𝐄𝐗𝐓𝐑𝐀 - 𝐈

Formar un lazo con alguien es algo muy importante. Tener la oportunidad de planificar el momento, el lugar y la persona es algo único e invaluable. Chuuya se siente afortunado de haber podido ser libre de escoger por sí mismo ese momento; gracias a Gea, Dazai es muy condescendiente con todo lo relacionado a ello. Así que cuando le pide sin rodeos que lo marque, antes del inminente inicio de su celo, Dazai siente la realización alcanzarlo porque Chuuya, su Chuuya, en pleno uso de sus sentidos lo ha escogido a él de entre todas las posibilidades.

⠀⠀(Sinceramente, Dazai no se quedaría consigo mismo. Es ruidoso, molesto a propósito y torpe. No del tipo de torpe que se tropieza con sus propios pies mientras corre, sino del tipo que se tropieza con una flecha, una emboscada o un animal salvaje demasiado grande. Sabe que ha molestado a Mori con eso desde que tiene uso de razón, pero Chuuya realmente se preocupa incluso si se golpea el dedo chiquito del pie con una piedra. En resumen, Dazai cree que Chuuya se merece a alguien mejor que él, pero es lo suficientemente egoísta para ignorar a su propia consciencia y quedarse con él).

⠀⠀De todos modos, él no es capaz de rechazarlo, se cortaría las manos y los pies antes que decirle que no a Chuuya. Y eso los lleva al momento actual.

⠀⠀Dazai inicia un beso suave y constante, lento. Es Chuuya quien se desespera y comienza a morder sus labios, con una clara exigencia por más, más, más. Su piel está tibia al tacto, no lo suficiente para tomarlo como fiebre pero sí como un anuncio de lo cerca que está su celo. Dazai deduce que podría ser medio día o un poco más antes de que la primera ola de calor lo golpee. Por ahora, Chuuya está totalmente consciente de sí mismo y de lo que hace, así que el alfa solo tiene que darle lo que pida, sin el temor de estar abusando de su confianza. Es un placer para él al poder saber que todo lo que haga es a solicitud del pelirrojo y no un acto instintivo de su lobo, algo que podría olvidar cuando regrese su consciencia.

⠀⠀Las feromonas de Chuuya lo golpean sin piedad alguna, llenando la habitación con un delicioso aroma, como si estuvieran en la cocina horneando galletas de jengibre. Eso hace que sus propias mejillas se pongan sonrosadas poco a poco y lo siguiente que sabe, es que está sobre Chuuya, despojándolo de su ropa, justo como el kappa deseaba. Hay una especie de comunicación no verbal entre ellos cuando Chuuya usa sus feromonas en él; Dazai ya lo había sospechado antes, porque Chuuya lo había hecho involuntariamente un par de veces cuando quería ganar una discusión. Una pequeña descarga, un puchero y cruzarse de brazos, y Dazai dejaría que Chuuya le arranque la piel y la use como alfombra si quiere.

⠀⠀Así que en definitiva, Chuuya está complacido de ver los ojos de Dazai volverse ligeramente dorados mientras hace todo lo que está deseando, a pesar de que no ha dicho una palabra.

⠀⠀Su piel prácticamente arde bajo los hábiles dedos de Osamu. Por donde sea que toque, deja un rastro de calor que permanece casi lo suficiente para que el próximo roce de sus yemas sobre la carne queme. Es tortuoso, pero una delicia a su vez y le hace sentir mariposas en el estómago por la anticipación. Esta vez, Dazai no necesitará prepararlo demasiado, si solo con besarlo sentado en su regazo, Chuuya se siente mojado. Pero Dazai no sería él mismo si fuera demasiado complaciente, así que Chuuya tarda en darse cuenta, pero cuando lo hace, muerde su labio y gruñe, porque Dazai no solo empezó besandolo despacio, sino que sus caricias han sido suaves y casi superficiales, causándole cosquillas y distrayendo su atención del bulto que se forma bajo él.

⠀⠀

⠀⠀—Osamu, deja de jugar.

⠀⠀—¿Eeh? Pero Chuchu, ¿cuál es la prisa? —su tono es juguetón, delatando que, en efecto, está jugando con él. Chuuya endurece su mirada y su voz es prácticamente un comando cuando le dice:

⠀⠀—Juro por Gea, que te arrancaré la ropa de encima y tomaré el puto control si no me tocas apropiadamente, ahora —y Chuuya no tiene idea de lo mucho que le prende que se ponga así, por lo que Dazai disimula lo mejor que puede, porque heriría su orgullo admitir eso en voz alta.

⠀⠀—¡Sí, señor! —canturrea de inmediato, sus manos le aprietan los glúteos y todo el enojo se esfuma de Chuuya como humo.

⠀⠀

⠀⠀Chuuya sigue aprendiendo de las facetas que tiene el alfa, aunque no tiene dudas de que una de sus favoritas, en secreto, es esta. Dazai mirándolo con sus ojos lobunos fijamente, como si no existiera nada más en el maldito mundo que valga la pena ver en lugar de a Chuuya. Lo hace sentir como una presa y a la vez como un dios pagano atrapado en un cuerpo humano. Le da esta sensación de poder que solo experimenta segundos antes de que su habilidad se salga de su control y también se siente como flotar sin hacerlo, porque está seguro de que si Dazai no fuera un anulador, estarían cogiendo en el maldito techo (suena divertido en realidad, ahora que lo piensa en el calor del momento, sin embargo, la idea de no tener control de su mente por el celo ¿y además de su habilidad? Le aterra).

⠀⠀Le gusta que Dazai sea su detonante y también su cable a tierra.

⠀⠀

────────────────────────────

⠀⠀

⠀⠀El otoño casi ha acabado, lo que además de cubrir cada porción del suelo con un montón de hojas de colores cálidos, desde el rojo hasta el marrón, crea ligeras brisas heladas que obligan a los miembros de la manada del norte a cubrirse con bufandas y abrigos desde hace unas semanas. Las personas van y vienen en su pequeña plaza, comprando e intercambiando lo que les hace falta antes de que llegue la primera nevada, así como sus visitantes anuales, los nómadas del este. Una suave mata de cabellos negros se abre paso entre las piernas de los adultos, con sus agiles pies dando zancadas, aunque para un cachorro de apenas trece meses, es lo mismo que para un adulto caminar.

⠀⠀⠀Sus ruidosas y alegres carcajadas de bebé llenan el aire y contagian a todo el que lo oye al pasar, mientras él se divierte de huir de su progenitor.

⠀⠀

⠀⠀—¡Kaida, no corras! —Atsushi persigue a un infante en medio de la plaza. Es tan pequeño pero enérgico, que si pestañea, llegará a la entrada de la manada antes que él—. ¡Te vas a caer!

⠀⠀—Déjalo ser. Si se cae, solo tiene que levantarse —Akutagawa esconde una ligera tos detrás de su mano, mientras le resta importancia a la posibilidad de que su primogénito se raspe una rodilla—. Necesita experimentarlo de primera mano, eso lo hará fuerte.

⠀⠀—¡Es solo un cachorro! —le discute, encorvado mientras intenta pillar al niño, escondido entre las piernas del panadero y una señora.

⠀⠀—Lo consientes demasiado.

⠀⠀

⠀⠀Ryūnosuke entonces se agacha y llama al niño. Kaida lo mira con sus ojitos bicolor brillando y se lanza emocionado a sus brazos, repitiendo animadamente algo que suena como "arriba, arriba", hasta que el alfa lo sube sobre sus hombros. Atsushi bufa casi ofendido mientras se endereza, murmurando un "¿quién es el que lo consiente?" y niega con la cabeza desaprobatoriamente.

⠀⠀Mientras tanto, unas caras conocidas se asoman en la entrada y Chuuya sonríe de oreja a oreja cuando Kōyō va y lo abraza. Ostenta casi orgullosamente una mordida en su cuello y la omega casi quiere llorar porque aún no supera (casi un año después) que Chuuya aceptó a ese chico harapiento como su alfa.

⠀⠀(Es una exageración, claro está. Fuera de las vendas, la ropa de Dazai es de buena calidad, es el heredero del alfa, por el amor de Gea. Pero si el kimono no fue hecho o escogido por ella misma, es un harapo y punto).

⠀⠀Oda viene detrás suyo y trae en sus brazos a una niñita de unos tres años; la encontraron abandonada por otra manada de nómadas que ronda al oeste, al parecer no iba a sobrevivir el invierno con ellos luego de perder a su madre. Claramente, Oda con su blando corazón para los infantes la recogió y la llevó con Kōyō y la omega se enamoró de Aya a primera vista. Ahora que su Chuuya ya estaba grande, volver a empezar sonaba de maravilla para sus instintos.

⠀⠀Los reencuentros continuaron entre abrazos y sonrisas, risas infantiles y lobos retozando entre las hojas caídas. Dazai se acercó a Chuuya por detrás y abrazó su cintura, apoyando la cabeza en su hombro al encorvarse y dejando un beso en su cuello, sobre la marca de unión, haciendo reír al pelirrojo. Sus manos se cruzaron sobre su vientre, donde Chuuya las acuna con las suyas mientras se miran cómplices. Esperan a que todos estén sentados alrededor del fuego esa noche, contando historias y compartiendo, antes de interrumpir a Mori en medio de una aburrida anécdota.

⠀⠀

⠀⠀—Hay algo que nos gustaría compartir con todos ustedes —avisa Chuuya y todos los voltean a ver, con Dazai parado detrás suyo con un montón de hojas en sus brazos, que parecen no haberse caído por su cuenta, porque son amarillas y rojas—. Nosotros-

⠀⠀—¡Vamos a tener un bebé! —interrumpe el alfa, enérgico y demasiado emocionado para dejar a su pareja terminar, mientras lanza las hojas al aire. Habían acordado en que Chuuya hablaría y Dazai lanzaría las hojas en el momento exacto, por lo que se gana que Chuuya lo mire feo y ponga un puchero; aunque viendo lo emocionado que está el moreno, el enojo se le pasa bastante rápido.

⠀⠀

⠀⠀Mori podría hacer la danza de la lluvia ahora mismo, pero en su lugar alza a Elise y le da vueltas en el aire, ambos riendo. Kōyō parece que podría desmayarse en cualquier instante, balbuceando en el oído de Oda que no está lista para ser abuela. Él le susurra de vuelta que jamás había visto a una abuela sexy y que será la primera, así que debe alegrarse. Los demás vuelven poco a poco a lo suyo, así que Dazai se sienta y arrastra a Chuuya a su regazo, para tener más cercanía y que esté cómodo para abrazarlo. Su vientre de tres meses apenas es notable y lo más seguro es que el bebé nazca hasta la primavera, lo cual es bueno.

⠀⠀

⠀⠀—Oye, Chuuya... ¿Eres feliz?

⠀⠀—¿Mm? Claro que soy feliz, tonto.

⠀⠀—¿De verdad? Quiero decir, sé que te estoy limitando al haberte unido a mi y que podrías ahora mismo estar liderando tu propia manada, teniendo las parejas que quisieras a tu merced... Y no quiero que te lamentes en el futuro, cuando mires hacia atrás y veas todo lo que te perdiste.

⠀⠀—Y según tú, ¿qué es eso que me estoy perdiendo? ¿Ser el de arriba? —se burla él.

⠀⠀—Por ejemplo, sí —admite Dazai, repentinamente serio para el tono jocoso de Chuuya.

⠀⠀—Si eso te preocupa tanto, puedes dejarme metertela cuando quieras, no me voy a quejar —bromea, soltando carcajadas en consecuencia. Dazai le dice que está bien y ambos siguen bromeando al respecto.

⠀⠀

⠀⠀Definitivamente, Chuuya está feliz de haber escogido al lobo negro que lo acompaña cada noche a dormir en la calidez de su hogar.

⠀⠀

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top