❅𝕃𝕒 𝕟𝕠𝕧𝕚𝕒 𝕕𝕖 𝕁𝕦𝕒𝕟 𝕖𝕤...

ADVERTENCIA: contenido fuerte para algunas personas, modificación de personalidades y presentación del inicio del fin. Por favor leer con discreción y sin música triste, reitero, no pago terapias. Gracias por leer, puede empezar el capitulo


Empezó a transcurrir el tiempo hasta llegar al día que se le cito a los más grandes amigos de Juan a su tan amado templo. Esa mañana el pueblo estaba raro, había un ambiente muy raro, todos estaban tensos.

Los niños están muy callados, una nube gris cubrió prontamente el pueblo y junto a algunos truenos que raramente empezaron desde aquel templo en la cima de la montaña.

Junto a los truenos un pequeño empezó a toser y prontamente ya no quería saber nada más del mundo y se fue a dormir. Auron se estaba preparando junto a Biyin, ambos irían un rato a lo de Juan.

—Qué extraño está el clima...— dijo Biyin mirando el cielo, miro como empezó a caer pequeñas gotas de lluvia que prontamente se volvió nieve.

—Esta horrible, pero ayer estaba hermoso— le dijo Auron acercándose a mirar el patio de su hogar.

—Es como que el mundo nos está diciendo que no vayamos— le comento la chica de cuernos al hombre con una flamita en su cabello.

—Raramente, coincido hoy contigo, primero Axo y después esto— dijo mirando la ventana.

Extrañamente, en ningún momento dejo de tronar o seso la nevada, que prontamente, se volvió más intensa llenando el piso de nieve. Biyin prendió una chimenea para hacer que la casa no perdiera el calor que tenía.

—Estoy seguro que nada pasara hoy.... — se susurró para convencerse a sí mismo.

En aquel momento sintió un mal presentimiento, en ese momento sintió deseo de no asistir a aquella reunión, pero ya había confirmado su asistencia al evento.

Respiro profundamente y soltó el aire en afán de calmar sus crecientes nervios que lo carcomían desde su interior. La mujer que se situaba a un lado de el encontró el comportamiento poco, o casi, inusual de él, deseosa de saber que le pasa le puso una mano en el hombro de él para que acto seguido Auron perdiera la conciencia en manos de Biyin.

— ¡Auron! — se pudo escuchar en cada rincón de aquella casa y un poco más cerca del puente que los llevaba al centro del pueblo.

~mientras en la conciencia de Auron~

Auron se encontraba rodeado de una inmensa oscuridad, no entendía que había pasado previamente. Asustado empezó a caminar por el lugar, pero pronto el sentimiento de susto paso a ser de curiosidad, incredibilidad e incluso de sorpresa.

—Ru... Rubius? — logro articular viendo a el hombre con orejas de oso frente a él.

—Anda, Auron, tiempo que no te veo— dijo mostrando cierta mirada aterradora.

—Rubius.... ¿Qué les paso a ti y a Lolito? — le preguntó un desorientado Auron.

—A Lolito no sé, cuando cumplió con parte de mi plan me dé sise de el en algún lado de el mundo— comento mirando a sus uñas.

Auron pronto se dio cuenta que esa persona frente a él no era Rubius, aparentaba ser mujer con cabello rosado... Esa persona frente a él era Rubí, la otra personalidad de Rubius.

—Rubí.... ¿Qué quieres en mi amado pueblo? — le preguntó desafiando a la figura frente él.

— ¿No es obvio? — Le pregunto mientras sus ojos se dilataban y levantaba sus brazos — ¡Quiero dinero, casarme por conveniencia con un pobre diablo! ¡Dejarlo más pobre que a Vegetta, matarlo y quedarme con su fortuna! — le grito mientras una malvada sonrisa surcaba su rostro.

—Eres un asco, si te casas en mi pueblo hare que te maten— le dijo seriamente.

— ¿Tú pueblo? ¿El mismo que se dividió? — le dijo mientras se reía.

—No, el pueblo que con amor forme y estará en pie para ese momento— la miro seriamente sin vacilar en sus respuestas.

—El mismo que me encargare en separar y formar tres pueblos— le dijo mostrando unos afilados colmillos en esa sonrisa horrorosamente malvada.

—Eso también lo veremos, hare que vuelva el verdadero Rubius.

— ¿Del cura ese? Me encargare que no salga jamás de adentro y tomare posesión completamente de este cuerpo— sonrió triunfadora de sus maldades.

—Eso lo veremos— dijo seriamente Auron— encontrare la manera que el verdadero Rubius salga a flote.

—Eso jamás volverá a pasar, ya no existe Rubius, soy Rubí la única que controla este putrefacto cuerpo— le dijo relamiéndose los labios.

Auron miraba seriamente a aquella "mujer" frente a él, pronto aquella impresionante oscuridad tembló.

—Parece que ya es hora de encontrarnos en la vida real— le dijo con maldad.

—Ojala nunca volver a encontrarte, zorra.

Y tras decir eso Auron empezó a despertar.

— ¡Auron! Al fin despiertas— dijo una desesperada y llorosa Biyin.

—Bi-Biyin, Biyin perdón por i-irme— le contesto somnoliento.

—No importa, estas bien, estas despierto— dijo soltando lágrimas de felicidad.

Auron le puso la mano en la mejilla de la chica acariciando suavemente su cara y secando algunas lágrimas que iban cayendo.

—Estoy perfecto, no te preocupes Biyin— le dijo con suavidad y una tierna sonrisa.

Biyin encantada por el tacto de la cálida mano y la cálida sonrisa de la persona debajo de ella se sonrojo. Pronto le devolvió una tenue, pero sincera, sonrisa.

—Me alegra que estés bien, cariño. — le dijo una sonriente Biyin.

—Tenemos que prepararnos, abrígate bien, no quiero que te enfermes— le dijo Auron de manera totalmente sincera.

La chica rubia le devolvió una tierna sonrisa y subió al cuarto a cambiarse, Auron mientras se sentaba en aquel piso blanco miro a la nada misma.

—Juan, perdóname por lo que pasara si te casas. No quiero que sufres— dijo para después soltar un suspiro, un suspiro cansado.

Se paró del suelo, de manera decida, y subió al cuarto a cambiarse. Antes de entrar a este toco la puerta para saber si podía entrar.

—Biyin, ¿Puedo pasar? — le preguntó de una manera tímida.

—Pasa, tengo la ropa que llevare debajo de la que me pondré— le dijo suavemente permitiéndole entrar.

Auron paso al cuarto con los ojos cerrados, cuando los abrió miro al piso hasta llegar al ropero y abrirlo para buscar lo que se pondría.

—Jaja— se escuchó la dulce risa de Biyin sonar en el amplio cuarto— si tengo ropa, Auron, es la remera y el pantalón térmico— le dijo con ternura para acariciarle el pelo.

Auron se sonrojo un poco pero disfruto de aquellos pequeños mimos hasta que entro al cuarto de baño para cambiarse y darle su espacio a su amada.

Biyin por otra parte se terminó de cambiar, se miraba encantada al espejo, aquel sobre todo rojo con peluche le encantaba como se le veía, llevaba unos jeans negros y una camisa blanca junto a unas botas altas de un color hueso.

—Te ves hermosa, Biyin— le dijo Auron saliendo del baño, mirándola— para navidad te quería dar algo, pero no encontré el momento. — le dijo acercándose a su lado del closet de ropa y al abrir un cajón saco unos hermosos guantes blancos.

Biyin se sorprendió, los guantes eran hermosos vieras como los vieras. Le dio una dulce sonrisa para agarrar los guantes y ponérselos.

—Bueno, ¿vamos? — le pregunto Auron a Biyin extendiéndole su mano.

—Vamos— le contesto Biyin agarrándole la mano para caminar rumbo a la puerta de la casa.

Antes de que salieran Auron agarro una sombrilla para evitar que la nieve les caiga arriba. Prontamente llegaron al templo de Juan donde ya los estaban esperando sus amigos.

—Al fin llegan, tortolos— les dijo Fargan.

—Ya que Auron y Biyin están aquí, les presento a Rubí— dijo Juan mostrando ahora a un chico con orejas de oso.

—Soy Rubius, por enésima vez— le dijo a Juan.

—Recién me dijiste que eras Rubí— le contesto sorprendido.

—Nada que ver— le contesto de manera defensiva.

—Pero.... — dijo Juan extrañado— bueno, no importa, lo importante es que nos amamos— le contesto soñador.

—Si... Nos amamos— le dijo Rubius extrañado.


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presentamos a la segunda personalidad del Rubius, si llegaste hasta aquí quiere decir que tienes 3 problemas pero no pago terapias. Espero les haya gustado, ahora que termine los exámenes de fin de cuatrimeste podre escribir un poco más. Se les quiere, bye~

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