La mañana siguiente fue decisiva para Jungkook, la cefalea que presentaba le tenía aturdido, pero lo más impactante de todo era encontrarse hecho ovillo en uno de los baños de aquel antro, a las 7 de la mañana era obvio que no quedaba nadie allí, y fue en esos momentos que se lamentaba estar poco dispuesto a hacer amistades con los de su año, estaba seguro de que de tener a alguien, no se abría quedado pasando frío y rodeado de aquel olor desagradable, pero bueno, que se le va a hacer.

Levantarse le fue muy doloroso y sabía a esa altura que su agujero estaba destruido, pero la pregunta era, ¿Por qué no se acordaba de nada?, bueno, no era el momento ni el lugar para tratar de traer a la realidad aquello que ya había sucedido, tenía que recordarse que era un adulto y necesitaba seguir su día como tal, y necesitaba dinero, por lo que debía asistir a su trabajo, ja, la noche anterior seguro fue muy divertida, pero tenía responsabilidades, las odiabas, pero las tenía.

Luego de aquella reflexión, se arregló su ropa lo mejor que pudo y se lavó la cara, ahora trataría de salir de allí sin que lo vieran o pasaría la vergüenza más grande de su vida, él tenía una reputación que mantener.

Su vida era un poco complicada, nació en Busan con su madre mesera y su padre contador de una pequeña empresa, por lo que los ingresos a su hogar eran escasos, solo para cumplir sus necesidades básicas, sin más lujo que el de ir a la escuela, mas Jungkook siempre ha querido algo más, tener dinero, vivir en su propia casa y tener todo lo que desee sin limitarse, por lo que se esforzó mucho en la escuela, ganando aquella beca que lo tendría estudiando su 4.º semestre de Arquitectura en la Sapienza, aquella prestigiosa universidad en Italia, y lo habría logrado sin molestar económicamente a sus padres, ya que había ganado la beca y se mantenía con pequeños trabajos para sustentarse lo que ella no cubría. Claro, no todo es color de rosas, porque aquella universidad estaba llena de riquillos que se creían lo mejor por vivir con el dinero de sus padres y se encargaban de molestar a Jungkook cuando tenían oportunidad, ¿no estaban ya grandecitos para seguir con el bullying? Al parecer no, las neuronas solo les servían para saber cuantos ceros tenían en su tarjeta de crédito y restregárselos a otros en sus narices, idiotas. Pero no podía evitarlo, así que se aguantaba, no podía verse involucrado en alguna pelea que le hiciera peligrar su posición en aquella universidad, si había aguantado ya mucho, como no aguantaría lo poco.

Por eso la noche anterior, ya harto de todo un semestre intenso, se pasó un poco de copas.

Diez minutos después se hallaba saliendo discretamente de antro, pensó en tomar un taxi para poder descansar unas horitas antes de su turno en la tienda, mas cuando tanteo sus bolsillos descubrió que había perdido su billetera, genial. Resignado, busco la estación de bus mas cercanas, se perdió un poco buscando la ruta que lo llevaría hacia la residencia estudiantil, pero una hora después se encontraba sentado hasta el final del autobús apestando a alcohol, genial lo que le faltaba, todos lo miraban raro, e incluso una madre alejo a su pequeña hija que se encontraba cerca de él, pero luego de aquel desagradable suceso se distrajo observando por la ventana, el dolor de la cabeza disminuyo y se permitió sonreír cuando el aire le golpeaba en la cara, Italia era realmente hermosa, con su arquitectura antigua tan diferente a Corea, se sentía tan bien y a la vez tan nostálgico pensando que si sus padres estuvieran ahí todo seria perfecto y luego de un suspiro melancólico su móvil comienzo a sonar con aquel sonido que conocía muy bien, su madre le estaba llamando por lo que preocupado levanto la llamada.

- ¿Hola? - Contesta en Coreano, sonriendo levemente y de repente pequeños recuerdos de la noche anterior lo atacaron, otra voz hablándole en coreano con tanta facilidad le hizo fruncir el ceño, otro coreano en Italia? ¿En el mismo antro? Qué extraña coincidencia.

- Cariño - Repetía su madre a través de la línea trayéndolo a la realidad - me escuchas.

- Sí, sí, perdona, me distraje, ¿Cómo estás? ¿Y papá?

- Estamos bien cariño, papá acaba de salir de su turno, su jefe esta vez no le obligo a hacer horas extras, imagínate como esta, no cabe de feliz, me ha pedido una cita para ver películas, así que está preparando todo.

- Me alegro mucho má

- ¿Y tú, cómo estás?, te siento la voz extraña

- mm, pues, es una larga historia, pero estoy bien, voy camino a casa para prepararme para mi turno, y entonces má, ¿a qué se debe esta llamada?, no es que la odie, sabes qué amo escucharte, pero he de admitir que es extraño que me llames sin avisar.

- Es cierto que hay una razón detrás de esta llamada, debemos hablar Kook, y como estas de vacaciones, necesito que vengas.

- ¿Ir a Corea? ¿Sucede algo?, me estoy asustando.

- Solo, es algo que debemos hablar en persona, en familia, pero no te preocupes, no es algo grave, ¿hay alguna posibilidad de que vengas? Sé que estás ahorrado y sería un gasto mas, pero es necesario.

- ¿Para cuándo debería estar allí? Puedo intentar hablar con mi jefe.

- Para dentro de tres días mas tardar.

- ¡Pero es muy poco tiempo, si no salgo ahora no podre llegar!

- Lo siento mucho bebe, no te lo estaría pidiendo, sino fuera necesario, ¿lo sabes verdad?

- Lo sé, veré que puedo hacer madre, debo bajarme del bus, te llamaré cuando pueda, Te amo mama.

- Y yo a ti mi niño.

Así se terminó la llamada, pero los nervios y la incertidumbre tenían a Jungkook temblando, su madre se escuchaba extraña y un poco nerviosa, ¿qué sería tan importante que necesitaban hablarlo en persona y con aquella urgencia?, pero bueno lo mas importante por ese momento sería buscar el vuelo mas pronto y hablar con su jefe cuando antes, pero primero debería darse una ducha.

Hablar con su jefe fue mas fácil de lo que pensó, el señor Luccianno era un señor mayor un poco cascarrabias que manejaba un pequeño restaurante familiar muy acogedor, que servía toda clase de platillos totalmente deliciosos y económicos, a Jungkook le encantaba trabajar ahí y la paga era la suficiente para sustentarse y quizás darse algunos lujos de vez en cuando, como la noche anterior, en ese lugar era en el único donde se relacionaba con alguna u otra persona. El señor Luccianno le dio una semana para que fuera y resolviera sus problemas en Corea, al principio hizo un poco de resistencia, pero después cedió y le dio mas días de los que había pedido, por lo que Jungkook salió de ahí directo a hacer sus maletas y llegar junto a sus padres cuanto antes, su corazón no dejaba de latir, tenía una mala sensación, un mal presentimiento.

♡⃕

Dos días después estaba aterrizando en el Aeropuerto Internacional Gimhae en Busan, había logrado encontrar un vuelo disponible y se había montado en el avión sin pensarlo, al día siguiente se cumpliría el plazo que le dio su madre y pudo lograr llegar un día antes, pero eso le costó todo lo que tenía guardado, con un suspiro y un pequeño bolso en su espalda Jungkook camino a la parada del metro, se montó en el tren a Suyeong-Gu donde había nacido y vivió hasta que fue a Italia, odiaba el lugar, pero era todo lo que tenía, debía aguantar hasta que pudiera llevar a sus padres a Seúl, su objetivo final, para comenzar una nueva vida. Pero cuando se bajó del metro, que camino hacia su casa todo estaba diferente, era todo un terreno demolido, no había casa y por supuesto la suya no estaba, ¿qué había sucedido?, ¿Dónde estaban sus padres? Y no entendía, la última vez que había estado allí fue hace cinco meses en las vacaciones de invierno, y todo estaba normal, las casas en su sitio, el parque de la esquina con sus juegos oxidados, la pequeña cafetería de la señora Lee, todos aquellos recuerdos se habían venido abajo.

Apurado saco su teléfono y llamo a su padre y no contestaba, mas cuando le marco a su madre está al instante levanto la llamada, y lo que le dijo lo dejo helado.

Resulta que su padre había tenido un accidente de trabajo y llevaba un mes inconsciente y podría morir si no recibía la atención médica que necesitaba, habían perdido la casa y él estaba comprometido.

Ja y eso que había dormido tranquilamente los últimos días.

╰►Ｓｉｖｅｍｙ

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