos dejaron de tenerla.
―Eso es muy egoísta.― Murmuró Chaeyoung.
―Jungkook es egoísta, pero eso también lo hace débil.― Dijo Jisoo.―Quiere tener todo para sí mismo, quiso tener un Mundo solo para él, y quiso la Tierra de los Humanos solo para él, y no puede, porque es demasiado, entonces crea Dioses para que cumplan sus tareas, pero hacerlos lo debilita también, porque es energía que pierde. Namjoon nunca ha creado a nadie, por eso es más poderoso que él, pero Jungkook no quiere que eso se sepa. Quiere que todos pensemos como él, pero cada uno tiene su propia voluntad de ser, eso nos hace estar vivos y eso es algo que Jungkook no puede controlar. Por eso nos trata mal y nos expulsa cuando se da cuenta que de verdad estamos vivos.
Chaeyoung asintió, estando de acuerdo, sintió a Jisoo apoyar su cabeza sobre su hombro, mientras bostezaba.
―¿Quieres dormir? Ya es algo tarde.
Jisoo asintió, se dejó caer sobre la cama, aún abrazado a la cintura de la menor, haciendo que ésta fuera con ella, Chaeyoung soltó una risa que pareció tan honesta e inocente que hizo a la otro sonreír de ternura.
―Mañana quizás vaya a ver a Namjoon.― Dijo Chaeyoung.―¿Podrías estar sola un rato, Soo?
―Yo estaré aquí, te esperaré, no importa.― Murmuró en tono cansado.
―De acuerdo.― Chaeyoung se acurrucó un poco más a su lado.―Descansa.
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