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Sus manos sudaban.

Las manos de Harry nunca antes habían sudado. No logra entender porque.

Pasa sus dedos sobre sus piernas, sintiendo la suave textura de su pantalón con la intención de secar -una vez más- el sudor que su piel emana y aquel acto le obliga a mantener unos segundos extra su mirada fija en su reflejo. Esta vez asegurándose de que la tela no se haya manchado al secarse.

Tiene el corazón en la garganta y su desayuno amenaza con abandonar su estómago. Muerde su labio, lastimando la piel, sin entender la razón de su nerviosismo. Incapaz de no mirarse al espejo, y pese a ello sonríe.

Porque ahora es capaz de mirarse y sentir algo más que odio.

Puede observar sus zapatos brillantes, en tonos dorados y un elegante tacón que le hace parecer más alto de lo que ya es. Y como contrasta con el pantalón negro ajustado a su cintura y suelto por debajo.
Si sube su mirada, la comisura de sus labios se tensan hacia arriba al notar el brillo rosado de su camisa y como es adornado con unos lindos holanes que cuelgan por su cuello y sus muñecas.

Pasa sus dedos entre ellos, jugando con la tela colgante y sonríe. Sus dedos tienen un rosa pálido y ha logrado recuperar gran parte de sus anillos.

Verse al espejo se siente correcto.
Casi lo suficientemente bien como para no ponerse a llorar al notar como su cabello apenas crece, formando unos rulos incompletos pero siendo mejor que el recuerdo de su cabello casi al raz de su cráneo.

Incluso se ha animado a ponerse un poco, solo un poquito, de bálsamo labial. Y así su boquita desprende un brillo sano y un tenue sabor a fresa que le hacen recordar a los besos de Louis.

Sonríe frente al espejo, su corazón se acelera ya no puede identificar si es la alegría de sentirse mejor consigo mismo, el calor en su pecho que genera tan solo pensar en el nombre de Louis o algún remanente de sus inexplicables nervios.

«solo se que si algo se siente correcto no puede ser erróneo» La voz de Louis se escucha en su mente, como un recuerdo lejano, y los hoyuelos de Harry se muestran al tener un poco más de comprensión sobre lo que aquellas palabras significan.

Así que permanece ahí, mirándose y sonriendo. Intentando juntar la valentía suficiente como para abandonar la seguridad de su habitación.

— ¡Harry! — su voz lo sobresalta solo por un segundo. Pega un brinco y se siente un poco expuesto.

Pero todo fragmento de inseguridad pasa a segundo plano cuando puede ver a Niall sonriendo con cariño.

— Woah.

— ¿Me veo bonito, Niall? — su grandes ojos verdes miran en dirección del castaño. Buscando que un poco de afirmación verbal logre convencerlo de desanclar sus pies.

Niall sonríe. Se acerca y le sostiene por los hombros, debe elevar la mirada y sus brazos quedan en una inclinación que tras unos segundos se volverá incómoda.

— Muy bonito Harry. Te ves como tu, te ves más feliz y nada es más hermoso que eso. — se pone de puntillas para besar con brevedad su frente antes de abrazarlo. — Ellos ya están aquí.

— Oh, eso fue rápido. ¿Te quedarás? — susurra. Queriendo esconderse en los brazos de su amigo.

— No puedo, tengo que resolver unos pendientes. Esto es algo que tienes que hacer tu, Hazz. Y estoy seguro de que podrás, estoy orgulloso de ti. Suerte, ya están en el estudio.

Es ahí cuando su miedo se acrecienta, y debe ver en cámara lenta como es que Niall abandona su habitación. Se gira sobre si para verse en el espejo una última vez.

Siempre había buscando expresarse a través de su vestimenta, por difícil que resultará conseguir aquellas prendas. —sea por su talla o por los prejuicios de las grandes compañías— por eso estaba tan orgulloso de su pequeña colección de ropa. Principalmente estampados pero también unos pocos encajes y colores brillantes.

Un pequeño refugio hasta que su antiguo equipo de estilistas acato la orden de quemarlo. Así que ahora, tras esa última conversación, Gemma se había dado a la tarea de conseguirle aquel atuendo como una disculpa. Y Harry, gustoso, no pudo resistirse a probarlo.

No contaba con recibir visitas tan pronto.

" ¿Tal vez debería quitarmelo? ¿Usar algo menos extravagante? " piensa por un segundo. Y después niega para sí. Notando cómo palabras que no le pertenecen se han colado en su mente.

Y se obliga a recordar la seguridad que tomar la mano de Lou le ofrece, por más difuso que se sienta.

Pues antes de que el periodista apareciera en su vida, Harry se había sentido un poco a la deriva. Flotando en la marea, sin dirección alguna.

Pretendiendo ser alguien que no era. Sin alternativa ni escape. Sólo por no conocer algo mejor.

Y esos pocos días con él, habían sido aire y luz. Una mejor expectativa de vida, algo a lo que aspirar. Indudablemente, una brújula para su navío.

E independientemente de los próximos sucesos. Decide, honrar aquel vivido ideal que el hombre le habría mostrado. Solo así podría ser fiel así mismo. Así que toma un respiro y limpia por última ocasión sus manos para finalmente abandonar su habitación.

Es con paso lento que realiza su recorrido. Pasando con pesadez cada habitación en camino a su pequeño estudio de grabación.
Conforme se acerca logra escuchar las risas de sus amigos y sus manos tiemblan cuando debe de girar el picaporte.

Es como vivirlo en cámara lenta.

La puerta se abre y sus tacones resuenan en el piso de madera.

Tal vez es su aparición tardía, o el hecho de su nombre no ha abandonado los titulares en las últimas semanas. Pero se siente como si la causa de esas miradas fuesen sus ropas.

Sin embargo, se niega a bajar la mirada. Y por el contrario, ofrece una tímida sonrisa.

Todos bajan sus bebidas y detienen la risa en cuanto le ven entrar. Sorprendidos de la persona tan diferente que esta de pie frente a ellos.

— Woah. — Ny Oh es la primera en hablar tras largos segundos. — Harry, te ves impresionante.

— Guapo, muy guapo. — Charlotte le segunda. Y tanto Clare como Sarah sonríen en complicidad dejando en el aire sonidos de afirmación cargados de cariño. La baterista de su banda debe golpear con el codo a Mitch, quien finalmente sale de su estado de confusión y frunce su ceño para soltar una seca afirmación.

— Gracias, chicos. Y gracias por venir tan pronto. — sonríe con un tenue color rosado en su rostro.

— Honestamente, tras tanto silencio. Creí que estábamos despedidos — Adam se ríe. — ¿Así que estabas en un cambio de guardarropa? — inquiere.

Silencio.

— Casi — baja la mirada, buscando la manera de decirlo. — Más bien... ¿Intentando salir del closet?

— Oh.

Más silencio.

— ¿Así que los rumores de ese chico...? — Clare  pregunta.

— Louis. Su nombre es Louis, y son todos ciertos. — En este momento. Dar explicaciones sobre algo tan obvio comenzaba a cansarle. — Es solo que Syco cree que yo siendo homosexual no es bueno para ni música.

— Harry pero eso... — Ny intenta hablar. Sus palabras quedan sueltas al aire. — es, es inhumano. ¡Eres un excelente artista!

— Si. Lo es — Harry se encoge de hombros. — Y no les había llamado porque parte de las condiciones de Simón fue dejar mi antiguo estudio de grabación y ahora he decidido que no quiero vivir así tampoco estoy con Syco. Bueno, Gemma esta intentando romper lazos. Y los llame porque quería decirles esto de frente puesto que en términos de sellos discográficos... No tenemos sello discográfico. Lo siento. Yo entendería si quisieran tocar con otro artista, en estos momentos cualquiera es mejor que yo.

Y el silencio les invade por tercera ocasión.

— Bueno, Harry, gracias. Pero eso es pura mierda — Mitch dice. — con quien decides estar no te hace mejor o peor artista y honestamente nada es más divertido que hacer música contigo. Yo me quedo y si necesitamos mandar a chingar a su madre a las disqueras... Entonces lo hacemos. Punto.

— Mitch...

— El tiene razón Hazz, estamos contigo. — y una afirmación a coro le sigue. Harry debe de contener lágrimas rebeldes ante la aceptación de sus amigos y es medio de un abrazo grupal que se permite reír.

— Carajo, me alegra tanto escucharlos decir eso porque solo tengo tres días para prepararme y colarme en un evento universitario de Londres. Y hacer una declaración musical sin una banda seria totalmente patético. — se ríe, aún conteniendo lágrimas. Sus amigos le abrazan más fuerte.

— Espera. Creí que Louis y tu estaban juntos — dice Charlotte.

— Bueno, lo estuvimos... Unos días. Algo así, creo. Pero luego me asuste y dije algo que no quería decir y luego el se fue y ahora no lo estamos. Pero lo amo y necesito saber si es mutuo antes de rendirme.

— ¿Así que escribiste una canción? — Pregunta Adam.

— Muchas en realidad. Me preguntaba, ¿la tocarían conmigo? ¿Serían dos días suficientes para aprenderla?

— No se que estamos esperando. — Rompen el abrazo y Harry pone una sonrisa en su rostro al buscar con dedos temblorosos las copias de las partituras. Esta vez por emoción.

Pasan los segundos antes de que cada uno sonría en complicidad. — Esto es maravilloso. ¡Manos a la obra!






La tarde termina con la canción memorizada y perfeccionada por cada uno de los presentes.
La última nota es cantada con perfecta sincronía y una serie de aplausos le sigue.

— Estas listo. Lo va a amar, estoy segura Hazz. Será lo más romántico hecho jamás. — Ny pega un brinco.

— ¿Así que cual es el plan?

— Hay un evento en el cual tiene una ponencia. Es importante así que no podemos interrumpirlo. Tiene que ser después. Entre a la página de la universidad para descargar el programa y hay un intermedio una hora después de su presentación. Solo espero que no decida abandonar el evento antes... Gemma esta intentando conseguir boletos sin escala de último minuto y Niall cree que podemos sobornar al manager de la orquesta que han contratado para que inicien un poco tarde. Así que solo tenemos que resolver como burlar la seguridad del campus y llegar tras bambalinas sin que se den cuenta.

— Eso no suena muy legal.

— ¡Eso no importa Sarah! Necesitamos hacer una declaración de amor épica — exclama Adam.

— Y necesitas verte bien — la voz de Niall se suma a la conversación. Todos se giran sorprendidos solo para verle entrar en compañía de otro hombre. — ¿Harry? Quiero presentarte a mi amigo, Harris Reed.

Sin comprender de quien se trata Harry da un paso al frente con una tenue sonrisa, tendiendo la mano para saludar.

— Un gusto conocerte Styles. Soy diseñador y Niall aquí me contacto platicandome el problema que tienes para conseguir ropa que te guste. Yo he tenido complicaciones para encontrar quien use mi ropa... Esta un poco fuera de los estándares. Así que ¿que tal si trabajamos juntos? — la sonrisa de Harry se ensancha, mirando a Niall sin poder creerlo.

— ¿El hace ropa bonita? — sus ojos se muestran brillosos.

— La más bonita.

— Oh, Ni. Gracias señor Reed. Amaría poder usar su ropa. Lo amaría mucho.

— Será un placer diseñar para ti, Harry. Supe que iras a buscar a tu chico y creo que tengo la idea perfecta. Aunque para ello tenemos una noche muy larga.

Harry sonríe sin poder creer como todo comienza a encajar.

"Mi chico".... Harry muerde su labio con la idea.
Si. Con un poco de suerte, pronto lo sería.


.

Es doce horas después que Harris entrega, sudoroso y con marcas bajo los ojos, un traje impecable, embolsado con cuidado.

Harry llora al probarselo.

.

Cuarenta minutos después Gemma anuncia que ha conseguido los boletos.

Todos conducen al aeropuerto con los instrumentos en mano. Y una pequeña maleta con un equipaje de imprevisto.

Harry carga su traje sobre su espalda. Intentando no arruinarlo.

Deben correr para escapar de la furgoneta de paparazzis, y es Gemma la primera en quedarse atrás para ayudarle a su hermano a llegar.

Ella besa su frente antes de crear un escándalo para llamar la atención de los reporteros.

.

Todos duermen en el vuelo. Harry no es capaz de hacerlo.

Es cuando observa el sol salir que se pregunta si está listo para ver a Louis. ¿Que si no le quiere más? ¿Que si lo lastimo tanto que no puede perdonarlo? ¿Que si no le gusta la canción?

Niall se da cuenta a mitad del vuelo y decide calmar a su amigo ayudándole con su manicura.

— Pon una uña amarilla, Ni. Por favor.

El castaño no pregunta, pero sabe que tiene que ver con el ojiazul.

.

Horas después, Harry tropieza al bajar del avión.

Sus amigos deben de ayudarlo a ponerse de pie y juntar sus gafas de sol antes de que alguien note quienes son.

Cuando suben a su transporte Harry llora desconsoladamente por ser un enorme desastre y el miedo de arruinarlo todo con Louis, le invade.

Entonces llora de nuevo.

.

Una hora antes de que el evento inicie, descubren que colarse a un edifico escolar con equipaje pesado es más difícil de lo que en las películas parece.

Corren con bandanas en el rostro y capuchas en su cabeza. Incapaces de ser sigilosos pues los platillos de Sarah resuenan en su estuche.

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Pasan diez minutos perdidos en el campus.

Un guardia parece encontrarlos.

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Niall corre hacia la fuente. Creando un segundo gran escándalo.

Canta en medio de sus gritos una melodía nada afinada. Y un señor en uniforme comienza a alumbrarlo con una linterna y correr tras el. Entonces Harry y su banda corren en dirección contraria.

.

Veinte minutos después de escapar de ese guardia. No saben sobre Niall, pero Mitch ha encontrado un mapa del campus y logran colarse al auditorio.

Harry corre, sintiendo sus piernas temblar. No sabe si es el cansancio, el miedo o los nervios.

Pero el evento ya ha iniciado.

.

El chico del sonido resulta ser un romántico empedernido. Así que no toma mucho convencerlo.

Deben vestirse tras el telón. Bajando el rostro cada vez que algún ponente se prepara para tomar su turno. Pero los años de práctica se muestran y es cuestión de minutos para que todos estén listos.

Sus amigas le ayudan a poner un poco de brillo en sus labios y peinar su cabello.

.

Es solo cinco minutos después de estar listo que sucede.

Harry ve a Louis.

El reloj se detiene, y su respiración también.

Se ha dejado la barba, perfectamente recortada y su cabello luce más largo peinado de esa manera. Su frente descubierta y su mirada tan despierta.

Lleva una camisa blanca, una corbata negra y un traje de un tono gris, casi azulado. Sus ojos resaltan de forma hermosa.

Tan guapo como el último día que le vio.

Tan cerca de él, y aún así, tan separados. Harry debe de esconderse tras un telar para que no le vea.

— Tomlinson, ¿estas listo? — pregunta alguien del staff. Louis se gira al notar un movimiento tras el pero pronto se vuelve hacia el hombre.

— Lo estoy.

Harry lleva sus manos al pecho. Teme que su corazón sea un delator.

Louis sale al escenario y Harry se acerca. Asomándose sólo un poco.
Lo suficiente para verlo. Y percibir un poco de su perfume.

Harry jura que podría ponerse de rodillas.

.

Louis habla. La gente aplaude. Y le hacen más preguntas.

El pecho de Harry se llena de orgullo y es entonces. Al escucharlo. Que ya no tiene más miedo.

Una vez más, Louis le había salvado sin siquiera intentarlo.

Sin saberlo.

.

Cincuenta minutos.

.

Treinta minutos y Harry tiembla.

" Por favor que aún este ahí. Por favor que aun este ahí "

.

Diez minutos y el chico del sonido les ayuda a preparar todo.

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Cinco minutos. Sus amigos le sonríen con la promesa de un todo estará bien.

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Dos minutos para el intermedio. Harry toma su micrófono y su mano tiembla.
Teme caer.

.

Sesenta segundos, el telón se levanta.

Harry toma una larga respiración y el repentino cambio de luz le ciega por unos segundos.

Todos le miran sin comprender, pero no encuentra el par de ojos azules. Así que sostiene su micrófono con más firmeza.

— Mierda, estoy tan nervioso — dice al notar como el aparato se resbala entre sus dedos y decide que es mejor montarlo en su base. Pero se da cuenta de que le han escuchado — Oh cielos... Estaba prendido el micrófono.

Baja la mirada y cierra los ojos. Temeroso de su siguiente pregunta.

— ¿Lou? ¿Louis Tomlinson? ¿Sigues aquí?

Y entonces. Los reflectores le alumbran. Intentando escapar, detenido a la mitad.

Sus ojos se encuentran, por lo que se siente una eternidad solo hay azul y es entonces que Harry se olvida del como respirar.

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¡Penúltimo capítulo! Espero les haya gustado. Ya casi terminamos.

Quería dejar publicado esto hoy porque mañana inicio en la escuela de medicina 🤍 omg. Estoy tan emocionada.

Les quiero mucho. Gracias por leer y comentar. Nos estamos leyendo.

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