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→Nombrᥱ: Kim YuGyeom.
→Edᥲd: 25 años.
→Estᥲtᥙrᥲ: 1.82 cm.
→Pᥱso: 64 kg.

✎  Soy una persona bastante alegre y fiel a mi amigos, mi mejor amigo es un idiota que suele pedirme favores y yo como otro idiota más le hago caso.

♡  Me gusta complementar el físico de una persona más su personalidad, su manera de pensar y sus valores, no haré una lista aquí.

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SeokJin entró al restaurante a las siete de la tarde con el celular en sus manos, ni siquiera notó si estaba el mesero que solía atenderlo o no.

Durante la semana siguió hablando con BaekHyun, no se había equivocado, era un gran chico y sabía mucho sobre citas, tanto que le dio unos consejos que pondría en marcha.

Cuando sonó la campanilla de la puerta, SeokJin guardó el celular y se apoyó en la mesa. Un chico de cabello azulado se sentó frente a él, era guapo pero se le hacía demasiado conocido.

—Hola —Saludó SeokJin —¿Cómo estás?

—Muy bien —Contestó YuGyeom —¿Ya han venido a tomar la orden?

SeokJin recién se percató que el mesero no había aparecido aún, miró hacia atrás y no logró encontrarlo.

—¿Te he visto antes? —Preguntó curioso SeokJin.

—Trabajo aquí, no te he atendido pero te he visto venir.

Ahora tenía sentido, recordaba haberlo visto caminando con una bandeja de comida o en la caja para pagar.

—Buenas tardes —Apareció el pelinegro en la mesa —¿Ordenarán algo?

—Sólo un vaso de agua —Pidió SeokJin, había comido demasiado en el almuerzo.

—Una botella del vino más caro —Habló YuGyeom captando la atención de SeokJin.

—¿Una copa de vino? —Cuestionó el mesero mirando al chico.

—No, una botella.

El mesero miró a YuGyeom, su compañero de trabajo, el cual estaba sentado, teniendo una cita con el chico que a él le interesaba.

Pero todo tenía un propósito.

De pronto YuGyeom le guiñó un ojo y él sonrió disimuladamente.

—Enseguida vuelvo con su orden —Se dio la media vuelta dejando sola a la pareja.

—Bien, ¿Y haces algo aparte de trabajar aquí? —Preguntó interesado SeokJin.

—Me gusta la magia —Contestó con orgullo.

—Eso es genial, ¿Sabes hacer trucos?

—Algo así.

Emocionado, YuGyeom sacó una varita de madera con algo extraño en un extremo y un encendedor, SeokJin lo miró expectante.

Cuando lo encendió no pudo evitar asustarse, normalmente sus citas terminaban mal y esperaba que esta no acabara quemando el restaurante.

YuGyeom sostenía la varilla en su mano izquierda y su mano derecha la movía tal cual como lo hacían los magos que había visto en televisión.

Deslizó su mano de abajo hacia arriba y chilló del dolor.

—¡Me duele, me duele, me duele! —Se quejó YuGyeom ocupando el agua del florero que estaba sobre la mesa, una rosa cayó de la manga de su camisa y SeokJin sonrió.

—¿Estás bien? —Preguntó el castaño.

—Sí, no fue nada grave —Miró su mano asegurándose de no haberse quemado —Hasta ayer con mi novio me salió.

—¿Con tu novio?

—¿He dicho eso? Quise decir primo, ayer se lo enseñé a él ya que fui donde mis tíos —Mintió.

Estaba comprometido hace seis meses, no era una persona infiel, no estaba ahí para enamorar a SeokJin, estaba ahí porque su mejor amigo se lo pidió.

—Aquí tienen —Llegó el mesero con la orden —Un vaso de agua y una botella del vino más caro —Apretó sus dientes mirando a YuGyeom.

Esperaba que no arruinara todo el plan.

—El mesero es lindo ¿No? —Murmuró YuGyeom con una sonrisa traviesa cuando el peliengro se fue.

—¿Quién?

—El que está allá —Indicó YuGyeom mirando a su amigo el cual estaba de pie tomando la orden en otra mesa.

SeokJin se volteó disimuladamente para verlo, lo escaneó de pies a cabeza, sus piernas, su perfil, sus manos, era un chico guapo y no notó desde el primer día.

—Es guapo —Dijo SeokJin girándose para ver a YuGyeom, no encontraba muy apropiado ver y opinar de otros chicos cuando estaba en plena cita, con BaekHyun pudo hacerlo porque desde el primer segundo supo que no era su tipo ideal.

Pero YuGyeom era agradable y lindo.

Una suave música en el lugar complementaba cualquier cita pero SeokJin no estaba nada cómodo, llevaban media hora sentados y era el único que hacía las preguntas mientras YuGyeom se servía una copa de vino tras otra, no se veía interesado en conocerlo.

—¡Mesero! —Llamó YuGyeom provocando que muchas miradas se fueran hacia su mesa —¡Cámbiele a la música!

SeokJin bajó la mirada pasándose la mano por su rostro, era normal que estuviese borracho si en la mesa ya habían tres botellas del vino más caro del restaurante.

Esperaba que al menos pagara su parte y no se fuera como le ocurrió en otra cita.

La música cambió a una un poco más movida pero seguía siendo suave, el estilo del restaurante era relajado y hogareño, no podía sonar música electrónica.

De pronto YuGyeom se puso de pie, caminó balanceándose hacia un pasillo donde estaban las oficinas y cambió la música, volvió bailando y moviendo sus brazos, casi tropezó con una mesa y SeokJin cerró los ojos frunciendo el ceño.

—¡Está parte me gusta! —Se iba a subir a bailar al mesón para pagar pero el mesero lo detuvo.

SeokJin vio cómo le susurró algo al oído y lo llevó hacia la mesa.

—Tengo una cita —Habló alegremente YuGyeom golpeando la mesa —¿Por qué soy así?

—Lo siento mucho —Se disculpó SeokJin tomando las manos de YuGyeom para que no se levantara de nuevo a armar un caos —Llamaría a un taxi pero no sé dónde vive.

—¿Dónde está mi novio? —YuGyeom se apoyó en la mesa y cerró los ojos, SeokJin hizo una mueca con sus labios, si tenía novio y él se sentía la peor persona del mundo.

—Aquí guardamos las direcciones de nuestros empleados —Dijo el mesero —Llamaré a un taxi.

Ya no había nada más que hacer, YuGyeom estaba profundamente dormido, SeokJin se dio cuenta por sus escandalosos ronquidos, muchas personas se retiraron del restaurante debido al desorden que armó.

—Estará aquí afuera en cinco minutos —El mesero levantó a YuGyeom para que se apoyara en sus hombros.

—Te acompaño —SeokJin se puso de pie.

—No, no, lo llevaré yo, es tarde y está lloviendo afuera —Caminó hacia la salida moviendo a su amigo para que despertara —YuGyeom esto no era parte del plan.

—¿Cómo es que nunca probé nuestros vinos? —Balbuceó YuGyeom tratando de no caerse —¿De dónde los traes?

—Solo debías pedirle su número y en ningún momento te vi hablar con SeokJin.

—¿SeokJin? —Preguntó confundido.

—El chico lindo que estaba contigo, idiota, no quiero ser otro más que encuentre por internet, debía ser especial la forma de invitarlo a salir.

YuGyeom roncó y él rodó los ojos saliendo del restaurante.

—Llévelo a esta dirección por favor —Le tendió un papel al conductor del taxi y cerró la puerta.

Cuando volvió al restaurante estaba vacío, SeokJin se había ido dejando el dinero sobre la mesa, incluso el de las caras botellas de vino que pidió YuGyeom.

Era demasiado tarde para pedirle una cita.

Sacó su celular y comenzó a crearse un perfil en la página web de citas, no tenía otra opción.

—¡JungKook tú mamá está al teléfono! —Lo llamaron del pasillo de las oficinas.

—¡Ya voy! —Contestó el pelinegro.

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