tacto

dedicado a:
Soyunapapa6 , harryteamoboludo , buzzingaby , SunshineAlmendra , memachi5, vbealovebot, angelicalsinner

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𝘁 𝗮 𝗰 𝘁 𝗼

「 𝖽𝗈𝗇𝖽𝖾 𝗌𝖾 𝗉𝖾𝗋𝗆𝗂𝗍𝖾𝗇 𝗌𝗈𝗇̃𝖺𝗋 𝗒 𝖼𝗈𝗇𝗈𝖼𝖾𝗋 」

˚ · • . ° . H

Besarlo es como tocar, solo un momento, un pedacito de cielo.

Se siente, probablemente, mucho más irreal que eso. No puede comprenderlo, solo sentirlo y Harry sabe que es demasiado.

La manera en la que su corazón golpea o como se marcan las manos de Louis sobre su piel. Harry no cree que alguna vez tenga suficiente de este alfa.

Su mente solo es. «alfa, alfa, alfa» y después un «más, más, más». — Louis... — solo puede jadear. Ni siquiera se escucha como su voz.

Decir su nombre es como haber presionado un botón en el. Su agarre solo cobra fuerza con cada beso, y Harry puede sentir sus brazos flojos al sostener el rostro del alfa, pero Louis sencillamente se impone. Lo sujeta más fuerte y más cerca hasta que sus pelvis chocan con la otra y Harry se siente flotar.

Se vuelve demasiado real cuando Harry siente mojada su piel. No lo suficiente para manchar o para gotear, pero siente la intermitente amenaza en el. Así que pone su mano entre sus pechos, pero pasan algunos segundos -y algunos besos más, antes de que reunir la voluntad suficiente para separarse.

Gira su rostro cuando Louis se acerca para un beso más. Pero Harry niega, intentando respirar lejos del olor del alfa: no puede separarse demasiado sencillamente porque no quiere hacerlo.

— ¿Harry?

— Solo un momento — se aleja un poco más para respirar, pero el olor a canela está impregnado en el, y es casi inmediata la manera en la que su Omega ruge por regresar. — Por favor. — murmura en una súplica para su omega.

No al menos hasta que el alfa lo suelta, preocupado y toma su distancia para poder observarlo mejor. Suavizar su agarre sirve para que Harry retroceda, incluso debe apoyarse en sus rodillas para recuperar el aliento por completo.

—  ¿Estás bien? ¿Te lastime? Yo-lo siento... No... ¿Estuvo mal?

—  ¡No! — Harry dice. Sus cejas se fruncen y joder, esto es vergonzoso. — No es eso. Es solo que- — debe tomar una gran bocanada de aire, pero solo observar cómo Louis lo mira es suficiente para colorar su rostro. — Es que no creo que te des cuenta del efecto que tienes en mi, alfa.

Louis luce más confundido que antes.

—  ¿Te has visto en el espejo alguna vez? Dios- Tu, mierda. — Harry solo puede señalarlo con la palma de su mano abierta en un vago intento de explicar. — Estás aquí, luciendo así, y me sostienes, y me besas y yo-

El rostro de Louis lentamente transforma su mueca en una sonrisa ladina y ese tenue movimiento logra que Harry se sonroje de nuevo.

—  Deja de mirarme así, porque yo-, yo hablo sin sentido y me haces sentir como si fuera un jodido adolescente. — Silencio. Mantener el contacto visual con Louis lo hace ser más consciente del frío que sus labios ahora sienten. — Bueno, ¡di algo!

Harry termina por mirar el suelo, aún lejos de el. Es casi enseguida que Louis se acerca de nuevo, envolviendo entre sus brazos solo para obligarlo a levantar su mentón.  —  Omega bonito — le llama — ¿Estás intentando decir que te resulto atractivo? — bajo el tacto del alfa, Harry solo puede asentir. — ¿Tan atractivo que te abrumo? ¿Y besarme es tanto que debes separarte? — con el rostro caliente Harry asiente otra vez viendo como la sonrisa de Louis se aprieta en un vago intento de contener. Entonces el acaricia su rostro de nuevo. — Eso está bien, porque lo que siento por ti me abruma también. — confiesa.

¿Lo que siente? ¿Louis lo hace por el?

Sentir por el.

— ¿Sentir? — Harry debe lamer sus labios, secos ante la emoción. Puede escuchar a su corazón y por un segundo, teme que sea tan ruidoso que el alfa frente a el lo note. Porque se de cuenta de su pequeño secreto: de todo el tiempo que lleva queriéndolo. Louis lo acaricia, jalando un poco la piel de su mejilla y Harry no puede hacer más que inclinarse para obtener un poco más de su tacto. — ¿Que, uh... — Bien. El va a preguntarlo.

Va a ponerle fin a esta danza del no saber, a la canción que recita el miedo en su voz. 

Incluso si Louis no lo ama como el.

—  ¿Tu sientes...? ¿Qué es lo que-? — Y un llanto. Es Darcy, lo sabe porque ella grita cuando llora. Harry debe dar un paso atrás para respirar, sintiendo como lacta y fuerza una sonrisa hacia el alfa.

No sabe si está aliviado de evitar una pregunta incómoda, pero no cree que tenga la valentía de sacar a tema esto de nuevo.

— Correcto. Si. Hora de cenar. — Louis acaricia una última vez su mejilla, antes de que el Omega abandoné la habitación por completo.

Harry tampoco nota la forma en la que Louis sonríe tocando sus labios, ni como falla, irremediablemente, en calmar su respiración.

Harry descubre que sus hijas funcionan un poco como excusa: para evitar mirar a Louis, para no pensar en otra cosa, lo que ha dicho. Para no escuchar su corazón. Pero una hora después han tenido su toma nocturna y tras el día pesado, ni una intención más de despertar se asoma en ellas. Adora y Darcy descansan perfectamente cálidas en las cunas que Louis ha preparado y Harry solo las mira dormir.

— Papá y mamá se han dado un beso. — Dice, bajito. Se miente diciendo que es para arrullarlas pero lo cierto es que nada se siente real. Decirlo es dudar de su voz. — Nos hemos dado besos antes... Es solo que, bueno, no así. No por accidente ni por algo más en medio. No así.

Por un segundo se pierde en su actividad de observación, del contar sus respiraciones y aterrizar como estás pequeñas personitas son sus hijas.

— Las amo. Muchísimo. — dice en cuánto siente la ola de amor desprenderse de él, su omega ronroneando. Con cuidado, acaricia sus pequeños rostros y aún cuando han cambiado un poco al paso de los meses le maravilla lo pequeñas que sus facciones lucen contra su dedo. — Y se los diré todos los días. Toda mi vida. Si están felices, si están tristes. Las amaré en todos sus logros pero las amaré aún más si se equivocan porque fallar es parte de la vida y mi cariño puede ser su parachoque. Cuando crezcan y se avergüencen porque mamá no es tan cool, no querrán escucharlo pero aún así lo diré. Cuando tengan sus familias y cuando necesiten regresar a mi. Sobre todo, cuando necesiten regresar a mi.

Es abrumador lo mucho que le golpea.
La fuerte realización de lo que ha pasado.

Ha besado a Louis.

«tenemos un alfa. mi alfa. louis»

«el siente por mi»

No tiene fuerza para seguir resistiendo a su omega, ni a la ensoñación que persiste en el así que por esa noche en ese segundo a mitad de un cuarto oscuro, se permite creer.

Llegar a la habitación después de eso, de rendirse ante si mismo, toma más de si de lo que antes pudo suponer. Sus piernas tiemblan y se enfrasca en un monólogo mental para controlar a su omega y manos sudorosas. Debe tomar una larga respiración, y aunque toda la cabaña huele a Louis no tiene forma de saber si será capaz de soportar su olor tan concentrado. No sabe si siquiera será capaz de dormir en absoluto.

«a louis y a mi»

«y a mis bebés»

«nuestras bebes»

Cuando finalmente gira el picaporte, si bien la habitación está caliente y tiene la luz encendida no puede encontrar al alfa en ninguna parte. Relaja sus hombros solo para sentir la tensión acumulada y debe contar hasta tres para adentrarse un poco más.  Todo en esa cabaña es una dialéctica perfecta de lo hogareño y lo moderno, sin dejar de hacer sentir a Harry que se trata de una casa de vacaciones. Y sabe que Louis apenas se dió el tiempo de ordenar todo, es solo que no se siente tan impersonal como debería.

No es que Harry lo sepa, no de primera mano. Pero no es como llegar a un hotel, frío y estéril dónde nada te pertenece. La cabaña ni siquiera parece inhabitada, por el contrario Harry nota los recuadros de fotografías que han sido colgados.

Se acerca a los que están justo al lado del televisor esperando encontrar a la familia de Louis que conoció antes en el día, tal vez jugar un poco a reconocer cada uno de sus rostros. Pero en cuanto se acerca comienza a sentir el corazón en la garganta de lo fuerte que late.

Y es que se trata de fotos de ellos.

De sus hijas, de Harry con ellas, de Louis y Harry en aquel evento de su empresa donde cada uno sostiene a una niña y una más, y una más donde solo son Louis y el. El alfa sostiene su cintura y se marca tan fuerte en la imagen que Harry casi puede sentir la sensación fantasma de su toque. Están juntos, y sonrientes y con los labios brillosos porque Harry recuerda, fue sacada después de su primer beso.

Se ven casi como una pareja.

«una familia, omega»

— Son bonitas, ¿verdad? Me las enviaron unas semanas después y supe que tenía que enmarcarlas. Pensé que podrían quedar bien aquí para hacerte sentir como en casa. — dice de repente. Harry pega un brinco en su lugar antes de darse la vuelta con el pulso acelerado, puede escuchar a Louis reírse de él antes de ser capaz de verlo.

—  ¡Me asustaste! — reclama, pero no es capaz de mantener su rostro serio por mucho tiempo. — ¡No te rías!

— ¿Cómo no me escuchaste? Sali del baño, deje mis cosas, camine hasta aquí. — se ríe más fuerte, con pequeñas arruguitas formándose al lado de sus ojos. Harry sonríe dejándose contagiar por la risa y es solo en ese momento que depara en el estado del alfa.

El salió del baño. Está mojado. Con diminutas gotas adornando su pecho desnudo y nada más que una toalla en su cintura.

Mierda.

Y Harry puede ver los tatuajes en el.

— ¿Estás bien? — Louis pregunta, dando un paso más cerca. — ¿Las niñas se adaptaron bien a la habitación?

— ¡Voy a bañarme! — cierra los ojos y corre hasta la puerta que el alfa dejo abierta.

Mierda, mierda. Eso tuvo que ser a propósito. ¿Verdad? Porque han vivido juntos por cinco meses ya y nunca- respira más fuerte, recargandose sobre la puerta. - nunca pasó esto. Nunca vio el pecho desnudo de Louis hasta ese día.

— Controlate, Omega. No seas así. En calma. Calma.— se dice a si mismo hasta que tocan la puerta.

— Uhm, ¿Harry? Dejaste tus cosas afuera. — dice el alfa y su voz se escucha amortiguada tras la puerta. — Tengo aquí tu pijama. ¿Quieres que te las pase?

— Mhmjm — murmura. Abriendo solo un poco la puerta para recibir su pijama y ropa interior perfectamente dobladas en una pequeña torre. Genial. Asombroso. Louis saco sus cosas de la maleta. Específicamente su ropa interior. La noche mejora a cada segundo. — Gracias.

Cierra la puerta y no importa cuando tarde en la ducha, el agua caliente no parece ser suficiente para relajarlo. Sale solo cuando siente que ha podido controlar su mente al menos para lograr no actuar como un idiota enamorado, incluso debe darse otro monólogo frente al espejo.

Es solo que estando ahí se da cuenta que Louis ha conseguido todos esos productos para el cabello que Harry debería de usar para sus rizos. Las botellas son nuevas y están cerradas y el Omega no recuerda cuando fue la última vez que pudo cuidar de su cabello de esta forma. El recuerda habérselo comentado a Louis hace unas pocas semanas, es solo que- joder.

Son todas las pequeñas cosas.

Harry sale de la habitación, resignado a no poseer ningún tipo de control o gestión sobre lo que siente. Convencido de dejarse fluir y sencillamente aceptar lo que sea que suceda con la este precioso alfa que es el padre de sus hijas.

Lo que sea.

Si son solo amigos.

O este extraño intermedio en el que se han convertido.

Tomara lo que pueda obtener porque no hay ninguna manera en la que pueda seguir resistiendo.

Naturalmente pensarlo es más sencillo que hacerlo. Porque cuando sale se queda de pie admirando la gran cama y lo atractiva que se ve. Con suaves almohadas apiladas y lo que debe ser la cobija más caliente.

Con Louis en un extremo, usando sus lentes para continuar con su lectura actual. Harry admira su perfil y puede jurar, es algo que haría por horas. 

Pero es una sola cama.

— ¿Hazz? — le llama. — ¿Estás seguro de que no tienes problema con esto? Puedo ir a otra habitación... Si te sientes incómodo de alguna manera.

— ¿Que? — parpadea un poco más fuerte saliendo de su estupor. — ¿No quieres dormir aquí? — conmigo, se priva de añadir, sintiendo un miedo repentino.

— Por supuesto que quiero. Pero eres tú quien tiene cara de temerle a la cama, amor. Yo puedo irme, sabes que si. Solo quiero que estés cómodo.

— Vamos a compartir.— responde con los labios en un mohin y su frente fruncida, su omega sumamente molesto con la idea de dormir solo cuando ya le fue prometido el calor del alfa. — No le tengo miedo a la cama.

Destiende su lado solo para acostarse y probar su punto. Es solo que no sabe cómo debe comportarse o si tiene permitido abrazar o tocar.  Se queda incomodamente tieso hasta que Louis se ríe y apaga la luz.

Harry cierra los ojos contando hasta diez. Si lo intenta tal vez puede dormirse de esta forma, obligando a su omega a callarse en fondo. Pero apenas llega a seis y siente a Louis acercarse a su lado.

— Buenas noches, omega bonito. — dice tan bajo que toda su piel se eriza y entonces besa una vez más sus labios.

Al acostarse Louis se aleja unos pocos centímetros y Harry persigue su calor. Esa noche termina con Louis descubriendo una forma de dormir, una que concluye con el cuerpo del Omega enredado entre sus brazos.

Es solo horas más tarde que Harry despierta, su cuerpo ya demasiado acostumbrado a ciertos ciclos en orden de cuidar a su cachorras, pero esta vez no hay llantos por relojes y no quiere levantarse. Permanece con los ojos cerrados porque pocas veces puede darse el lujo de tener una transición tan tranquila hacia la vigilia y su cuerpo esta tan caliente sobre una suave superficie que no puede definir. Ronronea. 

No solo su omega lo hace. 

Harry puede sentir el sonido vibrar en su garganta, y mientras más se frota más fuerte sale. Ronronea una y otra vez obteniendo más de ese agradable olor que lo hace mantenerse cerca, casi como un proceso magnético. No sabe cuantos minutos pasan hasta que finalmente abre los ojos solo para descubrir que es Louis quien lo sostiene. Que se ha estado frotando con su cuello, justo sobre su glándula de olor estimulándola tanto que se ha perfumado por completo. Dormido sobre el brazo del alfa y con sus piernas enredadas. Louis incluso lo sostiene cerca al descansar su mano sobre su barriga.

Siente la presión de sus dedos encima; y su cuerpo moverse tenuemente al respirar. 

—  Oh

Ellos han dormido antes juntos, pero despertar a su lado es todo un nuevo descubrimiento. Su estomago se contrae en lo que sabe deben ser mariposas. «alfa, alfa, alfa»

Sin embargo es su cumpleaños, su primer cumpleaños juntos, Harry espera. Seria una pena pasar todo el día en cama cuando el omega ya tiene orquestado el día. 

Así que es una suerte, piensa, el sueño tan pesado que el alfa posee porque entonces puede pasearse por la casa para efectuar su pequeño plan en compañía de dos adorables duendecitas de santa. 

— Papi, despierta — Harry dice en su voz que usa para hablar con bebés. — Despierta papá, feliz cumpleaños papá. — Harry balancea ambas niñas sobre su cadera. — Papá cumple años hoy. Es su día especial, ¿verdad que sí?

Sus hijas rírn cuando lo escuchan e intentan imitar la palabra teniendo como resultado un montón de sonidos que suenan como pa y fe. Es suficiente para despertar a Louis, quien primero frunce el ceño y tensa su mano alrededor de la cama vacía solo para salir por completo de la bruma del sueño y sonreír aún con los ojos pesados.

Harry toma la manita de Adora para agitarla y saludar a papá mientras Darcy patalea contra la cadera de Harry para lanzarse a la cama.

— Heeeey — dice. Su voz suena ronca y debe parpadear varias veces para ajustar su visión. — Si son todos mis bebés.

Louis se sienta sobre la cama, tallando sus ojos. Solo cuando termina puede ver la mesilla que Harry ha dejado sobre la cama y el desayuno preparado solo para el, con todas esas cosas que usualmente el Omega no lo deja comer de forma habitual en un intento de cuidar su salud.

— ¿Desayuno a la cama? — pregunta con una sonrisa que llega hasta sus ojos.

— Para el alfa del cumpleaños. — Harry se ríe. Un tenue sonrojo llega a su rostro con la mirada que Louis le dirige, pues es el tipo de mirada que no entiende.  — ¡Oh! ¿Y esas bolitas de pan? Amasadas por completo por estás bellas cachorritas.

— Uh — exclama con sorpresa. Acentuado sus gestos y su voz para que sus hijas le hagan caso — ¿Para mí? Debo ser un tipo con suerte. ¡Vengan aquí!

Harry deja a sus bebés en los brazos de Louis solo para que pueda soplar sobre sus pancitas y hacerlas reír. Juega con sus manos y las llena de besos mientras recita un gracias interminable.  Harry no cree que exista algo que adore más que este momento.

— No es mucho — dice Harry en cuanto se sienta en la cama. Adora pronto se arrastra hasta el para intentar colarse bajo su camisa mientras Darcy disfruta del estar entre sus padres. — Pero realmente quería hacer tu cumpleaños especial, felicidades Lou.

Louis sonríe una vez más con sus labios apretados mientras ladea la cabeza. Estira su mano para acariciar el rostro del Omega y disfrutar del como la suave piel de su rostro se llena de color. — Lo haces especial, Harry, solo por estar aquí. Te-..., gracias. Gracias, Omega precioso. — y tal vez se lanza sobre la cama. Apresando a Harry bajo el para hacerle cosquillas y besar su rostro también.

Su tacto quema contra su piel cosquilleando en casa roce. Harry solo retorcerse y doblarse sientiendo cómo todos sus rizos caen sobre su rostro. Se ríe tan fuerte que su caja torácica duele y se queda sin aire. — ¡Lou! — se ríe y gira para intentar escapar y el alfa lo llena de besos haciendo más cosquillas. — ¡Lou, detente, detente! ¡No puedo respirar! — es en seguida que el alfa detiene su ataque de cosquillas y Harry siente el oxígeno regresar hasta el, jadeando en cada inspiración forzada. Cuando abre los ojos es cuando puede darse cuenta de lo cerca de están de que sus alientos se combinan y Louis lo tiene sometido bajo el.

— Soy un tipo afortunado. — repite el. Acaricia su cabello solo para ordenarlo y liberar sus rizos cada vez más largos del rostro del omega. Y Harry puede verlo, detallar cada detalle de una manera que el secreto y la discreción de la noche no permite. Ve como su barba comienza a salir y lo delgados que sus labios son, nota también como asi, encima de el, sus pómulos lucen mucho más afilados. Harry espera por un beso.

Se pregunta si a la luz del día también harán esas cosas. Cómo algo más.

O si por el con el contrario se encapsularan por las noches como ese acuerdo no discutido que poseen. Cómo eso que no hablan.

Pero Louis roza sus narices, frotandolas juntas en una delicada caricia y aunque ya no hace cosquillas sus manos permanecen fijas en su piel.

Entonces Darcy logra colarse entre ellos y su pequeña cabellera rubia bota entre sus rostros para hacerles cosquillas. — ¡ma!

Louis se ríe solo para sentir como Adora intenta trepar por su espalda. — Así es, cachorras. Cuando cualquiera, pero principalmente mamá, dice que nos detengamos. Lo hacemos. ¿Está bien? Ahora. ¿Eso que huele es chocolate?

— Estoy horneadote un pastel de cumpleaños.

— Muy afortunado, con mucha suerte. — Balbucea, bajito y con una sonrisa en rostro. Pronto se recupera y se sienta a probar el desayuno que su familia preparo. Harry odia como no deja de pensar en los labios del alfa por el resto del día.

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— ¿Louis?

— ¿Si, amor?

— Estás ansioso. — Harry dice, sentado en la sala con la chimenea encendida. Le gusta ver el fuego y los acogedor que hace el lugar. Debe ajustar a Darcy a su pecho porque no deja de distraerse.

— No, todo bien. — Louis responde. Juega con sus manos y se reacomoda sobre su lugar con Adora entre sus piernas. El mueve incesantemente sus piernas haciendo a su hija rebotar. Cada movimiento logra que sus frondosos y cada vez más largos rizos se muevan también en un interminable sube y baja. Harry ríe ante su negación, aún intentando acariciar la mejilla de Darcy para que coma sin problema.

— No era una pregunta, alfa. — responde. — Y en caso de lo hayas olvidado. Tu eres el alfa. E institivamente los lobos son animales de manadas así que nuestras bebés reaccionan a ti. ¿Y uhm? ¿Cómo decirlo? — Harry hace una pausa. — Estás ansioso y eso hace que Darcy mastique mi pezón.

— Mierda. Lo siento. — Louis deja de jugar con sus piernas y se mantiene estático en su lugar para dar un respiro. Solo cuando se ha asegurado que se siente lo suficientemente calmado se acerca hasta Harry.

Ya no hay sonrojos por tener el pecho desnudo cada vez que amamanta. Ya ni siquiera hace el intento por cubrirse estando cerca de Louis. Harry no sabe en qué momento comenzó a ser de esa forma.

Y es, bueno. El calor del fuego hace que ni siquiera tenga frío y tener a su bebé pegada de él es una de sus cosas favoritas.

Louis se reclina para obtener una mirada más precisa, manteniendo a Adora en brazos. — Hola bebé — dice. Darcy, quién tiene los ojos abiertos, los gira tanto como puede para ver a su padre, mientras que usa su manita para amasar el otro pecho de su madre en un reflejo de sincronización. — ¿Estás dándole a mamá un mal tiempo aquí, eh? No la muerdas. — Louis incluso acaricia sus pequeños labios, para hacer énfasis en su punto. — Tienes dientecitos ahora y eso lo lastima. Nadie quiere hacerle daño a mamá. Lamento haberte estresado, solo estoy muy emocionado por pasar el día con ustedes, puedes comer tranquilamente,  amor.

Ese fue otro de los cambios que más notaron en estos meses. Darcy ya ni siquiera se molesta por tener a Louis cerca al comer, no reclama a Harry como único territorio. Por el contrario y justo como ese momento, le ayuda a sentirse bien mientras come.

Y aunque Darcy deja de morder y el rostro de Harry muestra una seña de alivio, su hija apenas succiona. Solo juega con su lengua.

— Tu pequeña tramposa, ni siquiera tienes hambre. — Harry acusa sacando una risa a su bebé al ser descubierta. — Solo querías tiempo con mamá.

Entonces Harry la desprende de su pecho y la lleva a su hombro para hacer repetir la poca leche que consumió. — Está bien amor, mami siempre está para ti. Pero comer es tiempo de comer.

Darcy hace un pequeño puchero que no llega al llanto, pero estar sobre el hombro de Harry le permite frotarse contra su inolora glándula.  Que pese a ello, aún le ofrece consuelo, sobre todo cuando Harry está tan lleno del olor de Louis.

— Gracias por eso. — Harry dice.

— En cualquier momento. — Louis responde, aún con este gesto que pone de nervios a Harry. No puede definirlo, la manera en la que Louis lo ve, solo sabe que se siente intensa y hace todo dentro de el cosquillear. — Lamento si te puse nervioso.

— ¿Eh...? ¿Nervioso? — puede sentir la taquicardia aumentar.

— ¿Con Darcy? ¿Te lastimó?

— Ah, no. Nada que no soporte, está bien. ¿Vas a decirme porque estas tan ansioso?

— Yo pienso que no, omega bonito, pero- — deja de hablar. Es apenas un segundo. Pero Adora estornuda.

Ella estornuda y en cuanto su naricita está libre de molestias descubren que en su lugar, Louis carga una pequeña lobita.

Más esponjosa que antes se queda un segundo estática para comprender que le ha pasado, parpadea mientras sus padres la ven igual de sorprendidos. Antes de agitar la cola y retorcerse para salir del regazo de Louis.

Su hermana la ve correr entre los sillones, se agita sobre el hombro de Harry y el Omega puede sentir cada pequeño y diminuto hueso romperse y acomodarse también. Entonces siente su pelaje contra su piel y su cachorra brinca de su hombro para seguir a Adora.

— ¿Eso fue...? — Harry mira a Louis, preocupado un segundo por los muebles llenos de pelaje.

— ¡Eso fue impresionante! — Tiene una sonrisa enorme en el rostro y pequeñas lágrimas acumuladas en sus ojos azules.

— ¡Esa fue su primer transformación autónoma! — Harry exclama completamente emocionado y sin pensarlo se lanza hacia Louis para celebrarlo juntos. — Oh, dios.

— Enséñame, ¿por favor?  — Harry sonríe para juntar su frente con la de el mientras ríen juntos.

— Ve a cambiarte alfa, estás por quedarte sin ropa.

Es solo un par de minutos después que sus cachorras corren libres por el patio, muerden sus colas y juegan a perseguirse. Louis y Harry han dejado un cambio de ropa y un par de sábanas para cubrirse después.

Ambos hombres se sientan sobre el pasto sintiendo el frío invernal en cada poro de su piel solo con un par de boxers. No hay morbo ni miradas curiosas, es todo otro tipo de intimidad.

— Me has dicho que tú lobo te ha estado hablando, ¿verdad?

— Si.

— Eso es bueno. Porque entonces no está completamente reprimido. Pero yo solo puedo guiarte, tu tienes que hacer el resto ¿si, alfa? — Louis asiente. — Bien. Necesito que cierres tus ojos y te concentres en agudizar el resto de los sentidos.

Harry se encarga de entrelazar sus piernas y juntar nuevamente sus frentes. El comienza a acariciar el cabello recortado de Louis, disfrutando de la sensación que eso genera en sus dedos.

— ¿Puedes sentirme, alfa? — Harry susurra, apenas audible para el oído humano. — Dime que es lo que sientes.

— Yo- — Louis respira. Harry se encuentra amando la oportunidad de admirar cada uno de sus gestos y lo delicados que son. — Siento tu calor. El que viene de tu piel y las ondas que emanan de el. Siento la vibración de las patitas de Darcy y Adora golpeando contra la tierra.

— ¿Que es lo que escuchas?

Louis inclina su cabeza para obtener un mejor acercamiento. Se ríe y debe humedecer sus labios antes de hablar. — Puedo escuchar tu corazón. Y en el fondo otros dos descoordinados latidos.

— ¿Y más allá?

— Los animales en el bosque, y la forma en que las hojas golpean entre si. La tormenta que viene. Y los autos de la carretera lejos de aquí.

— Quiero que sigas eso. Que lo dejes ir. Tienes que fundirte con tus sentidos y entonces pasará. — Harry dice, mientras sigue acariciando la piel del alfa. Entonces siente su espalda crujir y la frecuencia cardíaca de Louis se dispara. — No tengas miedo, tus huesos deben reacomodarse pero no duele, alfa. 

Harry entonces besa la punta de su nariz solo para anclarlo nuevamente. Y pronto puede ver cada parte de el ser transformada. Parpadea un segundo y frente a el hay un enorme lobo castaño.

Harry debe soltar un jadeo en admiración. — Eres precioso, alfa.

«¡alfa, alfa! déjame salir con mi alfa»

«¡déjame conocerlo, omega!»

Louis usa su hocico para empujar levemente a Harry. Invitandolo a unirse también. El ríe antes de seguir a su familia y mostrarse cómo su Omega.

Un lobo blanco aparece en su lugar. Más grande que otros omegas pero encajando perfectamente bajo Louis.

Es como verse por primera vez, con colas agitadas y girando entre si para presentarse.  Se frotan solo para sentir sus pelajes y Louis comienza a lamer entre las esponjosas orejas de Harry. El omega ronronea antes de buscar lamerlo también.

Sus pequeñas cachorras pronto se dan cuenta que sus padres las han seguido y todos comienzan a jugar en el enorme patio que se adentra hasta el bosque.

No necesitan hablar, se trata de mucho más.
Ellos juegan hasta que la noche cae y sus pelajes de llenan de una fina capa de nieve. Y cuando finalmente entran a la casa de nuevo, sus bebés están demasiado cansadas como para regresar por su cuenta y deben recostarlas en sus cunas aún en su forma de lobo.

Harry debe transformarse en humano para abrir la puerta y Louis entra a cuatro patas con ambas cachorras perfectamente dormidas en su hocico. Es solo cuando las ha arropado que Louis regresa a su forma humana también acercándose a Harry después de cubrirse. Su cabello y sus pestañas llenas de escarcha.

Louis se acerca a admirar a sus lobitas en la cama. Y pasa un brazo por los hombros de Harry para tenerlo cerca. — Estúpida piel alfa. — Harry dice cuando siente a Louis completamente caliente mientras el aún tirita de frío. Louis reprime una risa antes de tronar un beso sobre la frente del omega.

— ¿Ellas estaran bien?

— Si. Seguramente regresen mientras duermen. Solo están muy cansadas.

— Son hermosas. Tan hermosas en cada forma. Gracias omega. — el corazón de Harry da un vuelco. ¿Le está dando las gracias por sus hijas? — Gracias por darmelas.

Harry se pregunta si por un segundo ha olvidado que el solo pario a una de ellas. Si en realidad ninguna tiene los genes de ambos o que ellos nunca se aparearon. O si por el contrario se ha vuelto tan intrascendente que ya ni siquiera importa. Si se han convertido en todo eso que Harry antes solo soño.

O tal vez, es solo la secuela de haber dejado a su alfa salir. Tal vez son solo eso, palabras alfa.

— ¿Deberíamos partir tu pastel? ¿Cenar un poco?

— ¿Esperamos a mañana para soplar las velas con ellas? — Louis pregunta. Ambos saben que sus hijas aún son demasiado pequeñas para recordar, pero el hecho de que Louis aún quiera esperarlas logra calentar más su corazón.

El está cayendo.

— ¿Té y a la cama? — ofrece en su lugar.

— Té y a la cama. — acepta. Antes de cerrar la puerta y dejar a sus lobitas dormir.

Abajo, después de bañarse y ponerse pijamas, ellos comparten su taza de té nocturna mientras Harry escucha con fascinación toda la emoción residual de Louis por haberse transformado.  Ambos hacen de Santa para sus hijas funcionando como un equipo en perfecta sincronia al poner todos los regalos bajo el árbol y dulces apropiados para la edad en sus botitas sobre la chimenea.

— ¿Ha sido un buen cumpleaños, alfa?

— El mejor que he tenido en muchos años, omega. Gracias por estar conmigo.

— ¿No preferirías...? — intenta preguntar.

— No. No hay ni una sola cosa que cambiaría. — Louis ofrece su mano para entrelazarla juntos. Hace mucho que ellos no juntaban sus manos. Entonces Louis besa sus nudillos, cada uno de ellos. — Ni una sola.

Y entonces Harry sabe que dice la verdad.

Cuando sus tazas se terminan y ellos aún no agotan sus temas de conversación, suben las escaleras aún con las manos juntas. Revisan una última vez a sus bebés antes de ir a su habitación.

Su habitación. Harry reprime su sonrisa, se siente tan bien pensar en ellos como una dupla.

Louis ajusta la temperatura para que el Omega no pase frío y ambos apagan la luz y se recuestan en una especie de rutina que, Harry piensa, es terriblemente sencillo acostumbrarse. Pero está bien, tomara lo que pueda obtener, se recuerda.

— ¿Lou?

— ¿Si, Hazz?

— Anoche — el comienza a decir. Toma una larga respiración y juega con sus dedos en un vago intento de ganar confianza. — Anoche tu me abrazaste.

— Lo hice. ¿Estuvo mal?

Ante su pregunta, Harry se gira, tal vez de forma demasiado abrupta. — ¡No! — corrige de inmediato. Louis lo imita para mirarse de frente aún en la oscuridad. — Solo me preguntaba, ¿puedes hacerlo otra vez?

Louis aprieta su sonrisa antes de asentir y abrir sus brazos. Harry muerde sus labios para acomodarse entre el.

— ¿Te gustó? — Louis se atreve a preguntar. Harry asiente contra su pecho, acurrucandose en su calor.

— Nunca antes dormí solo en realidad. En una casa tan pequeña como en casa de mamá, solía compartir cuarto con Gemma y luego cuando Darcy estuvo conmigo dormíamos juntos. Una cama es demasiado grande para mí — confiesa, bajito. Y su voz suena amortiguada por hablar contra la piel de Louis  — Y me da frío, excepto cuando estoy contigo.

Louis lo aprieta más fuerte. Acercándolo más. Entonces busca sus piernas para enredarse en ellas también.

— Y hueles tan bien — Harry sigue diciendo.

No sabe de dónde saca la valentía.

— Y me gusta tanto. — Es solo un efecto, se dice, se miente constantemente, un efecto de haber estado todo el día con sus lobos de fuera. — Sentirte, hace que no tenga tanto miedo.

Louis comienza a acariciar sus rizos en un arrullo constante. No se dan cuenta de como el alfa comienza a soltar más feromonas, para perfumarlo esta vez de manera conciente. Hasta que Harry solo huele a tinta y café.

— Y me gusta...

— ¿Si? — el alfa lo incita a seguir.

— Me gusta oler a ti. Me hace sentir... Cómo que puedo pertenecerte.

Louis no responde pero Harry puede sentirlo tensarse en contacto con su piel. Temiendo que se aleje lo abraza más cerca.

Y no necesita nada más.

Excepto que sucede.

Un movimiento mal calculado de sus piernas y entonces sus pelvis chocan juntas. Solo un roce y ambos deben soltar un jadeo con la fricción.

— Uh, no quise... — Harry dice. — Yo...

— Lo siento. Lo siento. — Louis responde, completamente apenado y con su rostro pintado de rojo. Pero no importa lo que sus palabras digan el omega comienza a sentir algo presionando contra el, creciendo rápidamente. — Déjame moverme, puedo...uhm, puedo girarme y aún así abrazarte si es... Si es lo que aún quieres.

Harry, con las mejillas pintadas tenuemenente, se aferra a la camisa del alfa y niega suavemente con la cabeza. — Quédate. ¿Si?

Se miran a los ojos un segundo y descifrar segundas intenciones es difícil. Pero es un tiro a ciegas que están dispuestos a intentar.

Harry enreda un poco más sus piernas, acercándose más. Y entonces mira a Louis en busca de un gesto o una señal para detenerse o continuar.

El alfa mira bajo las sábanas y la comprometedora situación que han generado y entonces mira al omega, con sus tirabuzones despeinados, oliendo como el, pidiendo ser suyo. Así que Louis baja las manos hasta su cintura y les da la vuelta hasta que el queda sobre el Omega.

No dicen nada, solo se miran por lo que parecen ser una eternidad. Tampoco se mueven y pese a ellos la tensión crece entre ellos. Louis se toma el tiempo para admirar cada detalles del rostro del Omega y entonces une sus labios en un beso que Harry espero todo el día.

Se besan con hambre y hasta que se quedan sin aire. Louis toma la pierna de Harry para elevarla a su cintura y sin poder controlarlo mucho más, embiste en seco.

Harry jadea debiendo curvar su espalda y eso lo acerca más a Louis. Sintiéndose hipersensible enreda sus piernas en la cintura del alfa buscando estar más cerca y comienza a mover sus caderas. El lubricante comienza a gotear de el pero nada de eso importa ya.

Se muelen juntos, sin atreverse a buscar más contacto. Y tener a Louis así es más que suficiente, casi como si fuera a follarlo, deleitándose con la idea de lo que realmente sería. Se frotan contra la tela usando la piel del otro para llegar a su propia liberación. Y están tan juntos que Harry puede llenarse de su olor y sentir su corazón latir fuerte.

Y es demasiado.

Pensar en todo lo que ha pasado y como ahora están aquí. Cómo tiene a Louis para el. Frotándose en el.

El cuerpo de Harry se contrae más rápido de lo que le gustaría. Y siente toda su pijama empaparse bajo el con su lubricante sin utilizar. Incluso eyaculo un poco manchando su propio pantalón. — Lo siento — dice con la voz quebrada aún sin recuperarse de su inminente orgasmo. — Es que yo... Hace mucho que no...

Y Louis gruñe ligeramente, apenas un sonido que sale desde el fondo de su diafragma. Fuerza a las piernas laxas de Harry a mantenerse abiertas para el. — Levanta tu camisa.

— ¿Cómo?

— Levanta tu camisa, Omega — ordena, en un comando que Harry no puede comprender como está tan lleno de dulzura pues aún se muele contra su polla hipersensible logrando acumular algunas lágrimas en los ojos verdes. Pero obedece, levanta su camisa hasta descubrir sus pechos y la muerde con sus labios para mantenerla arriba.

Entonces Louis deja de acariciarlo solo para meter la mano en su pantalón y sacar su polla. Se masturba en unos pocos tirones antes de llegar al orgasmo. Todo su semen cae en el vientre de Harry por lo que sienten minutos completos. Y más lubricante resbala de su entrada al sentir el caliente y espeso líquido derramarse en el.

Pero es demasiado. Harry levanta la cabeza solo un poco para descubrir que Louis ha anudado.  Puede ver la base de su pene contraerse y estirarse ante la nada, y por un momento desea que la mano del alfa fuese su entrada. Aún si se ve demasiado grande como para entrar en el.

— ¿Anudaste? — Harry llora con una sonrisa. Louis anudo por el.*

— No he terminado. — Louis jadea. Debe abrazarse al cuello de Harry para sostener su peso mientras toda la piel de Harry se llena de el, comenzando a derramar sobre las sabanas y todo el Omega de Harry chilla en emoción.

«alfa, alfa, alfa» sigue repitiendo como un mantra. Harry toma con una sonrisa toda su descarga y solo cuando ha terminado, siente la mano de Louis sobre su vientre. Parece obsesionado en su labor de distribuir toda su semilla sobre el Omega. Llena todo su torax hasta llegar a sus pechos y llenarlos de su semen también.

Harry no deja de gemir mientras lo hace.

Y cuando termina y admira satisfecho su obra de arte, el alfa baja la camisa de Harry y se acurruca de nuevo con el. Envolviendo en sus brazos otra vez y besa sus labios hasta que ambos están irritados.

— Ahí tienes. Hueles como mío. — Louis dice. Besando con devoción el cuello del Omega.

Y es en ese acto que Harry se permite soñar.

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*En este omegaverse el nudo es algo que se controla a voluntad pero que se encuentra fuertemente influenciado por el deseo de aparearte con esa persona.

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¿Que tal? :) ¿A qué no me desaparecí otro año? El otro día en FB se refirieron a mi cómo la que tarda bastatito en actualizar. Perdón. JAJAJA.

En fin. Muchas gracias a todes por leer. <3
Con la noticia de que está estaba planeada como una historia cortita con un total de 12 capitulos así que ya casi termina y es mi intención concluir esta para poder darle seguimiento a mis otras fics.

Muchas gracias por su paciencia, tienen un pedacito de mi corazón.

¿Alguien más de dedicación?

¡Nos leemos pronto!

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