˚⁎⁺˳ 𝗆𝖺𝗒𝖻𝖾 𝗌𝗈𝗆𝖾𝖽𝖺𝗒 𝗐𝖾 𝗐𝗈𝗎𝗅𝖽 𝖻𝖾 𝗁𝖺𝗉𝗉𝗒 𝗍𝗈𝗀𝖾𝗍𝗁𝖾𝗋 ˚⁎⁺
‧₊˚ ℱIRST ℱAIRYTALE
▬▬ ⋆ chapter xi:
Hanna y yo estábamos corriendo hacia el salón de educación artística, ya que como era usual en Hanna (inusual para mí) llegábamos tarde, y todo esto ya que me quería asegurar que su dedo estuviera bien.
Pero al llegar ambas nos dimos cuenta de que Ben estaba de pie en el marco de la puerta, mirando a Navya con una expresión entre confundida y triste, pero predominaba la tristeza y cuando por fin nos sentamos con Navya en el rincón donde había decidido esconder nos miró.
—Sin comentarios— se apresuró a añadir Navya.
— Juro que si vuelve a mirar para acá haré algo que me llevará a la isla— gruñí mirando de reojo al chico Florian.
— ¿Qué está haciendo ahí?— inquirió Hanna, casi al mismo tiempo que yo.
— No lo sé y nadie va a hacer nada— señala a la más alta— Solo dijo que quería hablar conmigo pero no le di oportunidad, ¿Por qué quiere hacerlo de todos modos?
— Porque es un hombre, así son los muy malditos— dije enojada, algo que se había vuelto común en mi desde que tuve mi cita con Carlos.
—Es raro— dijo Navya de la nada.
—¿Ben?— preguntamos Hanna y yo al unísono.
Navya niega— No, bueno, también pero es raro que quiera hablar ahora, como sea— sacudió la cabeza— ¿Hicieron la tarea?
— ¿Había?— preguntó Hanna alzando una ceja con preocupación para después relajar su expresión— Por supuesto.
— Si, ¿la quieres?— pregunté sacando la libreta de artes pero Navya solo negó.
— Sí la hice, ayer... a las dos de la mañana— contestó Navya apenada.
— Navya necesitas dormir— exclamó Hanna mirando a nuestra amiga.
— Para eso está el café— le dijo la morena levantando la botella de un litro que reposaba en su mochila.
— El día que te de un paro o te de taquicardia me haré la sorprendida— dije negando la cabeza a lo que Navya y Hanna empezaron a reír cuando el profesor entró al aula y empezó la clase, y así continuamos con nuestro día.
Para esta semana nos dejó un dibujo libre para la clase de dos horas mientras revisaba algunos deberes y exámenes pendientes. Cuando terminó la clase las tres teníamos hecha la mitad de la pintura hecha, cada quien a su modo, mientras Hanna tenía pintura en su cara y Navya los brazos (aunque se había pasado todo el rato limpiándose con un trapo, pero supongo que el trapo no esperaba que Navya chocará con una paleta de pintura) yo tenía pintura en las manos ya que hace unos habia dejado cualquier pincel y había empezado a pintar con las manos para darle el toque especial.
Siendo sincera no quería ver a Hanna pintando porque ella tenía la horrible costumbre de dejar sin cabello los pinceles y yo era muy débil como para ver eso.
Cuando por fin tocó la hora del almuerzo entre las dos hora clase las tres salimos disparadas por el hambre y la casi intoxicación por la pintura.
— No sé qué más puedo ponerle a la pintura— exclamé pensando en que comida escoger.
— Yo no sé qué más ponerle a mis manos— dijo Navya, tratando de quitar la pintura de su cuerpo.
— ¿Y te quejas de tus manos? ¡Mira mi cara!— le señala Hanna.
— Creí que teníamos que pintar el cuadro, no nuestra cara— bromea, volviéndose hacia mí— Tu dibujo es hermoso, podrías ponerle un arcoiris o algo así.
— Lo consideraré— comente tomando un croissant.
— ¿Me pueden elegir algo de comer?— nos pide Navya— Siento pintura en los ojos.
A lo que Hanna y yo aceptamos y Navya se fue directo a las mesas del patio para guardar una mesa para nosotras. Pero lo que yo -y podría asegurar que Hanna también- no me esperaba era que al ir a la mesa nos encontráramos a Navya hablando junto con Mal.
— ¿Es la pintura o Navya está hablando con Mal?— inquirio Hanna.
— ¿Qué?— pregunté rápidamente volteando hacia donde estaba Navya quien estaba haciendo exactamente lo que Hanna decía.
Ambas apresuramos el paso cuando vimos que Mal se había ido y cuando llegamos golpee con la bandeja con comida al sentarme girando la cabeza para mirar a los VK's en su propia mesa a unos metros a la de nosotras.
Hanna solo se dedicó a empezar a comer su almuerzo mientras hacía lo mismo que yo pero con unos segundos de diferencia de mi. Pero cuando Hanna empezó a mirarlos yo alejé la mirada por no poder soportar mirarlo un segundo más.
—¿Qué te dijo?— preguntó Hanna en un susurró pero Navya solo negó.
Yo solo podía sentir la mirada de Carlos a unos metros de distancia, pero yo me negaba a devolverle la mirada.
— Solo se disculpo conmigo— recordó Navya— dijo que Carlos quería invitarte al baile.
Al Navya decir esto solo pude ver como ella y Hanna me volteaban a ver, pero yo al escuchar su nombre voltee la mirada a otro lado.
— ¿Eso dijo?— le pregunté y Navya asintió en respuesta.
— Sí y creo que deberías ir con él— comentó Navya mirándome con una expresión suave, pero yo podía ver que en sus ojos había un poco de tristeza hacia la situación.
— Tiene razón, si Navya te lo dice es por algo, ¿Verdad, Navy?— dijo Hanna.
— Sí, créeme, se lo merecen— respondió la morena.
— ¿Pero qué hay de lo que hizo?— balbucee sin saber que sentir.
— Superar es la mejor fase de una relación, ¿Sabían? Es dolorosa, si, no digo que me duela lo que hicieron— sacudió la cabeza— Lo que Mal hizo, después de todo es Carlos y las acciones de Mal no deberían perjudicarlo a él también.
— Pero él le ayudó a Mal a hacer el hechizo, no será culpa de Carlos pero él estuvo de acuerdo. Entiendo tu punto de vista, y si solo hubiera sido uno el afectado sería otro caso, pero aquí no solo hubo una víctima, hubieron dos y no podría ir con alguien que le hizo daño a una de mis personas favoritas en este mundo— exclamé con dolor.
Había repasado tanto la situación en mi cabeza desde el día de la cita. Y por cada día que pasaba no se hacía ni más fácil ni se diluian mis sentimientos de enojo hacia Carlos y su grupito
—Vamos, Rochelle, sabes que quieres ir con él y lo quieres, no tiene nada de malo, lo que pasó pasó, ¿O cómo iba?— insistió Hanna.
Y Navya rió un poco— Lo que Hanna dijo.
— ¿Lo ves? Hazlo y verás que todo sale bien— dijo Hanna— pero cualquier cosa que decidas Navya y yo te apoyaremos.
Cuando escuché esas palabras sonreí tratando de contener las lágrimas.
Navya siempre había sido así, le importaba más la felicidad de los demás que dejaba la suya hasta el último lugar de la lista, pero para eso estábamos Hanna y yo, para recordarle que su felicidad también es prioridad.
— No iré con él, espero que entiendan el porque y si quieres comentarle a Carlos o a Mal mi decisión te lo agradeceria demasiado— me dirigí hacia Navya— Iré al baile, aunque sea sola pero iré pero no puedo ser la única en el baile.
—¿De qué hablas? Yo sí iré, sola, pero iré— comentó Hanna— al igual que tu Rochie.
Navya empezó a comer el sándwich que le habíamos escogido tratando de ignorar el tema fingiendo demencia, pero Hanna y yo nos dimos cuenta rápidamente de eso a lo que le tire una palomita de mi plato, la cual gracias a mi gran puntería le dio en la cara.
— ¡Ay!— se quejó Navya— ¿Y eso por qué? Con la comida no se juega, mamá dice que es de mala educación.
— No te hagas, no irás al baile— exclamé con sorpresa a lo que Hanna la miró confundida.
— ¿No irás? Pero creí que si, hasta elegimos colores para vestirnos de ese color el día de la coronación y por ende del baile— dijo Hannie con confusión.
— Lo siento, Audrey se auto-invitó a un viaje que haré a Nueva Orleans para visitar el establecimiento donde mi tía Lottie quiere poner nuestra pastelería, así que no puedo cancelar— comentó Navya como si fuera lo más normal.
— ¿Audrey?— preguntamos en unisono Hanna y yo.
— ¿Estamos hablando de la misma Audrey de la que pienso?— preguntó Hanna —¿Qué hechizo te lanzó para que le hablaras?.
El que Audrey le hubiera hablado a Navya era una sorpresa ya que ella nunca le había hablado a Navy ya que ella sentía que tarde y temprano Ben la dejaría para por fin estar con Navya, lo que tampoco ayudaba que todo Auradon pensara lo mismo.
Hasta había escuchado que tenían apuestas de cuánto tardaría en por fin estar juntos.
Pero Navya se encogió de hombros antes de hablar.
— Ninguno, solo llegó y empezó a hablar, apenas y dije algo— contestó la morena con simpleza
— Eso es raro— comenté —raro en muchos niveles, creí que te odiaba.
— Como sea, no creo poder ir al baile de todas maneras— habló Navya.
— Tienes que ir— insistió Hanna— Y no acepto un no como respuesta— sentenció— Además, si Rochelle irá sola, pero tendrá a Carlos atrás de ella así tú irías conmigo, no quiero ser mal tercio.
—¡Hanna!— reté Rochelle, golpeándole el brazo
—¿Acaso mentí?— se defendió, alzando ambas cejas.
—Sí, mentiste— le regañe.
— Bueno, si irán ustedes no lo se— nos interrumpió Navya, antes de que alguna pudiera decir otra cosa que las llevaría a una discusión en público— Lo pensaré— terminó de decir a lo que Hanna aplaudió.
—Ya es algo— comentó la rubia con una pequeña sonrisa.
Después de que Hanna dijo esto la campana sonó avisandonos que la segunda hora de artes ya estaba por empezar, y tendríamos que seguir con nuestras pinturas y la intoxicación por las pinturas y thinner.
— No estoy lista para inhalar tanta pintura— se quejó Navya haciéndonos reír un poco a ambas para después empezar a caminar de nuevo a nuestra clase.
Después de que nuestras clases acabaran, Navya, Hanna y yo nos ofrecimos de manera voluntaria a terminar de decorar el castillo para la coronación, la cual era el sábado de esta semana. Ya no era un castigo, lo cual creo que sorprendió al Hada Madrina cuando fuimos a ofrecernos a su oficina. Ya que ahora lo haciamos para asegurarnos de que todo quedara perfecto.
— He de admitir que la bondad se me pegó un poco— se justificó Navya— Se nos pegó, así que esperemos no sea un problema el que podamos terminar con nuestro trabajo en el castillo— comentó la morena lo que hizo el Hada Madrina entrecerró los ojos como si dudara de nuestras intenciones.
Lo cual solo nos confundió a nosotras.
— ¿Eso está bien?— añadió Hanna con cautela a lo que la mujer asintió.
— Claro que sí, me parece algo muy admirable de ustedes, solo intento averiguar qué clase de plan hay detrás de eso— comentó la mayor.
— Ah, pero no lo hay— le aseguré pero Hanna negó la cabeza.
— Bueno, no me molestaría tener algunos puntos extras— dijo con fingida timidez ganándose un codazo por parte de Navya.
— ¡Hanna!— le regaño.
— ¿Qué? Tu también los necesitas para química, no me digas que no— exclamó Hanna dejando callada a Navya, ya que aquello era verdad, a Navya realmente le vendríanbie los puntos en química como a Hanna en bondad.
—¿Quieren puntos extra? No me digan mentiras, chicas, recuerden: las mentiras solo las dicen las personas malas o los que buscan una salida fácil a sus consecuencias— nos recordó el Hada Madrina.
— Consecuencias, sí— completo Hanna en un susurro no tan susurro—Eh, si, queremos esos puntos si no es mucha molestia.
— Pero que quede claro que hacemos eso por voluntad— añadió Navya rápidamente.
Al acabar la plática el Hada Madrina aceptó nuestra propuesta de ayudar con los últimos detalles de la decoración para la coronación.
—¿Que opinan, rojo o amarillo?— pidió saber Hanna, mostrando dos banderas en forma de triángulo con el símbolo característico de Auradon.
—Amarillo pollito enlodado— dijo Navya, mientras recortaba el fomi con el símbolo confundiendonos a Hanna y a mi.
— ¿Que?— preguntó Hanna confundida haciendo que Navya levantara la cabeza de lo que hacia..
— ¿Que? ¡Agh! Nada, solo el amarillo— exclamó decepcionada de que no entendieramos su chiste a lo que yo me rei.
— Creo que el efecto Rider está afectando la cabeza de Navya— me burlé.
— ¿Efecto Rider? ¿De que me perdí? ¡Navya! No me digas que Stefan y tú ya están saliendo— salto Hanna— ¿Por qué nadie me dice esas cosas?
— Porque no es nada, Rochelle lo está inventando—le respondió Navya a lo que yo me puse la mano en el pecho un poco ofendida.
— ¿Que lo estoy inventando? Mi primo te invito al baile y le dijiste que no— exclamé.
A lo que Hanna tomó una bocanada de aire dramaticamente mientras Navya levantaba la vista una vez más de su quehacer.
A las tres nos encantaba exagerar nuestras reacciones de vez en cuando y eso era algo bien sabido entre nuestras familias y amigos.
— No lo rechace, solo le dije que no iría al baile— respondió Navy ranquilamente.
— Es lo mismo— le respondí.
— Esa es otra razón para ir al baile, anótalo en la lista donde lo primero es: no dejar a Hanna plantada— nos recordó Hanna que seguía sobre las gigantescas escaleras.
— Sí iré al baile— dijo Navya contradiciendose —Y sí iré con Stefan ¡Ya lo dije!— exclamó finalmente.
Después de decir esto Hanna y yo nos voleamos a ver por un segundo para después volvernos hacia Navya y correr a brazarla mientras chillabamos de la emoción.
— Vaya milagro— menciona Hanna a punto de caerse de las escaleras una vez que intenta treparse otra vez— ¿Qué te hizo cambiar de opinión?— preguntó a lo que Navya encogió los hombros.
— Supongo que Lottie, creo que tiene razón en que debería divertirme en lugar de cerrarme por mis sentimientos— dijo Navya en una voz calmada.
— ¿Ella dijo eso?— preguntó Hanna pero Navya volvio a negar.
— No, eso es mío— le aclaró Navya.
— Aww, seguro nos veremos muy lindas— comente emocionada— Y yo que creía que irías con Ben ahora que sabemos lo que pasó— dije sin prestar atención.
— ¿Qué sabemos?— preguntó Navya con el ceño fruncido.
— Que Mal hechizo a Ben y por eso se fue a disculpar contigo, duh, creo que el café te está haciendo más daño en la memoria— comente un poco más seria.
Pero al decir esto me doy cuenta de la expresión de Navya, la cual no era la que usualmente tenia al recordar algo. No. Esta era de shock y realización y ahí supe que habia cometido un error.
— Yo no...— balbuceo Navya— Yo no sabía que eso había pasado.
—¿Mal no se disculpo contigo por eso?— pregunte horrorizada a lo que Navya negó.
— No, solo se disculpo, pero jamás dijo por qué— explicó la morena.
— De todas maneras no tiene importancia, irás al baile con Stefan, ¿No?— inquiere Hanna con lo que puedo deducir que es miedo a que nuestra amiga se retracte.
— Claro— dijo Navya intentando sonreir, pero en vez de una sonrisa fue mas una mueca.
Al terminar el trabajo sin sorpresa alguna Navya se va del salón dejandonos a Hanna y a mi recogiendo el desastre que hicimos decorando. Y cuando se fue mis piernas empezarón a fallar y caí al suelo queriendo llorar.
— ¡Rochelle!— exclamó Hanna asustada.
— Me siento terrible Hanna, no queria que Navy se enterara así— susurre con un nudo en la garganta.
—Rochie, te prometo que no fue tu culpa, de una o de otra manera se iba a enterar —dijo Hanna tratando de consolarme.
Y así duramos unos minutos hasta que por fin me pude calmar y seguimos recogiendo el salón, pero ahora en silencio.
Por fin era sábado, el sábado que todo Auradon esperaba, y yo tenía una mezcla de sentimientos, entre nervios, emoción y un poco de irritación.
Al último Hanna y yo habíamos resuelto el tema del baile acordando a que iríamos juntas, hasta ya íbamos comprado ramilletes para la otra, bueno, no eran ramilletes, habíamos hecho unas pulseras muy hermosas las cuales llevábamos desde ayer.
— Y bueno, la verdad es que la bruja mala del oeste no es realmente mala, el malo era el mago de Oz por lo que ya te conté— le expliqué a Hanna mientras ayudaba a estilizar su cabello, ya había hecho el mío.
— Que maldito— exclamó Hanna con el ceño fruncido.
— Lo sé, mamá me contó muchísimas veces esta historia— le respondí tomando el último mechón de cabello que me faltaba para terminar con Hanna— bueno, ahora ¿qué quieres que te cuente?, y listo— pregunté mirándola al espejo.
Pero antes que si quiera Hanna pudiera pensar en algo tocaron la puerta haciendo que mi amiga y yo nos miráramos confundidas ya que no esperábamos a nadie y no podría ser Navya ya que su tía Lottie había venido para ayudarla a arreglarse.
— ¿Quién será?— me preguntó Hanna en un susurro, pero yo solo pude subir los hombros en señal de que no tenía idea alguna de quien podría ser— ya voy, ya voy— exclamó Hanna al ver que volvían a tocar la puerta.
— Hola— murmuró una voz tímida.
— ¿Mal?— preguntamos Hanna y yo al unísono.
— Hola, lo siento molestarlas antes del baile, ya sé que ya he hecho demasiado para molestarlas pero enserio quiero hablar contigo Rochelle— comentó con una tímida sonrisa la peli morada.
— ¿Qué quieres decirle Mal?, ¿qué lamentas haber hechizado al novio de nuestra amiga?, ¿o nos explicarás que hacía tu libro de hechizos en la mochila de Carlos?— le preguntó Hanna con ironía a Mal.
— Se que todo lo que hice estuvo mal, pero enserio quiero que me perdonen, las tres, pero quería hablar con Rochelle, no tienes porque castigar a Carlos por mis errores, si te soy sincera nosotros ni siquiera queríamos hacer todo eso, pero la necesidad o bueno, más la mía de querer estar bien con mi mamá nos llevó a eso— explicó Mal mirando al suelo mientras jugaba con sus manos— enserio siento mucho todo lo que pasó.
Nunca lo había visto de esa manera, ya que aunque eran contadas las veces que había interactuado con los chicos realmente no eran unas malas personas, y me hacía mucho más sentido que estuvieran acorralados por Maléfica que por deseo propio.
Después de que Mal terminara de decir esto Hanna y yo caminamos lentamente hacia la peli morada para después envolverla en un abrazo un poco asfixiador, pero Mal solo nos devolvió el abrazo apretándolo un poco poniendo suavemente su cabeza en nuestros hombros.
— Muchísimas gracias chicas— susurro para después alejarse del abrazo limpiándose las pequeñas lágrimas que se le llegaron a escapar.
— No pasa nada Mal— dijo Hanna en un tono suave.
— Realmente necesitaba ese abrazo— dijo la chica riendo un poco.
— Todos necesitamos un abrazo de vez en cuando— le respondí limpiando mis propias lágrimas.
Ya había empezado la coronación, en donde había montones de cámaras filmándonos, a mis padres y a mi nos tomaron algunas fotos familiares.
— Esto ya me tiene cansado— comentó mi padre entre dientes por la sonrisa.
— A mi igual, yo digo que pongamos una excusa para irnos— le respondí al igual que el.
— Buena idea solecito— dijo mi padre y con una sola mirada a mi madre ella sabía que haríamos— lo siento damas y caballeros pero me parece que nos ocupan allá adentro.
— Lo siento mucho enserio— dijo mi madre con una sonrisa y yo solo sonrió en manera de despedida.
Al entrar vi que ya estaba la mayoría de gente en sus lugares, Hanna ya estaba adentro junto con su madre aunque en otro lado al igual que Navya quien estaba con su familia.
A los minutos la música empezó y todos volteamos a ver hacia la puerta, en donde se encontraba Ben, caminando lentamente hacia el Hada Madrina la cual se encontraba con su varita mágica.
Cuando Ben llegó hacia ella el rey Adam hizo una reverencia para que el Hada pudiera quitarle la corona para dejarla sobre la cabeza de Ben, el cual se encontraba de rodillas para la ceremonia, desde que esto pasó.
— ¿Juras solemnemente gobernar al pueblo de Auradon con justicia y piedad, durante todo tu reinado?— habló el Hada Madrina con voz autoritario.
— Lo juro solemnemente— respondió Ben con seguridad a lo que el Hada empezó a mover la
varita al son de sus palabras.
— Entonces con mucho honor y alegría, te nombraré nuestro rey...
Pero antes de que pudiera decir algo más la varita se le fue arrebatada por ¿Jane?, ¿por qué diablos Jane quiere la varita de su madre? y así como Jane le quitó la varita a su madre mi padre se posó enfrente de nosotras para protegernos. Pero al voltear al frente pude ver a Hanna mirándome con confusión y un poco de miedo, modulando una palabra que si la Hada Madrina nos viera nos castigaría de por vida.
— ¡Jane! ¿qué estás haciendo?— gritó el hada madrina asustada.
— ¡Si tú no me haces bella, lo haré yo! — le gritó, moviéndose de un lado a otro— ¡Bíbidi bábidi bu!— haciendo que Mal acelerara sus pasos arrebatándole la varita sin esfuerzo alguno en cuestión de segundos.
— Mal, dame la varita— le pidió Ben a la peli morada pero Mal no se movió de su lugar ni un poco.
— ¿Qué sartenes está pasando?— preguntó mi madre asustada.
— No tengo ni la menor idea mami— contesté un poco asustada.
— Aléjate— le susurró Mal a Ben.
— Ya es hora— le anunció Carlos cuando llegó junto con Evie y Jay.
— ¿En serio quieren hacer esto?—les preguntó Ben.
Después de eso pude ver cómo Navya se escabullía hacia donde estaban los chicos, a lo que Hanna y yo nos volteamos a ver y con un asentimiento de cabeza decidimos ir para allá
— ¡No tenemos elección, Ben! Nuestros padres...— exclamó Mal con una expresión dolida.
Ahora que tenía una nueva perspectiva sobre ellos realmente veía el porqué no hacían, desde hace unas horas sabía que todo esto no era por voluntad propia, era por querer complacer a sus padres.
— Sus padres tomaron decisiones, ahora tomen las suyas— habló pacientemente el chico hacia Mal quien pareció pensarlo para después soltar una bocanada de aire.
Para después mirar hacia nosotras -Navy, Hannie y yo-, Bella y Bestia y al último a Ben otra vez.
— Creo que quiero ser buena— dijo con una sonrisa.
— Puedes ser buena— le aseguró Hanna encogiéndose de hombros.
— ¿Cómo están tan segura?— preguntó Mal.
— Porque...— empezó a decir la rubia pero podía asegurar que no se le ocurría qué decir.
— Todos tenemos un lado bueno que mostrar— le aseguré a la pelimorada.
— Escucha tu corazón— terminó por decir Ben a lo que Mal bajo la varita.
— Creo que lo hago... y dice que no somos nuestros padres— empezó a decir Mal girándose a ver a sus amigos— robar cosas no es lo que nos va a hacer felices, el tourney y la pizza de la victoria te hace feliz— le dijo a Jay— y a ti rascarle la barriga a Chico y estar con Rochelle te hace feliz, ¿quién lo diría?— dijo riendo pero por sus palabras no pude hacer más que sonrojarme— y Evie, no tienes que simular ser tonta por un chico, eres muy inteligente y yo... no quiero dominar al mundo con el mal, no es lo que me hace feliz, solo quiero ir a la escuela— exclamó para después voltearse a vernos a las chicas y a mí por segunda vez— y tener amigas que me ayuden a elegir ropa o me aconsejen como Evie lo hace— dijo sollozando un poco— yo elijo el bien.
Después de eso Evie, Jay y Carlos fueron eligiendo el lado del bien con una sonrisa, pero antes de que siquiera podamos pensar en seguir con la ceremonia una tormenta se empezó a crear en el castillo, trayendo con ella una neblina verde, y cuando esta se dispersó pude divisar a Maléfica.
— ¡Sorpresa!— chilló antes de que todo lo que podía ver se cubriera por una neblina verde.
Después de eso muchísimas cosas pasaron -de las cuales perdí la noción del tiempo por tener a Hanna de mi pareja, la cual si me preguntas a mí fue la mejor opción ya que la estaba pasando genial.-
— ¡Party people woo-hoo, all the windows down!— cantamos Hanna y yo, bueno más que cantar era gritar mientras bailábamos.
Pero antes de que pudiéramos cantar más nos na mano me tocó el hombro suavemente, y cuando me voltee a ver quién era pude ver la mata de pelos color caramelo siendo cargada por Carlos.
— Hola Roch- Rochie- Rochelle— se interrumpió Carlos hasta decir mi nombre completo, lo que me hizo reír un poco.
— ¿Puedo hablar contigo aunque sea cinco minutos?— me preguntó tímidamente el chico.
— Claro— comenté tomando un poco de la falda de mi vestido morado.
— Yo te cuida a Chico— dijo Hanna para quitarle al pequeño animal de las manos del VK y yo solo pude mirarla y modularla un "gracias".
Carlos y yo estuvimos caminando un poco hasta que encontramos un lugar donde la música estaba un poco menos fuerte.
— Y...— comencé a decir sin saber cómo empezar la conversación, ya que no había hablado con él desde nuestra terrible cita— ¿qué querías decirme?
— Oh si, te quería volver a pedir disculpas, realmente ninguno de los cuatro queríamos hacer esas malditas galletas, solo que teníamos la presión de nuestros padres sobre nosotros— explicó Carlos a lo que yo puse mi brazo en su hombro.
— Car, lo sé, hoy en la mañana fue Mal a nuestro cuarto a explicarnos todo, te perdono— dije con una sonrisa suave a lo que Carlos me respondió con un abrazo.
— Muchísimas gracias Roch— susurró en mi oído el chico.
Y justo cuando nos estábamos separando no pude evitar más las ganas y lo bese.
— Wow— exclamó Carlos en un murmuró.
— ¿No creías que esto acabaría con un abrazo verdad?— le pregunté con una sonrisa para después mirar hacia enfrente— ¿o no?.
— ¿A quien le hablas Rochie?— me preguntó Carlos.
— A mis amigas— respondí con un guiño.
Porque claramente este no sería el final, ¿o si?.
TUVIMOS BESO CARCHELLE AAAAHHHH
TANGLED
LOVE!
━━━ pay loves you
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