Comúnmente, Minho y yo despertábamos a la misma hora, tomábamos el desayuno juntos al igual que esperábamos el autobús juntos y así poder partir a nuestras respectivas universidades.

Hoy fue diferente.

Desperté media hora tarde, vi platos mojados al lado del lavamanos escurriendo agua, deduje que Mino había terminado de desayunar. Lo confirmé cuando escuché el agua caer en el baño, ahora él se alistaba.

Decidí comer solo algunas frutas o llegaría tarde, esperé a qué Minho saliera y me adentré al baño.

Ni un buenos días.

Ni un hola.

Ni un te amo...

Simplemente caminó como si yo no estuviera ahí, como si fuera invisible y creo que será así por algo de tiempo. Dejé que el agua ayudara a relajarme y lavara mis preocupaciones pero no era suficiente. Lo necesitaba, necesitaba aunque sea un buenos días de su parte, no creo poder soportar más tiempo siendo ignorado por él.

Al cabo de unos minutos enjabonándome me quité la espuma, el shampoo y el jabón dándole fin a mi baño. Tomé una toalla y me sequé con esta cuando salí de la tina, enrollé esta misma alrededor de mi cintura y fui en busca de ropa para cambiarme. Me apresuré tanto en entrar que olvidé traer ropa conmigo.

Salí del baño y mi siguiente destino era la habitación, iba a abrir pero se encontraba cerrada con seguro.

— H-honnie — toqué la puerta ligeramente — ¿Puedes abrir? necesito vestirme.

No escuché sonido alguno e igualmente me quedé esperando una respuesta que sé que no llegaría, en serio estoy a punto de volverme loco. Decidí apoyar mi espalda en la puerta esperando a que Minho salga, las clases comenzaban en veinte minutos y él no faltaría por nada del mundo.

Tallé mi rostro con las manos, nuestra discusión no había terminado de buena forma pero tampoco estoy seguro de que así haya acabado, de alguna u otra forma necesito convencerlo, su madre aún estaba ahí, probablemente la hayan golpeado más cuando nos vio huir de su casa.

Oh Minho, en lo que me estoy metiendo por ti.

Escuché la cerradura de la puerta y me enderecé antes de que se abra y yo caiga de espaldas.

Abrió y sus ojos se posaron en los míos por una milésima de segundo.

¿Se había maquillado?

Parecía que usó maquillaje ya que no veía ningún moretón más, tampoco los raspones y su labio partido ya casi ni se notaba, wow, ahora si quedé impresionado.

Tenía puesto una camisa de mangas largas color celeste que me imagino y es para ocultar las heridas de sus brazos, también tenía unos pantalones blancos que se ajustaban bien a sus bonitas piernas, tenía unos tenis del mismo color que su camisa, un conjunto simple pero que se veía realmente hermoso en él.

Sus ojos esquivaron los míos y se posaron accidentalmente en mi torso desnudo, sus mejillas se pusieron rojizas y aquello me sacó la primera sonrisa del día. Sé que estaba rogando al Dios más poderoso para que me moviera de aquí y lo dejara pasar. Su rostro estaba viendo hacia algún punto del pasillo tratando de no mirarme.

Dejé de torturarlo a él y a sus mejillas moviéndome para que pudiera pasar, casi corrió cuando le dejé el paso libre y no lo culpo, nunca lo había visto tan rojo, ni siquiera cuando nos bañamos juntos.

Ignoré momentáneamente este momento y me adentré a la habitación a buscar ropa. Tomé lo primero que vi en el armario lo que constaba de una camiseta blanca con algunas palabras en inglés en el pecho, unos pantalones negros algo ajustados y unas botas del mismo color que los pantalones.

No había lavado mi cabello por lo que no se encontraba tan húmedo, sostuve un peine del tocador y con ayuda del espejo acomodé mi cabello para que se viera decente, pude notar algunas raíces negras, pronto sería tiempo de renovar el tinte.

Al salir de la habitación observé a Minho colocarse la mochila y salir sin más de la casa, no volteó a verme, tampoco me avisó que ya se iba. Decidí alcanzarlo tomando rápidamente mi mochila y colocándomela en el camino, cerré con llave y corrí un poco para alcanzarlo.

Comencé a caminar cuando me ubiqué detrás de él, si me ponía al lado suyo sería demasiado incómodo. De vez en cuando jalaba sus mangas para que estas no revelaran ni un solo rastro de las manchas moradas que tenía en sus brazos, quería abrazarlo, joder. No sé si se percató o no de mi presencia pero en ningún momento volteó a verme, tampoco paró a esperarme, solamente siguió su camino hasta la parada de autobuses.

Sus pasos se volvieron más lentos cuando pude distinguir el letrero que indicaba la parada de autobús, finalmente paró de caminar y se sentó en la banca de metal esperando por el transporte público. Hice lo mismo que él sentándome a su lado.

— Minho — llamé pero él mantuvo su mirada en sus tenis — Cariño — no hubo reacción alguna.

Suspiré ¿qué se supone que haga? jamás había tenido una pelea de pareja, no sé qué hacer ¿me pasé con mis comentarios o él se estaba pasando de dramático? no sabía la respuesta a esa pregunta, tal vez eran las dos juntas o qué sé yo, esto es jodido.

— Min — me digné a hablarle de nuevo.

Y como lo esperaba, no me contestó.

Lo vi levantarse y si no fuera por la bocina del autobús tal vez no me hubiera percatado del motivo por el cual se levantó.

Ambos nos adentramos al vehículo público, pagamos y buscamos un lugar para sentarnos.

Para su mala suerte y para mi buena suerte solo quedaban dos lugares y estos estaban juntos. Minho lo notó y soltó una especie de gruñido que lo hizo ver tierno.

Me senté del lado de la ventana al ver lo lento que Minho avanzaba, creo que si no fuera porque el autobús arrancó seguiría caminando lento pero al final se sentó al lado mío mirando su mochila en sus piernas.

Era ciertamente incómodo pero sé que esto no va a durar mucho.

¿Cierto?

— Disculpa — una voz femenina llamó mi atención y también la de Minho — ¿te importaría si me paro aquí?

La chica estaba embarazada, se notaba ligeramente más grande que nosotros al igual que su vientre se notaban ligeramente debajo de su vestido amarillo.

— ¡Oh! — Minho sonrió, me temo que buscó una excusa para no sentarse al lado mío — ¡Claro que me importa! siéntese, yo estaré parado.

— ¿En verdad? ¿No te molesta...

— No se preocupe — me atreví a meterme en la conversación a lo que Minho borró su sonrisa — mi novio puede ir en mis piernas mientras que usted se sienta, así ninguno se queda parado — sonreí ante mi idea.

También obtuve una mirada de enojo por parte de Minho.

Touché, cariño.

Creí que la chica iba a reprochar o preferiría estar parada antes que sentarse al lado de una pareja homosexual pero no, incluso creo que se emocionó más con mi idea.

Y así es como ahora Minho está sentado en mis piernas mirando por la ventana y con sus brazos cruzados. Yo por mi parte sujeté sus caderas para evitar que caiga.

Así estuvimos todo el camino puesto que la chica se bajaba en una parada después de la nuestra, tal vez el día no sería tan malo como creí.

— Minho por favor, hablemos.

O tal vez el día sí podía ser tan malo como creí.

Aún me quedaban tres días y una semana de descanso en el trabajo por lo que me permití ir por Minho a su universidad. Cuando llegué lo vi con dos tipos riendo, me imagino que son sus amigos, se veía bonito con esa sonrisa en su rostro pero por desgracia lo arruiné, apenas me vio su sonrisa desapareció y en su lugar una expresión amarga se apoderó de su rostro.

Ahora yo estaba caminando tras él tratando de que me dirija la palabra, no pienso estar así más tiempo.

— ¡Minho!

— ¡Maldita sea, Christopher Bang, solo cállate! — por primera vez en el día me dirigió la palabra pero no la mirada, aún continuaba caminando.

Solo faltaban unas cuantas cuadras más para llegar a casa, no me importa hacer un espectáculo con los vecinos, solo quiero que hablemos.

Me apresuré a caminar más rápido para poder alcanzarlo, él al parecer se dio cuenta e igual comenzó a caminar rápido.

— ¡Minho, deja de ignorarme! — las vecinas salieron ante tales gritos, llegué a escuchar a una que dijo "por eso la homosexualidad es mala, sus relaciones nunca funcionan".

Y esa fue la gota que derramó el vaso.

Corrí hasta Minho y tomé su brazo cuando logré alcanzarlo.

— ¡Suéltame!

Comenzó a golpear mi mano tratando de liberar su brazo pero era imposible, mi enojo fue más. Lo llevé así lo que restaba de camino hacia nuestro hogar, las vecinas seguían viendo y yo quería un poco de privacidad.

Aunque si Minho seguía gritando tal vez nunca la tengamos.

— ¡Christopher! ¡Suéltame!

Paré un momento para quitarle las llaves que traía en su mano y al obtenerlas seguí caminando hasta dar con la puerta, inserté la llave y la abrí bruscamente, las emociones se me estaban saliendo de las manos, no podía calmarme aunque sé que debía hacerlo.

Lo arrastré hasta el interior de la casa y cerré la puerta cuando ambos nos encontrábamos adentro. Seguí sosteniéndolo con el ceño fruncido, debemos hablar quiera o no.

— Escúchame, solo escúchame — hablé acercándolo más a mí — puedo hacer que le den varios años de cárcel a tu padre si cooperas, tu madre podrá vivir aquí si quiere, solo necesito que levantes una denun-.

— ¡No lo haré! ¡Suéltame! — seguía forcejeando para zafarse de mi agarré pero no lo logró.

Halé de él y su pecho quedó pegado al mío y por un momento dejó de batallar y moverse para mirarme con enojo.

— ¿Por qué? ¡¿Por qué, maldita sea?! — Ahora mis manos pasaron a sus hombros impidiéndole que se mueva de su lugar — dije que te cuidaría, que te protegería ¡intento hacerlo pero tú solo estas con tus rabietas! — Me pareció haber visto sus ojos empañarse — ¡no seas cobarde, él no te hará nada si permanece en la cárcel!

— ¡¡Me lastimas!! — gritó con los ojos cerrados y varias gotas salían de ellos.

Al darme cuenta de la presión que mis dedos ejercían en sus hombros rápidamente lo solté, fui consciente de cómo soltaba hipidos y me sentí como la mierda.

¿En serio Christopher, de nuevo?

Traté de acariciarle el cabello para consolarlo y disculparme pero me fue imposible, él golpeó mi mano y corrió hacia su habitación para después cerrarla con un portazo que resonó por toda la casa.

Sentí como algunas lágrimas caían de mis ojos sin mi permiso. De nuevo lo había dañado

¿Debo protegerlo de su padre o...

O de mí?

ֶָ֢֪

⋆

Realmente esto es triste, estoy un poco disgustada con el personaje de chris.

(Es el último capítulo que reviso-edito de la historia en general porque no podía y siento que me tarde tanto en hacerlo porque el comportamiento de chan en serio frustra diosmio)