tears.
-¿Por qué no respondes?- Yujin apretó el teléfono en su mano.
Tomó de nuevo el aparato marcando el número otra vez.
-Wonyoung... sabes que debemos hablar ¿verdad? Tienes que dejarme explicarte, no puedes simplemente desaparecer así- Suspiró.- Ya han pasado tres días, pero está bien, dejaré de molestarte por teléfono, iré al parque a caminar un poco... espero y quieras ir también- Terminó en mensaje de voz y se dejó caer en el suelo recargándose por la pared.
Yujin sabía que Wonyoung tenía un temperamento, pero nunca pensó que lo iba a conocer de esa manera.
Taeyeon había ido a New York. Por algunos asuntos importantes, Yoona estaba en la cocina quizás tratando de cocinar, pero Yujin no les dirigía exactamente la palabra.
-Yujinnie...- Yoona tocó la puerta suavemente y abrió mostrando su cabeza por el hueco.
-¿Estás bien?- Preguntó abriendo la puerta completamente de la habitación de su hija.
Yujin cubrió su cara con sus manos negándose a mirar a su madre.
-Dime que pasa...has estado muy distante desde la boda de Jessica y Tiffany- Hablo inclinándose a la altura de Yujin.- Creí que tenías problemas con tu período, pero veo que no, pensé que eran cambios de humor
-No es eso...- Yujin miraba a la nada.
-¿Qué es?- Preguntó impaciente.
-Es... Wonyoung- Yoona se sentó en el suelo frente a su hija adoptando una posición de indio.
-¿Qué ocurrió?
-Yuta me beso y ella vio todo- Sus ojos amenazaban con llorar.- Mamá nunca me he sentido tan mal en toda mi vida, yo ni siquiera sabía que era el, sólo llegó por detrás y me besó, no tuve tiempo de... reaccionar- Volvió a cubrir su rostro está vez dejando que las lágrimas fluyeran.
Sabía que no era su culpa, pero se sentía realmente mal.
-No me contesta las llamadas, los mensajes, no quiere verme y no se que hacer- Yoona la miró con detenimiento, lo único que pudo hacer fue abrazarla con cariño, Yujin inmediatamente correspondiendo el abrazo tratando de ahogar sus lágrimas, sólo soltando sollozos silenciosos.
-Ella te ama... debe escucharte, pero dale tiempo, debe ser devastador para ella
-¿Puedo ir al parque?- Preguntó limpiándose la nariz con el dorso de su mano.- Tengo la esperanza de que ella estará ahí- Yoona suspiró
-No me gusta verte así, pero está bien, puedes ir, sólo no vuelvas tan tarde- Yujin asintió levantándose de su sitio.
Caminaba con pasos pesados por las calles solitarias hacia el parque. Pareciera que el clima quería recordarle lo triste que se sentía. El sol estaba escondido entre todas las nubes nubladas.
Llegó hasta la banca donde besó a Wonyoung por primera vez en invierno. Para su desgracia la peliverde no estaba ahí.
Suspiro por enésima vez en lo que iba del día y se dejó caer sobre la banca.
Veía a las personas pasar y niños que a pesar del clima iban a jugar sin problemas.
(...)
-Mira Yena, Pokemon Go tiene pokemones reales, encontré un Vamo' a calmarno
-Yuri~Ah deje de grabarme- Exclamó Eunbi quitando a Yuri y su teléfono cerca de ella.- Y se llama squirtle gran idiota ignorante- La menor soltó una carcajada enorme.
-Por favor guarden silencio- Yena dijo seriamente volviendo a marcar el número de Wonyoung esperando ser atendida.
-¿Sigue sin responder?- Eunbi preguntó preocupada.
Yena gruño cuando nuevamente fue la operadora quien contestó.
-No sé que ocurre...- Susurró Yena.- No está en su casa y no responde llamadas, ¿No crees que es momento de buscar a Yujin también?- Yuri intervino.
Yena la miró pensando en lo que había dicho y después asintió.
Eunbi entrelazo su brazo con el de Yena y Yuri tomó la mano de esta comenzando a caminar por la acera.
Yena se detuvo alarmada por una vibración en el bolsillo de su suéter.
-Es Wonyoung...- Contestó rápidamente.
(...)
Yujin lanzó un par de semillas en el suelo para que las palomas se acercarán y las comieran.
Los niños le pedían algunas semillas para ellos poder alimentar a los animales y ella aceptaba gustosa con una sonrisa.
-Muchas gracias Noona- Agradeció un niño ahuecando sus dos pequeñas manos mientras dejaba caer unas cuántas y el niño se fue al otro extremo del parque.
Yena apareció en una esquina del parque al parecer buscando algo, su mirada se encontró con la de Yujin y rápidamente caminó hacia ella, Yuri y Eunbi corrían detrás de Yena tratando de alcanzarla.
-Choi, ¿Sabes algo de...?- Su pregunta fue interrumpida por el puño de Yena contra su nariz haciéndola caer al suelo espantando a todas las palomas ahí.
-¡YENA!- Yuri y Eunbi llegaron tratando de calmarla.
-Habla si no quieres tener problemas- Sentenció Yena mientras veía a Yujin limpiarse la sangre que ahora salía de su nariz.
-¿No los tenemos ya?- Susurró con sarcasmo.
Yena apretó los dientes.
-Habló enserio Ahn.
-¿De qué hablas?- Dijo con una mirada fría.
-¿¡De qué hablo!?- Yena estaba dispuesta a clavarle otro puñetazo pero Yuri y Eunbi la tomaron de los brazos.
-Tienes que calmarte...- Eunbi susurró.- Así no van a solucionar las cosas
-¿De qué están hablando?- Repitió Yujin.
-¡Quiero que me expliques por qué besaste a Yuta en la boda y ahora mi mejor amiga está camino a un jodido avión de vuelta a Estados Unidos!- Yena escupió con rabia.
Los ojos de Yujin se ensancharon.
-¿Es...en serio?
-¿No lo sabías?- Yuri le preguntó soltando a Yena.
-No... Por favor dime que no es cierto
-Es cierto...- Yena dijo un poco más tranquila.- Tuvimos una llamada con ella hace unos minutos, ella... va en camino al aeropuerto
-Pero... pero...- Sus ojos estaban cristalinos de nuevos.- No puede irse- Yena la miró detenidamente, no se suponía que Yujin debía llorar
-¿Qué ocurrió ese día Yujin?
-Yo...- Yujin apretó los puños.- No, no tengo tiempo para explicar- La pelinegra comenzó a correr dejando a las chicas ahí.
-¿¡Yujin a dónde vas!?
Yujin ignoró los gritos y siguió.
-Disculpa, pequeño...- Yujin se acercó a uno de los niños a los que les había dado semillas anteriormente.- ¿Puedes prestarme tu bicicleta? La devolveré lo prometo- El niño frunció el ceño, pero accedió.
Yujin se trepó en ella y comenzó a pedalear entre las calles, la bicicleta era pequeña para su cuerpo, pero eso no se lo impidió.
-Mamá...- Yujin manejaba con una mano mientras con la otra sostenía su celular.- Estaré en el aeropuerto, no puedo dar explicaciones ahora, pero necesito ir por mi novia, no puedo dejar que se vaya, te llamó después- Colgó la llamada mientras atravesaba un trazo peatonal.
-¡Oye muchacha!- Exclamó una anciana, ya que Yujin había golpeado una de sus bolsas con uno de los manubrio.
-¡Lo siento!- Fue lo único que pudo decir Yujin mientras seguía pedaleando, se puso de pie en la bicicleta aumentando la velocidad.
Era algo totalmente loco lo que estaba haciendo, dando vueltas en esquinas de aquí y allá moviendo sus pies lo más rápido que podía. Ya no tenía la misma condición física que antes, pero aún soportaba lo suficiente.
-Maldita sea- Gruño mientras trataba de evitar el tráfico pero había demasiado.
Decidió meterse en uno de los carriles y avanzar. Escuchaba los múltiples claxon de posiblemente conductores furiosos pero nuevamente ella los ignoró. "Aeropuerto Gimpo 2KM."
Sonrió para sus adentros al ver la señal de color azul a unos cuantos metros de ella.
Salió de la carretera metiéndose en la acera sin parar de pedalear. La gente la miraba de manera extraña por la rapidez con la que iba.
Bufó cuando se dio cuenta que tenía que rodear parte del aeropuerto para la entrada de salidas internacionales. Una vez afuera, dejo la bicicleta votada en el piso y entró como un rayo al lugar.
En la lista de vuelos de salientes sólo había uno que iba directo a California, tenía que ser ese.
Tengo quince minutos.
Algo la golpeó internamente y se detuvo. Sentía un DejaVu, ella sentía que ya había estado ahí antes. Entonces lo recordó... La primera vez que beso a Wonyoung soñó con estar persiguiendo a alguien en un aeropuerto, también estaba impidiendo que se fuera.
-Dios...- Sostuvo su cabello frustrada. Era demasiado extraño, pero sobretodo, necesitaba un boleto para entrar a la tarima donde revisaban las pertenencias y luego finalmente a la sala de espera de los vuelos, ¿lo peor? No llevaba ni un centavo.
-Espero no ir a la cárcel por esto- Tomó una bocanada de aire y comenzó a correr entre la gente.
-¡Señorita!- Gritó un oficial cuando Yujin paso el detector de metales a paso veloz e inmediatamente una luz roja iluminó la parte superior del detector.
Yujin apresuró sus pasos haciéndose paso entre la gente, sentía la adrenalina al máximo en su organismo, sólo se imaginaba esto en las películas, pero lo estaba haciendo por Wonyoung.
-Vuelo a California, vuelo a California...- Susurró observando entre toda la gente a alguien semejante a la peliverde, o alguien acercándose a la puerta para empezar a ingresar al vuelo.
Había más de tres guardias que estaban siguiéndola, un escalofrió le recorrió el cuerpo cuando los guardias la divisaron entre la gente e iban sobre ella.
Una chica arrastrando una maleta color azul le llamó la atención. Su piel era blanca, piernas largas y un suéter que Yena le había regalado por su cumpleaños. Si, era ella.
Apresuró el paso mezclándose entre la gente, se deshizo de su suéter tirándolo al piso, así ganaría algo más de tiempo en lo que los guardias la reconocían entre la multitud de gente.
-Wonyoung~Ah- La mencionada se estremeció por el sonido de la voz.- ¿Por qué haces esto?- Wonyoung seguía sin moverse dándole la espalda.- ¿Piensas dejarme aquí? ¿Piensas irte y hacer como si no hubiera ocurrido nada?- Wonyoung miró a Yujin por encima de su hombro negándose a mirarla de frente.
-¿Qué haces aquí?- Un hombre alto se acercó tomando a Wonyoung por los hombros.
-No puede llevársela señor Jang- Rogó Yujin.
-¿Qué si no puedo?- Rió.- Ella fue la que decidió ir, ¿cierto Wonyoung?- La peliverde aún ni se inmutaba o hacia ruido alguno.
El señor Jang suspiro.
-Te esperaré en el avión en lo que terminas con esta niña...- Dió una media sonrisa y entró por el pasillo.
-¿No dirás nada Wonyoung?- Yujin tenía su voz entrecortada.- Maldita sea Wonyoung ¡Mírame!- Yujin tomó a Wonyoung por el hombro haciéndola girar.- Por favor, no te vayas
-Debo irme Yujin...- Susurró.
Yujin apretó los dientes.
-¿Te irás sólo así? He venido hasta aquí porque realmente te necesito, no quiero que se acabe todo así, ¡estoy luchando por esto Wonyoung!- Dejó que las lágrimas salieran, Wonyoung seguía viendo el suelo, no podía contestar algo. Yujin sentía impotencia, no importaba que dijera, Wonyoung no le respondía, y entonces la mayor lo dio como un hecho, no tenía caso que siguiera ahí.- Entonces lárgate...- Wonyoung la miró por primera vez, tenía sus ojos rojos y lágrimas caían de ellos, su nariz estaba amoratada y veía pequeños rastros de sangre seca en ella.- Si te vas para no volver, entonces hazlo- Dijo nuevamente- Supongo que terminamos ¿no? Cobarde...
-¡Es ella!- Dos guardias sostuvieron los brazos de la chica alta colocándolos detrás de su espalda.
-Te amo- Susurró Yujin mientras los guardias la arrastraban del lugar, pero realmente Yujin no se opuso o peleó.
-¿Por qué se la llevan?- Wonyoung preguntó con lágrimas en los ojos.
-¿Ella le hizo daño?- Preguntó un guardia de cabello grisáceo.
-No, no me toco
-¿Qué relación tiene con ella? ¿La conoce?- Wonyoung pensó por un momento.
-Es mi amiga...- Contestó con una voz apenas audible.
El oficial asintió
-Ella dejó esto- Le mostró el suéter que Yujin había dejado anteriormente.
-Simplemente lo dejo en el suelo mientras corría hacia usted me supongo...
-¿Qué harán con ella?
-Vamos a interrogarla, por suerte ella no lastimó a nadie o algo así- Wonyoung le asintió al hombre.
-Pasajeros con destino a California favor de abordar en la puerta quince- La voz de una mujer sonó por todo el recinto.
-Debo irme- El hombre le dio una reverencia a Wonyoung y se marchó.
Wonyoung se giró sobre sus talones y comenzó a abordar al avión que la llevaría lejos de todo.
La prenda en sus manos olía a la persona que acababa de pedirle que se quedara. ¿Qué estaba haciendo realmente?
-¿Qué le dijiste?- Preguntó su padre una vez que subió al avión y se sentó a su lado.
-Nada...- Dijo sin importancia.
No pude decirle nada, maldita sea! nada.
(...)
-¿Qué estabas haciendo?
-No soy una terrorista o algo así- Yujin bufó.- ¿Puede quitarme esto?- Pidió amablemente señalando sus muñecas esposadas detrás de su espalda.
El oficial le negó con la cabeza y Yujin Gruño.
Estaba en la oficina policial del aeropuerto, había demasiada seguridad rodeándola.
-Por favor dime que estabas haciendo, ¿qué pensabas al entrar sin pagar y correr como una maniática?
-No le interesa- Dijo viendo a la nada.
El oficial suspiro.
-Debes decirme si quieres que te quite las esposas y puedas llamar a algún familiar- Dijo seriamente.
-Vine a impedir que mi... ex novia se fuera- Suspiro viendo la reacción del hombre mayor con la palabra "novia".
-¿Te funcionó?- Replicó el hombre.
-Yo deje que se fuera- Respondió con frialdad.
-Aun así, estas bajo fianza sobre esto. Tienes solo una llamada- El oficial quitó las esposas de las muñecas de la chica y está se levantó de su lugar.
Yujin suspiró sosteniendo el teléfono en sus manos, Taeyeon y Yoona iban a matarla.
-¿Hola?
-Mamá...
-¿Yujin? ¿Dónde estás?
-¿Recuerdas que te dije que iría por mi novia? Bueno, ya no tengo novia... y estoy con la Policía del aeropuerto
-Espera... ¿¡Qué!? ¿Cómo que con la Policía?
-Sólo ven, por favor
(...)
-Ella está aquí
-Gracias- Yujin a levantó rápidamente al escuchar la voz. Segundos después entró Yoona por la puerta seguida de la madre de Wonyoung.
-Señora Eunjung... Yo...
-No te preocupes, Yena me llamó, y me contó lo que tratabas de hacer- Dijo con suavidad.- Yo aún no entiendo por qué tomó esa decisión tan de repente- Le dio a Yujin una media sonrisa palmeándole el hombro
-Quizás ella no era feliz aquí
-¿Por qué la dejo irse?- Eunjung se encogió de hombros
-Ella quería irse, no había nada que yo pudiera hacer para retenerla
-La señora Eunjung pagó tu fianza Yujin, causaste mucho alboroto en solo minutos- Yoona intervino.
-¿De verdad hizo eso?- La miró con asombro. Eunjung asintió.- No tenía porque haberlo hecho, yo le pagaré cada centavo, ¡lo prometo!- Eunjung negó con la cabeza sonriendo
-Lo hice por lo que trataste de hacer con mi hija, eso es muy dulce, aunque sé que es doloroso para ti también, ella me contó lo que ocurrió- Yujin bajo la mirada ante el recuerdo
-Yo no quería que eso ocurriera...- Susurró
-Ella no quiso escucharme señora, ella sólo...
-Está bien- La interrumpió.- El oficial dijo que podemos irnos, quizás debas descansar un poco- Yujin suspiro y asintió.
Yoona rodeó sus hombros con su brazo y su hija recargo su cabeza en su hombro mientras que caminaban fuera del aeropuerto.
-Muchas gracias Eunjung...de verdad- Yoona se acercó a Eunjung antes de que está subiera a su coche.
-No hay de que...
-Realmente espero que las cosas se tranquilicen con Wonyoung, me imaginó que también es muy duro para ti- Eunjung asintió.- Ella vino diciéndome que quería irse, pensar cosas... no podía obligarla a seguir aquí si ella no quería
-Te entiendo... espero todo se solucione, de verdad
-No seas tan severa con Yujin- Dijo suavemente, Yujin escuchaba todo desde el auto de su madre.
-No tengo que serlo... uno por amor hace cosas imposibles- Volteo a ver a su hija en el asiento de copiloto.- Sólo hablaré con ella, como debe ser
Ambas se despidieron por última vez y cada una subió a su vehículo marchándose del lugar.
Yujin miraba por la ventana si ánimos de nada, acariciando el collar de corazón que Wonyoung le había regalado por su cumpleaños y desde ese día lo llevaba a todas partes.
-¿Por qué se fue cuando más la quería?- Susurró.
-Yujin...- Contestó Yoona viendo a su hija por el rabillo de su ojo.
-Se hubiera marchado cuando aún no era tan indispensable, no sé qué diablos hare sin ella mamá- Tragó saliva tratando de reprimir el nudo en su garganta.- Intenté, lo intenté de verdad, me esforcé tratando de conseguir su cariño, y cuando todo estaba bien... ella dejó de confiar en mi- Apretó el dije en su cuello.- Ni siquiera me dejo explicarle, no tuve la oportunidad... ella no me miraba a la cara cuando le pedí que se quedara. La señora Eunjung tenía razón, no podía rogarle que siguiera aquí- Yoona escuchaba atenta cada palabra.- Pero al menos lo último que le dije. Fue que la amaba
(...)
-Hey...- Jessica entró a la habitación de
Yena.- ¿Todo bien? No has hablado mucho desde que llegaste- Yena dejo salir un suspiro mientras se levantaba de su cama sentándose en el borde.
-No lo estoy...
-¿Sabes cómo está Yujin?
-Me dijo que su nariz no tiene alguna fractura o algo así
-Hablo de Yujin en general, no sólo su nariz- Respondió suavemente.
-Pero mamá, ¡le pegue!- Exclamó.- No tenía que haberlo hecho, ella ni siquiera sabía que Wonyoung se iría... La mamá de Wonyoung pagó su fianza en el aeropuerto
-¿Te disculpaste por el golpe?- Yena asintió.
-Aún así no dejo de sentirme mal- Yena miraba sus manos en su regazo. Jessica suspiró sentándose al lado de su hija, puesto que si Yena hacia eso, era la señal clara de que iba a llorar.
-¿Quieres hablar de eso ahora?- Le rodeó los hombros con su brazo acercándola a ella.
-¿Qué puedo decir?- Ahogó un sollozo.- Wonyoung sólo dijo que necesitaba pensar cosas, que ella iba a estar bien y me llamaría de vez en cuando, no sé si la vuelva a ver, temo que eso ocurra- Sollozo.
-Sabes que ella siempre cumple lo que promete hija, siempre lo ha hecho contigo- Jessica acariciaba el cabello de Yena con dulzura.
-Ella prometió que no iba a irse con su padre a Estados Unidos- Jessica se quedó helada con la respuesta.- No lo cumplió.- Jessica decidió guardar silencio y sólo estar ahí con su hija, sabía que Wonyoung era una persona muy importante en su vida, en la de todos ahí, y ahora se estaba yendo tan de repente, pero había sido decisión de ella.- Recuerdo que ella me dio un chocolate cuando la conocí...- Volvió a sollozar
-Lo sé...- Susurró Jessica.- Era color negro y el forraje de color amarillo ella decía que se te notaba en tus ojos que eran tus colores favoritos
-Y lo es... ella estaba recaudando fondos para el club de música en la secundaria, pero a mí me lo regaló, recuerdo que durante ese día yo estudié mucho para mi examen de matemáticas y ella me ayudo en eso también- Cerró los ojos re imaginando el recuerdo en su mente.- La gente que conozca a Jang Wonyoung en California serán las más afortunadas del mundo- Jessica sonrío.- Lo sé, pero confía en que ella volverá, tiene que hacerlo.- Dios...- Suspiro.- Si esto es difícil para ti no me imagino como debe estar Yujin
-La seguridad del aeropuerto la detuvo por saltarse la tarima de seguridad- Dijo Yena limpiando sus lágrimas con la palma de su mano.- Ella trató de hacer que no se fuera, pero sólo la dejo irse... dijo que no podía obligarla a quedarse si no quería
-Y tiene razón Yena, solo hay que esperar a que pasé algo de tiempo- Le dio una media sonrisa a su hija.
-Hablé con Tiffany hace un momento, me dijo que por error colocaron un boleto más a la cuenta del viaje, pero aún así van a regalárnoslo, ¿qué te parece si te llevas a Yuri con nosotras a Miami?
-¿De verdad?- Yena se separó con una sonrisa.
-Claro, quizás eso te anime un poco
-Se supone que es su Luna de miel y aún así van a llevarnos- Jessica rió.
-Tómalo como un viaje familiar- Sonrió.- Anda llámala, Tiffany no tarda en llegar y aún no he preparado la cena- Palmeo el muslo de Yena levantándose de la cama
-Te avisaré cuando esté lista- Yena asintió con una media sonrisa mientras su madre salía.
Se quedó mirando el suelo por unos minutos, pensando sobre su mejor amiga, Jessica tenía razón, debía distraerse y dejar pasar el tiempo, aunque sufriría mucho en el proceso.
(...)
Días después.
-¡Yujin!- La mencionada se giró y logró ver a una tierna Eunbi que corría hacia ella.
-Hola Eunbi- Dijo con una sonrisa.
-¿Cómo has estado?- Preguntó con algo de miedo, no había visto a su amiga desde lo sucedido en el parque.
-¿Cómo está tu nariz?- Señaló la curita que Yujin llevaba puesta en dicha parte del cuerpo.
-Oh, ¿Esto?- Arrancó la curita a la mitad.- Sólo es para cubrir el rasguño del golpe, pero nada grave- Dio una media sonrisa.
-Yuj...- Susurró Eunbi.
Yujin sabía a lo que se refería así que suspiro.
-Lo sé, no hemos hablado desde ese día ¿cierto?- Eunbi asintió levemente
-¿Te invitó un café?- Preguntó amablemente.- Iré a pedir trabajo en una cafetería cerca del parque, así hablamos de lo que necesitemos hablar ¿Está bien?
-Está bien, pero, ¿por qué la necesidad de pedir trabajo?- Preguntó sorprendida.
-Necesito pagarle a la señora Eunjung lo que hizo ese día, su novia me dijo la cuenta que tuvo que pagar por mí por accidente, aunque ella no quiera que me preocupe por ello, lo hago- Eunbi asintió entendiendo la situación.- No estaría en paz sabiendo lo que hizo, de todos modos ¿qué haces tú por aquí?- Cambio de tema comenzando a caminar, Eunbi entrelazando su brazo con el de ella.
-Bueno... acabo de verme con Nako, nos estábamos despidiendo- Dijo con tristeza.
Yujin la miró con el ceño fruncido mientras daban vuelta en una esquina.
-¿Por qué sonó tan triste eso último?
-Terminamos- Dijo simplemente.
-¿Eh?- Dijo sorprendida.- ¿Por qué? ¿Qué pasó?
-Nada malo, de hecho, creo que tenía razón- Sonrió.
-No entiendo
-Déjame terminar- Rió un poco.- A ella se le presentó una buena oportunidad en una Universidad de medicina en Japón, una beca a fin de cuentas, así que ella se irá en unos días, pasará quizás dos años haya- Continuó.- A ella no le gustan las relaciones a distancia, y para ser francos, a mí tampoco...- Dio una media sonrisa.- Sé que esa carrera puede ser algo estresante a veces, no tendríamos tiempo para vernos, ella al otro lado del país y yo estaría en el internado, fue por eso que decidimos dejar las cosas así, y si algún día tenemos la oportunidad de estar juntas de nuevo, lo haremos
-Wow- Yujin respondió.- Eso suena tan... maduro de parte de ambas- Le dio una sonrisa sincera a la niña.- Me alegró de que las cosas estén bien entre ustedes
-La quiero mucho- Le devolvió la sonrisa.- Sólo quiero que sea feliz y se construya como persona, y yo haré lo mismo- Ambas se detuvieron fuera del establecimiento, Yujin suspiro.
-Es mi primera vez haciendo esto, estoy realmente nerviosa- Dijo con una risa sosteniendo un legajo en sus manos. Eunbi asumió que era la solicitud de trabajo.
-Tomaré el trabajo contigo- Contestó la bajita, tomando la mano de Yujin entre la suya y arrastrando a Yujin dentro del lugar.
-¿Estas...bromeando?- Yujin contestó alarmada.- No tienes que hacerlo
-Buenas tardes señor ¿Usted es el gerente?- Dijo Eunbi amablemente llegando hasta el mostrador.
-Buenas tardes, si, lo soy ¿Necesitan algo?- El hombre respondió amablemente.
-Ambas queremos solicitar el trabajo de meseras, ¿tiene dos puestos más?- Dijo la menor con una sonrisa, Yujin seguía a un lado de ella aún nerviosa.
-Por supuesto- Sonrió.
-¡Minju~ssi!- Una chica de cabello rosado salió de una puerta con una falda negra y camisa blanca con corbata.
-¿Si señor Park?
-¿Puedes mostrarle a las chicas cómo funciona el lugar? Así mañana pueden empezar a trabajar
-Claro- La chica sonrió observando a sus ahora aprendices, en especial a la chica que mantenía su cabeza gacha cuando cruzaron miradas.- Vengan aquí, voy a mostrarles la cocina y la cafetera- Les hizo un ademán para que la siguieran.
Eunbi rió por lo bajo cuando tomó la mano de Yujin de nuevo y está estaba tensa y sudorosa.
(...)
-Wonyoung...
-¿Si?- La peliverde se asomó por las escaleras, su padre estaba abajo con un traje puesto.
-¿Segura que no irás a ver al abuelo?
-Segura papá...- Contestó Wonyoung con un suspiro, mientras se sentaba de nuevo en el suelo con su laptop, el WiFi no podía llegar hasta su cuarto y ese era el único lugar donde el Internet era veloz.
-¿Puedes bajar? Te tengo un regalo- Wonyoung apretó los ojos dejando la computadora a un lado mientras bajaba las escaleras de madera de roble lentamente.
El hombre le ofreció una caja rosa con un moño del mismo color. Su hija lo miro con el ceño fruncido y tomó la caja dispuesta a verificar su contenido.
-Pero papá...- Dijo sorprendida.- No necesito otro teléfono- Tomó el dispositivo entre sus manos.
-Lo necesitas- Afirmó.- ¿Tu número coreano va a servir en otro país?
-Oh... cierto- Admitió.- Gracias...- Dijo con una media sonrisa.
-¿Puedes traerme tu teléfono viejo?
-¿Para qué?- Hizo una mueca de confusión.
-No creo que lo necesites...- Dijo seriamente, más bien, es una orden, Wonyoung se estremeció un poco y asintió.
-Está en mi recámara...- Señaló las escaleras.- Ahora vuelvo- Wonyoung tomó su viejo teléfono de uno de los cajones de su nueva habitación, no lo había usado desde que había arribado a Estados Unidos, sus días ahí se habían constado de mirar anime y ver televisión coreana por Internet.
-Vamos Wonyoung, debo irme ahora...- Escuchó la voz de su padre.
Wonyoung desarmo la carcasa para poder sacar la tarjeta SD, donde tenía fotos, canciones y música que era muy importante. Sabía que posiblemente su padre iba a inspeccionar el teléfono cuando saliera de casa.
Dejó el teléfono como nuevo, ninguna aplicación o historial existente.
Se mordió el labio mientras bajaba las escaleras y le entregaba el aparato a su padre. Su padre le dio una media sonrisa alborotándole el cabello y finalmente salió.
Wonyoung se sentó de nuevo a un lado de su laptop. Introdujo la tarjeta de memoria en su nuevo teléfono y todos sus archivos comenzaron a aparecer.
Un nudo le apareció en la garganta cuando el último álbum de fotos apareció entre los demás.
"Yujinnie♡"
Instantáneamente lo abrió, fotos de las dos juntas, con las demás chicas. Deslizó su dedo a través del álbum con lentitud, observando cada foto sin abrirla, no tenía el valor de hacerlo.
Justo al final del carrete, apareció una fotografía de ambas abrazadas, con un dedo tembloroso, abrió la foto que apareció en pantalla completa al tacto. Recordó que a Yuri se le ocurrió la gran idea de tomar su celular y tomar fotos de todas sin su consentimiento, y se lo agradecía, excepto que a veces tenía fotos extrañas de Yena.
Descubrió que su nuevo teléfono tenía la opción de "Ocultar álbum", y eso hizo. No tenía el corazón para borrar todas las fotografías, pero tampoco el valor de conservarlas por ahora.
Después de una ducha, y de que su padre volviera, se dejó caer en el colchón de su habitación. Se quedó mirando el techo de nuevo, no le gustaban las estrellas fluorescentes pegadas en el, pero la hacía distraerse. Tomó un suspiro largo antes de girarse sobre su cuerpo quedando recostada de lado observando la ventana de su habitación nueva.
Observó la prenda suave con distintos colores que estaba sobre una silla junto a un montón de calcetines que aún no organizaba.
Estiró su brazo derecho para alcanzarlo hasta que lo tuvo en sus brazos. Aún olía a su propietaria, y agradecía que el Guardia de seguridad se lo haya entregado.
En cuanto se lo colocó, el recuerdo de Yujin besando a Yuta llegó a su mente. Negó con la cabeza tratando de quitárselo, pero sus instintos le ganaron y no lo hizo.
El suéter le proporcionaba un calor que la hizo relajarse, hasta finalmente cerrar los ojos sucumbida por el sueño.
FIN
¿Están llorando?
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