mentira

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𝗺 𝗲 𝗻 𝘁 𝗶 𝗿 𝗮

「 𝖽𝗈𝗇𝖽𝖾 𝗁𝖺𝗋𝗋𝗒 𝗅𝖾 𝗁𝖺𝖼𝖾 𝗎𝗇 𝖿𝖺𝗏𝗈𝗋 𝖺 𝗅𝗈𝗎𝗂𝗌 」

˚ · • . ° . H

Si alfa, eso quiero.

Sus palabras se repiten como un bucle de su conciencia, su omega adormecido dando brincos de alegría por finalmente haber pronunciado aquello que moría por gritar, sin darle espacio o tiempo para arrepentirse a Harry.

No le permite retractarse al recordar las cálidas palabras de Louis proponiendo quedarse toda la vida ni del como todo dentro de si ebullio en mariposas incapaz de reprimir una sonrisa en cámara lenta; su rostro delatándolo al ampliar una sonrisa que muestra los hoyuelos junto a sus labios y sus lindos dientes de conejo a la par de los rápidos latidos de su corazón. No piensa en como, torpe para esconder las emociones de su omega -y tal vez solo un poco de las suyas- tuvo que apresar la camisa del alfa entre sus manos al sentir la emoción de su propuesta desbordarse en si, y esconder el rostro contra su pecho al sentir el inminente sonrojo que le comenzó a cubrir, llevándolo a musitar la única respuesta posible contra el calor de su piel.

Y al recordarlo, su omega ni siquiera le permite sentir un atisbo de vergüenza. No, porque apenas pronunció respuesta los brazos del alfa le apretaron un poco más fuerte contra si, reafirmando esa promesa implícita creciente entre ellos.

Puede que ninguno se de cuenta del como evolucionan las cosas después de eso; y si lo hacen puede que deseen no pensar mucho en ello, pues todo se siente tan natural y tan familiar que suena algo poco menos que descabellado el pensar que no es la primera vez que sus almas logran enlazarse, aun si esa idea permanece en su subconsciente como un secreto que sus lobos guardan con recelo.

Uno nunca sabe, pero es sencillo ilusionarse. Así que el lobo blanco simplemente permanece a la espera de ser reclamado por su alfa, guardando cada vez más un poquito más de anhelo ante la idea de unirse por completo a el, como piensa, como cree que lo han hecho antes.

Así con acuerdos previos, algunos dichos y otros aprendidos, ellos comienzan a funcionar realmente bien juntos. Como dos piezas de un mismo ensamblaje destinadas a encontrarse.

Porque entonces ambos se levantan por la mañana repartiendo actividades, trabajando en sincronía para establecer una rutina extrañamente familiar. Así Louis se levantaría primero para poner la tetera, alistar papeles de su trabajo y cambiar los pañales de la noche de sus hijas.

Entonces unos pocos minutos después Harry entraría a la habitación para tomar el relevo de sus hijas, pasando de los brazos de papá a mamá para ser alimentadas con la primer comida del día mientras Louis se encarga de ordenar las pañaleras, enlistar los biberones vacíos, las mordederas y todos esos otros elementos necesarios para facilitar la salida a la panadería de Harry.

También le ha comprado un carrito doble, y se ha puesto de acuerdo con Barbara para instalar un corral para bebes tras la recepción.

Luego llevaría una taza de te caliente con miel al omega, que para ese entonces ya tendría a Adora dormitando para empezar a darle de comer a Darcy. Su cachorra de ojos azules cuida con mucho recelo a su mamá cuando está comiendo, detectando la actividad como un período de vulnerabilidad solo para succionar con fuerza mientras mantiene sus delgadas cejas fruncidas y un gorjeo que pretende ser un gruñido ahogado con la leche.

Aquello enternece el pecho del mayor pues Louis le asegura cada noche a Harry que el actuaba igual con su mamá, incluso después de la llegada de sus hermanas. Una pequeña versión de el se pondría en posición de defensa para hacer una barrera humana para su familia.

— Sin embargo — el diría, torciendo sus manos para entregar le taza de te y así esquivar una mordida con pequeños dientes salientes. — Creo que me duele un poco que desconfíe tanto de mi.

— Ella solo quiere cuidarme, hemos sido solo nosotros dos por un tiempo. No te sientas mal, al final del día ella es demasiado como tú, alfa. Te quiere, y te necesita, sabe que eres su padre es solo que...

— A un alfa no le gusta compartir su territorio.

— Nuestra pequeña alfita... Incluso si no lo es realmente, ella bueno, se comporta como uno. Es natural para ella de la misma manera que lo es para ti.

Louis sonríe decidiendo creer en lo que el hombre más joven pronuncia. — Nuestra.

Con la satisfacción en el rostro de ambos, Louis toma a Adora para mecerla entre sus brazos. — ¿Puedo? — pregunta y en cuanto Harry sonríe asistiendo, se adentra en el nido que le ha construido en el cuarto guardería.

Y simplemente pasan un rato en la mañana juntos, cada uno con una niña en brazos. Platicando, o cantando, o simplemente en silencio porque sus propios latidos son más que suficientes para calmar a sus hijas y convivir un poco antes de separarse por el resto del día.

Lo siguiente es preparar el desayuno y aunque ciertamente es Harry quien hace la mayor parte del trabajo, Louis se encarga de hacerlo reír y limpiar cada cosa que va dejando detrás. Sus hijas descansan en el nido dónde pueden observarlas y para cuando comparten el desayuno, son solo ellos dos. Eso les permite conocerse un poco más, aún en las cosas más pequeñas, aprendiendo sin intentarlo los hábitos del otro.

Después Louis se va al trabajo, mucho más tarde de lo que lo haría normalmente pero aún en tiempo. Pues esa rutina de crianza compartida les ayuda a distribuir responsabilidades y disfrutar mucho más.

Cargan el peso de ser padres hombro con hombro, y eso hace vibrar en alegría a cada segundo el corazón del Omega. Como que finalmente todo empieza a estar en su lugar.

Y si bien Louis insistió en usar su hora del almuerzo para llevar a Harry a la panadería, el menor se niega a ello pues al ya no tener que preocuparse por los pasajes o el dolor en sus brazos al cargar a sus bebés por trayectos extremadamente largos realmente puede disfrutar el caminar con ellas, amando como todo en su piel emana el una combinación del olor de sus hijas, de ambas, y el rastro residual de feromonas que pasar tanto tiempo con Louis deja en el.

Así que su rutina funciona, sin variaciones.
Algunas personas podrían considerar tener un sistema tan marcado como algo tedioso o incluso aburrido, pero Harry no. Es familiar.

Y le alivia el corazón saber que Louis se encuentra igual de satisfecho que el.

Pues a pesar de que el trabajo es el mismo, el cansancio, las ojeras y la fatiga comienzan a reducirse por la mitad. Louis parece brillar cada día con su piel bronceada y sus ojos tan bonitos, que Harry solo puede ronronear al saberse causante de ello.

El está siendo un buen omega.

Le encanta sentirse de esa forma tras años de saberse tan fuera de lugar. Y le encanta aún más que sea Louis quien logra complementarlo sin intentar.

Luego, por la tarde, Louis saldría temprano para recoger a Harry de su trabajo, y pasarían un rato en el parque, en la plaza o cualquier otro lugar en lo que Lou denominó como citas familiares. A veces el alfa le entrega flores como parte de todo el montaje —flores que en realidad Harry conserva tan bien que han comenzado a decorar todo el departamento. Así que Louis simplemente comenzó a regalarle pequeñas macetas haciendo que el lugar luzca con muchísima más vida. Algunas otras veces llega con los dulces que ha notado son los favoritos de Harry, o pequeñas cosas que encuentra en su trayecto y le hacen recordar al omega.

Ese tiempo que invierten juntos, les hace no solo funcionar de forma inconsciente como parte de sus lobos, sino que ellos, de forma racionalizada, Louis y Harry, se conocen tan bien que se adaptan al otro de forma automática.

Se convierten en un equipo.

Después regresan a casa donde prepararian la cena juntos, bañarian a sus bebés y bailarían en la cocina porque Harry descubre que Louis es la persona más espontánea que existe, que nunca está aburrido con el pues encuentra la manera de volver cada día más especial que el anterior.

Y luego, al nido. Dónde Harry amamantaria a sus hijas y Louis las arrullaria para llevarlas a dormir, entonces el omega sé deslizaría de nuevo entre los brazos del alfa para caer rendido con su toque, enredando sus cuerpos sin pensarlo.

Solo para amanecer en su cama perfectamente arropado, y repetir todo de nuevo. Harry se encuentra añorando el despertar para vivir cada pequeña parte de su día con emoción. Y ama el giro tan repentino que ese contraste representa a todas las noches con las que deseo irse a dormir para no despertar más.

Es una mañana, mes y medio después que todo toma un giro no esperado. Fue algo tan gradual que en realidad, ni Harry ni su omega pudieron darse cuenta.

Harry empaca el almuerzo de Louis y escribe una carita feliz en un pequeño post it con algún mensaje bonito como cada día.
Ni siquiera debe pensarlo, no cuando la vista que tiene en frente es Louis haciendole cosquillas a sus hijas al llenarlas de besos para despedirse. Las palabras correctas solo aparecen en su mente.

Entonces Louis se coloca su blazer, toma su maletín y besa las cabecitas de sus cachorras con la promesa de verlas de nuevo en unas pocas horas. Harry observa cada movimiento con una sonrisa, balanceándose en puntillas para contener su emoción, pues Louis ha empezado a besar su mejilla para agradecer su almuerzo casero.

El espera su turno por un beso del alfa. —y ni siquiera se permite en pensar el porque.

Entonces Louis se dirige a el, Harry extiende con orgullo su almuerzo empacado. — Hice pollo con verduras para ti hoy, alfa. Necesitas comer más sano. — el dice.

Louis se ríe negando con la cabeza y le es imposible contener la sonrisa en sus labios, arrugando sus ojos en el proceso.

Y ahí viene su parte favorita, Harry piensa. Golpea son la punta de su zapato su talón para disimular su nerviosismo, y desvía un poco la mirada porque aún le avergüenza sentir los labios del alfa contra su piel.

— Gracias, amor. — Louis responde al tomar su almuerzo. Harry gira levemente su rostro para recibir su beso pero nunca llega, en su lugar siente el calor de su roce sus labios.

Dura apenas un segundo, y es apenas un pico. Pero sus labios queman con el tacto ansiando más de ese cosquilleo, ese cosquilleo que se extiende por todo su ser. Louis parece no darse cuenta y para cuando Harry reacciona de la conmoción, se encuentra solo en casa.

El lleva sus delgados dedos a sus labios, tocando con temor de borrar la sensación que Louis ha dejado en ellos, y sonríe.

No importa si fue por accidente. Louis le ha besado.

«alfa nos ha besado, mi alfa. ¡Un beso omega!»

— ¿Ustedes... ustedes vieron eso? — pregunta a sus cachorras.

Darcy y Adora solo rien en el fondo.

Más tarde, camino a la panadería, está en llamada con su mamá mientras empuja su carrito. Darcy se ha quedado dormida contra su voluntad al no poder cuidar a su mami todo el camino, así que duerme con el ceño fruncido y Adora parece tomar el relevo de ello. Ella, ciertamente es más sutil, demasiado curiosa como para caer dormida así que Harry le cuenta un poco de todo lo que observan. Pero si alguien dice buenos días entonces ella pedirá ser alzada para hacerles saber que su mami está ocupado.

Harry sonríe despidiendo al amable beta, acomodandola de nuevo junto a su hermana — Lo siento mamá, tenía que acomodar a Adora. Le gusta demasiado el mundo como para dejarla todo el tiempo en su carrito.

Ella no se había tomado muy bien la idea de Harry dejando la casa sin avisar.

— Se parece a ti. — responde, aún molesta pero sin tener la capacidad de desquitarse con la niña. Harry sabe que ella sonríe del otro lado de la pantalla.

— Y no las visto, mamá. Tiene el cabello tan rizado, sus rulos se aprietan tanto que parece un pequeño brócoli. Es bellísima.

— Como su mamá — Harry se ríe con el teléfono en la mejilla. Pasan por un poco de sol así que acomoda todo para que no moleste a sus niñas, entonces ajusta el celular de nuevo y sigue hablando.

— Es de familia. Mis niñas hermosas. ¿Recibiste el dinero que te envié?

— Si, pero Harry-

— ¿Pudiste dejar tu trabajo del jefe desagradable, ese que te toca demasiado al saludar? Por favor dime qué si, que es suficiente para que no tengas que estar ahí

— Si Harry, gracias, pero cariño estamos bien, ¿porque no puedes regresar con nosotras?

— No puedo mamá, tengo dos hijas. Sabes cómo son los lazos de lobo, ellas necesitan a su papá tanto como me necesitan a mi.

— Pero si puedes, podrían encontrar la forma. Tal vez una noche y una noche, no lo sé. Tu padre nunca estuvo con nosotros y ustedes no sufrieron por eso.

— Louis no es como mi padre. El es un buen papá, las ama, está perfectamente involucrado y la diferencia está en que su alfa ha reclamado a nuestras hijas, mamá.

— Pero...

— Tal vez no quiero irme, mamá.— dice de repente y la llamada se vuelve tan silenciosa que Harry debe revisar que no haya colgado.

— ¿Que?

— No quiero irme — dice con más confianza, dando vuelta por una calle para seguir su camino — Estamos bien juntos. Y yo sé que no es lo ideal ni lo que esperabas para mi, pero incluso las familias no tradicionales siguen siendo familias. Louis es un buen hombre y nos está cuidado. Somos amigos. Estamos bien juntos.

— ¿Y que vas a hacer cuando encuentre a su omega, eh? ¿O si la madre de Darcy regresa? ¿Dónde quedarás, amor? Respeto tus decisiones cariño, sabes que si, pero temo por ti y no quiero que te haga daño.

Mierda.

El no... El realmente no había querido pensar en eso. De repente siente sus labios escocer con el recuerdo de su beso y su omega esconde el hocico de pensar en dejarlo.

— Ella no es su mamá, yo lo soy. — dice molesto, su lobo conteniendose de gruñir solo por tratarse de Anne — Mamá... Por favor. No. No quiero pensar en eso. Si sucede entonces yo me ocuparé de eso, pero Louis es un buen hombre y el no haría algo para lastimarnos, puedes estar tranquila.

— Bien cariño. Pero por favor ven a visitarme, quiero ver a mis nietas.

— El fin de semana mamá, ¿estarás en casa?

— Claro, y trae a ese alfa tuyo que quiero conocerlo. — las mejillas de Harry se enrocejen. — Comienza a preocuparme lo bien que hablas de el.

— ¡Mamá! — sonríe de los nervios y Adora lo imita. — el no... Louis no es mi alfa.

«Si lo es»
«El nos hizo un nido. ¡Dos nidos!»
«El me llama Omega»
«Dormimos en sus brazos»
«Nos dió un beso hoy»
«No me importa si no quieres saberlo, no importa si el miedo no te deja creer, Louis es mi alfa tanto como tuyo»
«Lo es»

Entonces no son solo sus mejillas sino todo su rostro el que se ha pintado de rojo. —Omega inútil — el murmura.

— ¿Seguro, cariño? Porque la forma en la que hablas parece indicar lo contrario. — se ríe con ternura — Cuida que tú Omega no se encapriche con ese hombre.

— Mamá ya voy a llegar a la panadería. Nos vemos luego — entonces corta la llamada, pensando en que tal vez es un poco tarde para eso.

Cuando Louis llega a recogerlo, Bárbara lo recibe besando sus mejillas porque ese hombre encantador también ha enamorado a su jefa.

El carga a sus hijas que lucen emocionadas por encontrarlo y ayuda a recoger el corral mientras Harry termina de limpiar la panaderia.

Pero cuando Harry sale con un poco de harina en su rostro y la sonrisa de satisfacción al haber terminado su turno y ve a Louis, sabe que algo anda mal.

El aprieta sus dedos contra el mandil para limpiar su sudor. Y camina hacia el sintiendo las piernas tensas. ¿Es el beso? ¿Esta molesto por eso?

— Hola Harry — sonríe tan bien como siempre. — ¿Listo para irnos, cariño?

Bien. No es el beso. Seguro ni siquiera se dió cuenta del beso. Ahora está preocupado porque algo ande mal con Louis.

— Claro — se deshace del mandil y toma la tanda de pastelillos que ha horneado para el alfa — ¿Iremos al parque? Te hice tus favoritos, pensaba en que podríamos tener un picnic. Tomar un poco de sol le hará bien a las niñas. ¡Nos vemos Babs!

Y entonces Louis conduce en silencio hasta el parque cerca de su casa. Incluso cuando tienden la sábana y estiran en conjunto las piernitas de sus hijas, se mantiene en silencio.

— Saben increíble, Hazz. Muchas gracias. — Es todo lo que dice en la tarde.

«Algo anda mal con mi alfa. No se siente bien, omega. Tienes que hacer algo.»

En ese momento, Harry lamenta tanto usar sus supresores. Porque de no hacerlo el podría liberar feromonas para tranquilizarlo, sin importar que sea lo que le agobie.

— Uhm, ¿Lou?

— ¿Si, Hazz? — Harry, de estar acostado sobre la manta, se endereza y cruza sus piernas para abrazarlas contra su pecho, nervioso de lo que va a preguntar.

— ¿Estás bien? Puedo notar que hay algo preocupandote y.. si hay que hacer para ayudarte, puedo hacerlo. Puedes pedirlo. Somos un equipo ¿Si?

Louis sonríe de lado, casi con tristeza y usa su mano en un delicado gesto para retirar el cabello que cae sobre sus ojos.

— ¿Crees que soy un buen alfa, Harry? — pregunta avergonzado, incluso desvía su mirada al preguntar. No puede evitar pensar en que buen alfa no tendría qje preguntarlo.

— ¡Claro que sí, Louis! — responde sin dudar y tal vez más alto de lo que deberia — Tu.. tu me tratas muy bien, y eres excelente con nuestras hijas. Alfa — Harry se inca acercandose hasta el y se toma la libertad de sujetar su mentón para mirarlo de cerca, levantando su mirada — Eres un buen hombre, y si nos ponemos técnicos... Bueno, tu provees perfectamente a nuestra familia, aún cuando es trabajo de ambos. Nos cuidas y nos proteges como nadie. Y tu, alfa tonto, construyes los mejores nidos. — el entierra su nariz en su cuello, pidiendo ser marcado por su olor aún en público, aún cuando es práctica de una pareja enlazada, y cuando las feromonas lo envuelven y el huele más a Louis que a él mismo sonríe para juntar sus frentes y enredar sus dedos en su cabello, acariciándolo de la misma forma en que Louis lo hace por el cada noche — tienes el mejor olor... Y si, podré ser más alto que tú pero yo soy un omega inusualmente grande, eres fuerte ¿crees que no me doy cuenta de cómo me cargas cada noche? Yo encuentro ahí la definición de alfa perfecto, Lou. Y te aseguro que mis hijas no podrían tener un mejor padre.
Sea cual sea la razón por la que estamos en esta situación, me alegra que seas tú quien está del otro lado.

Louis sonríe con algo de timidez, pero la felicidad llega hasta sus ojos.

— Gracias, Omega. Me hace bien escuchar eso de ti.

— Bien — Harry deja un beso en su frente antes de separarse y volver su atención a sus hijas. El les da una sonaja a cada una paseandola frente a sus pequeños rostros para obtener su atención — ¿Quieres contarme cuál es problema?

— ¿Recuerdas esa charla que tuvimos sobre cuántos alfas hay en la empresa? Somos solo yo y el CEO, Liam. Casi todos son betas pero como mi puesto es alto ellos tienen está idea extraña idea de lo que un alfa debería de ser. Ellos ya piensan que no soy uno bueno así que cuando Danielle me dejó, yo no pude decirle a nadie, solo a Liam porque tuve que tomarme unos días al inicio para aprender a cuidar a Adora.
Pero mañana hay una reunión que Recursos Humanos organiza, es obligatoria para los altos mandos y Liam dijo que si no aparezco con mi Omega... Entonces tendríamos un problema sobre si el resto de la empresa me considera apto para el puesto o no. — le cuenta, luce avergonzado y asustado en partes iguales. Harry aulla por recuperar la sonrisa de su rostro.

— ¡Eso es ridículo! Estar emparejado no te hace mejor ni peor para desempeñar tu trabajo. ¿Y Liam no puede hacer nada?

— No... Mi trabajo es con la gente. Si ellos no me quieren yo no puedo hacerlo, y entonces no tengo lugar ahí. Yo lo siento, Hazz. ¿Tal vez ya no soy tan bueno como creías?

— Dios, cállate. Eres excelente para mí. Lo eres alfa. No te atrevas a insinuar lo contrario, y no temas de mostrarte débil ante mi. Nadie puede ser tan fuerte todo el tiempo, no solos. Somos un equipo — repite, ni siquiera lo piensa cuando ya está lanzado su propuesta — Yo seré tu Omega.

— ¿Harry?

— Ellos no necesitan saber los pasos extra que nos hemos tomado para formar nuestra familia. En lo que a ellos respecta, yo seré tu omega. Tenemos dos bellas hijas, ¿quien podría dudarlo?

— Mierda, Harry, no tienes que... No puedo pedirtelo.

— No hace falta. Somos un equipo, alfa. — ellos enlazan sus manos y no las sueltan ni siquiera cuando llegan a casa. — Está decidido.

Al día siguiente, su rutina cambia ligeramente. Pues su cachorras lucen dos bellos vestidos a juego y diademas de tela entre sus cabellos luciendo tan coquetas como son en su carrito dónde todos los colegas de papá pueden apreciar lo hermosas que son.

— ¿Estás bien? — Louis le pregunta antes de salir de su oficina. — Puedes retractarte en cualquier momento Harry. Solo dilo y nos iremos.

Tan preocupado por el.

Harry se pasea por la oficina de Louis. Todo su corazón da un vuelco cuando encuentra pegados en la pared cada uno de los post it's que le ha escrito. Lo sabe, sabe en ese momento que no hay vuelta atrás incluso si lo intentará.

Sabe que no tiene sentido negarlo.

Ese es su alfa.

Ese es su alfa y le encanta tanto.

Se muerde el labio para reprimir el llanto. — Yo estoy bien, ¿Tu lo estás?

El asiente. Sus miradas se encuentran en una especie de acción relajante y bajan de la oficina, pasando por los grandes y vacíos pasillos para salir hasta donde la recepción dele evento.

Louis abre las puertas de cristal y entra, vestido de traje como todos los días al gran jardín donde se ha organizado la reunión pero con la diferencia que entra empujando la carriola de sus hijas y teniendo colgado de su brazo al omega más bonito que alguna vez pudo imaginar.

Harry usa un traje negro pero con una camisa del mismo tono rosado que el vestido de sus hijas. Incluso se tomó la libertad de dejar los primeros botones abiertos. Sus rizos se definen perfectamente y se ha puesto un poco de brillo en sus labios, haciendolos lucir más rojos que de costumbre.

Tal vez la pañalera en su hombro interviene un poco en la imagen de elegancia que emanan, pero a nadie le queda duda de que el rizado es la madre de las hijas de Louis.

Como siempre debió de ser.

Sus manos permanecen enlazadas en todo momento, y saludan a todos con Louis luciendo orgulloso de su familia. Harry puede escuchar sobre las maravillas que Louis hace en su trabajo, sobre cómo le deben tanto de los resultados y lo mucho que Louis es querido y admirado entre la gran parte de sus colegas.

Claro que ellos deben inventarse un par de respuestas, como cuanto tiempo llevan enlazados y en donde se han conocido. Pero la tarde sale bien, y Liam parece observar con orgullo a la distancia.

Harry sabe que el otro alfa no cree en su teatro, no del todo al menos. Pero lo dejara pasar porque Louis es de esas piezas demasiado valiosas como para dejarle ir. Lo sabe de primer mano. Sonríe para si y se abraza un poco más fuerte a el, amando el constante contacto y lo bien que eso le hace sentir. Pero está bien porque su alfa es excelente para las relaciones públicas y verlo en su entorno natural es fascinante.

Cada pequeña parte de el lo es.

Harry está seguro de sus ojos se vuelven de corazón mientras lo mira hablar, pero no puede evitarlo. Todo su corazón se agita de solo verlo estrechar manos con alguien, se agita al reírse y se agita mucho mas cuando siente sus dedos tomar su cintura.

El se permite dejarse ir por la magia de su tacto, en el pensar lo bien que su mano encaja en esa pequeña curvatura de su piel y como quiere que se quede ahí, sosteniendolo siempre. Pero es entonces Marvin se acerca a ellos.

— ¡Tomlinson! ¿Es que te van otros alfas? ¿Por eso eres tan inepto? Porque este ni de joda es un omega, ¿o acaso te gusta ser dominado?

La sonrisa de Harry se borra de su rostro y de repente se acompleja de nuevo por su tamaño. Se había sentido tan correcto que casi olvida lo mucho que desentona, casi de forma inconsciente, busca ponerse detrás de Louis. Como si hacerse pequeño pudiese disimular su tamaño.

— ¡Hey! — Louis da un paso al frente. Harry puede sentir las feromonas que suelta a voluntad. Es tanto el olor a canela, tan fuerte y tan picante que incluso cala un poco en su nariz — Una cosa es que me hostigues a mi, es irrelevante viniendo de alguien como tú. Pero no puedes hablar de mi omega de esa forma.

Marvin debe inhalar profundo para no sucumbir a las feromonas de Louis. Harry puede notar las piernas del beta temblar pero no sé atreve a mirarlo al rostro de nuevo. Solo se aferra con un poco más de fuerza al carrito de sus hijas.

Tal vez que el esté ahí es peor para Louis.

Tal vez no merece ser llamado su omega, ni siquiera por un día.

— Por favor, solo míralo. Esta deforme.

—Lo único que veo es a alguien que proyecta sus propias inseguridades. Y ya que no me has entregado tus reportes no puedo saber la causa, Marvin. ¿Que es? ¿Es tu mami que te dejo? ¿Problemas con papá por no ser suficiente? — Su rostro se torna rojo de furia y aprieta los puños con la cólera acumulandose — Oh. Eso es. ¿A qué no es lindo que la gente hablé de ti? Verás, en esta empresa tenemos una política de cero tolerancia a la discriminación y la cosa con esto es que no puedes pedir respeto si no lo das y a mi me parece que tú olvidas quién soy yo. Arrodíllate.

El cuerpo de Marvin cae contra el pasto. Y el terror aparece en su rostro. Toda la fiesta se ha quedado en silencio observando la escena que se ha montado. Y el beta sin entender que o quien controla su cuerpo refleja el terror en su rostro.

— ¿Q-que?

— Oh, ¿No llevas meses pidiendo que muestre que tan alfa puedo ser Marvin? ¿No ese... Como dices, mi jodido rol? Pídele disculpas.

— N-no... Es un omega. — su frente suda por intentar resistirse.

— Precisamente porque lo es. Precisamente porque es Harry, mi omega, del cual estás hablando y al cual has ofendido. Ruega. Ahora.

— ¡Lo siento, lo siento, lo siento! — toda su piel parece inyectada en rojo — Harry, lo siento, por favor... Lamento ofenderte. Lo siento. Yo no... Lo siento, lo siento mucho.

Harry tiene sus labios entre abiertos y observar las lágrimas de dolor acumuladas en el cuerpo que se arrodilla frente a él es demasiado.
El nunca había escuchado la voz de un alfa, a pesar de ser parte de las funciones básicas es de esa parte de su naturaleza que han dejado rezagar.

El tampoco sabía que Louis podría hacerlo. Que podría hacerlo tan bien.

— Te perdono — dice en un susurro. Y como un títere al que le han cortado los hilos, su cuerpo cae y su respiración se agita.

— ¿A qué no era tan difícil, o si Marvin? No molestes a mi Omega.

Entonces Louis da un paso detrás y a los segundos, aún impactados, todos comienzan a volver a lo suyo. El alfa, incluso, se muestra cabizbajo cuando se acerca a Harry.

— Lo sie... — empieza a decir.

— Escuchaste a tus instintos. — Harry remarca con una sonrisa. — Y tu voz, joder

— Uh, bueno. Creo que tú me has enseñado un poco sobre no ser tan estricto conmigo, y el dijo esas cosas feas sobre ti y fue como un susurro en mi cabeza. No podía, no podía dejarlo hablar de ti así.

— ¿Tu alfa te hablo?

— Si.

Dios. El alfa de Louis reacciono a el siendo lastimado.
Mierda.

— ¿Ha pasado antes?

— Solo desde que llegaste.

Mierda. El va a escupir su corazón de lo fuerte que late. Lo siente golpear en su pecho y aturdir sus oídos. Cada latido más fuerte que el otro.

— ¿Harry? — Louis no entiende toda la revolución que ha creado en cabeza del menor.

Pero no importa porque Harry se lanza contra el, encajando en sus brazos tan bien. Se abraza a su cuerpo y pide por ser envuelto en su calor.

— Mi omega bonito, ¿estás bien? — Louis pregunta preocupado, toma las mejillas de Harry para acunarlas en su rostro y sus alientos se combinan con la cercanía que han creado. — Dime por favor que no te he asustado, no quiero hacerte llorar de nuevo.

— No, ni un poquito alfa. — mi alfa. — Estoy bien. Gracias por defenderme, Lou.

— Siempre, omega. Siempre. — ellos sonríen y se congelan en esa fracción de segundo. Pero la mirada de Louis va hacia los verdes ojos y luego hasta los labios del Omega entre sus brazos.

Una vez, y luego otra vez.

— Siempre.

Y lo besa. Sus labios se unen una tierna caricia que pronto se convierte en más perdiendo la timidez del tacto. Cada vello la piel de Harry se eriza y siente el más grande regocijo inundar su ser. Le besa de vuelta y Louis lo aprieta un poco más cerca de el.

Luego junta sus frentes y besa de nuevo en un pico sus labios, sintiendo la curva de felicidad que se crea en ellos.

Un colega les interrumpe después, buscando a Louis para establecer conexiones para una nueva inversión, porque alguien tan alfa seguro que maneja perfectamente la empresa. Y ellos hacen negocios.

Pero jamás suelta la mano de Harry. Ni deja de cuidar por el rabillo de su ojo a sus pequeñas cachorras.

Mi alfa.

Ellos no dejan de pretender después de eso.

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Hijoles, como que me tarde un montón con la actualización. Una disculpa, solo espero que el contenido del capitulo haya podido compensar un poquito, ¡ojala les haya gustado!

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