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Todos se han preguntado cómo deberían comenzar una buena historia. Osamu Dazai apostaría sus vendas a que sí. Él apenas sabe cómo comenzar el día sin un sermón del alfa de la manada, el que por cierto (y en sus propias palabras) desgraciadamente es su padre.
⠀⠀Con él, las mañanas prácticamente consisten en lo mismo; el hombre le pide a ruegos que asiente cabeza y Osamu finje demencia mientras bebe una taza de café para acompañar el desayuno que Gin ha preparado. Cuando el hombre se cansa de que lo ignore olímpicamente, lloriquea rogándole a la diosa Gea que Elise no le dé tantos problemas.
⠀⠀Como si se tratara de una invocación mágica, la pequeña baja las escaleras de la cabaña y atraviesa la cocina con sus caireles amarillos como el sol ondeando de lado a lado con su andar. Y aunque Mori extiende sus brazos esperando un gesto de cariño y un «buenos días, papi» la rubia cabellera pasa de largo hasta llegar al lado de su hermano mayor, estirando hacia él sus cortos brazos.
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⠀⠀—¡Buenos días, hermano! —Y con eso, el adulto de la casa quiere llorar. Dazai se limita a sonreír en una línea curva para ella, la sube a su regazo y le alcanza una hogaza de pan.
⠀⠀—Buen día, Elise —contesta él. Ella sonríe ampliamente, recibe el pan y espera pacientemente a que le sirva un poco de leche, le agregue azúcar y lo mezcle, dándole el pequeño cuenco para que ella humedezca el trozo compuesto por harina de trigo y levadura.
⠀⠀—¿Y para mi no hay ni un mísero abrazo? —reclama su padre.
⠀⠀—Es muy temprano para llorar, Rintarō —le contesta ella escuetamente. Le agracede con gestos a Dazai por el desayuno y él entonces la acomoda en su propio asiento—. Hermano, ¿hoy también saldrás a cazar?
⠀⠀—No, hoy iremos a patrullar. ¿Por qué? ¿Qué quieres que te traiga? Que no sea un conejo, por favor. El último duró nada en comparación al tiempo que invertí en atraparlo sin un rasguño.
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⠀⠀Así transcurre la mañana. Luego del desayuno Elise se retira a asearse y "ponerse más bonita" según sus palabras. Y cuando padre e hijo vuelven a quedar solos, Dazai agradece a todos los dioses terrenales bajo el ala de Gea por hacer a Gin cruzar la puerta buscándolo. Mori se resigna y se ahorra toda la palabrería sobre que ya tiene edad para un heredero y con un gesto leve de su mano, le permite marcharse con la joven beta.
⠀⠀Se encamina con los brazos cruzados detrás de la cabeza. No muy lejos de su hogar —la cabaña del alfa de la manada— llegan rápidamente a lo que vendría siendo la plaza. Allí los espera Ryunosuke Akutagawa, el hermano mayor de Gin y uno de los pocos alfas de la manada.
⠀⠀A su lado, Ango Sakaguchi pule sus anteojos con la manga de su ropa mientras cruza palabras con Akiko Yosano sobre vaya Gea a saber qué. Puede escucharlos claramente, pero en realidad no le pone atención a lo que conversa el par de betas.
⠀⠀Con esos cuatro individuos se conforma su jauría, considera que no necesita más para hacer su trabajo como futuro líder; Yosano se especializa en medicina, una doctora nata. Ango es un consejero imparcial, y los hermanos Akutagawa son una fuerza letal, tanto en equipo como individualmente, eso sin mencionar que harían cualquier cosa que Dazai diga, por muy estúpida que pueda sonar la orden.
⠀⠀Como ocurre con todo alfa, Ryunosuke y él poseen poderes especiales únicos, otorgados por la mismísima Gea al nacer alfas. Raramente un beta es bendecido con un don y da la casualidad de que él tiene una a su disposición. Yosano tiene la capacidad de devolver a su estado normal a cualquiera gravemente herido, con las únicas limitaciones de que no puede hacer nada si la persona ya ha muerto y que la persona debe estar al borde de la muerte para que su poder sea efectivo, por lo que si no estás tan grave para ello, pero no tiene el recurso para curarte convencionalmente, te romperá los huesos de ser necesario para poder curarte; es algo sumamente doloroso y, aunque Dazai no lo ha probado en carne propia gracias a su habilidad, no se lo desea a nadie (y ella lo disfruta demasiado. Qué sádica.)
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⠀⠀—... zai... ¡Dazai, te estoy hablando!
⠀⠀—¿Eh? —Reacciona tardíamente. Ango se acaricia el puente de la nariz en un gesto frustrado, al confirmar que estaba perdido en sus pensamientos otra vez.
⠀⠀—Que estamos listos para partir cuando usted lo decida, señor —repite, suspira quedo y se traga lo que sea que quisiera sermonearle sobre poner más atención. No vale la pena el gasto de saliva, a su pesar.
⠀⠀—Bien, andando.
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⠀⠀La brisa matutina se escabulle entre los troncos de los árboles que los rodean. El sonido de las rocas siendo arrastradas en el fondo del río que delimita su territorio al noroeste, los arrulla con cada paso y algunos rayos del sol se cuelan entre las hojas en la copa de los mismos árboles, todo en una melodía silenciosa de la naturaleza, deleitando sus sentidos con la bendición de la diosa Gea.
⠀⠀Ryunosuke camina tres pasos delante de Dazai, Gin va a su izquierda, un paso por detrás y al final, Ango y Yosano caminan juntos en la retaguardia. Se espera que sea el líder quien encabece la jauría, pero en los patrullajes de su manada es normal que los considerados "príncipes" lleven una escolta. También sirve como señuelo en caso de una emboscada, creerán que Akutagawa es el líder y lo atacaran primero, dándole a Osamu el tiempo de contraatacar y dar órdenes. Y los ataques enemigos o de manadas de otras especies son normales, ya que el objetivo es debilitar al líder y así apoderarse del territorio para expandirse, que por cierto, su manada abarca gran parte del norte con el mayor territorio de todos.
⠀⠀Esa también es la razón de que pase dos tercios de su vida llenando su cuerpo de vendajes. Y el único motivo de que Mori no castigue a sus camaradas y los tache de incompetentes, es porque sabe que su hijo tiene un fuerte instinto temerario (más bien suicida, en opinión de Akiko y Ango) que lo lleva a protegerlos antes que a él mismo y a recibir las heridas en su lugar. A cambio, Mori solo puede resignarse y estar orgulloso de que al menos será un buen líder que velará por su manada por sobre todo.
La tarde se cierne el grupo nosotros y con ello el hambre los invita a buscar alimentos. Dazai se sienta en la base de un viejo cedro a hacer guardia mientras Ryunosuke utiliza su habilidad para sacar algunos peces del agua, cerca de allí Ango recoge ramas secas para poner una fogata, Yosano trae bayas de un grupo de arbustos frutales que ya tienen muy bien ubicado y Gin, con su forma lobezna, va en busca de un conejo o algunas ardillas.
Desde donde se ha sentado, el alfa se relaja brevemente dejando salir sus orejas de lobo que difícilmente se camuflan con sus hebras castañas y una mullida cola sobresale de su yukata azul con esfuerzo. Con dicha trasformación básica, cierra sus ojos y deja que sean sus sentidos los que vigilen el entorno.
Escucha el sonido del agua siendo profanada por la tela filosa de la habilidad del mayor de los Akutagawa, Rashoumon, bajo la estricta pesca de este. Los warajis¹ de Yosano pisando las hojas secas alrededor de los arbustos, una rama que se rompe por las manos de Ango que la doblan y las ligeras patas de Gin persiguiendo algo más pequeño que ella. La brisa moviendo su cabello y el ausente canto de las aves...
Abre los ojos de golpe en dirección a la copa del cedro y en un movimiento coordinado rueda a su derecha mientras se levanta, escuchando como una flecha se impacta en el tronco en el lugar donde estaba sentado antes. El sonido alerta a los demás, quienes abandonan lo que estaban haciendo para acercarse a Dazai, todos ya en posiciones de ataque.
Él conserva la compostura y sonrie por la situación.
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⠀⠀—Gin, Ryunosuke, los quiero vivos. —Y con esa orden escueta, ambos se lanzan en su forma de lobos para traer a los agresores que están del otro lado del río—. Ango, ve a dar aviso.
⠀⠀—Sí, señor.
⠀⠀—Yosano. —la mujer se pone firme a su lado, mientras Ango se transforma y se aleja en zigzag para despistar mientras va por los refuerzos. Dazai saca la flecha del árbol y la ofrece a oler para ella, quien ahora es también una loba—. Quiero al insolente de la flecha en una pieza. Llevemos algunos juguetes para mi padre.
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⠀⠀Y con un aullido de su parte, Akiko salta al otro lado del río para apoyar en el ataque defensivo. Pero claro, Dazai no piensa perderse la diversión; su lobo interior gruñe embravecido por la ofensa y él, con una sonrisa que podría mandar al infierno sin cruzar palabras, lo deja salir a jugar.
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— Glosario —
Geta¹: calzado tradicional japonés que suelen estar construidas en madera y su agarre tiene la típica forma de chancleta.
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