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LOS doctores del terror de Y. R. McCammon -leyó Lydia el libro que Malia le había dado-
¿Qué? -preguntó Malia al ver su cara-
No sé. Tiene algo -dijo la pelirroja mirando la portada- ¿Alguien lo ha leído?
Solo yo -respondió ella- y no he entendido nada
A lo mejor podríamos leerlo todos -me encogí de hombros-
Kira está en ello -afirmó Malia-
STILES cree que es un pseudónimo -les dije-
“En un pequeño pueblo en Nueva Inglaterra, raptan a los adolescentes y los entierran vivos. Días después, vuelven trasformados para desatar el caso y el terror bajo el control de una antigua orden de paracientíficos conocida como los Doctores del Terror" -leyó la contraportada Lydia- me resulta vagamente familiar. ¿Cómo termina?
No termina. Se supone que es el volumen uno -dijo Malia-
¿Puedo adivinar? No hay volumen dos -añadí-
Creo que vivimos el volumen dos -afirmó Malia-
La pregunta entonces es si es una novela o una predicción -dijo Lydia-
EL, voy a ir contigo -afirmó Stiles a lo que fruncí el ceño aún apoyada en el marco de su puerta-
Me dijiste que estabas enfermo -me crucé de brazos-
Solo un poco indispuesto -le restó importancia Stiles-
No tienes porqué venir si estás mal. Lia tampoco va -le contesté-
Malia no va -me corrigió- porque sabe que ese lugar es un manicomio de locura y muerte. ¿Vale? Vamos
¿El qué te duele? -le pregunté-
¿Qué? -preguntó Stiles mientras se ponía la chaqueta-
Haz hecho una mueca de dolor -lo señalé-
Tengo el codo mal -mintió Stiles-
Creo que fue el hombro -le dije-
El dolor se extiende. Es así -me respondió pero me puse en medio antes de dejarle pasar-
No vas a ir sin mí, ni aunque Lydia, Scott o Kira vayan, ¿recuerdas lo que le pasó a Deaton cuando habló con Valack?
Estaré bien -afirmé sujetando su mano en forma de cariño-
No voy a dejarte ir donde uno de los celadores casi te mata, El -negó Stiles-
A ti también casi te mata -le reproché- y a Lydia
Y los tres seguimos vivos -añadió Stiles- ¿Ves? Trabajo en equipo
Stiles -me quejé caminando detrás de él por las escaleras-
Eleonor -repitió de la misma forma a lo que yo sonreí con diversión pasando mis brazos por sus hombros. En ese momento lo pillé, hizo una leve mueca que creyó que había disimulado-
Cuando lleguemos a casa, déjame ver tu herida, ¿sí? -le pedí cerca de sus labios para luego besar estos y empezar a caminar hacia el coche-
¿HOLA? ¿Hay alguien? -preguntó Lydia tocando el timbre de Eichen-
Están sordos ¿o qué? -me quejé pulsando desesperadamente el botón hasta que al fin abrieron. Entramos después de Scott hasta que llegamos a recepción-
Vaciad los bolsillos en el recipiente -nos dijo uno de los auxiliares-
Hemos venido a... -comenzó Scott-
Por favor, vaciad los bolsillos en el recipiente -repitió él a lo que así lo hicimos- por favor, quítate el cinturón y ponlo en el recipiente
Necesito el cinturón. Es parte esencial de mi vestuario -negó Kira-
Por favor, quitate el cinturón, que los pacientes podrían usar para estrangularse a sí mismos a los demás
Vale. Entendido -Kira lo dejó junto a las demás cosas-
OS recuerdo que esto es por hacerle un favor a Deaton -nos dijo un hombre mientras bajábamos por las escaleras- y lo hago en contra de mi buen juicio
¿Cuál es el protocolo para hablar con este tipo? -preguntó Stiles- ¿Se le mira al otro ojo?
Yo no lo haría. De hecho, aquí abajo intentad no mirar a los ojos a nada ni a nadie -nos pidió el mayor-
Lo siento -murmuré tras pisar accidentalmente a Scott-
Tranquila -le restó importancia pasando su brazo por mis hombros a lo que yo seguí caminando a su lado hasta que los dos seres sobrenaturales no pudieron caminar más-
No pensabais entrar todos, ¿verdad? -dijo el mayor-
¿Es serbal? -preguntó Scott-
Por todas partes -afirmó él- aquí abajo está muy concentrado. La celda de Valack es la última del pasillo
Nos quedaremos aquí -dijo Scott cuando Lydia, Stiles y yo nos giramos para verlos-
PASAMOS por el largo pasillo, donde había una cantidad de seres muy raros en los cuartos, hasta el al fin dimos con Valack
Dime lo que has visto -el de tercer ojo miró a Stiles-
¿Yo? -preguntó Stiles confuso-
La criatura de al lado. El shulagh. El mito dice que adoptan el aspecto de almas perdidas que se han unido a ellos inextricablemente -explicó Gabriel- ¿Ha visto algún alma perdida, señor Stilinski?
Sí, todas las de aquí abajo -le dijo Stiles-
No nos dé por perdidos. Todos somos trabajos sin terminar -negó Valack-
¿Dónde ha oído eso? -le preguntó Lydia aún sin soltar mi mano-
Sabias palabras de un viejo compañero -le respondió Valack para luego levantarse e ir hacia el cristal- ¿Habéis traído el libro? Excelente. Primera edición. Y por supuesto solo hubo una tirada
El escritor, T. R. McCammon no es real, ¿verdad? -le pregunté-
No -negó él-
Usted escribió el libro -afirmó Lydia-
Eso es, Lydia -asintió Gabriel- a lo mejor ya habéis adivinado que no es solo un libro
¿Qué es entonces? -le pregunté-
Una herramienta. Para abriros los ojos -respondió el mayor de los tres-
¿A qué? -preguntó Stiles-
A ellos -respondió Valack- Los Doctores del Terror
Ah, genial, perfecto -asentí sarcástica-
¿POR qué usó un pseudónimo? -le preguntó Lydia-
Solía tener cierta reputación profesional -le respondió él- no quería estropearla con mi nombre en una basura como esa
¿Y por qué escribió el libro? -le preguntó Stiles-
Todavía no lo has leído, ¿verdad? -le preguntó Valack- lo escribí porque nadie me creía. Porque nadie escuchaba. Están aquí, ¿verdad? En Beacon Hills
¿Qué son ellos? -le pregunté cruzandome de brazos con desesperación-
No son humanos del todo -respondió Gabriel- al menos ya no. Solían ser científicos. Científicos que adoraban lo sobrenatural. Tesla dijo: si quieres encontrar los secretos del universo piensa en energía, frecuencia y vibración. Encontraron sus secretos en las fuerzas electromagnéticas. Formas de prolongas sus vidas, recibir poder y hacerte olvidar que los has visto
¿Qué es lo que quieren? -preguntó Lydia-
Buena pregunta, Lydia -le dijo- todo el mundo quiere algo, ¿verdad?
Lo pillo. ¿Qué quiere usted? -le pregunté a lo que él sacó una grabadora pequeña y la colocó en el dispensador de al lado-
Graba esto -Valack miró a Lydia-
¿Qué quiere que diga? -le preguntó ella-
No quiero que digas nada. Quiero que grites -le respondió él-
¿PARA qué quiere que grite? -pregunté quitándole la grabadora a Lydia de las manos-
Es el único que sabe algo -me respondió Lydia-
Este tío es un chiflado que se perforó el cráneo -corroboró mi idea Stiles- seguramente es todo mentira
¿Cuantos han muerto ya? -preguntó Valack interrumpiendo muestra conversación- todos adolescentes, ¿verdad? ¿Queréis saber cuántos murieron la primera vez? Me pregunto cuántos morirán si tienen éxito
Esto ya ha pasado antes -afirmó Lydia después de que las luces parpadearan-
Y ahora han vuelto, todo porque unos adolescentes que no piensan en las consecuencias decidieron reavivar una fuerza sobrenatural que apenas entienden -dijo Valack-
¿Está hablando del nemeton? -pregunté-
¿Cómo lo sabe? -añadió Stiles-
Lo sé porque lo he visto -dijo para luego sacarse la venda de la cabeza. Eww-
¿CON quién habéis venido? -preguntó Valack-
Nuestros amigos -respondió Lydia-
¿Qué son? -preguntó él- hay una kitsune
¿Qué está pasando? -preguntó Lydia mientras las luces se encendían y se apagaban-
Afecta a las defensas del edificio -respondió Valack-
¿Y eso que mierda significa? -pregunté-
El serbal no es lo único que protege el edificio. También la energía electromagnética -respondió él- en Eichen convergen corrientes telúricas, líneas rey. Eso mantiene dentro a ciertas criaturas sobrenaturales y a otras fueras. Sabían que vendríais. Están aquí. Y les habéis abierto la puerta
Eso en mi idioma significa salir corriendo -les miré-
¡DIGÁNOSLO! -le pidió Stiles-
Ya os lo he dicho. Abre los ojos -repitió Valack-
¿Cómo? -preguntó Lydia-
Activa la memoria del cerebro, despeja la niebla, enfoca las imágenes de los Doctores del Terror. Escribí un libro para averiguar si alguien los había visto -explicó Gabriel- pensé que podría difundirlo para activar la memoria de alguien, de cualquiera. Verían la portada, un leve recuerdo. Se llevarían el libro, lo leería, aparecían recuerdos reprimidos y me buscarían para saber más. Como habéis hecho vosotros
¿Funcionó con otras personas? -le pregunté-
No fue de los más vendidos, ¿no? -preguntó Valack-
¿Solo tenemos que leer el libro? -preguntó Lydia-
Si los habéis visto, si os han hecho algo, el libro os ayudará a recordar. ¡Ahora dame lo que quiero! -pidió él-
Chicos, tenemos que irnos -les pedí cuando le devolví la grabadora a Lydia-
STILES me tenía abrazada hacia él mientras nos escondimos tras una pared mientras que Lydia estaba a nuestro lado sujetando mi brazo con fuerza.
Volví a soltar el aire por la boca tras no escuchar sus fuertes pasos y cuando las luces volvieron a aparecer
Creo que ya está todo bien -susurró Lydia a lo que yo me giré para ver al chico que me abrazaba-
No, no está bien -negó Stiles aún abrazándome- es todo culpa nuestra. Todo lo que ha pasado y todo lo que va a pasar. Es culpa nuestra
Ahora es nuestra responsabilidad y debemos hacer algo -añadí sin querer soltarlo. Él no parecía tener problemas con eso-
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