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→Nombrᥱ: Jackson Wang.
→Edᥲd: 25 años.
→Estᥲtᥙrᥲ: 1.74 cm.
→Pᥱso: 63 kg.
✎ Vivo hace tres años en este país, mis padres se quedaron en China por lo que comenzar de cero y ha sido difícil. Tengo mi propia mini empresa, la razón es porque no me gustan las órdenes.
♡ Quisiera encontrar a alguien para tener una relación formal o algo para el rato, cualquiera de las dos. Me gustan los chicos altos y lindos, que sean tiernos pero no todo el tiempo, con carácter.
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SeokJin salió con tiempo de sobra de su departamento, por lo que aprovechó de pasar por algunas tiendas de ropa, no recordaba la última vez que se había comprado algo y su armario pedía a gritos una renovación.
Se probó más de veinte prendas y cinco pares de zapatos, al final compró solo una camisa junto a unos jeans negros, la camisa se la llevó puesta para la cita. Pasó por el centro de la ciudad viendo a las parejas caminar de la mano, compartiendo la comida, mimándose, abrazándose mientras que él los maldecía internamente por haber encontrado a su media naranja y ser tan felices.
Estuvo a punto de reventar un globo de corazón que un chico estaba comprando, por educación no lo hizo.
Pero le puso todas las maldiciones posibles con la mirada al pobre globo.
Llegó media hora antes al restaurante y sentía que los tres meseros del lugar lo miraban atento, no, no sé lo imaginaba porque cuando alzó la mirada así era.
Se sentó en su mesa favorita del lugar, que por suerte estaba desocupada, el aroma de las velas de colores le gustaba tanto que hasta las había buscado en el centro comercial para comprarlas pero no las conocían, pensó que seguramente las habían conseguido fuera del país.
—¿Ordenará ahora o esperará a su cita? —Preguntó el mesero acercándose a SeokJin quien miraba hacia la ventana.
El menor rodó los ojos, no podía creer que después de meses visitando el restaurante sin compañía, solo para beber café o almorzar, ahora en unas cuantas semanas estaba tachado como el chico de las citas, fallidas más encima.
Se volteó mirando al pelinegro forzando una sonrisa —Un café por favor.
—¿No espera a nadie?
SeokJin arqueó una ceja —Un café solamente.
El chico le sonrió —Bien, en un minuto lo traigo.
Pasaron veinte minutos y SeokJin jugaba con la taza de café mientras miraba la hora en su celular apoyando el mentón en su mano.
Las campanitas de la puerta sonaron y alzó la mirada pero solo se encontró con el mesero, éste le sonrió y SeokJin sintió como sus mejillas se enrojecían.
Parecía un desesperado.
En el siguiente tintineo que escuchó decidió ignorarlo, de pronto un chico se sentó frente a él, SeokJin lo reconoció y le sonrió.
—¿He llegado tarde? —Preguntó Jackson.
—No —Respondió SeokJin, un minuto no era nada.
—¿Cómo estás? —Preguntó amablemente.
—Bien, algo cansado por el trabajo.
Jackson se sacó el abrigo acomodándolo en la silla —¿En qué trabajas?
—Soy dentista.
—¿En serio? —Preguntó emocionado —¿Y haces descuentos?
—Buenas tardes —Se acercó el mesero a la mesa —¿Qué ordenarán?
SeokJin veía los platos en la carta junto a Jackson.
—Todo esta demasiado caro —Comentó Jackson haciendo una mueca con sus labios.
Una de las razones de por qué le gustaba ese restaurante a SeokJin era porque tenía buenos y accesibles precios pero pensó qué tal vez para Jackson eran elevados, eso no tenía nada de malo.
—¿No hay algo más económico aquí? —Preguntó Jackson mirando al mesero —Algún plato de ayer o que algún cliente no haya querido, no me molestaría si estuviera frío o podemos pagar a medias ¿Qué dices, SeokJin?
SeokJin lo escuchó atento y se enrojeció ante la pregunta.
—No guardamos platos de un día para otro —Explicó el mesero –Tampoco servimos platos fríos para bajar el precio.
—Siempre hay algún cliente que se queja por alguna mosca...
—Yo invito —Lo interrumpió SeokJin —No te preocupes, yo te invito.
—Bien entonces pediré pasta con salsa Alfredo —Pidió Jackson.
—Bien —Lo anotó en su libreta y miró a SeokJin —¿Y usted?
—Pasta con... —Miró rápidamente la carta —Salsa boloñesa.
—Buena elección —Le sonrió al castaño —Iré a pedir los platos.
—Gracias.
—Gracias por la invitación —Habló Jackson mirando a su cita —No traje mucho dinero, pensé que nos juntaríamos en un parque o algo así.
—Este es uno de mis lugares favoritos en la ciudad.
—Entiendo —Dijo mirando a su alrededor —Es lindo, caro pero lindo. ¿Me decías que eras dentista?
—Así es, la consulta esta cerca de mi casa —Jackson asintió colocándole toda su atención —¿Tú en qué trabajas?
—Soy pintor.
—¿Pintas personas o paisajes? —El chico se volvía interesante para SeokJin.
—Rejas, más bien dicho, casas.
—Ah —Recién lo entendía, no tenía problema con ello, solo preguntaba para conocer más a la persona y sus gustos.
—Es divertido aunque no lo parezca —Soltó una risita nerviosa, eso era lo importante para SeokJin, que disfrutara su trabajo.
—Supongo que sí.
La comida llegó y pasó más de una hora mientras conversaban animadamente, el chico no era grosero, hasta el momento, tampoco lo bombardeó con comida, no era demasiado exquisito y no había hablado sobre ningún ex novio.
Aún así había algo que incomodaba a SeokJin.
—¿Ese es tu celular? —Preguntó Jackson apuntando el móvil que estaba junto al brazo de SeokJin.
—Sí, es mío.
—¿Cuánto te costó? —Estiró su mano pidiendo permiso con la mirada para tomarlo y SeokJin asintió.
—No lo recuerdo muy bien.
—Supongo que caro, los he visto en las tiendas, en China puedes encontrarlo a mitad de precio de lo que aquí lo venden.
—¿Sí?
—Mi panorama favorito de los fines de semana es ir a las ventas de garaje, muchas personas las hacen aquí.
—No lo sabía —Hablar de dinero no era lo ideal en una cita, para él, pero no le importaba demasiado.
Se notaba que a Jackson le gustaba ahorrar, después de escucharlo durante veinte minutos repitiéndole que era mejor guardar el dinero bajo el colchón que en un banco, le había quedado muy claro.
También escuchó sus tips para no gastar tanto dinero durante el mes y las tiendas de segunda mano que habían en la ciudad.
Aún así, SeokJin pensaba que era un chico agradable pero no se veía con él en una segunda o tercera cita.
De pronto Jackson sacó de su bolsillo una cucaracha que estaba en una pequeña bolsa y cuando SeokJin la miró se le quitó repentinamente el hambre.
Entendió lo que quería hacer.
—Yo te invitaré —Le dijo tratando de tragar su saliva —No es necesario que la saques —Jackson estuvo a punto de ponerla en el plato.
Pero se detuvo y la guardó.
—Cierto, solo cuido tu bolsillo —Habló con una sonrisa —Aquí deben tener comida para un año completo.
—Quizás pero se debe pagar lo que se consume —Susurró SeokJin para que los demás clientes no escucharan la conversación.
—Te ayudaré a conseguir un descuento —Jackson se levantó de golpe tomando el celular de la mesa y SeokJin fue tras él, debía impedir cualquier situación vergonzosa.
—Disculpa —Jackson le habló al mesero que estaba en el mesón —¿Hay alguna forma de bajar la cuenta de la comida?
SeokJin no alcanzó a decir nada cuando el mesero lo miró sin entender.
—Ya sabes lavando los platos que utilizamos, ordenar las mesas o atender por cierto tiempo.
El castaño abrió ligeramente la boca, no, Jackson se iba al extremo con el ahorro.
—Jackson —Murmuró SeokJin avergonzado —No te preocupes por esto.
El mesero posó sus ojos en el castaño frente a él y luego en aquel chico delgado con su petición.
SeokJin fue por su abrigo para buscar el dinero pero no lo encontró por ninguna parte, lo comenzó a buscar algo desesperado y recordó que no había tomado su billetera en una de las tiendas de ropa.
Cuando miró hacia el mesón Jackson iba saliendo del restaurante, pensó que era una broma, por lo que se sentó mirando hacia la puerta unos minutos pero no volvió.
Pensó en miles de opciones para no avergonzarse con el mesero pero no las encontró, la tienda donde dejó su dinero estaba al otro lado de la ciudad, lejos de allí, no sacaba nada diciendo que volvía en unos minutos porque no le creerían.
Y Jackson no aparecía.
Suspiró frustrado mirando hacia la ventana y buscó su celular, el cual no encontró.
No sabía qué era peor en ese momento, que su cita le haya robado el celular o no tener dinero para pagar la cuenta.
Por su mente pasó la opción de lavar los platos, barrer, cualquier cosa.
Se levantó y caminó hacía el mesón no muy seguro de lo que iba a decir, jamás había estado en una situación así.
Se paró frente al mesero con la mirada baja viendo sus zapatos.
—La cuenta está pagada —Dijo el chico logrando que SeokJin lo mirara.
—C-Cómo... —Logró articular.
—No te preocupes, ¿Se ha llevado tu dinero? Si quieres puedo llamar a la policía.
—No, lo deje en una tienda de ropa antes de venir.
Ahora el mesero le encontraba sentido a la etiqueta de la camisa de SeokJin que tenía en su espalda.
—Puedo quedarme a barrer afuera —Ofreció SeokJin con sus mejillas sonrojadas.
—No es necesario. ¿Necesitas dinero para regresar a casa?
—Me iré caminando —Respondió el castaño.
—¿Seguro? Siempre vienes aquí, puedes pagarlo otro día.
—Quiero caminar, traeré el dinero la próxima vez —Aseguró, no iba a permitir que por culpa de un desconocido chico no pudiera volver más a su restaurante favorito.
—Te estaré esperando entonces.
—Gracias, en verdad, esto es vergonzoso —Cerró los ojos haciendo un puchero y el mesero soltó una risita.
—No te preocupes, ¿A quién no le ha pasado?
—Lo traeré cuando vuelva —Se fue caminando de espalda hacia la puerta mirando al pelinegro.
—Espera —Lo llamó cuando SeokJin estaba a punto de salir, sacó una tijera del cajón y se acercó al castaño, disimuladamente le cortó la etiqueta de la ropa.
—¿Qué pasó? —Preguntó tratando de mirar la mano del mesero.
—Nada, tenías una flor atrás —Ocultó sus manos detrás de él.
—Gracias, hasta luego —Se despidió con una avergonzaba sonrisa y salió del lugar.
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