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— Ábreme, por favor.
Su mano tiembla al tocar el picaporte. No debería tener tanto miedo.
Roza con sus dedos la fría superficie y duda para girarlo. Se queda estático, escuchando como el golpeteo se ha detenido y con ello contiene la respiración.
No debería dudar tanto.
Silencio. Le toma un par de segundos caer en la cuenta como el edificio parece haberse quedado dormido y teme, por un segundo, que se haya ido.
— Lou — suplica.
Mierda, ¿desde cuando tenía tanto miedo a su propia hermana?
— Carajo, Tomlinson — se reclama. Antes de abrir la puerta con demasiada brusquedad.
Y con ello, ambos parecen congelarse.
La mirada azul se encuentra con su igual y deben contener la respiración para no ser los primeros en romper el contacto. ¿Como habían llegado a ese punto?
La mira, con su cuerpo pequeño y la bronceada piel enrojecida por el frío de la noche. Tiene el cabello rubio en un moño revuelto por el viaje y tiene tras de sí una pequeña maleta de mano.
La mira intentando reconocer como habían cambiado tanto y haciendo un sobre esfuerzo por recordar la última vez que estuvieron tan mal. Tan tensos, tan ajenos.
La tiene enfrente y se siente tan lejos, casi irreconocible. Justo como él.
Se miran por segundos que se sienten eternos hasta que Lottie es vencida por los nervios y una sonrisa torcida se refleja en sus labios.
Aquel gesto tan pequeño, casi imperceptible a ojos extraños, logra anclarlo de vuelta a la realidad.
Nota lo irritadas que están sus mejillas y como sus labios se fragmentan con resequedad. Su corazón da un vuelco y se maldice por haberla mantenido tanto tiempo fuera de la puerta.
No duda en extender su brazo y tirar de él para traerla dentro. — Cielos, niña. Mira como estas, ¿Acaso estas loca, Charlotte? ¿Estar afuera vestida así, con este frío? ¿Que haces aquí? ¿Como entraste? ¿Mamá sabe?
Le bombardea con preguntas cuyas respuestas no llegan pues Lottie no tarda en lanzarse a sus brazos y esconder la cabeza en el pecho de su hermano. Sus brazos lo rodean con fuerza y comienza a retener sin mucho éxito un par de sollozos.
— Lou. — es todo lo que dice, el resto de sus palabras no llegan a entenderse.
Louis la abraza y permite que llore entre sus brazos sin comprender, sin recordar las semanas que llevaban sin hablar o el como ella lo había hecho sentir indigno de hablar.
Solo la abraza. Acariciando su cabello y murmurando un «ya esta, cariño» sobre su oído.
Transcurren unos minutos hasta que Lottie hace el esfuerzo por romper el abrazo. No se separa mucho pero logra levantar la cabeza para mirar a su hermano.
— ¿Vas a decirme que sucede, amor? ¿Alguien te ha hecho daño?
— No, no — se apura a decir, estirando las mangas de su blusa para limpiar las manchas negras que se han creado bajo sus ojos. — Yo lo siento tanto Lou. Se que no debería haber aparecido así pero no sabía que más hacer... Ya no contestabas mis llamadas.
— Oh, es que he apagado el teléfono. ¿Porque no tomas un baño y yo bajaré a la cocina común por un poco de agua para hacerte un té? ¿Si? Necesitas relajarte, Lotts. — ella asiente y deja un pequeño beso sobre su frente antes de salir.
Camina descalzo con las luces apagadas, sin entender del todo que ha sucedido.
" Bueno, eso parece que se ha vuelto una costumbre " Niega con la cabeza al saberse más perdido que nunca.
Lottie le mira. Sosteniendo una humeante taza de té entre sus manos. Su cabello gotea y por pijama lleva una camisa y un pantalón de Lou que parecen ser demasiado grandes para ella.
Louis se ha reclinado sobre su escritorio sin llegar a cruzar los brazos, intentando no mostrarse hostil. Pero los ojos de Lottie desviandose tras de él, a su computador, con el perfil de Instagram de Harry abierto en la pantalla principal no ayudan bastante.
Se siente expuesto.
Avergonzado.
Y demasiado comprometido como para intentar apagarlo sin verse obvio. Sólo reza en silencio para que la máquina decida entrar en hibernación.
— ¿Te sientes mejor, Lottie? — ella da otro trago.
— Si, el té es bueno. Gracias Lou. Tu escuela no es como la imaginaba...
— ¿Como entraste? — Le corta.
— Se colarme en clubes exclusivos para celebridades, Lou. Tu uni es patio de juegos.
— Creo que voy a ignorar tus talentos para cometer ilegalidades. ¿Que haces aquí? ¿Que paso con tu escuela? ¿Mi mamá sabe?
— Yo he adelantado todo para pedir unos días de licencia. Papá me ha ayudado a venir pero mamá no lo sabe aún. Por favor no le llames... — pide en cuanto nota a Louis intentar alcanzar su teléfono — Es que ella dijo... Ella quiere. Dice que hablarías al estar listo, y tal vez ella tiene razón como siempre al decir que soy egoísta pero ya no toleraba estar mal contigo, Lou. Me estaba quedando sin aliento.
— ¿Así que...? — intenta hablar, pero su diálogo es cortado.
— ¡Lo siento, Lou! — y llora de nuevo. Apenas una lágrimas que bajan por su rostro. — Y es que me tomo tanto tiempo darme cuenta de lo mucho que me había equivocado. Si yo no hubiese estado tan absorta hablando de.... Bueno, ya sabes, tal vez podría haber notado cuanto te estaba lastimando. Y haberlo sabido. De haber prestado un poco más de atención tal vez me habría dado cuenta más pronto que me comporte como una niña caprichosa al saber que alguien que quiero... Quiere a alguien más.
Estaba tan enojada Lou, que creí que todo esto... Las cosas malas que le pasaron a Harry, de el no estando con una chica, toda esa mala prensa... Creí que era culpa tuya. Y estaba tan enojada que me olvidé de que las cosas no funcionan así, me olvide de quien eres y que estabas sufriendo también. Olvidé que soy tu hermana también... Y Dios ahora me odio tanto por eso, dime Lou, ¿me odias también?
Louis, con los ojos algo brillosos y un nudo en la garganta, niega con la cabeza.
— No, no. Claro que no, amor. Eres mi hermanita, ¿como podría odiarte? — se lanza a la cama, atrapandola en un abrazo — Nunca, no digas eso Lottie. Te amo muchísimo.
— Lo siento mucho, mucho, mucho Lou. Perdón.
— Te perdono. Esta bien, cariño. Esta bien. Yo estoy bien, no pasa nada.
— Oh Lou — ella toma su mejilla, acariciando la piel con el vello creciente. — No lo estás. Ese video tuyo corriendo a los periodistas y tu artículo Louis, es genial pero... Muy triste. Siempre creí que eras tan libre, ¿porque te has aprisionado así?
— Algunas miradas valen el encierro.
— Dios. Tu lo amas. ¿No es cierto?
Esta vez, se permite admitirlo.
Sonríe cuando lo dice, pero aunque sus ojos brillan la felicidad no logra reflejarse.
— Si, lo amo.
— Pero, ¿como? ¿Cuando? Ayúdame a entenderlo Lou. ¿Ya se conocían?
— No Lottie. Nosotros nos conocimos el día que entraste a ese club. Yo salí a buscarte y nos encontramos.
— ¿Y todas esas veces que salías... Estabas con él?
— Si. Fue pura casualidad.
— ¿Tal vez destino?
— Carajo, eres tan melodramática Charlotte.
— Vamos, ¿que otra explicación tienes? ¿Como puedes amar a alguien en tan poco tiempo?
— Solo a él, Lottie. Solo a él.
Un silencio le sigue y ambos sonríen con los labios apretados. Ella golpea amistosamente su hombro.
— Te dije que era especial.
— No sabes cuanto. — Lottie puede sentir su corazón calentarse al notar la devoción que su hermano, muy terriblemente, intenta ocultar.
— ¿Es tan hermoso de cerca como lo es de lejos? — pregunta soltando un suspiro.
— Es mejor. Tiene una pequeña cicatriz bajo la ceja y otra en su mentón. Y una marca en su muñeca. Sus ojos reflejan tanta vida y sus manos... Son bellísimas cuando puede poner colores en ellas.
— ¿Así que si le gusta, pintarse las uñas? — la sonrisa de la rubia crece a cada palabra.
— Lo ama. Incluso pude pintarlas para el.
— ¿Y ustedes... Ya sabes? ¿Los moretes que no eran moretes? — el rostro de Louis se enrojece. — Mierda, si lo hicieron. Ugh, por eso caminaba extraño en la playa y yo que creí que algo le había picado... Mierda, Mierda. No quiero esa imagen en mi cabeza — ella se pone de pie y da unos pasos para ventilar aire. — ¡Mi hermano se cogio a Harry Styles! Cielos... Mi hermano se cogio a Harry Styles. ¿Eso es más de lo que el resto puede decir, cierto?
— Maldición, Lottie. No hables así de él. Yo no me lo... Ugh. No fue solo eso, ¿si?
— Lo sé, lo siento Lou. Es que... Es mucho para procesar. Yo sabía que era imposible estar con él pero que no le gusten las mujeres solo lo vuelve más imposible. Y que le gustes tu elimina todas mis milagrosas posibilidades...
Y me dices que la persona que yo admiro y conozco es la imagen que alguien más le ha dado... Es mucho. Es mucho.
— Lo sé. Se siente irreal.
— Dios, solo espero que el este bien. Me da mucho miedo lo que pueda estar pasando con todo lo que han dicho sobre el — Louis no tiene corazón para admitir que el está aterrado también.
Lottie pasa las manos por su cabello ya seco. Dando un pequeño tirón para aligerar la presión.
— Supongo que ahora podría intentar quedarme con Gemma ¿no? Tu tienes un Styles, yo quiero otro.
Louis le mira arqueando una ceja.
— Lottie, ni siquiera te gustan las mujeres.
— ¡Pero ella es guapa, podría intentarlo! ¿Cierto?
Louis, por primera vez desde California, suelta una carcajada.
— La sexualidad no funciona de esa manera, amor.
— Lo sé. Se vale soñar. — una mueca después ambos ríen de nuevo — Entonces ¿cuál es el plan? ¿Volaremos a L.A. e interrumpiremos en su casa para que le declares tu amor?
Louis ríe con tristeza.
— Esto no es una película, amor, y yo no soy alguien a quien él quiere.
Lottie decide que su amargura es tal, que esa noche no podrá convencerlo de lo contrario. Así que solo besa su mejilla con cariño.
— No me vas a enviar a casa, ¿verdad?
— No. Pero cuando mamá marque mañana... Tu atenderás esa llamada.
Lottie alza las manos en redención. — Vale.
— Ahora, a dormir, mañana tengo clase y tu podrás ver el campus conmigo. Me hará bien algo de compañía.
Apagan las luces y se acomodan entre juegos en la cama. Pero cuando Louis se duerme y le ve sonreír entre sueños Lottie sabe... Que el fondo Harry debe quererlo también.
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Apuesto a que no era quien creyeron. Perdón :(
Juro que ya casi termina el sufrimiento. No se me desanimen.
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