Capituló 10: Algo hermoso
Narro yo:
Faltaban 20 minutos para la hora en que los dos maestros se iban a encontrar en la azotea.
Mientras estos terminaban sus trabajos pendientes y se alistaban para su encuentro, los jóvenes estudiantes y sus "cómplices" maestros estaban cerrando las puertas y utilizando los pequeños techos de vidrio que tenían algunas partes de la azotea para así generar un hermoso ambiente romántico para los dos.
Sanemi solo hizo lo que su hermanito le pidió, no le interesaban en lo más mínimo las relaciones que pudieran tener las personas, pero era amigo de Uzui y Rengoku desde la secundaria, aunque fuera bastante gruñón y malhumorado también tenía ese lado amable que le decía que debía ayudar a esos dos a estar juntos, además de que era consciente de los muchos sentimientos que llevaba el otro albino hacia del bicolor.
Después de que terminaron de alistar todo, se escondieron en una de las puerta que habían cerca y esperaron los 5 minutos que faltaban para la hora en la que se verían los dos maestros.
Todos se encontraban más que ansiosos por ese encuentro, algo informal y único estaba por verse, eso era seguro.
Marcaron las 6, sonó la campana de la escuela, que suena siempre a esa hora para avisar que ya baja el sol y se marca un hermoso atardecer con colores vivos.
Todavía se podía ver a algunos estudiantes salir de la escuela, las clases normales finalizaban a las 3, pero las actividades de club o escuelas de tarde iban hasta las 5 con 30, por lo cual algunos comían antes de irse y salían a las 6.
La escuela cerraba a las 7:30 o pasadas, por eso algunos maestros se quedaban a rectificar sus trabajos o incluso a dar las clases de tarde.
El primero en llegar al lugar fue Kyojuro, se sentó en una banca con vista al atardecer para esperar a al otro.
Pasaron exactamente 3 minutos en lo que llegaba Tengen, los jóvenes estudiantes estaban algo aburridos así que se pusieron a jugar algunas cosas en sus teléfonos, mientras los maestros simplemente hablaban y se quejaban (cofcofsanemicofcof) sobre lo mal que estaba hacer eso.
Al llegar Tengen solo se sentó al lado del rubio de mechas rojizas. No hablo, solo se sentó a su lado y vio como el sol se ocultaba lentamente para dar paso a una hermosa noche estrellada. Los colores que se reflejaban en el cielo, amarillo, naranja, morado, lila, rosa, e incluso algunos tonos de celeste, mientras unos pequeños y casi invisibles brillos blancos empezaban a salir por el cielo para mostrarse como estrellas que en un rato iluminarían todo junto a la hermosa luna.
Se vieron a los ojos, no hacía falta decir ni una sola palabra para disfrutar de ese momento, si embargo decidieron hacerlo.
—Gen... crees que si lográramos tener algo... no nos odiarían y agredirían?..— Era obvio que se encontraba asustado, todo en esa situación lo estaría, querer salir con tu mejor amigo siendo del mismo sexo, aún sabiendo que existen personas que no aceptan ese tipo de relaciones y podrían terminar saboteados.
—No lo se Kyo... se ve como algo muy complejo e imposible— La sola grieta entre ellos y sus paredes podría ser el fin de sus carreras, sentimientos, e incluso de ellos. —Pero eso no evita que quiera intentarlo..— Volteo a ver a su compañero, mientras el atardecer caía —Pero quiero intentarlo solo contigo—.
Kyojuro y Tengen no podían ocultarlo más, se amaban vívidamente como si sus corazones estuvieran destinados a estar juntos. Viéndose a los ojos, solo lograron abrirse mucho más al otro.
Los dos jóvenes maestros se fueron acercando lentamente, mientras sabían como el pequeño sol y la ya puesta luna observaban su hermoso encuentro, no había forma de que esto se arruinara, y tampoco unas cuantas personas escondidas lo permitirían.
Tengen agarró la mejilla del rubio con una mano mientras con la otra sujetaba la mano de este. Los dos se acercaban cada vez más, era lento pero muy hermoso. En el momento en el que estuvieron lo suficientemente cerca como para sentir sus alientos los dos se miraron y sonrieron.
—Estas seguro de esto Kyo? Sabes que no me molesta esperarte..— Cambio su expresión a una cálida y amable sonrisa.
—Estoy más que seguro Gen!— Solo susurró algo fuerte, gritar al frente del pobre Tengen podría romperle un tímpano, conociendo el buen oído que tiene.
Tengen solo sonrió, se acercó aún más a Kyojuro rozando sus rosas labios.
Los dos sabían que ya no había vuelta atrás, aunque tampoco les gustaría darla.
En el momento en el que el sol los ilumino de manera casi perfecta y destinada los dos jóvenes amantes sellaron sus labios en un tierno beso liderado por Tengen y seguido por Kyojuro.
Mientras tanto los espectadores se encontraban muy felices, querían gritar, saltar, bailar, estaban muy felices por sus maestros y compañeros. En cuanto voltearon vieron a otro grupito conformado por los otros maestros y una estudiante. Parece que Tengen y Kyojuro habían sido muy obvios.
Mientras estos se besaban el sol estaba casi desaparecido por un poco más de mitad, lo cual hacía que el cielo se viera hermoso, solo para ellos dos.
Se separaron con lastima, por ellos se hubieran besado todo el resto del día si no fuera por la necesidad de oxígeno. Sin embargo eso no los detuvo de volver a besarse ahora de una manera mucho más alegre. Kyojuro se lanzó encima de Tengen y siguió besándolo mientras estaban los dos tirados en esa banca.
Era un momento hermoso para los dos, la emoción que sentían era realmente incomparable a cualquier otra emoción en ese momento.
Sentían que se encontraban entre nubes blandas y suaves que los acariciaban y los cuidaban como si fueran lo más valioso.
Sus corazones latían rápido, sus respiraciones permanecían alto aceleradas por la ansiedad y felicidad, sus venas pasaban la sangre por todo su cuerpo y sus sistemas se alborotaban.
No podían pensar en nada que no fuera el otro, se amaban, más que cualquier otra cosa. Querían estar juntos para siempre, querían poder formar algo mucho más hermoso que una simple relación entre dos personas, querían demostrar su amor hacia el otro.
Iluminados únicamente por el brillante sol y acompañados por las estrellas y lunas recién llegadas al cielo sobre ellos.
Vieron sus ojos y no pudo verse otra tan dominante como el amor y la alegría.
Se separaban del otro vez en cuando para luego volver a besarse con cariño mientras de abrazaban en esa pequeña banca en la que se encontraban.
Al separarse definitivamente se sentaron, Kyojuro quedó encima de las piernas de Tengen mientras este seguía sentado con las piernas casi completamente estiradas en esa banca.
En ese momento, se dieron cuenta de que no podían vivir sin el otro. Lo necesitaban y querían junto a ellos, el brillo que emanaban la luna, las estrellas, el sol y sus ojos al mismo conjunto demostraban todo.
—Te amo Kyojuro.. más que a nada en este mundo—
—Yo te amo mucho más Tengen—
Volvieron a juntar sus labios en otro último beso que solo mostró un Extravagante Brillo entre esos dos.
Su amor en conjunto, todo lo de ellos que tenían para ofrecer al otro.
Simplemente se amaban el uno al otro sin límite~
FIN.
De verdad muchas gracias por leer esta historia y por acompañarme en este tiempo escribiéndola!
Se que no es fácil esperar tanto tiempo ni aguantar cualquier bobada que yo escriba, pero me ilusionaba mucho hacer una historia cómo está y sobre un ship el cual me gusta mucho y es muy bonito pero no tiene tanto apoyo ni seguidores o conocedores de el.
Entenderé si las pocas personas que leen este fic están enojadas conmigo y aceptaré sus disparos de zapatos hacia mi persona.
(Yo también me lanzaría algunos que otros pares).
En fin, espero les haya gustado mucho esta historia! Recuerden que ya había dicho que sería extremadamente corta y de más, además mi inspiración es muy mala. E igual haré alguno que otro extra para aclarar ciertas cositas que se que podrían haber quedado inconclusas o también por entretener.
Con eso me despido y espero les vaya muy bien este agosto!!
Hasta pronto.
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