𝐗𝐗𝐈𝐕

Lo primero que Atsushi hace al estar de regreso fue correr hacia Chuuya y apretarlo lo más que puede en un cálido y fuerte abrazo. Él correspondió felizmente y llenó sus mejillas de besitos, haciéndole cosquillas sin querer. Abrazar a su único y primer amigo era como entrar a una choza cálida y sentarse frente a la chimenea a beber cocoa en medio de una tormenta. Le ayudaba a sentirse seguro y en su hogar.

⠀⠀Encontró aun más emotivo verlo reunirse con sus amigos y familia, la señora Osaki lo acunó de una forma que podría llamarse el vivo ejemplo del amor de madre y que provocó en Nakajima un sentimiento de nostalgia y envidia. No podía evitar querer saber cómo era el amor de una madre. Gin también los recibió alegre aunque siempre parecía tan seria como su hermano (bueno, no tan seria como él) .

⠀⠀Ryunosuke lo seguía mirando feo desde que habían vuelto, por lo que tan pronto la atención se volvió hacia el resto, por fin reunidos después de un momento tan aterrador y que se había sentido tan largo, Atsushi lo siguió en silencio para ver a donde se dirigía y preguntarle si se sentía mal de algún modo.

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⠀⠀―Deja de seguirme.

⠀⠀―¿Estás molesto?

⠀⠀―No.

⠀⠀―Pero pareces molesto, ¿estás seguro de que no?

⠀⠀―¿Por qué ustedes dos siempre están tan pegados? Parecen savia de árbol.

⠀⠀―¿Te refieres a Chuuya y a mí? Somos amigos, Chuuya fue mi primer amigo desde que vine aquí e incluso el primero que tuve en mi vida. No creo que sea malo la forma en que nos lleva- oh... ―Atsushi capta lo que sucede y de pronto, sus mejillas se encienden tímidamente y sonríe con picardía impropia de él; aprendió demasiado de la señora Osaki y de Minami mientras estuvieron fuera―. ¿Puede ser que tú, Ryu, estés celoso?

⠀⠀―¿Qué? ¿Yo, celoso? ¿Del señor Chuuya?

⠀⠀―Si, tú celoso de Chuuya.

⠀⠀―No sé de dónde sacaste esa absurda idea.

⠀⠀―Bueno, supongo que si me equivoqué... ―murmura acercándose con un puchero en labios―. Entonces no querrás que te dé muchos besitos para que no estés celoso, ¿verdad?

⠀⠀―...

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⠀⠀El silencio de Ryunosuke Akutagawa solo se puede opacar con su mirada notablemente en shock, como procesando la idea. Sus mejillas se tiñeron de un pálido color rosa al igual que sus orejas y se vio obligado, quizás por su propio subconsciente, a reaccionar para cerrar la boca de una vez. Lo cual solo logró que Atsushi sobrepensara lo que acababa de decirle y que la vergüenza lo comiera vivo.

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⠀⠀―¡Oh, por Gea! ¡Me refería a las mejillas! ¡En las mejillas, Ryu!

⠀⠀―Me alegra ver que ahora se llevan tan bien ustedes dos ―los interrumpe oportunamente una tercera voz; Atsushi siente que puede morirse ahí mismo por la pena, pero aprovecha la situación de modo que es un alivio salir de tan incomoda situación.

⠀⠀―¡Señor Dazai, qué gusto verlo sano y salvo!

⠀⠀―Lo mismo digo, Atsushi. Ahora que están de regreso, me temo que tenemos muchos asuntos que resolver. Acompáñame por favor, Mori nos espera.

⠀⠀

⠀⠀En efecto, el aire se había vuelto algo denso en la manada con todos los involucrados agrupados en un mismo lugar. Lobos del norte y del este reunidos, esperando por saber a quién se enfrentan.

⠀⠀

⠀⠀―¿Y si intentamos que él nos lo diga? ―propuso Atsushi. Ranpo farfulló por lo bajo que cómo podía ser tan iluso.

⠀⠀―¿Fyodor? Ya intenté antes de lque regresaran aquí. No es tan fácil como torturarlo.

⠀⠀―Creí que los lobos del norte no tenían piedad con sus prisioneros, por no decir que no toman prisioneros en primer lugar ―intervino la pelirroja del grupo.

⠀⠀―No es tan fácil como parece, mi bella Kōyō ―agrega Mori, con cierta familiaridad que nadie podía entender su orígen―. Eso aplica para comúnmente forasteros, sin embargo, a pesar de que Fyodor sea un exiliado, sigue siendo mi sobrino y un príncipe. Además, fuera de la emboscada que cometió contra Atsushi principalmente, no puedo acusarlo de nada más grave. El consejo piensa que, como ambos resultaron heridos en el conflicto, no se puede tomar como un ataque directo a mi linaje. Por lo tanto, no podemos simplemente ejecutarlo, a menos claro...

⠀⠀―¿A menos que, qué? ―indagó Chuuya con un gesto que mezclaba a la perfección el temor a la respuesta y la molestia. Dazai fue quien llenó los espacios de su duda.

⠀⠀―A menos que muera en un duelo justo. Y eso es lo que él quiere, enfrentarse a mi.

⠀⠀―No, Dazai, no puedes aceptar eso ―exclama Yosano, aporreando la mesa con un puño. Extrañamente, Chuuya está totalmente de acuerdo con ella―. Tus heridas externas apenas han sanado por la regeneración de tu lobo, pero un duelo podría causar que las heridas internas se reabran. Como tu doctora, no lo apruebo.

⠀⠀―Dazai, dime que no aceptaste un duelo con ese hombre ―le demandó su hermoso pelirrojo, con sus brillantes ojos azules penetrando hasta su alma en busca de la respuesta deseada.

⠀⠀―Hice una apuesta con mi "querido primo". Si le ganaba en una partida de ajedrez, él accedería a darnos información sobre los planes del hombre que busca a Atsushi. Si perdía, tendría que aceptar un duelo público por el puesto de heredero.

⠀⠀―Dazai, esto no es un juego, hay vidas de por medio en riesgo ―dijo Yosano, pero Dazai detuvo sus palabras con un gesto de su mano para añadir algo.

⠀⠀―Me pareció lo justo y el camino más fácil para salir del paso.

⠀⠀―¿Y el resultado? ―quiso saber Mori, mirando igual que el resto, pendientes a la respuesta.

⠀⠀―Hemos jugado tres veces. Y las tres hemos quedado tablas. Admito que es divertido encontrar a un digno oponente de ajedrez, pero si jugaba una vez más y empataba, me iba a volver loco de estar a solas con ese tipo.

⠀⠀―Ustedes dos deben ser monstruos o algo así...

⠀⠀―Tu comentario era innecesario, chico tigre.

⠀⠀―Hieres mis sentimientos, Atsushi~

⠀⠀―Y eso nos deja igual que al inicio. ¿Qué vamos a hacer con el traidor? ―acotó Mori finalmente. Las cartas volvían a tenderse sobre la mesa de debate y caían en un interminable ciclo sin solución o final.

⠀⠀―Creo que no es buen momento para tomar una decisión. Claramente no nos ponemos de acuerdo y dado que se oponen tan rotundamente a mi idea, les dejaré pensarlo un par de días, no disponemos de mucho tiempo ―Dazai se pone de pie, acomoda el brazo en el cabestrillo que Yosano había insistido que usara por un tiempo y obtiene toda la atención de los participantes en aquella reunión―. Nuestros nuevos invitados deben estar cansados. Ango, encárgate de llevarlos a donde se van a quedar y que puedan comer algo caliente, está haciendo más frío.

⠀⠀

⠀⠀Con un asentimiento del hombre de gafas, luego observa a Mori, repite el mismo gesto ahora para él, obedeciendo la cadena de mando, para entonces retirarse a descansar. Estaba tan cansado y los músculos le dolían por el frío y las heridas sanando, por más que no lo quisiera aceptar. Para un alfa, en especial quien estaba destinado a ser el futuro de líder de su manada, demostrar debilidad no estaba permitido.

⠀⠀Era una lástima que su debilidad ya fuera de conocimiento público a estas alturas y que además, tuviera nombre y apellido.

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