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¿Que había pensado cuando dejó esa nota?
No tenía ni idea.
Tal vez porque no había pensado. Solo quería verlo otra vez.
Había algo respecto a ese chico que se sentía bien.
Y eso era algo que le hacía falta esos días.
Harry espera sentando dentro del restaurante. Sabe que nadie irá a molestarlo ahí. Había llegado a un muy buen acuerdo con el dueño en su última visita a Los Angeles.
Incluso el personal le había ayudado a esconder su auto.
Se sentía seguro ahí. Pero como medida preventiva no se había sacado las gafas de sol negras que cubren parte de su rostro.
Pide una bebida y no sabe si tiene sentido esperar a alguien que puede no llegar. Pero decide que no le importa hacerlo.
Podría relajarse de una forma u otra.
El estira las manos sobre la mesa, cuidando que nada les toque. Y disfruta del aire que circula en el lugar. Incluso la corriente logra alborotar un poco su cabello.
Cierra los ojos disfrutando del momento, y una mesera rellena su vaso de agua fría.
No sabe cuanto tiempo transcurre. Solo disfruta de la paz y del poder respirar sin esconderse.
Pero cuando abre los ojos el aire se atora en sus pulmones y está seguro de que, haber tenido líquido en su boca, se atragantaria.
Pues visualiza a Louis, vestido enteramente de negro y con un bolso holgado colgado sobre su hombro y ligeramente desorientado.
El mira dentro del lugar hasta que hace contento con Harry. Camina con paso decidido hacia el.
— Has venido. — dice genuinamente sorprendido.
— No tenía nada más interesante que hacer — se encoge de hombros. Louis le sostiene la mirada mientras toma asiento frente a él. — Te ves diferente.
Harry baja la mirada observando su atuendo.
Gemma había salido un momento y no había noticias de Simon, así que había optado por una camisa de rayas en tonos cálidos que deja al descubierto su abdomen y una ligera bufanda floreada para contrastar la mezclilla.
La palabra extravagante de cruza por su mente, y comienza a sentirse avergonzado.
— Diferente es bueno — añade con rapidez Louis, al notar su reacción. — Un poco más... Auténtico, para variar. Eso es bueno Harold.
Louis levanta una ceja, y Harry sonríe.
Por primera vez el castaño se percata de los hoyuelos en la sonrisa del otro hombre. Al verlos contiene las ganas de sonreír también.
— Tienes tatuajes — comenta Harry, pasando la mirada por la piel bronceada que muestra la tinta
— Claro que tengo tatuajes. No son una firma tuya. — se mofa — ¿Y piensas decirme para que me has citado aquí? Porque me siento como un terrible hermano en este momento. Lottie asegura que tu restaurante favorito es el que está una calle arriba y no esté. Así que la dejado junto a un club de fans, esperando encontrarte ahí cuando en realidad estoy aquí contigo.
Harry se ríe.
— Tu hermana está en lo correcto. Ese es mi lugar favorito en la ciudad... Pero se ha llenado de gente que me quiere ver ahí y no he podido disfrutarlo más. En su lugar, vengo aquí. Nadie me buscaría estando tan cerca.
— Eso es bastante inteligente.
La misma camarera se acerca con una sonrisa tímida. Louis le mira con algo de recelo.
— ¿Le ofrezco algo de beber?
— Una limonada.
La chica se retira con la misma discreción que llegó. Es entonces que pregunta.
— ¿Y el personal aquí?
— Esta bien. Es uno de los pocos lugares seguros que tengo. — Louis comprende sin continuar el tema.
— ¿Entonces que haces aquí? — pregunta de nuevo.
— Solo quería ser yo mismo un rato. Sin que mi hermana me recordase ese estúpido contrato.
— No entiendo, ¿que tiene que ver?
— En teoría nada. Pero Gemma es mi representante, y a esta nueva disquera le gusta mi música mientras que yo... No tanto. Me hacía falta un respiro — confiesa y baja la mirada de nuevo, esta vez viendo a sus manos — Y bueno, vale, yo quería tener un poco de color un rato sin que mi hermana moleste.
Louis baja la mirada también encontrando las manos de Harry. Tiene anillos que le estilizan por completo y se ha pintado la mano izquierda con esmalte amarillo.
Louis sonríe enternecido. Pero borra su expresión antes de que Harry la note.
— ¿Y necesitas ayuda con la otra mano? ¿Para eso me has llamado?
Harry ríe, negando con la cabeza.
— No, Louis. Sucede que eres brutalmente honesto. Y considerando todo, eso es algo que me viene muy bien.
Se miran a los ojos, y esa tensión de la noche pasada se forma de nuevo.
Louis no dice nada en los siguientes segundos pero rompe el contacto visual para quitar los platos y el florero en medio.
— ¿Que esperas? Dame ese esmalte que suerte para ti tengo un pulso excelente.
Con timidez, Harry la paso su mano y el pequeño bote amarillo. Louis le sostiene para evitar correr la pintura y ese escalofrío recorre a Harry de nuevo.
Si piel se eriza justo como en el escenario.
Si Louis lo nota también no lo demuestra. Pero de mira concentrado en su labor de completar la manicura.
— Es un buen color — añade con autosuficiencia. Sabiendo que ha sido el que le ha dicho eso la noche anterior.
— Como dije, brutalmente honesto. — responde Harry.
— Ya está — le suelta la mano, muy a pesar del cantante.
La mesera trae la limonada en un vaso con hielo y les toma la orden de alimentos.
Por suerte, Lottie no dejó de hablar sobre la comida italiana todo el camino por lo que Louis no se encuentra del todo perdido al momento de leer la carta.
— Es mi trabajo.
— ¿Que cosa?
— Ser brutalmente honesto. — Louis se ríe por la selección de palabras. Sus ojos de achinan y en ese momento la respiración de Harry se congela de nuevo.
" No debería ser posible ser tan lindo " se sorprende pensando al verlo sonreír por primera vez.
Pero decide ignorar el pensamiento.
— Soy estudiante de periodismo. — añade el, dando un par de golpes a su bolso. — Pero no quiero ser como esos reporteros que te persiguen. Me gustaría trabajar para las grandes e importantes revistas. Esas que mantienen al mundo informado.
Tengo un asesor y todo. El Señor Bruce, es mi profesor en la facultad.
Harry se maravilla con la información que le es compartida.
— Eso es impresionante.
— ¿Lo dice el Señor Harry Styles, millonario, artista mundialmente reconocido? No lo creo.
— También estas diferente — dice Harry — a como estabas anoche. Te ves bien, ¿como te sientes?
— Nada que una buena noche de sueño y un poco de comida no solucionen. — el señala su frente revelando una tenue línea rojiza — Y esto ya casi no se siente.
— Lo siento. — dice de nuevo.
— No pasa nada — el le resta importancia. — Perdona si te preocupe con mi actitud, seguro que una acusación de violencia no se ve bien en los medios — bromea.
— No te he llevado al hospital porque me preocupara que fueses a decir si no lo hacía. Lo hice porque es lo correcto. Un poco de amabilidad no le hace daño al mundo.
Louis sonríe de nuevo.
— La amabilidad como una virtud... — murmura.
— ¿Lo siento? — Harry no ha escuchado.
— No es nada. Pensaba en voz alta. También puede que me haya dado cuenta que no eres tan malo como creía. Tiendo a ser muy mal hablado pero creo que te he tratado un poco mal.
— ¿Crees? — Harry sonríe, levantando las cejas y pasando un dedo por el puente de su nariz.
— Solo un poco. No te emociones.
Harry no suelta su gesto.
— Oh. Vete a la mierda. — se ríen en conjunto.
— Ahí está el Louis que conozco.
La mesera trae su comida y ellos conversan un poco más sin romper del todo el contacto visual.
En algún momento la mano de Harry se desliza sobre la mesa invadiendo el platillo de su compañero de mesa. Se lleva uno de los aperitivos a la boca. Louis le mira sorprendido y Harry se muestra avergonzado con un rubor en su rostro.
— Disculpa. Es un mal hábito. Es solo que mi comida no tiene de estos. A la gente suele molestarle.
— Esta bien Harold. La diferencia está en que a mi no me molesta compartir.
— Por cierto tal vez debería de disculparme también por anoche en mi cuarto. Con las giras estoy tan acostumbrado a cambiarme enfrente de la gente que me parece que he olvidado que podrías sentirte incómodo.
Louis da un largo trago a su limonada.
— Entonces si lo notaste. No te preocupes. No me molesta la desnudez es solo que no se sentía correcto — hace una pausa y se lleva un bocado de su platillo a la boca — que tu estuvieras ahí desvistiendote sin saber que... Uh, soy homosexual. No quería que tu te sintieras incómodo.
" Oh "
Harry come un poco más.
— ¿Y es muy diferente... estar con un hombre? — se atreve a preguntar.
— Realmente no tengo muchas referencias a lo que es estar con una mujer. — se ríe — Solo creo que si se siente bien, no puede ser incorrecto.
Harry asiente.
— ¿Porque no me cuentas de tu hermana? Ella suena adorable.
— ¡Lo es! Tiene esta mirada a la que no le puede negar nada y...
— ¿Es como la tuya? ¿Sus ojos son como los tuyos? — le interrumpe.
— Si. Un poco, también son azules. — Harry asiente — es tan talentosa con el maquillaje y tiene carisma para toda la familia. Claro que. Esta totalmente enamorada de ti.
Y los minutos de la tarde se consumen en una conversación que no quieren terminar.
Muy a su pesar es Harry quien tiene que dar la noticia.
— Este lugar está por abrir oficialmente, creo que deberíamos irnos.
Louis asiente con una media sonrisa. Y pone su manos sobre la de Harry cuando esté pretende pagar la comida.
— No — dice con simpleza. — Lo hago yo, Harry. Estas demente si crees que voy a permitir que vayas por ahí diciendo que me has invitado la comida. Sería malo para mi reputación.
Bromea y ambos se ríen.
— Gracias por hoy, Louis. Fue como respirar.
El castaño asiente sin decir nada más, simplemente observando como el otro hombre se va.
Y si alguien no está listo para despedirse en esa ocasión, ese es Louis.
" Fue mejor que respirar "
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