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Ustedes saben que viene.
Pero he visto a algunas personas poner este tipo de detalles antes, por respeto a la preferencias de lectura. So, esto es LT

¡Disfruten!

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Las manos de Louis sobre su cintura se sienten tan bien. Su agarre es cálido y seguro, constrasta a la perfección con el frío del agua.

Incluso se siente tan seguro al estar rodeado de sus manos, que por un momento deja de tener miedo: del que dirán, de lo que sucederá cuando el sol se oculte, de aquella estúpida disquera.

Cualquier cosa valdría la pena por sentir esa seguridad que Louis le proporciona.

Su beso termina, y cuando Harry pasa las manos por su espalda, acercandole un poco más, teniendo como resultado un roce accidental de sus caderas.

Es en esa fracción de segundo que Harry lo sabe.

Sonrien, pero la timidez le gana, el rubor sube de nuevo a sus mejillas y Harry termina por esconder el rostro sobre el cuello de su pareja.

Disfruta del contacto que le genera, y susurra sobre su oído.

- Quiero más de ti, lo quiero todo.

La voz de Harry logra erizar la piel de Louis. Pero este se separa lo suficiente como para verle el rostro.

Louis encuentra un brillo en sus ojos y un tono rosado sobre su piel. Reprime una sonrisa ocasionada por los nervios pero todo en ese panorama le resulta tan irresistible como adorable.

Usa una de sus manos para acariciar el rostro de Harry.

- ¿Que has dicho, Hazza?

- ¿Hazza? Eso es nuevo.

- Voy a llamarte como carajos quiera, amor - se ríen.

Hay algo en la voz de Louis que parece calentar su pecho a cada palabra. Es un poco tortuosa la sensación, sentir como se propaga sin poder ponerle nombre.

Casi le hace querer llorar sin sentir ni un poco de tristeza.

- De verdad quiero todo contigo, Lou - confiesa bajando la cabeza.

- Hey, amor, tenemos mucho tiempo. - le llama pero Harry no levanta la mirada.

" Tal vez eso no sea cierto " Llega a pensar con pesar. ¿Como esa emoción podría ser compatible con todo el bien que Louis le hace?

Desecha el pensamiento con rapidez.

- Por favor - susurra.

- Hey, hey - vuelve a llamar, levantando su rostro por el mentón - ¿Estas seguro? Solo no quiero que decidas algo de lo que después puedes arrepentirte, amor.

- Nunca me he sentido tan seguro como cuando miro a tus ojos Lou. Te quiero a ti.

- Vale.

- ¿Si?

- Si - se ríen de nuevo sin poder reprimir las sonrisas. - Pero no creo que sea muy buena idea quedarnos aquí. No me apetece que mi camisa se quede al fondo del lago.

- Porque esa seria una perdida tan lamentable.

Nadan de vuelta a la orilla, y apenas ponen pie en tierra el ambiente juguetón regresa donde ellos.

Es un cuadro que cambia con rapidez. Salen del agua y es cuestión de segundos para que sus manos busquen al cuerpo de otro, casi como un juego donde existe un único resultado. Sonríen entre cada beso y sacarse la ropa se vuelve una tarea difícil al sentirla pegada a la piel.

Se ríen cuando el brazo de Harry se queda pegado al sacar la manga, y se ríen aún más cuando la tank de Louis se pega a su frente jalando todo su cabello hacia atrás.

Las prendas caen en algún lugar del pastizal y entonces se toman el tiempo para mirarse uno al otro.

Aún hay gotas que adornan su piel, pero Louis puede observar a detalle aquella vista que hace unos días se prohibió observar.

Cada uno de sus tatuajes, y como su piel brilla con el sol. El tono de su piel y como sus músculos se marcan sin siquiera intentarlo. Su espalda ancha, la forma en que su cintura resalta y los helechos que adornan la v de sus caderas.

Louis junta las palmas de las manos y se las lleva a los labios.

- Mierda, eres tan caliente.

Harry sonríe pero no escucha el cumplido, se encuentra demasiado concentrado apreciando el cuerpo de Louis. Porque justo cuando pensó que no podría ser más atractivo se sorprende admirando la delgada complexión que mantiene una perfecta armonía con los músculos trabajados. Sus clavículas resaltan, tiene la cintura acentuada y una línea de vello que nace en su pecho y se pierde por debajo de su abdomen. Pero lo mejor es el como sus tatuajes parecen completar todo el panorama.

Harry pierde la respiración y su cuerpo se tensa con el solo verlo. Surge una presión sobre su vientre que no se molesta en disimular.

- ¿Disfrutas lo que ves? - Louis ríe con ternura.

- Más de lo que crees.

- Ven aquí - Louis le jala por el cuello atrapando con una mordida su labio inferior. Y con ello Harry no teme del acariciar su torso desnudo.

Hay algo que sucede cuando su piel entra en contacto. Pero es así, sin capas de ropa de por medio, que el tocarlo parece intensificar la magnitud de su sensación. Y maldición, se siente bien.

Recorre su espalda, acaricia su pecho, toma su cintura. No importa cuanto lo toque, parece no ser suficiente para memorizar cada detalle.

Intentan moverse, pero a ciegas terminan por tropezar. Sus piernas se enredan y es con un giro lleno de torpeza que Louis cae de espaldas sobre el pasto con Harry sobre el.

Otra carcajada llega a sus oídos de nuevo.

- Eso va a doler mañana - un quejido le acompaña. - Dios, que desastre somos.

Harry se ríe, apoyando los brazos para levantarse y aliviar un poco el peso que ejerce sobre el. Pero no se separa, se reclina para besarle otra vez.

- Si lo somos. - susurra contra sus labios. Le busca con la mirada en cuanto su beso termina y la gravedad logra que parte del cabello de Harry cubra su rostro.

Louis le sonríe, intentando sostener aquellos mechones rebeldes sin tener mucho éxito. Pero Harry no se queda quieto y comienza a descender sus besos.

Primero es la comisura de sus labios. Después su mentón. Baja a su cuello y sonríe cuando al morder Louis deja escapar un suspiro. Besa sus clavículas y baja un poco más para besar su pecho.

- Juro que podría besar todo tu cuerpo - susurra, tan concentrado en su recorrido que poco se percata de que su movimiento logra frotar las caderas de ambos. No hasta que otro suspiro se escapa de la garganta de Louis y uno propio se une al sentir el roce.

- Carajo. - suspira. Louis sostiene con firmeza las caderas de Harry y comienza a marcar el ritmo del roce de sus cuerpos.

Louis le mueve una y dos veces más, y es todo lo que se requiere para que la presión bajo la tela aumente. El mero contacto con la ropa resulta doloroso.

Sus respiraciones aumentan hasta volverse sonoras y sus espaldas se arquean, Louis se detiene contra el suelo y lo único que sostiene a Harry es el agarre sobre su cadera.

Pese al placer que le orilla a cerrar los ojos, Louis se obliga a abrirlos solo un poco para así encontrar a Harry sobre el, con los labios entreabiertos y su ceño fruncido. Tiene la mano sobre el pecho de Louis y de sus labios salen los sonidos más dulces que Louis ha escuchado jamás.

- Carajo - dice Harry de nuevo. - Lou.

" ¿Como podía sentirse tan bien con tan poco? "

- Ya voy, amor, ya voy. - suspira para detener el movimiento y llevar con rapidez sus manos a las bermudas de Harry y después a las suyas.

Liberarse de esa prenda no logra aliviarlos por completo, tan solo establece un mayor campo de visión a un problema que permanece sin resolver.

Harry besa el abdomen de Louis marcando una línea que sólo desciende y para cuando llega al elástico de sus bóxer levanta la mirada para regalarle una sonrisa tan cargada de ternura que debería de rozar lo inmoral.

Harry relame sus labios con emoción y se deshace de la ligera prenda que aún permanecía de por medio.

Y maldición, no esperaba eso.

- Harry, tu no tienes que...

- Como dije, todo tu cuerpo, Lou. Es solo que yo no... Es decir, ¿tu podrías...?

- ¿Nunca te han hecho una mamada?

- No, quiero decir, si. Pero Camille... Ella no.... Yo solo quiero escucharte suspirar otra vez, es que se siente tan bien. Quiero hacerte suspirar, Lou.

- Tu me haces suspirar con solo verte, Hazza. Eres hermoso.

El sonrojo llega a las mejillas de Harry, quien desvía la mirada en un acto reflejo.

- Sabes a que me refiero.

- Es como comer un helado. - dice tras unos segundos. - Aunque probablemente acabó de arruinar toda la experiencia del comer helados para ti.

Se ríen de nuevo.
Algo estaba tan bien en todo eso. Pues ahí, con Louis enteramente desnudo bajo el deberían centrarse en una sola cosa antes de cortar la respuesta de su cuerpo. Pero lo cierto es que, no resulta necesario.

Pueden hablar, pueden reír, pueden jugar sin perder ni un momento la creciente temperatura en su cuerpo.

¿Es acaso de esa manera como tendría que ser? ¿Con ese compañerismo? ¿Esa comodidad?

Harry no tiene forma de saberlo.

- ¿Podrías guiarme? - se atreve a preguntar.

- ¿Acaso me pides que folle tu boca, Harry?
Porque quiero escucharte decirlo. - hay algo en su forma de decirlo que se siente sucio, casi como algo prohibido.... Y jodidamente caliente.

Harry sonríe de lado antes de responder. - Folla mi boca, Louis.

Y se reclina sobre el, besa el abdomen, justo donde sus besos habían quedado suspendidos y marca esa línea húmeda por el todo el camino restante. El vello le hace cosquillas en la mandíbula y no deja de besar hasta llegar a la punta. Entonces sabe lo que sigue y lame antes de meter lo posible dentro de su boca.

Louis gime al sentir el cálido contacto, entonces mira a Harry, totalmente lascivo con sus grandes ojos y su miembro entre sus labios, y una mirada de confirmación que después da inicio a su movimiento de caderas.

Impulsa dentro de su boca, siente el contacto con la lengua y la calidez propia de ella. Louis desciende su mano, tocando su propio pecho hasta llegar con Harry, para así pasar los dedos entre su cabello.

Y jodido infierno, se siente tan bien sostener sus suaves rulos.

Pero Louis toma con fuerza su agarre, y comienza a guiar los movimientos de Harry.
Su respiración aumenta entre esa combinación de sensaciones y los sonidos que la boca de su pareja hace.

Harry comprende como es que parece gustarle, y comienza a moverse por cuenta propia. En algún momento añade sus manos para cubrir aquella parte que su boca no puede y Louis le mira con sorpresa para después poner una sonrisa y llevar sus brazos hacia la cabeza para recostarse sobre ellos.

Louis gime, y a Harry le encanta. Le encanta escucharlo y saber que ha sido el quien lo ha provocado, le encanta sentirlo palpitante por el placer dentro su boca, y le encanta el sabor.

Toma confianza en sus movimientos, aumenta la rapidez y con ello las reacciones de Louis. Puede ver su pecho subir con rapidez y el tenue color rojo cubrir su rostro. Pero lo mejor es que puede saborear su líquido preseminal emanando de la punta.

- Hazz - suspira.

" Oh, que bien se escucha "

- Hazz, detente, amor. - logra decir antes de intentar contener otro gemido. Pero Harry no le hace caso.

Le encanta demasiado como para hacerlo, sobre todo cuando esta tan cerca y esa dulce voz llega hasta sus oídos.

- He dicho que te detengas - Louis logra cortar su posición, únicamente para tomarle e invertir posiciones.

La espalda de Harry golpea contra el suelo y Louis le ha aprisionado bajo el.

- Oh, eso ha sido caliente - dice Harry levemente agitado y con una sonrisa divertida. El lame sus labios aún sintiendo el sabor de Louis en el.

- Si digo que te detengas, tu lo haces. - dice Louis. Ahí estaba esa mirada otra vez.

Esa que tenía la primera noche, y que le obliga a sentirse dominando.

Entonces Lou se reclina para susurrar -Porque no tengo planes de correrme sin que sepas lo que es tenerme en tu culo.

Harry gime con la idea.

- Oh, realmente te gusta escucharme decir esas cosas ¿no? - Harry asiente ruborizado. - ¿Quien lo diría?

Louis truena la lengua y niega con la cabeza. Baja sus manos en un roce delicado, acariciando la piel de Harry. Rodeando el contorno de cada tatuaje en su pecho.

- Bueno, Harry, me dejas en un dilema un tanto complicado. Porque has sido muy bueno con esa mamada... Lo que es una pena porque me temo que no has hecho lo que te he pedido en cuanto lo dije. - sus caricias continúan erizando su piel hasta liberar por completo la erección que estaba conteniendo. Louis se relame los labios. - Y eso, no puede quedar así.

Louis lo toma entre su mano para comenzar a masturbarlo, sin dejar de verlo ni un solo segundo.

Y justo como su beso, Harry nunca había sido tocado de esa manera.

Todo su cuerpo se tensa y siente su corazón latir con fiereza contra su pecho. Y con ello hay algo más que la excitación recorriendo su torrente sanguíneo.

Es el placer, si, pero más importante aún, es es Louis quien se lo proporciona.
Porque está ahí sin dejar de mirarlo y en ese momento se siente como todo lo que necesita. Esa perfecta dialéctica de intimidad.

Su espalda se arquea al sentir una oleada más de placer, de tal forma que debe agarrarse del pasto debajo de el y sus cosquillas se marcan ligeramente.

Siente la conocida presión acumularse en su vientre bajo... Y luego, simplemente se detiene.

Duele.

- Lou... Por favor.

- Tu castigo, amor. - dice Louis en un murmuro. - Tendrás que gritar mi nombre antes de que te permita tener un orgasmo.

Y se repite. Le estimula acumulando el flujo sanguíneo sin permitirle ser aliviado. Gime más fuerte conforme el proceso se repite y el nombre de Lou queda grabado en su orgasmo intermitente.

Dos veces más el ojiazul le prohíbe alcanzarlo. Y para ese entonces Harry tiene los ojos brillosos y las piernas le tiemblan.

- Lou, por favor, me duele. Quiero que... Lou, Lou... Por favor. Necesito, necesito.

- Mi nombre se escucha tan bien en esa boquita tuya, así que dime amor, ¿que necesitas? Quiero que me lo digas.

- Te necesito a ti. Todo, Lou.

Louis sonríe, dando un corto beso en sus labios y acariciando su cabello.

- Bueno, parece que ya es tiempo. Déjame, tengo unos condones en la mochila.

Pretende estirarse un poco y jalar la correa de su bolso hasta el, pero Harry sostiene su muñeca.

- Lou, no. Yo quiero...

- Vienen con lubricante, dolerá menos Hazza.

- Todo Lou - Louis acaricia su mejilla, mirándolo con ternura, a cada detalle de su piel.

- Bien, solo dime si es demasiado, ¿si amor? - sus labios se juntan y sus miradas conectan de nuevo. Harry asiente mostrando sus hoyuelos y con su corazón latiendo cada vez más rápido. Louis sonríe también - Lame aquí.

Louis extiende dos de sus dedos, los cuales Harry se encarga de meter a su boca.

Y entonces comienza a prepararlo. Apenas introduce un dedo Harry deja escapar un quejido.

- Se pone mejor, lo prometo.

Entonces mete un segundo dedo. Un quejido más ante la intrusión pero cuando Louis cambia de movimiento la incomodidad se transforma en algo más.

Entonces le sigue un suspiro, y luego otro.

- Oh Louis...

- Alguien es sensible.

- O tal vez eres bueno.

- Hazza, yo soy bueno... Y tu, amor, eres sensible. - comienza a abrir sus dedos con la intención de expandir las paredes alrededor de ellos, y Harry gime de nuevo.

- Lou, por favor. Te quiero dentro.

- Eso no debería de escucharse tan bien - dice, más bien para si. - Ya casi estás listo, amor.

- Por favor, por favor.

- Esta bien amor - el saca sus dedos y pronto Harry resiente el vacío. - Solo mírame a los ojos.

Harry toma el rostro de Louis, acunandolo entre sus manos, adorando la mirada que le es dirigida.

Entonces Louis direcciona su miembro erecto y palpitante en la pequeña entrada, y le introduce sintiendo la virgen estrechez.

- Lou - gime sosteniéndose de su cuello.

- Solo mira mis ojos, amor. - Louis termina de entrar y deja escapar otro suspiro - No me moveré hasta que te sientas listo.

Harry asiente, intentando asimilar el cúmulo de sensaciones y lo invasiva que resulta esa nueva experiencia.

Tan invasivo, y aun así tan lleno.

- Se siente tan bien tenerte dentro Lou.

- Se siente tan bien estar dentro de ti Hazza.

Tan completo.

Como si fuesen dos piezas perdidas pero se han encontrado para encajar.

- ¿Se siente bien? - pregunta Louis, acariciando el rostro de Harry. Jamás se cansaría de tocarlo, por mínimo que fuese.

- Se siente correcto. - Harry se inclina en busca de sus labios y es en medio de otro beso que Louis hace su primer movimiento.

Ambos dejan escapar otro suspiro.

- Ah, Lou.

Un beso más, y otra embestida.

- Harry.

- Lou, ah, quiero verte. Ah, quiero ver tus ojos.

Otro beso y Louis debe de apoyarse en sus antebrazos para ser capaz de mirarlo.

- Tu tienes algo con mis ojos. - Louis sonríe.

- Es que siento que podría perderme en ellos. Uh, eso se sintió bien. - Louis vuelve a mover sus caderas, con mayor intensidad - Si, si, definitivamente se sintió bien. Muy bien.

Louis comienza a moverse con mayor agilidad. Aumentando el ritmo de sus estocadas.

- Carajo, eres tan estrecho. - logra decir entre jadeos, el movimiento que han conseguido parece ser el perfecto para quitarles el aliento.

Y ver a Harry, retorciéndose por completo, le altera la respiración y la presión dentro de su pecho.

- ¿Es eso bueno, cariño?

- Tan bueno - sus frentes se juntan y Louis busca la manera de entrelazar sus manos.

Se siente como el mismo cielo cuando logran hacerlo, y sus manos embonan tan bien como el resto de su cuerpo.

Y así, estando juntos en cada sentido, con las miradas conectadas es que su respiración se pierde en los más altos estándares y la capacidad del habla se limita a dos simples palabras.

- Louis, más por favor, necesito más.

- ¿Más, amor?

Con sus estocadas, todo aumenta.

La manera en la que Harry se arquea por el placer, el sonido de sus cuerpos en conjunto, la tensión acumulada en sus vientres y el sudor que cubre su piel.

- Lou, no puedo... Ya no puedo.

- Esta bien, amor, correte para mi por favor. Quiero verte.

Harry sostiene con firmeza su mano, apretando al sentir como todo parece subir. Su mente se pierde donde sólo hay azul, y finalmente toda su semilla es disparada manchando el abdomen de Lou, y cayendo sobre el mismo.

Apenas siente como todos sus músculos descansan de la tensión y se permite disfrutar del ver a Louis estimularse dentro de él.

- Dentro, Lou, vente dentro.

Son tres y cuatro embestidas más, y Louis no lo soporta más. Es su turno de ejercer presión en la mano de Harry y perderse en el brillo que de esa mirada que tanto le gusta.

Es un punto de extasis del cual no quiere bajar.

Y termina. Todo su cuerpo se tensa y es entonces que Harry es capaz de sentir todo su líquido emanando dentro de él.

Llenándolo. Tan completo.

- Lou - gime una última vez al sentir caliente.

- Harry

- Mierda, ¿siempre es así de bueno?

- Solo si tienes una buena pareja.

- Me da gusto conocerte - Harry le abraza, ocultando su rostro en el cuello y aspirando el olor a sexo que sale de él. - No salgas todavía, quiero sentirte un poco más.

- Esta bien Hazza, podemos quedarnos así un momento.

Louis deja caer su cuerpo, abrazando por completo a Harry y descansando la cabeza sobre su pecho.

Escuchar sus latidos, totalmente irregulares, le provoca una satisfacción que no es capaz de describir.

- Gracias Lou.

Pero esa palabra encierra mucho más.

- Mierda, Harry, realmente me haces desear poder amarte.

Y ahí, a media tarde un prado de Hollywood podría guardar la historia de un par de amantes encontrados por casualidad.

" ¿Como se supone que regrese a vivir como antes? ¿Si ya lo he conocido a él? "

Y con ese pensamiento, Harry termina por caer dormido.

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