CĄPITULØ 7: ¿Quién eres?
Cap un poco largo con mucho amorrrrshhhhhhh :v <3
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La peliroja de encontraba de camino a el colegio mientras iba pensando en sus cosas, había salido temprano, pues no quería escuchar a sus padres discutir otra vez
Aveces me pregunto por que no me habré suicidado aquella vez.
Pensó mientras caminaba distraída, y no se daba cuenta de nada, no escuchaba nada a su alrededor, sólo sus pensamientos que la atormentaban todos los días.
No te quiere.
Es una apuesta.
Nunca nadie se ensmoraria de alguien como tú.
Gorda.
Fea.
Aburrida.
Imbécil.
No sirves.
Das asco.
Muerete.
Esa palabra sonava constantemente en su cabeza, ella tenía muchas oportunidades de hacerlo.
¿Por qué no darle el gusto a todos? Sería más fácil para mi.
Pero simplemente no podía, había algo que se lo impedía, pero ella simplemente no lo sabía.
Su mente decía que si, mientras que su corazón no.
No se dio cuenta que estaba caminando en la carretera, un sonido extremadamente espantoso cerca de ella la hizo reaccionar.
Era un camión.
Un camión estaba frente de ella, sólo fueron unos minutos, pero para ella fueron eternos, miraba el camión con un toque de miedo y esperanzas.
¿Será que me moriré aquí? ¿Por fin sere felíz? ¿Ya no tendré que fingir que estoy bien cuando realmente no lo es?
Pensó mientas escuchó ese sonido desagradable del camión y cerraba sus ojos hasta esperar aquel impactó.
Pero para su desgracia, ese impacto nunca llegó.
Sólo sintió que alguien la empujó al otro lado de la calle.
A la cual no abrió los ojos hasta que escuchó una voz que se le hizo bastante atractiva.
-Abre los ojos, tranquila, estás a salvo- Escucho decir de esa persona que precisamente estaban en una posición un poco "peculiar"
¿tranquila? ¿Cómo el quería que estuviera tranquila con tal sólo pensar que alguien estaba encima de ella? Y peor ¿Cómo y por que la había salvado?
Con algo de valentía, abrió los ojos, y lo vió, era en chico de piel un poco morena, su cabello era de color naranja fosforescente al igual que sus ojos grandes, labios un poco gruesos y boca pequeña.
Al ver que ella abrió los ojos, el le sonrió de lado coquetamente, a lo que hizo que la peliroja se incomodara y se sonrojada más de la vergüenza.
Ya se por donde va esto.
Pensó ella para proseguir a levantarse del suelo y sacudir su ropa por la suciedad.
El chico sólo se le quedó viendo, y ella no le correspondía la mirada, en el ambiente era un poco incómodo.
-Bueno ahora dime ¿Por qué decidiste salvarme?- Dijo ella con voz un poco molesta para mirarlo en el piso.
-¿A qué te refieres con eso? Deberías estar agradecida de que te salvé de ese camión, sino no estarías viva- Mencionó fingiendo voz ofendida para levantarse y hacer la misma acción de la contraria -Tienes suerte de que te estaba siguiendo hace un rato-
¿Qué? ¿Me estaba siguiendo? ¿Por qué?
-¿Me estabas siguiendo?- Preguntó aún más molesta y alzando un poco la voz.
El contrario lo único que podía hacer era rascarse la nuca y reirse con nervios.
-Jeje, pero no pienses mal, yo te estaba siguiendo por que mi colegio queda de ese lado- Siendo sincero, ella le creyó.
Pues su uniforme y el de el eran diferentes, y el colegio del contrario lo conocía.
-Bueno, yo tengo que irme- Agregó para darse la vuelta y seguir con su camino.
-¡Espera!- Agarrando la mano de Momoko para que de un impulso la girará y la acercará a el. -No me has dicho tu nombre-
-No te lo tengo que decir, eso no te importa-
-¡Claro que sí!-
-¿Por qué?-
-Bueno, me caes bien y pues quisiera llevarme bien contigo- Con una sonrisa nerviosa, sin soltar su agarre
-No te creo, yo no le caigo bien a nadie, ni siquiera soy bonita ni delgada, se supone que a nuestra edad chicos como tu no se junta con chicas como yo- Con algo de seriedad lo mira.
Ella decide amablemente soltarse de su agarre, pero el contrario sólo aumenta su agarre.
-¿Quien te dijo eso?-
-Nadie me lo ha dicho-
-¿Entonces por que lo dices?-
-Porque es la verdad-
-Las mierdas que te han dicho no son ciertas, ellos están mal de la cabeza, tu eres bonita, No eres tan gorda como dices, sólo eres un poco ancha-
-Eso es ser gorda, ¿Que no ves los lentes que uso? ¿No ves mi cara? Eso- Señalandose a si misma -Es una mierda-
-La mierda es esa gente que te lo dice, ellos están mal, ellos no saben lo que dicen- Con lo último, hizo que se callara la de ojos rosas, no decía nada, sólo lo miraba.
-Hagamos algo, hoy no irás al colegio, yo te llevaré hoy día a pasear por la ciudad, si te diviertes, tendrás que aceptar que no todo es una mierda, y si no lo haces, yo aceptaré que tienes razón-
¿Salir con un extraño? El no sabe lo que dice.
-No sabes lo que dices, ademas, no voy a salir contigo de esa manera-
-Piensalo, ademas, ¿No te cansas de hacer lo mismo todos los días? Cuando te vi estabas triste, ¿Por qué no aceptas? Vamos, soy un hombre de comfianza-
Lo que dice el es verdad, realmente me canso de hacer lo mismo todos los días, vamos Momoko, es sólo una vez, no creo que pase algo malo.
-Esta bien, pero por lo menos dime como te llamas-
-Oh, que descortes de mi parte, mi nombre es Hibiki, un gusto, y ¿cuál es tu nombre?- Agregó caballerosamente acercando su mano para darle un beso en sus nudillos
-Mi nombre es Momoko, un gusto- Algo avergonzada aparta rápidamente su mano poniéndola atrás de ella.
-Jeje, realmente me alegro que hayas aceptado, ya verás que te divertirás, sigame señorita- Dijo para empezar su recorido.
Fueron a un parque, ellos se divertían, reían, sonreían, y se lo pasaban bien, por una vez no tenía que fingir felicidad, porque realmente lo estaba, a las tres fueron a un lugar de comida rapida, después a una heladería y para finalizar al mismo parque de antes, sólo que este ya no estaba tanta gente...
17:30PM
Ellos se encontraban sentados en unos columpios.
-Hibiki, ¿tu sabes como no tener tanta confianza en los demas?-
-¿A qué te refieres?-
-Quisiera no tener tanta confianza en los demás, No quiero que jueguen con mis emociones, no se si me entiendas-
-Si te entiendo, para eso debes...-
Hibiki le empezó a decir las cosas que tenía ir tomar en cuenta, no tenía que tomarle tanto cariño a las personas, No tenía que confiar, tenía que sacar información indirectamente de la otra persona, tenía que conocerla pero ella no dejarse conocer, sólo a las verdaderas buenas personas, también le dijo que aparte de ese tema, querese más,
"Ahora en lo que las personas se dan cuenta, es en el autoestima de los demás, si eres débil, te verán como una muñeca, fácil de manipular, si eres fuerte, se les hará bastante complicado y no podrán contigo"
Prestando mucha atención se dio cuanta de algo, muchos de sus amigos se les acercaba por interés, y no porque realmente quisieran como ella estaba.
-Gracias por tu consejo Hibiki, te lo agradezco mucho, desde ahora, prometo no ser tan débil-
-Jeje, de nada linda- Agarrando su celular e dió cuenta de la hora. -Valla, el tiempo se a ido volando, son las 17:50. Creo que es hora de irnos- Levantándose de su lugar, decide recoger la mochila de el Y la de Momoko para dársela.
-Jeje, gracias- Con una sonrisa.
-De nada- Devolviendo la sonrisa. -Vamos, te acompaño hasta tu casa-
Feliz, ella asiente, para empezar a caminar hacia su casa, contando unos malos chistes, llegaron, realmente quedaba un poco lejos.
-Gracias por acompañarme-
-A sido un placer, ¿Te parece si intercambiamos números? Para tenernos conectados, claro si quieres-
-Claro, no importa- Con una sonrisa amplia, intercambian números.
Pero derrepente, Hibiki mira atrás de Momoko, a la cual se queda horrorizado.
-Hibiki, ¿Estás bien?- Algo preocupada, mirándolo -Estas muy pálido-
-Si, estoy bien, jeje no es nada, hasta mañana Momoko- Mencionó para de en un par de segundos se fuera corriendo y perderlo de vista en un santiamén.
La peliroja quedó muy comfundida, asique decidió mirar hacia atrás pero no había nadie.
¿Qué le habrá pasado? ¿Qué lo habrá asustado?
Entrando a su casa comfundida, ve que no hay nadie en su casa, asique decide ir a la cocina y ve una nota pegada en su refrigeradora
Hola Momoko, soy tu madre, cuando leas esto quizás no estemos, la abuela se ah enfermado y los tres hemos decidido visitarla hasta el fin de semana, espero que te sepas cuidar sola, no hagas ninguna travesura y no dejes entrar a extraños si no quieres que tu padre te de una buena paliza
Pd: Hay comida en el refrigerador.
Atte: Tu madre ;)
Porfín tendré paz, aunque sea en los próximos cinco días, espero que la abuela se mejore.
Abriendo la refrigeradora y sacando su comida, va al comedor y se pone a comer, sus padres, aunque no eran como antes, respetaba las normas de la casa aunque no estuvieran, derrepente siente una mirada desde muy cerca.
Tranquila Momoko, sólo son los nervios, no han nadie, deja de ser tan paranoica y asustadiza, sólo es tu imaginación.
Después de terminar de comer, lava su plato y le pone seguro a la puerta principal y la puerta trasera.
Como ve que no hay nada más que hacer, decide ir a bañarse, y cuando termina de hacerlo, se va a cambiar de ropa, lavarse los dientes y peinarse el cabello, a lo que le llega varios mensajes y casi todos los dejaba en visto excepto uno, el de Hibiki, a la cual el le pedía disculpas por salir corriendo y que esa salida se repetiría algún día.
Contestandole, bloquea su celular y decide dormir...
03:18AM
Estaban llamando a Momoko, a la cual está no se enteraba, estaba profundamente, pero volvían a llamar y con un poco de pereza y mala gana se despertó Momoko para contestar.
-¿Hola? Mira si es una broma de mal gusto te recomiendo que mejor pares ¿Entendiste?- Adormilada y molesta, no escucho nada, sólo un respiro, y al poco tiempo una voz ronca.
-Momoko... mmgh.. ¿Por qué no fuiste al colegio hoy? No sabes... lo cuanto que te extrañé- Hablando una voz que realmente conocía, pero no reconocía a la persona
-¿Quien eres? Y ¿Para qué llamas a estas horas de la noche?-
-¿Por qué crees que llamo? ¿Crees... que no me molestó que estuvieras cerca de ese imbécil y no de mi? Momoko... n-no me lo pongas difícil...-
Espera... ¿Se está masturbando?
-..... ¿Qué estas haciendo? ¿Quien eres? ¿Y como sabes que estaba con Hibiki?-
-Asique ese es el nombre de ese imbécil, y resñondiendo a tu pregunta... créeme, no querrías saberlo-
Si, se está masturbando... OMG
-¿Tu eres tonto o te haces?- Ya bastante molesta por la llamada.
-¿Estas molesta?- Dijo esa persona, podía mirar de que tendría una sonrisa ahora
-¿Tú qué crees?-
-Deberias agradecerme Momoko-
¿Y por qué debería?-
-¿Crees que fue fácil espantar al zanahoria?
¿Qué? ¿Zanahoria?
-¿Tu lo asustaste?
-No fue fácil-
-Imbécil-
-Me excitas cada vez más ¿Lo sabías preciosa?-
¡¿Qué?! ¡¿Qué demonios?!.... espera.. ¿Momotaro?
-¿Momotaro?- Con un sonrojo muy notable y el corazón a mil, no se escuchó nadie, hubo un silencio demasiado tenso
-Adios muñeca- Y colgó.
¿Momotaro la había llamado a esas horas de la noche? ¿O era otra persona?
Demonios.... ¿Pero qué?... ¡¿Qué está pasando aquí?!
Y con algo de esfuerzo, pudo dormir pero con su cara roja, y las orejas echando humo.
CĄPITULØ 8: ¿Quién eres?
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