Capítulo 2
—Chris... ya basta... mañana tengo clases —dijo intentando quitarse de encima a su jefe.
—¿Me importa?
— Si, porque si no voy a clases por quedar cojo, jamás vuelvo a ese circo —lo amenazó.
—De acuerdo, entonces nos vemos mañana en la noche.
—No lo creo, tengo un trabajo en equipo con unos amigos.
—Vamos, no puedes dejarme así por la maldita Universidad —se quejó el mayor.
—Si puedo, ¿Te recuerdo nuestro contrato? Que por cierto esta a unos meses de expirar.
—Cierto... tu... ¿En serio vas a dejar el trabajo cuando acabé el contrato?
—Si, después de eso me voy a graduar como veterinario y, tal como dice ahí, no vamos a volver a vernos.
Christopher sintió cómo se le estrujaba el corazón, pero, ¿Por qué? Claramente no quería nada serio y menos con uno de sus trabajadores.
—Claro, entonces... me voy, nos vemos —. Caminó cabizbajo hacía la puerta.
—Chris... ¿Vas a irte con una erección entre las piernas?
—¿Qué? —Desconcertado dirigió su mirada a su entrepierna —. Mierda
—Y eso que sólo nos besamos. — Rió el castaño por lo bajo.
—Es una reacción normal del cuerpo, en serio pensé que me dejarías follarte —se defendió.
—¿Qué acaso no te cansas?
Christopher negó inmediatamente a la pregunta de Minho.
—Ya me voy, me ocuparé de esta erección yo solo.
Christopher literalmente corrió cuando salió de la casa del menor, mientras este se reía.
«Un momento... ¿Como se va a bajar la erección solo? ¿Quiere decir qué...? No, no, no, ¿Qué estás pensando? No va a pensar en ti mientras se masturba» pensó nervioso mientras se cambiaba de ropa para dormir. «Si, no creo que piense en mi, lo mejor es solo dormir».
—¿Qué mierda te sucedió, Minho? —le preguntó Changbin, intentando no reírse por la similitud de Minho con los pandas.
—Sólo no dormí bien —se excusó.
—¿Sólo eso? Ayer Bang llegó bastante tarde a dormir.
—¿En serio? Pues no estaba conmigo.
Tal vez Minho alteró un poco la verdad, si estuvo con él, pero no tanto tiempo para que llegara tarde.
—Debo irme, por favor, si ves a Jisung que sea en otro lado y no aquí —rogó con la mirada.
—De acuerdo, suerte Minmin.
«Diablos Changbin ya hablamos de ese apodó, desde que Chris lo escucho hay veces que me lo dice mientras me folla» pensó mientras caminaba rápidamente.
—Pensé que los gatos callejeros normalmente estaban en los callejones. —Minho giro su cabeza rápidamente al escuchar la voz de su jefe.
—¿Qué haces siguiéndome? —le preguntó con asco en la cara.
—No te estoy siguiendo, sólo te vi y decidí acercarme. Te llevo, sube.
—No gracias... yo...
—Es una orden, Minho.
Esa era una diferencia entre su contrato con Christopher y el de Changbin con Jisung.
Changbin podía hacer lo que quisiera con quien quisiera fuera de la habitación, pero lo de Christopher y Minho era muy diferente. Ambas partes tenían estrictamente prohibido salir con otras personas, las órdenes también pueden salir de la habitación.
—Te odio, Bang —dijo con el ceño fruncido para luego caminar hasta la puerta del auto y subir.
—Supongo que no te afectará que faltes a una clase —susurró el rubio.
—¿¡Qué!?
El grito de Minho no le importó a Christopher y manejo hasta un departamento. Que Minho conocía a la perfección.
En cuanto ambos entraron al departamento, Christopher atacó la boca de su gatito.
—Mmhm... Chris... —gimió entre los besos.
—Y pensar que hace un rato me estabas gritando —Se separó con una sonrisa y después volvió a besarlo.
—Cállate y apúrate. No planeó llegar tarde a mis otras clases.
—Cómo digas.
Minho no supo como llegó hasta el sillón, pero lo que sí sabía era la vista que tenía encima de él.
Viendo a Chris sacándose el cinturón sabía lo que le esperaba, inconscientemente se relamió los labios y comenzó a desabotonar su camisa
—Mi gatito cada vez más es mejor. Tendrás tu recompensa. —Sonrió para luego pegarle con el cinturón a Minho en el pecho.
El gemido que salió de Minho sólo se podía interpretar de una forma y esa era placer.
—Vamos... Pensé que me ibas a recompensar. —Su voz entrecortada sólo provocó a su amo.
Christopher rápidamente lamió la marca roja en el pecho de su gatito, también comenzó a succionar para dejar marcas de beso.
Escuchar los jadeos de Minho eran una buena señal para Christopher, significaba que podía seguir haciendo lo que quisiera, pero odiaba no tener nada de sus cosas en su departamento para usar con Minho.
Tal vez tendría que improvisar y para eso le puso su cinturón en el cuello a Minho y luego lo jaló para besarlo.
Sin saber cómo, Minho quedó sentado en las piernas de Christopher y con cada movimiento sus miembros se rozaban, sacando gemidos ahogados de ambos.
—Minho... ya no lo soporto, necesito hacer que te tiemblen las piernas que no puedas ni levantarte de encima de mi. —le susurró mientras quitaba las prendas inferiores del castaño.
—Adelante... sólo tienes que meter esto... —Puso su mano en la erección de Christopher. —En mi y podrás hacerlo. —Sonrió.
Christopher liberó su erección a lo que Minho rápidamente la puso en su entrada lentamente hasta que estuviera completamente adentro y pudiera acostumbrarse.
Mientras eso sucedía, su jefe le mordió los hombros provocando que el menor le arañara la espalda por encima de la ropa.
Los movimientos hicieron que Minho se acostumbrara a Christopher, así que también comenzó a moverse además de que el rubio le ayudaba con las embestidas que cada vez eran más profundas, los gemidos más sonoros.
La saliva comenzaba a salir de la boca de Minho, no podía parar y Chris tampoco.
—Creo que... quiero ayudarte un poco, gatito —.Christopher recostó a Minho de nuevo, pero esta vez las piernas del menor estaban en sus hombros, una de cada lado.
Y volvió a embestirlo igual de rápido que anteriormente mientras que Minho gemía del placer, sus piernas temblaban por la saliva fría de Christopher que pasaba su lengua por sus muslos y también los mordía.
—Amo... creo que... ya viene. —anunció el castaño con la voz entrecortada.
—Si... Adelante déjalo salir —dijo con una sonrisa para luego besar las marcas de mordidas que le había dejado en los muslos.
Con eso fue suficiente para que Minho se corriera junto con Christopher.
—Recuérdame... que tengo qué traer más cosas aquí, no me gusta usar el cinturón.
—Si... bueno a mí... me da igual —dijo Minho intentando regular su respiración.
—Claro... siempre que jugamos te comportas como una puta así que, supongo que esta bien improvisar de vez en cuando.
—Fue inteligente esto del collar con el cinturón —halagó mientras se lo quitaba —. Bueno vamos a que me lleves a la Universidad, tú me trajiste tú me regresas —Sonrió burlón, pero cuando intentó levantarse sus piernas flaquearon y volvió a quedar sentado en el sillón.
Christopher no quería reírse, pero sonrió porque cumplió su propósito.
—¡Maldito seas, Christopher Bang!
Hasta aquí el capítulo, espero no se haga costumbre esto de tardarme al actualizar, espero también dejar en claro lo de los contratos en el ámbito BDSM y el como Minho desobedece una que otra regla bueno también Chris. Sin más nos leemos después y gracias por leer.🌹
Big hug 💕
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