♡ ; jeon jungkook


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Nombrᥱ: Jeon JungKook.
Edᥲd: 25 años.
Estᥲtᥙrᥲ: 1.78 cm.
Pᥱso: 60 kg.

 No quiero poner nada aquí porque no estoy buscando que me envíen mensajes para citas.

  Sinceramente estoy buscando a un chico en específico, no sé cómo tendrá su foto aquí pero es del mismo tamaño que yo, cabello castaño, tez blanca y con labios regordetes por así decirlo tampoco es para que le presten mucha atención a sus labios, tiene unas manos bonitas con dedos algo diferentes pero bonitos, también tiene un lunarcito al  lado de su nariz del lado derecho más bien es como una manchita, eso, tampoco quiero que se enamoren de él.

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SeokJin se levantó arrastrando los pies por el suelo de su departamento, había cerrado la consulta por una semana para quedarse en casa, atrasó todas las citas con sus pacientes y se encerró en cuatro paredes después de su encuentro con YuGyeom.

Estaba algo aburrido, más bien, bastante aburrido de terminar en lo mismo, con su corazón haciéndose lentamente pedazos y cada vez más solitario.

Su idea tampoco era estar con cualquier chico, quería al hombre correcto, el que lo hiciera sentir tan seguro de su relación que amarlo fuese tan fácil como respirar.

Durante los días de descanso miró varias páginas de internet para adoptar gatos pensando en que sería su única opción de ahora en adelante.

También decidió borrar su perfil de citas. Cuando le contó a su madre, ella lo regañó diciéndole que el amor no se debía buscar en cada esquina, que llegaba solo y que por eso no lo encontraba.

Eso solo lo hizo sentir como un desesperado que necesitaba cariño y amor.

Abrió la puerta de su departamento y BaekHyun entró rápidamente.

—¿Te ha ido mal en el trabajo? —Preguntó su amigo llegando a la sala.

—No, ¿Por qué?

—Pensé que saldrías a pedir dinero a la calle —Comentó mirándolo de abajo hacia arriba.

SeokJin traía un buzo deportivo gris, calcetas blancas, su cabello estaba desordenado y tenía ojeras.

—Pareces un vagabundo —Agregó BaekHyun.

—Bien, gracias —Rodó los ojos, no necesitaba cambiarse si estaba en su casa, además era la ropa más cómoda que tenía.

—Te traigo una noticia —Dijo BaekHyun.

—¿Algo relacionado con el policía que conociste?

—Ayer tuvimos sexo —Sonrió recordándolo.

—¿Tan rápido?

—Ya ha pasado una semana desde que lo conocí.

—Por eso lo digo ¿No fue muy pronto?

—Quizás un poco —Se sentó en el sofá con una sonrisa de oreja a oreja —Pero le tuve ganas desde que lo conocí, además me hizo sentir en la luna.

—Bien, no quiero tantos detalles —Arrugó su frente de solo imaginarlo.

—Es un poco bobo pero muy lindo, me encanta.

—Me alegro por ti —Dijo sinceramente, BaekHyun se merecía encontrar a alguien que lo complementara y amara.

—Pero esa no era la noticia que te traía —Habló emocionado ganándose la atención del pequeño.

—¿Entonces?

—Encontré el chico perfecto para ti, de hecho creo que tú eres perfecto para él.

—No, no quiero saber nada de citas por un buen tiempo —Se levantó caminando hacia la cocina.

BaekHyun lo persiguió con el celular en sus manos —Al menos mira su perfil.

—No BaekHyun, ya te dije que no saldré más en citas, fue la razón por la que borré mi perfil.

—Te enamoraras con la foto —Llegó al lado del castaño —Lo conoces y yo también lo he visto. Pareciera que te está buscando a ti.

—No quiero —Con sus manos bajo el celular de BaekHyun.

—Tú te lo estás perdiendo, te juro que es el chico ideal para ti.

—Estoy aburrido de tener citas y que todas acaben mal.

—Lo entiendo —BaekHyun hizo una mueca dándose por vencido, guardó su celular en el bolsillo y no volvió a tocar el tema.

Pasaron la mañana juntos, BaekHyun lo hacía sentir un poquito menos miserable con sus palabras de ánimo y comentarios de los chicos que había conocido antes, tenía historias bastante graciosas para contar.

En la tarde decidió salir un momento, la lluvia apareció de un segundo a otro y corrió hacia el primer lugar conocido que vio; su restaurante favorito. Pensó en que ahí lo podrían ayudar y quizás una taza de café lo animaría a seguir con su vida normal, no podía dejar la consulta y pronto debía comenzar a trabajar de nuevo con su mejor cara.

Entró y notó inmediatamente que estaba vacío, sin clientes ni meseros, se volteó para mirar la puerta y asegurarse de que no estaba el letrero de cerrado. Su cuerpo tembló debido a su camisa mojada.

Sus ojos se movieron mirando a su alrededor sin entender lo que estaba sucediendo, si habían dejado la puerta accidentalmente abierta tendría que llamar a la policía, sabía que el lugar tenía cámaras y lo que menos quería era tener problemas legales.

—¿Hola? —Dio algunos pasos cuidadosamente sintiendo las gotas de agua bajar por sus mejillas.

Las mesas estaban limpias y ordenadas, no había música pero todas las cortinas estaban abierta.

Decidió tomar la opción de irse y no seguir averiguando si había alguien más allí. Se dio la media vuelta y unos brazos rodearon su cuerpo, abrigándolo. No entendía que sucedía pero se quedó ahí ya que su cuerpo lo pedía a gritos, era cálido.

Movió su cabeza alzando la mirada y vio al mesero del restaurante. Se separó dando un paso hacia atrás y se sobó los brazos.

El pelinegro inmediatamente se quitó el abrigo colocándolo en los hombros del castaño.

—Entre porque pensé que estaba abierto —Dijo SeokJin temblando.

—En realidad afuera coloque un anuncio.

—Lo lamento —SeokJin hizo una mueca con sus labios, se quitó el abrigo entregándolo a su dueño y caminó hacía la puerta.

—Dice que está cerrado para todo el público menos para ti —Habló JungKook.

SeokJin se volteó a verlo —¿Qué has dicho?

—Hace una semana te estoy esperando.

—¿De qué estás hablando?

JungKook se acercó al castaño con una leve sonrisa colocándole nuevamente su abrigo —Hace una semana cerré el restaurante esperando que vinieras de nuevo, solo tú.

—¿Por qué harías eso? —Era lindo y extraño al mismo tiempo, simplemente no se lo esperaba.

—Porque quiero tener una cita contigo —Confesó finalmente.

—¿Eres... el dueño o algo así? —Preguntó SeokJin, no cualquier mesero podría cerrar el lugar por una semana, más bien dicho, ningún mesero podría hacerlo.

—¿Tanto te sorprende que lo sea?

—No es eso, solo que cuando pienso en el dueño de este lugar me imagino a alguien en traje que venga unos cuantos días a la semana para inspeccionar cómo van las cosas.

—No que trabaje de mesero —Dijo JungKook.

—Exacto.

—Tú eres la razón de mi nuevo trabajo.

—¿A qué te refieres?

—Que soy mesero sólo por ti —Miró al castaño con su mejillas sonrojadas.

—Estás bromeando —SeokJin rió nervioso.

—Antes no venía mucho a este lugar, me preocupe de que estuviese adornado como quería, trabajaba de casa y venía si se presentaba algún problema, hace un tiempo mis papás viajaron para conocer mi restaurante y ese día vine a almorzar con ellos —Explicó mirando directamente los ojos del castaño —Entonces tú estabas acá, comiendo solo. No pude quitarte la vista de encima, hasta mi mamá se dio cuenta.

SeokJin quiso sonreír pero no logró hacerlo.

—Le pregunté a uno de los meseros si venías seguido y ahí supe que pasabas casi todos los días por aquí en la tardes y a veces en las noches para cenar.

—¿Y entonces te volviste mesero? —Era difícil de creer.

—Quería hablarte, conocerte y acercarme de a poco a ti pero luego llegaste con un chico, se notaba que tenía dinero.

—ChanYeol —Recordó inmediatamente.

—El chico del filete sin ajo —SeokJin asintió sonriendo —Lo vi tocarte la pierna bajo la mesa y pensé que era tu novio pero luego te fuiste enojado y no sabía qué pensar porque quizás había sido una discusión de pareja. A los días volviste con otro chico y otro, hasta que te pregunté y me dijiste acerca de la página web de citas.

—¿Entonces? —Levantó ambas cejas para que continuara y recordó su última cita —Espera, ¿Tú conocías a YuGyeom? Sabías que saldría conmigo.

—Fue un favor que le pedí —Admitió.

—Eres un idiota —Se volteó para irse. Exactamente debido a esa cita tiró todo por la borda, se sentía demasiado culpable de haber salido con un chico que ya tenía novio.

—Espera, espera —JungKook lo detuvo en la puerta haciendo sonar la campanilla —Te puedo explicar todo ese enredo.

—Te escucho —Dijo después de pensarlo un momento.

—¿No te quieres sentar?

SeokJin caminó hacia su mesa favorita notando las velas rojas que la adornaban y un papel de reservación, su corazón se aceleró al entender porque siempre estaba desocupada, porque siempre tenía sus velas favoritas, ahora entendía las atenciones que recibió siempre.

—Traeré un café —Dijo JungKook caminando hacia la cocina.

Si bien SeokJin no estaba vestido como lo haría para ir a una cita, no tenía otra opción.

—YuGyeom trabaja para mi hace años —Explicó JungKook dejando las tazas de café sobre la mesa —Además de ser uno de mis mejores amigos, quería encontrar una forma de invitarte a salir que no fuera por la página web así que le pedí que consiguiera tu número telefónico.

—Pudiste habérmelo pedido directamente a mí —Abrigó sus manos rodeando la taza de café.

—Me decidí muy tarde, fue mi culpa. La semana pasada regresé al restaurante decidido a pedirte una oportunidad pero ya te habías ido —Vio el rostro relajado de SeokJin, era hermoso —Así que me hice una cuenta en la página de citas, te busqué toda la noche y todos estos días pero no logré encontrarte.

—La borré apenas llegue a mi casa ¿Cómo crees que me sentía por haber salido con un chico con pareja?

—Fui demasiado cobarde.

—Sí —Miró la mano de JungKook sujetando la taza de café y posó sus ojos en el anillo de su dedo anular. Su estómago se revolvió —Estás casado —Aseguró.

JungKook abrió sus ojos levantando su mano —No, no, no estoy casado, ni nada de eso.

—Noté ese anillo desde que comenzaste a atenderme aquí —Miró su taza de café con una expresión triste —No quiero problemas con un chico casado, en verdad.

—Es un regalo de mi abuela materna, cuando falleció me lo dejó y era en el único dedo que entraba bien —Explicó JungKook deslizando sus brazos por la mesa.

Ahí es cuando SeokJin se sentía un completo tonto, por todo, por haber dicho ese comentario tan estúpido, por no haberse dado cuenta de las atenciones especiales que le daba aquel chico que tenía en frente y por verse tan patético en ese momento —Entiendo.

—Sí te molesta verlo, me lo puedo quitar —Dijo JungKook logrando que el castaño lo mirara.

—No, es un regalo.

JungKook de igual manera se lo quitó para guardarlo en su bolsillo del pantalón, sonrió mirando al castaño que parecía estar avergonzado —Quiero pensar en que sí miraste mi mano es porque te fijaste en mí.

SeokJin tomó el papel de reservación y lo acarició con sus manos.

—Por cierto, me llamo JungKook —Levantó su mano para estrecharla educadamente.

—SeokJin.

—Entonces SeokJin, ¿Quieres tener una cita conmigo?

—Estoy... —Miró su ropa avergonzado, JungKook estaba tan arreglado que en realidad parecía un vagabundo a su lado.

Pero para los ojos JungKook estaba perfecto.

—Empapado —Habló JungKook —Tienes razón, ven —Se levantó de la mesa ofreciendo su mano, SeokJin dudó un segundo pero terminó tomándola.

Definitivamente vestirse de mesero era lo último que usaría en una cita amorosa, quizás en una fiesta de disfraces si lo haría.

Pero olvidó todos sus nervios cuando llegó a la mesa y estaba su comida favorita junto a las velas encendidas con el aroma relajante que tanto le gustaba, JungKook lo conocía más de lo que él creía.

—Siéntate —Dijo JungKook dando comienzo a la cita.

—Creo que esta cita no es muy justa —SeokJin se sentó frente al pelinegro —Sabes prácticamente todo lo que no me gusta, por ende sabes qué decir y qué hacer, yo no sé nada de ti.

—Solo tienes que ser tú para que me gustes.

Los últimos rayos de sol entraron por las entraron por las ventanas mientras ellos cenaban y conversaban animadamente, la noche se hizo presente sin que ninguno de los dos se diera cuenta.

JungKook era un chico bastante romántico y educado, lo hacía sentir cómodo a pesar de la situación en la que comenzaron la cita y a pesar de estar solos en el restaurante. SeokJin supo cómo comenzó el negocio en el restaurante, sobre sus estudios, su familia y sus hobbies.

No podía negar que hasta el momento era el chico de sus sueños.

Pero aún no acababa la cita y cualquier cosa podía pasar.

Un ovni podía abducirlo y llevarse al único chico que le gustaba por completo.

Un accidente al salir del restaurante.

Podía aparecer una chica diciendo que estaba esperando un hijo de SeokJin, por más imposible que fuera esa situación ya que nunca le llamaron la atención las mujeres.

Pero después de tantas citas fallidas, de cada pastel, lo más imposible del mundo podía ocurrir justo en ese momento.

—Cuando te gusta un chico, normalmente ¿Qué haces? —Cuestionó SeokJin tomando de su segunda taza de café luego de la cena.

—¿Qué hago? —Preguntó sin entender a qué se refería.

—¿Te sabes algunos piropos? —Quería saber dónde encontraría él pero en esta cita.

—No soy bueno con los piropos —Respondió JungKook, ya se imaginaba el porqué de sus preguntas pero no tenía ningún problema con responderlas con la verdad.

—¿Y estás seguro que tienes 25 años? —Hasta el momento tampoco había hablado sobre sexo o sobre alguna fantasía sexual que quisiera cumplir con él.

—Te puedo enseñar mi identificación —Llevó la mano hacia su bolsillo pero SeokJin negó con la cabeza.

No había hablado sobre dinero, tampoco habló solamente de su trabajo, incluso le hizo varias preguntas para conocerlo mejor, no tenía su celular a la vista, tampoco comía desesperadamente ensuciando al mesa o tirándole comida.

No había nada que lo molestara.

SeokJin miró hacia la ventana y las luces de los demás restaurantes habían encendido alumbrando la calle mientras que ellos estaban con la luz de las velas.

—Esto no me está gustando —Comentó SeokJin sin mirar a su cita.

—¿Qué cosa?

—Esto —Lo miró frunciendo levemente el ceño —No has hecho nada malo, nada que me haga pensar que no quiero volver a verte o que me haga salir corriendo de aquí. Todo lo contrario, tus atenciones, las veces que me ayudaste cuando no debías hacerlo —Dejó para su mente el hecho de que siempre lo encontró guapo, sus piernas, su sonrisa, su bien formado trasero, no podía decirlo —El dejarme esta mesa para mí y haber cerrado solo para esperar a que regresara.

JungKook le había contado que la decoración de la mesa lo estuvo esperando por días, al igual que la taza de café.

—Me interesas —Dijo JungKook mirándolo a los ojos —Me interesas mucho SeokJin.

La piel de SeokJin se erizó y sabía que no era debido al frío, hace mucho rato se le había pasado y ahí estaba tan acogedor como en su casa.

Le sonrió y JungKook sopló las velas cuando salieron del restaurante.

—SeokJin —Lo llamó deteniendo el motor del automóvil frente al edificio del castaño, SeokJin lo miró esperando a que continuara —Quiero una segunda cita.

SeokJin sonrió, también la quería pero no quiso responderle aquella pregunta con palabras así que lo agarró del cuello de la camisa para inclinarlo hacia él y así poder besarlo.

JungKook era el chico que andaba buscando y no se dio cuenta recién ahora, lo notó desde un comienzo pero por pensar en qué estaba casado no intentó nada más.

Su mamá tenía tanta razón en lo que le había dicho, en todas sus citas se arreglaba lo mejor que podía, buscaba cada perfil leyendo como era cada chico, buscando a su media naranja, fijando una hora y lugar para el encuentro.

En cambio con JungKook, no lo buscó, no fijaron un horario, ni un lugar, simplemente ocurrió.

—Mañana te estaré esperando —Dijo SeokJin terminando el beso, tomó el abrigo de sus piernas y salió del auto.

JungKook se bajó rápidamente del automóvil y aunque SeokJin escuchó sus pasos siguió caminando con una sonrisa adornando su rostro, de pronto lo sujetaron del brazo, volteándolo, y unos labios se posaron sobre los suyos.

No querían llegar al siguiente paso, era demasiado pronto y arruinaría todo.

JungKook besó el lugar cerca de la nariz de SeokJin y se alejó —Ese lugar merece tantos besos.

El castaño se acercó dejando un casto beso en los labios del pelinegro —Te veo mañana.

Sin duda alguna se seguirían encontrando, sin fijar una hora, ni un lugar porque sería tan natural como respirar.

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bue este es el fin( ╹▽╹ ) gracias espero te haya gustado. ♡

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