𝟶𝟷 » 𝑷𝒐𝒓 𝒍𝒂 𝒗𝒆𝒏𝒕𝒂𝒏𝒂.
El sonido que hizo la puerta logró sacar a Gon de sus pensamientos.
Tick, tack... Tick, tack...
El tiempo parecía detenerse a pesar de que podía escuchar perfectamente el reloj.
—¿Señor Freecss? Habla Palm, la directora de la escuela. Sí... Sé que tiene una agenda muy ocupada pero me gustaría hablar un momento de la situación con su hijo. Es la tercera vez en esta semana que aparece con moretones o signos de agresión.
La voz amable y preocupada de la joven mujer le tranquilizaba al menos un poco. Mantenía sus puños cerrados con tal fuerza que estos se veían blancos.
No iba a venir. Nunca lo hacía. Siempre lo dejaba solo.
Se negaba a seguir escuchando la conversación pero al centrarse en sus pensamientos era mucho peor. Tenía miedo; frustración... De huir a cualquier otra parte. Las ganas de llorar eran incontrolables, pero debía soportarlo.
—Si no se presenta tendré que tomar medidas más contundentes, entienda que Gon no está bien aquí. He hecho todo lo posible para evitar esto pero escapa de mis manos, ya sabe que la juventud es cruel e injusta. Le tengo mucho aprecio a su hijo, en cualquier otra institución capaz las cosas sean más llevaderas. —se sentó al frente del azabache mientras cerraba los ojos escuchando. Una de sus manos con uñas largas y bien cuidadas llegó al medio de entre sus cejas frotando con insistencia. —¡No me diga cómo debo hacer mi trabajo! ¡He hecho más que suficiente para apoyarlo, en cambio usted ni siquiera es capaz de hablar con él!
Palm se levantó tras dar un sonoro suspiro. Utilizando su fuerza dejó el celular sobre el escritorio ocasionando un sonido que hizo los orbes almendras verle. Volvió a sobar su frente con más ímpetu. Sus ojos violetas estaban inquietos manteniéndose fijos en un punto indefinido.
—Lo siento, no debí alterarme de esa manera. —se disculpó. —Tomaré la decisión de buscarte otra persona que...
—¡No, no quiero eso! —interrumpió con la voz quebrada. —¡Si me voy con alguien más posiblemente no me quiera!
—Gon... —la tristeza que le transmitían sus palabras le arrancó las palabras de su garganta. —No digas esas cosas. Eres un chico estupendo, tienes tantas virtudes...
—Prefiero que mi padre esté ausente a tener que volver a pasar por el rechazo de alguien más. Me basta con mis compañeros. —finalmente las lágrimas comenzaron a salir.
La castaña se mantuvo callada. Le dolía demasiado el miedo que Gon tenía debido al trato tan dañino de su entorno. Quería ser capaz de quitarle ese peso, aliviarlo de sus problemas.
Sin embargo no podía obligarlo.
—Está bien. —su respuesta hizo que los orbes almendrados la vieran. —Mi condición es que ante cualquier cosa vengas a verme o me llames si es estrictamente necesario. —dijo con seriedad. —Si no cumples tu promesa...
—¡Lo haré! —la imitó para acercarse. —¡Es una promesa del meñique, si no lo cumplo me comeré un millón de agujas! ¡Se sella con un beso! —no pudo reaccionar ya que juntó sus dos pulgares imitando la acción. Alargó la última vocal para sonreírle.
Limpió cualquier rastro de llanto con su antebrazo. A pesar de sus heridas, las mejillas maltratadas y uno que otro raspón su sonrisa era brillante.
—Puedes decirle a Kurapika que pase. —le fue inevitable no reír.
—¡Gracias! —tomó su bolso para salir por la puerta. A penas la cerró se encontró con el rubio que se acercó inmediatamente al verlo.
—¿Cómo te fue? —expresó con preocupación.
—¡Bien! ¡Hice una promesa con Palm!
—¿Ah, sí? —hizo una mueca sin entender. Sonrió un poco. —De acuerdo, entonces supongo que te irás. —asintió en respuesta.
—Ya puedes entrar. ¡Te veré mañana!
—¡Avísame cuando llegues! —dijo antes de que desapareciera por el pasillo.
Con rapidez se alejó despidiéndose con la mano. Al salir del colegio podía dejar de sentir esa presión en su pecho que no lo dejaba respirar.
Su actitud optimista se fue apagando al llegar a su hogar. Las luces estaban ausentes, la calle solitaria. Apenas se escuchaba los carros al transitar de manera breve iluminando el camino.
Al estar al frente de la entrada sacó sus llaves del bolsillo abriendo la reja principal.
—Estoy en casa... —susurró. Nadie se encontraba pero la costumbre no desaparecía. Desató sus zapatos para dejarlos en el suelo y subir las escaleras.
Apenas entró a la habitación se dejó caer en la cama. Cerró los ojos.
Intentaría despejar su mente de lo sucedido en la semana. Podría cocinar algo diferente, tal vez ver alguna película...
La voz de alguien le hizo incorporarse para observar por la ventana abierta par en par. Su curiosidad hizo que se aproximara, más cuando reconocía de quién se trataba.
Killua Zoldyck, él chico más popular de la escuela estaba al frente hablando por teléfono. Aunque no se le veía para nada feliz. Parecía una discusión.
—¡Qué estupidez! ¡Deja de llamarme solo para decirme eso! —escuchó del albino que caminaba de un lado a otro. —Tengo cosas que hacer. Adiós. —bajó el celular de su oreja para colgar. En ese instante se dio cuenta de que Gon lo observaba.
Quedó en shock. Ni siquiera le dio tiempo de esconderse.
Su corazón latió de manera acelerada al ver a Killua abrir más la ventana.
—Oye, es desagradable espiar a las personas. —a pesar de que no se notaba de buen humor no fue grosero con él.
—Lo-lo siento... No quería... —negó con las manos.
Se observaron por un momento. Los ojos azules miraron el cielo.
—Te he visto en alguna parte. —comentó cruzando sus brazos. —¿Estudiamos juntos? Pareces tener mi edad.
—Sí-si... Estamos en la misma clase. —jugó con sus dedos debido a los nervios.
—Ya veo.
El silencio fue agradable. Más cuando la brisa se hizo presente.
—¿Está... Está todo bien? —tartamudeó el azabache tratando de sacar tema de conversación. Killua le vio.
—Eso creo. Solamente que mi novia es bastante molesta. —hizo una mueca. —Apenas le digo algo en lo que no estoy de acuerdo busca discutir, no la entiendo.
—Debe ser bastante tedioso...
—¡Exacto! —sonrió. Al verlo no pudo evitar sonrojarse. Sin duda alguna Killua era un chico atractivo. —¡Espera un momento!
Se quedó sin habla al verlo irse de prisa. Intentó observar mejor entrecerrando los ojos pero ya había regresado con un block de dibujo entre sus manos.
—Dime tú opinión, sé lo más honesto posible. —buscó donde sentarse manteniendo contra su pecho el material. —¡No te rías!
Gon no supo que contestar hasta que con un sonrojo en las mejillas Killua le dio vuelta al block.
Era un dibujo hecho a marcador negro de lo que parecía ser de él mismo. Sin embargo, se notaba lo novato que era, además de que le agregó a su rostro rasgos felinos. Estaba tan orgulloso de su trabajo que no pudo evitar lanzar una carcajada.
—¡Te dije que no te rieras! —se quejó.
—¡No es por nada malo! Es adorable. —pasó su mano por uno de sus ojos ya que unas pequeñas lágrimas se asomaban debido a la risa.
Killua no respondió nada. Estaba más que avergonzado por el comentario tan honesto pero por la iluminación no se apreciaba demasiado.
—A mí también me gusta dibujar. Tengo unos cuantos dibujos varios pero no los he terminado.
—¿Qué esperas? ¡Quiero ver!
Está vez el moreno desapareció ante la impaciente mirada del albino. Cuando regresó eligiendo uno de sus últimos trabajos recibió un claro sonido de asombro.
—¡Increíble! ¡Eres muy bueno!
—Gracias, no suelo dibujar personas. Me gusta ilustrar mi entorno cuando tengo la oportunidad.
—¿Ese es el árbol que está cerca de la escuela, verdad? ¡Parece una fotografía!
Gon mantuvo silencio. No veía lo que hacía de esa manera.
—¡Deberías dedicarte a eso! Aunque podrías practicar dibujar a alguien. —pensó. —¡Ya sé! ¿Por qué no me usas de modelo?
—¿Q-qué? —tardó en reaccionar ante su propuesta.
—Diablos, me están llamado... —se quejó. —¡Luego hablamos!
Estuvo gran parte de la noche meditando lo ocurrido. Un sentimiento de alegría se mantuvo en él hasta el día siguiente.
No podía esperar para volver a verlo.
𝐀𝐝𝐯𝐞𝐫𝐭𝐞𝐧𝐜𝐢𝐚𝐬: Este fanfic manejará temas delicados como es la homofobia, bullying (acoso escolar), la ausencia paternal tanto como maternal en el transcurso de la historia. También lenguaje inapropiado y abuso psicológico.
Si eres sensible a estos temas y/o no son de tu agrado prefiero comunicarlo al principio antes de cualquier cosa. ¡Muchas gracias!
Esta pareja tiene mucho cariño en mi corazón, quería aprovechar para tratar este tipo de situaciones que son reales y sufren muchos lamentablemente. Espero que no resulte desagradable o incómodo. No exageraré las situaciones para crear más drama, seré lo más realista posible.
Al estar en la descripción pero de todas maneras volveré a mencionar que está inspirada en la canción de Taylor Swift - You belong with me. Así que si desean escucharla para mayor contexto estará en la multimedia su traducción al español ♡
Habrán también algunas alteraciones tales como las edades de algunos personajes, siendo un poco más adultos en el caso de los protagonistas. No quiero dar mucho detalle ya que contaría como spoiler ASDJS. Por último, no espero que sea un libro con demasiados capítulos (para mí veinte es bastante). Pero dependiendo del apoyo e ideas que se me vayan ocurriendo veré si serán más de lo planeado.
¡Espero disfruten de la lectura!
✃𝐀𝐜𝐭𝐮𝐚𝐥𝐢𝐳𝐚𝐜𝐢𝐨́𝐧 𝐜𝐚𝐝𝐚 𝐭𝐫𝐞𝐬 𝐬𝐞𝐦𝐚𝐧𝐚𝐬.
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