❅ℝ𝕖𝕤𝕔𝕒𝕥𝕖 𝕕𝕖 𝔸𝕩𝕠𝕫𝕖𝕣 𝕡𝕖𝕣𝕠.... ¿𝔸 𝕢𝕦é 𝕔𝕠𝕤𝕥𝕠?
La larga semana de espera había llegado finalmente a su fin, la familia y todo el pueblo se había mantenido comunicados con el pequeño niño. Hoy finalmente lo podrían ver.
Ya frente a los portes podíamos ver a los tres chamanes presentes en el lugar, junto a ellos un portal negro hecho de obsidiana.
—Como pueden apreciar en estos momentos, justo a un lado nuestro está el portal. Este tiene energía únicamente de mantenerse abierto durante dos días— hablo Harkos.
—Pueden empezar a despedirse de los que irán, pronto se abrirá el portal y los que se quedan aquí no podrán pasar— hablo el chamán del pueblo dos llamado Miskel.
Ahora prontamente se aproximó a Biyin, esas escenas de amor jamás las haría y menos frente a todos ellos.
—Oye Biyin, cuídate mucho. Cuando vuelvas con Axo ¿Gustarías compartir tu vida eternamente conmigo?— le preguntó Auron mientras le agarraba de sus preciosas manos.
—Claro que sí, cuando volvamos podremos casarnos— le dijo en una sonrisa.
Pronto ambos se fundieron en un cálido abrazo, un abrazo que no querían que terminara nunca más. Justo llegó la hora de partir, ambos se tenían que separar obligatoriamente.
—Cuídense todos— pidió Zorman.
—Vuelvan con salud— pidió también Paracetamor.
Cuando todos se despidieron los chamanes abrieron los portales.
—Una vez pasen ellos, los que quedan aquí tienen prohibido acercarse al portal, los podría llevar pero si pueden estar atentos a qué vuelvan con vida— les dijo el chamán del pueblo tres Raxxan.
Una vez traspasar el portal los que quedaron empezaron a hacer guardia, los esperarían ahí mismo.
~Mientras en el Nether~
Ari y Biyin dirigían los escuadrones, iban marcando el paso en este lugar.
—Por favor no se separen, iremos en dos grupos para que sea más seguro. Pero ya hablamos con Axozer y ya sabemos dónde está— les dijo Ari.
—Ambos grupos irán al mismo lugar pero en caminos separados— les dijo Biyin.
—No se separen nunca de los grupos, por favor. Puede ser muy peligroso el ir solo— les advirtió Ari.
Dicho todo eso emprendieron camino al lugar, pero antes se aseguraron dónde estaba.
Grupo de rescate ----- Axozer
_-¿Permaneces en el lugar que nos dijiste?-_ Biyin.
_-Sip, ya les pasó de nuevo-_ Axozer.
_-Axozer a enviado ubicación llamada "pueblo de demonios bicolor"-_
_-Gracias-_ Ari.
Afuera de chat todos emprendan caminata al lugar, en un tramo los dos grupos se separaron.
—Mucha suerte y por favor, sobrevivan— les pidió Biyin.
—Lo haremos, no te preocupes hermana— le contesto Ari.
Esa fue, durante todo el camino, que se cruzaron una palabra. El lugar estaba repleto de mods malignos que obstruían el paso de ellos.
—Esto está poblado de bichos— susurro Cris.
—Son peligrosos incluso para mí— le dijo Biyin.
Durante el camino mantuvieron la guardia alta, al llegar al lugar antes dicho vieron al niño ser sostenido de una de sus manos mientras bajaba la cabeza.
—Perdón, me obligaron— les dijo mientras levantaba la cabeza y se mostraba como si cara estaba llena de moretones.
Tras eso todos entraron en modo de defensa.
— ¡Suelten a mi hijo!— les gritó Biyin.
— ¿Tu hijo? Perdón, es MÍ hijo— le dijo la señora.
—Yo lo cuide más que usted— le contra atacó.
Por otra parte Axozer se encontraba moviéndose como sanguijuela.
—Mocoso idiota, quédate quieto ya— y junto a esas palabras se escuchó un sordo ruido.
Eso solo hizo provocar la furia de los presentes.
—Con el niño sí que no te metas— le gritó Ari para ir a atacar.
La mujer no se le movía un solo cabello y no se permitió el soltar al niño. Peleaba con él a costas y aun así iba ganando.
—Ustedes no son nada, este niño se quedará aquí por toda la maldita eternidad— les dijo de manera viborezca y con ojos llenos de furia.
—Eso se verá, vieja idiota— le dijo Pato, el más peligroso de todos aquellos.
Antes que pudiera reaccionar la mujer se encontraba rodeada, los 27 que habían ido estaban listos.
— ¡Atacad a morir!— vocifero Cristinini.
— ¡Axo!— le gritó un marcianito verde.
— ¡Cry!— estiró su mano trataba de alcanzarlo.
Sus manos rozaron un segundo, pero fue suficiente para que todos pelearán con muchísimo más energía y énfasis.
Cada golpe dado, cada rose daba más esperanzas a todos. Fargan siempre se mantenía alejado de la zona de batalla, él tenía orden de no atacar directamente en el suelo, pero eso no evitaba que peleará muy a su manera.
¿Qué hacía? Fácil, tiraba flechas y dinamita para hacer retroceder al enemigo y dañar sus alas para que no volarán.
—Se equivocaron de familia para atacar— dijo con cierta sonrisa malvada que en su rostro se reflejaba. Había vuelto evil Fargan.
Pero en el campo de batalla había muchos que no se encontraban en condiciones óptimas y estaban en las últimas, entre ellos Susana.
—Ocho, ochito. Te quiero mucho, lo que haré es suicida— le aviso mientras se agarraba una herida aún chorreante de roja sangre y le daba una triste sonrisa.
—No, espera, no vayas— le gritó mientras trataba de agarrarla.
Tarde, ya estaba lejos.
— ¡Fargan, atento!— le aviso.
En un rápido movimiento pudo agarrar a Axozer fuertemente y cubrirlo de un ataque de garra.
—Ahhhh— se escuchó el agudo grito de la mujer.
Con las últimas de sus fuerzas tiro para arriba al niño, fue sujetado rápidamente por el búho.
— ¡Susanaaaa!— pronto también se escuchó otro grito y junto a ese grito el ruido sordo del cuerpo caer.
— ¡Agarrad a los heridos y llevarlos!— les comunico Biyin mientras se agarraba el hombro, había recibido una herida.
Con el grito de retirada agarraron a todos y se largaron a correr, durante el camino algunos iban perdiendo el calor.
— ¡Greft está frío!— grito en desesperación Violeta.
— ¡Gemita también!— grito Rubius.
—Jo-Josecristo ta-también— dijo con un nudo de la garganta Reborn.
No podían parar de correr, pronto llegaron al portal y pasaron todos. Al llegar Auron los vio.
— ¡Llegaron!— pego el grito despertando a los que estaban dormidos.
Atrás de los últimos en entrar se cerró el portal y pronto las camillas fueron ocupados por todos. Los más graves fueron llevados por Focus y Fargan al hospital donde los esperaba Zorman.
Lamentablemente los fallecidos quedaron en unas camillas, tapados con mantas y personas llorando a sus alrededores.
—Perdón, perdón. Es mi culpa— dijo Axozer estando arrodillado frente a los cuatro cuerpos.
—Lo dieron todo por ti, Axo— le contesto una voz que reconoció.
—Lo sé, lo de Karchez, pero...— no se le permitió continuar su oración.
—Honra tu vida y la de todos, por ellos— le pidió mientras lo abrazaba. — si yo sigo con vida es gracias a ellos, nuestros héroes— le dijo dándole confort.
—Gracias, de verdad— le susurro.
--------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top