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¿CHICOS? -pregunté tallando uno de mis ojos con sueño tras abrir la puerta- espero que tengáis un buen motivo para sacarme de la cama
Stiles, tú y yo. Vamos a salir a encontrar un cuerpo -me respondió Scott- un cadáver
Buenas noches -hice ademán de cerrar la puerta pero él puso su pie-
Vamos, El, por los viejos tiempos -bromeó Stiles. Suspiré rendida y, tras robarle un abrigo a mi madre del perchero, cerré la puerta-
Sí mi madre no me ve en casa, es vuestra culpa -los señalé para empezar a caminar hacia el Jeep. Me giré al verlos mirándome- ¿Qué os pasa ahora?
Tienes un pijama de dulces y caramelos -disimuló una risa Scott-
No es muy serio para ir a un bosque a por un cadáver -se burló Stiles-
Si entro en esa casa de nuevo, no vuelvo a salir -les advertí cruzandome de brazos-
¿El qué? Sí, ya nos vamos al coche -Scott se hizo el desentendido mientras iba hacia el vehículo-
Stiles -le llamé a lo que él me besó rápidamente y siguió caminando de nuevo-
Se pone de mal humor si lo hago. Me refiero a peor mal humor. Auch -se quejó Stiles cuando le di un zape tras sentarme detrás-
Sí, por los viejos tiempos -Scott nos miró para luego dar comienzo a nuevas aventuras con un chico de defensa sarcástica y un alfa que hace preguntas estúpidas. ¡Genial!-
SI mi padre no se equivoca, hay otro hombre lobo que no conocemos -dijo Stiles mientras caminabamos-
Lo sé -dijo Scott-
Sí resultan ser trillizos que componen un monstruo de tres cabezas, no sé si estoy listo -le dijo Stiles a lo que yo reprimí una risa-
Ya, yo tampoco. Y menos ahora que ni siquiera puedo controlar mi transformación -le dijo Scott-
Seríamos tres contra tres -les dije a lo que los tres nos miramos y reímos- bueno, aún podemos salir corriendo
Y en dos segundos estar en el esófago de un hombre lobo -negó Stiles. Mi mano chocó con mi frente cuando Stiles se asustó tirando el móvil de Scott al agua- perdona, colega. Odio a los coyotes de verdad. Siempre suenan como si estuvieran atacando a un animalillo indefenso
Scott -le pedí estirando mis brazo después de que él saltase abajo y Stiles siguiera su ejemplo de forma torpe. Scott me abrazó rápidamente y me soltó a su lado-
Aún funciona -Scott agarró su teléfono-
Déjame la linterna -le pidió Stiles para luego alumbrar hacia el frente- creo que lo hemos encontrado
¿Por qué no lo moverían? ¿No es una prueba? -preguntó Scott tras ver el coche-
Probablemente, remolcarlo era un auténtico engorro -le respondió Stiles-
Aquí es donde suele pasar algo malo en las pelis de terror -abracé con fuerza el brazo de Scott mientras Stiles alumbraba el coche-
Mirad esto -dijo Stiles para luego señalar marcas de garras- ¿Las veis? Las garras de un animal estarían más juntas, ¿no? Mucho más
Entonces si que fue un hombre lobo -asentí levemente-
Así que mi padre tenía razón -afirmó Stiles para seguir rebuscando-
¿Qué es eso? -Scott señaló una pequeña manita. Era una bebé-
Esta era la muñeca de su hermana -les susurré. Solté una pequeña risa cuando los dos pegaron un pequeño grito cuando la bebé habló-
Creo que he sufrido un amago de infarto -Stiles tocó su pecho-
Esto... -les llamé tras ver unos ojos azules aparecer entre la oscuridad- ¿Ustedes también lo ven?
Sí -respondieron al unísono-
Espera, oye, Scott. Scott, espera -trató de pararlo Stiles pero Scott ya se iba tras los ojos azules-
TRAS correr un rato por el bosque tratando de encontrar a Scott, Stiles y yo pegamos un grito al unísono al chocar con él
Creo que hemos encontrado algo -le dijo Stiles-
Yo también -asintió Scott. Nos siguió hacia la cueva donde estábamos antes los dos- una guarida de coyote
De un hombre coyote -le corrigió Stiles-
Eso es de Malia -señalé el abrigo- como el de la foto que vimos. Y ese su peluche favorito
No deberíamos estar aquí -dijo Scott-
¿Qué quieres decir? -le preguntó Stiles-
Ahora no va a volver. Hemos invadido su casa -le respondió Scott- nuestro olor está por todas partes
¿Y a dónde irá? -le pregunté-
No lo sé -contestó Scott-
¿Puedes seguirla ahora? ¿Te has quedado con su olor? -le preguntó Stiles-
Puede que sí. Pero se me da mejor cuando me transformo -nos dijo tras soltar el peluche- y aún me preocupa que, si lo hago, no pueda volver a ser humano
La puerta sigue abierta -suspiró Stiles-
Le he escrito a Derek, incluso llamado, pero no parece ver los mensajes. Necesitamos a otra persona que nos ayude -les informé-
Esto es, básicamente, el escenario de un crimen -añadió Scott- creo que a mí jefe le queda grande
Pero no a mí padre -le dijo Stiles. Los tres nos miramos y asentimos-
¿SEGURO que era ella? -nos preguntó Noah tras llegar junto a la policía-
Le miré fijamente a los ojos, brillaban como los míos -le contestó Scott-
Tiene sentido, papá -añadió Stiles-
Pero no era una chica -negó él- era un coyote de cuatro patas, ¿no?
Creo que nos falta descubrir eso -rasqué mi nuca nerviosa-
Sí había luna llena y se transformó mientras su madre conducía pudo haber pasado cualquier cosa -le contestó Scott-
Pudo pasar algo horrible -le dijo Stiles. Nuestras manos se rozaban mientras nuestros dedos luchaban por juntarse- desgarros, destrozos y roturas
Lo que pudo haber causado el accidente -terminé-
Piénsalo, papá, ¿vale? Están conduciendo -le puso en escena Stiles- Malia se transforma y pierde el control la madre choca y todo mueren
Excepto Malia -le recordó Scott-
Se culpa a sí misma y se va al bosque y al final queda atrapada en el cuerpo de un coyote -completó Stiles-
Eso tendría sentido -dijo Noah a lo que los tres suspiramos aliviados- como cuento chino. Chicos, esto es de locos. Debemos mantener esto en silencio. Que ninguno diga una palabra. No quiero que nadie se entere. Especialmente, no quiero que el señor Tate se entere. ¿Vale, Eleonor?
Entendido, sheriff Stilinski -murmuré. Sarandeé ligeramente a Scott cuando se quedó mirando hacia atrás en su mundo-
Lo siento -se disculpó- ¿Qué ha dicho?
Y luego preguntas porque suspendes -me burlé de él-
Mierda -murmuró Noah antes de contestar-
Mierda -repetí al ver al el padre de Scott y el señor Tate llegar-
Es suya -dijo el señor Tate tras sujetar la manta que Noah tenía en sus manos- ¿Te acuerdas, Eleonor?
De nuestra primera noche juntas -murmuré. Noté las manos de los chicos a mis lados entrelazarse con las mías-
Espere aquí -le dijo el señor McCall-
Papá -trató de pararle Scott-
Hablaremos después. Me pregunto cómo es que a tu madre le da igual que vayas por el bosque tan tarde -le dijo él para luego irse-
AQUÍ estás -Allison me saludó tras entrar a la clase- ¿Va todo bien?
Sí, es que mi madre me entretuvo hablando del caso “abierto" de los Tate y quería que me sintiese...¿Cómo dijo? Libre para expresar mis sentimientos -resoplé sentándome delante de Stiles. Scott y Kira hablaban aún de pie- si ella supiera a las personas que he perdido, y que no he tenido tiempo para llorar... Estoy segura de que no diría eso
Se lo puedes contar si te vas a sentir mejor -se encogió levemente de hombros-
Me llevaría al psicólogo y además, hay cosas más importantes que yo en este momento -di por terminada la conversación-
Te noto levemente tensa -trató de bromear Stiles. Eso no funcionó. Al menos no hoy- ven aquí...
Ya va a empezar la clase -le dije mientras me sentaba de lado en sus piernas-
No conozco a nadie mejor que tú para ser...¿La alegría de la huerta? -dijo Stiles a lo que incluso Allison rió levemente- y estoy seguro de que si tú caes, todos caeremos detrás tuyo. Igual que las fichas del dominó
Por eso te quiero -sonreí con diversión para luego besarle y volver a mí sitio tras ver al profesor Yukimura entrar-
Vale, escuchen. Vamos a empezar. Tratamos los campos de concentración y los prisioneros de guerra. Hay un pasaje en el libro que me gustaría que repasáramos. ¿A quién le gustaría salid y leerlo en voz alta para todos? -preguntó el mayor. Nadie levantó la mano- señor Stilinski, ¿qué me dice?
Quizá podría hacerlo otro -le dijo Stiles-
Todos deben de participar en mi clase, señor Stilinski -le dijo el señor Yukimura-
Vale -se rindió Stiles empezando a levantarse-
Tú puedes -le susurré cuando pasó por mi lado. Mis nudillos fueron más blancos en torno apretaba mis puños con fuerza tras ver el estado de Stiles-
¿Stiles? ¿Estás bien? -le preguntó el rey de las preguntas estúpidas levantándose. Sujeté a Stiles cuando le vi agarrar como pudo la mesa para no caer-
Señor Stilinski, ¿podríamos llevarlo a l enfermería? -le pedí a lo que este asintió. Scott lo sujetó por el otro brazo y empezamos a irnos hasta acabar en el baño-
Oye, Stiles, mírame, tío. ¿Es un ataque de pánico? ¿Lo es, Eleonor? -me preguntó a lo que negué con la cabeza-
Es un sueño. Es un sueño. Solo es un sueño -se repetía Stiles mirándose al espejo-
No, no lo es. Esto es real. Estás aquí -le dijo Scott- estás aquí con nosotros. Vale, ¿qué se hace?
Stiles, soy yo, ¿sí? Eleonor -me apoyé en la pared al lado del espejo- ¿Recuerdas que en los sueños tienes dedos de más? Vamos a contar juntos, ¿sí?
Sí -murmuró aún sujetando el lavabo-
Cuenta conmigo, ¿vale? -le pedí empezando a levantar los dedos de mi mano. Stiles fue poco a poco contando hasta que llegó al diez-
Eleonor -Stiles pidió tras caer al suelo respirando más tranquilo pero aún a alta velocidad-
Estamos aquí -le susurré sentándome frente a él. Entrelacé mis manos con las de él con delicadeza-
¿Qué narices me está pasando? -preguntó Stiles mientras Scott se agachaba a mi lado-
Lo averiguaremos -le dijo Scott- vas a estar bien
¿Tú crees? -le preguntó Stiles- ¿Tú lo estás? Scott, no puedes transformarte. A Allison se le aparece su tía muerta. Y yo estoy perdiendo mi cabeza. No podemos hacer esto. No podemos ayudar a Malia. No podemos ayudar a nadie
Claro que sí, y vamos a pasar todo esto como hemos hecho lo demás -asentí apartando una lágrima que caía por su mejilla-
Tenemos que intentarlo -me dió la razón Scott apoyando su cabeza en mi hombros. Los tres nos quedamos mirándonos en un silencio-
TRAS llegar a la casa Stilinski después de que “Malia” apareciera en versión coyote, miraba los póster y fotos que Stiles tenía en sus paredes a pesar de que me los sabía de memoria
Sonreí cuando sus brazos me rodearon por la espalda y su barbilla se posó en mi hombro
¿En qué piensas? -preguntó Stiles-
En como estaba mi madre -le respondí aún sin separarme- Malia solía ser mi mejor amiga, la veía como una segunda hija. Y que el caso volviera de nuevo le está afectando...
¿Solo a ella? -me preguntó dándome la vuelta pero sin despegarme de sus brazos-
No, a mi también. Cuando el accidente pasó...lo pasamos mal -asentí levemente-
¿Las dos semanas de gripe en tercero de primaria? -me preguntó a lo que yo asentí con una pequeña sonrisa-
Stiles, no sé si estoy preparada para volver a verla... He tratado de seguir adelante con su muerte, y si resulta que está viva...no sé... -murmuré. Noté su pulgar acariciar mi mejilla para luego besar mi frente-
Cuando llegue el momento, lo descubriremos -me respondió Stiles- ahora, no puedes seguir mal. No te lo puedo permitir
¿No me lo puedes permitir? -reí levemente mientras él me levantaba del suelo y ambos caíamos en su cama-
No -negó quitando algunos pelos de en mi cara-
Pues tú tampoco puedes estar mal -me encogí de hombros para luego besarle con una sonrisa. Stiles Stilinski: arcoiris de mi lluvia, alegra los peores días y los convierte en algo bonito e inolvidable-
XILACINA. -volvió a entrar Deaton- es un tranquilizante de caballos. Para una mujer coyote funcionará en segundos. Solo tengo tres. Quien vaya a disparar, espero que lo haga bien
Allison dispara perfectamente -le dijo Scott-
Bueno, antes sí -le dijo Isaac mientras bajaba la mirada para verme a mí colocar bien su bufanda azul-
Puede hacerlo -finalizó Scott-
Eso sí encontramos a esa cosa -discutió Isaac-
¿Qué pinta él aquí? ¿Qué nos aporta? Además de negatividad y esa bufanda -señaló Stiles- ¿Y qué haces con una bufanda? Estamos a 19 grados
A tu novia le gusta la bufanda -se encogió de hombros despreocupado Isaac- pero, haré la pregunta que nadie quiere hacer. ¿Cómo convertimos un coyote en una niña que lleva ocho años sin serlo?
Lo intentaremos, Isaac -solté su bufanda ahora mejor colocada-
Puedo hacerlo -afirmó Scott-
¿Sí? -preguntó mi novio-
La noche que Peter nos atrapó en el instituto, me transformó usando solo su voz -explicó Scott- Deucalión hizo lo mismo en la destilería
Gracias, me acabas de dar otro motivo para amenazar a Peter -saqué el teléfono de mi bolsillo y, tras varios mensajes sin leer, amenacé con lo psicópata que fue aquella noche-
Esta es una mujer coyote. ¿Quién sabe si funcionará aunque alguien te pueda enseñar? -le preguntó Deaton-
Por eso llamasteis primero a Derek -Stiles comprendió-
Sí, puedo intentarlo yo solo -afirmó Scott- pero ahora mismo estoy demasiado asustado para transformarme en hombre lobo
Necesitamos un alfa real -pensó Stiles a lo que Scott le miró- digo un alfa que pueda hacer cosas de alfa. Uno que pueda hacer que funcione. Ya sabes, ponerlo...
¿En marcha? -completó Isaac-
Genial. Soy un alfa que no puede cumplir -dijo sarcástico Scott-
¿Hay alguien además de Derek que pueda ayudar? -nos preguntó el mayor-
A Peter ni de coña -negué aún que fue una de mis posibilidades-
¿Los gemelos quizás? -preguntó Stiles-
Ya no son alfas -le dijo Deaton- ¿Después de lo que Jennifer les hizo, casi matarlos? Acabó con esa parte de ellos
Pero lo fueron en un pasado, sabrán hacerlo, ¿no? -les pregunté-
Nadie los ha visto en semanas -dijo Scott-
En realidad, no es del todo cierto -dijo Stiles a lo que todos le miramos-
DIJERON que nos veríamos aquí -dijo Lydia tras llegar al loft de Derek. Abrí mi boca sorprendida cuando ambos empezaron a pelear contra Scott a lo que los tres humanos nos apartamos de en medio
Bueno, alguna vez hemos querido hacerle lo mismo a Scott -reí viendo cómo seguían peleando o más bien los gemelos dándole una buena paliza-
Creía que me enseñarías a rugir -dijo Scott en el suelo-
Así es. Lo consigues dejándote llevar -le dijo uno de ellos. ¿Tal vez Aiden?-
Dejándote llevar y soltándote. Así nos enseñó el control Deucalión -añadió el otro que supongo que es Ethan-
Tiene gracia. De hecho, probamos algo similar con un monitor de corazón y pelotas de lacrosse. Pero sacudirle es mejor -le dijo Stiles a lo que yo sonreí ante el dejá vu y me abracé hacia él-
¿Este es el plan? ¿Que me deis una paliza? -les preguntó Scott tras levantarse-
Temes transformarte -le dijo Aiden-
Te obligaremos -añadió el otro-
Transformate y te defenderás -continuó uno de ellos-
Y luego rugirás -se giró Aiden gruñendo. Su jueguesito de palabras me estaba mareando. Los tres siguieron peleando hasta que Aiden se volvió loco y empezó a darle puñetazos a Scott. Le agradezco a Ethan por frenarlo-
Sí ese es tu concepto de ayudar, deberías de planteartelo -palmeé el hombro de Aiden para luego mirar a Scott-
¿ALGUIEN más piensa que podríamos hacer más mal que bien? -preguntó Lydia tras llegar a la Reserva-
Intentamos evitar que un padre mate a su hija -le dijo Scott-
En realidad, intentamos evitar que un tío mate a un coyote que es, en realidad, su hija a quien no sabemos cómo transformar de nuevo en su hija -explicó Isaac-
Tu modo “sad voy" no me gusta nada -le señalé-
Al fin está de mi parte -escuché susurrar a Stiles mientras miraba al cielo-
¿Lo has traído? -Scott miró a Allison-
PERO, ¿por qué iría al instituto y luego hasta la casa solo por una muñeca? -preguntó Stiles agachado en el suelo. Solo quedábamos él y yo- una muñeca que estaba en el coche. No la encontramos en la guardia
No sé, solo recuerdo que era de su hermana pequeña -me encogí de hombros. Stiles se levantó y me miró-
Es cierto. Lo dijiste cuando la vimos... Ya sé que está haciendo
¿El qué? -le pregunté mientras iba hacia mí-
Sé adónde va -contestó Stiles-
SCOTT, soy yo. Me tienes que llamar en cuando puedas -le dijo Stiles mientras caminaba dando saltitos a su lado para seguirle el ritmo- como dijo El, es de su hermana. Dejó esa muñeca en el coche para ella. Es como llevarle flores a la tumba. Y le hemos robado las flores. Es lo único que intenta hacer. Llevar la mueca al coche siniestrado. Es allí dónde se dirige. Al coche
Stiles, creo que he metido la pata. Literalmente -traté de bromear mientras mantenía uno de mis pies en una de las trampas-
ELEONOR, no te muevas -me pidió Stiles-
Suele haber unas instrucciones para desmontarla -le dije-
¿Por qué iban a poner instrucciones detrás? -preguntó Stiles-
Los animales no pueden leer, a lo mejor los ratones de Cenicienta pero no creo que más -le contesté- sé que te cuesta leer, pero tienes que intentarlo
El, no puedo leerlo... -levantó la cabeza para verme-
¿Y no sabes desmontar esto? No necesitas instrucciones ni para los Legos -le pedí aún tratando de no moverme-
Vale, allá vamos -Stiles empezó a girar una manivela a lo que yo di un salto hacia fuera por si acaso. No me solté de su abrazo con miedo y solo me giré tras escuchar como la trampa se cerraba-
Te dije que no las necesitabas -suspiré aliviada para luego besarle-
NOTÉ un par de lágrimas correr por mis mejillas tras ver a Malia por lo que ella me reconoció
¿Lia? -la llamé por el apodo que solía llamarla de pequeña. Ella asintió levemente a lo que yo me tiré a abrazarla con fuerza. Mis sollozos no eran solo míos- bienvenida a casa
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