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Seokjin se encontraba haciendo unas compras en un supermercado que quedaba cerca a su casa, estaba en la zona de las frutas, eligiendo sus favoritas, hasta que escucha unos murmullos cerca de él y como escucha su nombre ser dicho por una voz algo chillona.

No volteó porque quería estar seguro de que estuvieran hablando de él y saber qué cosas decían.

— ¿Cuánto crees que Jeongguk durará con Seokjin? —preguntó una de las chicas.

— La verdad no lo sé, pero espero que terminen pronto. No soporto a ese chico. —Seokjin frunció el ceño al escuchar aquello, ¿no lo soportaba? Pero si ni siquiera lo conocía.

— Si, es tan estúpido y pienso que Jeongguk solo está con él por lastima, o sea, es Jeongguk, ¿cómo se pudo "enamorar" de semejante cosa? —los ojos de Seokjin se comenzaron a cristalizar al escuchar aquello proveniente de esa chica, ¿por qué dicen esas cosas sobre él sin conocerlo? ¿Qué les hizo?

Comenzó a temblar un poco que dejó caer la canasta donde tenía las cosas que compraría, haciendo un estruendo, causando que todas las miradas se fijaran en él, incluidas las de las dos chicas que hablaban anteriormente de su relación con Jeongguk.

— ¿Ese no es Seokjin? —preguntó una de ellas.

— Si, ese es. —respondió la otra.

Seokjin se dio la vuelta y salió corriendo de ahí, no importándole el desastre que había hecho algunos segundos atrás.

Cuando salió del supermercado, las lágrimas no tardaron en salir; las personas que pasaban cerca de él se lo quedaban mirando, algunos con tristeza, otros confusión y algunos no importándoles lo que le ocurría.

Caminó lo más rápido que pudo para llegar a su casa y al llegar a esta, subió corriendo a su habitación, encerrándose en este y tirándose en su cama para llorar y desahogarse hasta que se quedara sin lágrimas para derramar.

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Jeongguk cerró fuertemente la tapa de su laptop al ver aquel vídeo que se había vuelto viral en twitter, su novio llorando en el centro comercial por unos comentarios que sus fans habían hecho, ¿por qué no pueden entender que Seokjin es el hombre que ama, que es el amor de su vida?

Ya no soportaba que sus propias fans trataran tan mal a su novio, no se lo merecía para nada; Seokjin es una persona demasiado adorable, el cual se merece el mundo pero el mundo no lo merece a él, es tan bueno para este mundo.

Decidió llamar al mayor, para saber su estado, le preocupaba mucho. Ahora mismo no podía ir a su casa porque se encontraba en el estudio y estaría ahí por varias horas, ya que estaba grabando las canciones para su nuevo álbum.

Un tono, dos tonos, tres tonos...

— Hola? —contestó una voz rasposa, ahí supo que su castaño no estaba para nada bien.

— Amor, ¿estás bien? —se pegó mentalmente al hacerle esa pregunta, porque sabía perfectamente que era estúpida y que su novio no estaba para nada bien.

— S-sí. —tartamudeó el mayor con algo de nerviosismo, no quería que su novio se preocupara.

— Bebé, sé que no lo estás, no finjas conmigo. —dijo con voz suave—, Ahora mismo estoy algo ocupado, pero enseguida que termine, iré a verte, no me importa a qué hora sea, ahí estaré, ¿está bien?

— Está bien, te amo tanto. —un sollozó se escuchó a través de la línea, haciendo preocupar al menor.

— ¿Amor? ¿Estás llorando? Por favor, no llores, ¿sí? Y te amo mucho, muchísimo más. —el pelinegro podía escuchar al contrario soplando su nariz, haciéndolo reír un poco, por lo tan adorable que era, aunque no lo tuviera frente a frente—, Te amo cariño, hasta más luego.

— Adios amor. —cortó.

Cuando la llamada finalizó, el pelinegro escondió su cara entre sus manos, suspirando profundamente, tenía que hacer algo y tenía que hacerlo lo más pronto posible, antes de que todo se saliera de las manos.

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Al salir del estudio, lo primero que hizo Jeongguk fue dirigirse a la casa de su novio para ver el estado en el que se encontraba, sabía que no estaría del todo bien después de lo que sucedió en el centro comercial, pero ahí estaría él para consolarlo y abrazarlo hasta que ambos se quedaran dormidos en los brazos del otro.

Al llegar a la casa de Seokjin, abrió la puerta, porque si, tenía una llave porque sabía que cuando el mayor estaba en este estado, no le gustaba levantarse de la cama para abrir la puerta.

Al entrar, cerró la puerta tras de sí y subió las escaleras rápidamente, ya quería ver a su novio.

Antes de entrar a la habitación, escuchó el sonido de la televisión junto el sonido de unos sollozos, ahí supo que su novio se había puesto a ver películas tristes, casi siempre lo hacía cuando se sentía mal.

Abrió la puerta y se encontró a su novio sentado en la cama, envuelto en una manta y comiendo helado mientras sollozaba mirando la televisión, lo que hizo que no se inmutara de la llegada del menor.

— Hola amor. —dijo Jeongguk lo suficientemente fuerte como para que Seokjin escuchara, lo cual funcionó porque ahora los ojos del mayor se encontraban en el azabache.

—Gguk, viniste. —dijo el castaño con su voz algo rota por el llanto pero con una sonrisa plasmada en su rostro al ver a su novio.

— Por supuesto que vine, quería verte bebé. —sonrió mientras se acercaba a la cama de su novio y se sentaba junto a él para luego besar sus labios—.Te extrañé.

— Y yo a ti. —mencionó el mayor de los dos para luego abrazarlo fuertemente—, No me dejes, por favor. —la forma en la que lo dijo, hizo que el corazón del azabache doliera un poco.

— Jamás lo haré, Jinie, siempre estaré aquí para ti bebé. —confesó para luego unir sus labios con los del mayor en un beso más largo para luego quedar dormidos abrazándose mutuamente.

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