𝐂𝖺𝗉𝗂𝗍𝗎𝗅𝗈 𝐔́𝗇𝗂𝖼𝗈
Una Roseanne de 10 años llegaba a la cocina donde estaba su madre.
-En serio no tolero a esa tonta omega. -reprochó la pequeña mientras su mamá terminaba de cocinar.
-¿Otra vez te volvió a molestar la niña de la que me contaste? -preguntó su madre mientras se lavaba las manos, escuchando lo que su hija le contaba.
-Si mami, en serio que es una boba cabeza hueca. -la niña estaba realmente molesta e irritada.
-No te pongas así mi amor, de seguro solo quiere llamar tu atención, pero no sabe cómo.
La pequeña alfa puso cara de confusión, ¿Por qué llamaría su atención así? O más bien ¿Por qué Jennie quería llamar su atención?
-Esas son mentiras mami.
-Piensa en la posibilidad Rosie, así fue como tus tías Sana y Tzuyu se enamoraron.
Rosé se puso a pensar en eso, sus tías llevaban juntas muchísimo tiempo. Si su mamá Seulgi tenía razón ¿Entonces Jennie y ella se volverían novias y esposas?
No. Roseanne se negaba completamente a eso, para ella era asqueroso.
-No mamá, prefiero a que me moleste porque le caigo mal.
La conversación fue interrumpida por el sonido de la puerta principal siendo abierta.
-Dejemos la plática para otro momento, ve a saludar a mamá Joohyun.
Rosé no dudo ni un segundo y fue corriendo para saludar con un abrazo a su madre alfa.
La pequeña alfa entraba a su salón junto su mejor amiga, Jisoo. Estaban platicando sobre una caricatura que les encantaba a las dos.
Aunque su buen momento fue echado a perder por Kim Jennie, que empujó a la otra alfita lejos de la castaña.
-¿Oye qué te pasa, omega fea? -habló Kim en un tono alto en el que demostraba su enojo.
-No me digas así, tonta. -contraatacó la omega mientras sacaba la lengua.
-Ya basta, pídele disculpas a Jichu. -pidió Rosé, aunque más que una petición parecía una orden para Kim.
─Yo no le pido disculpas a alfas feas, como tú y tu amiga.
-Ahora sí que ya valió camote. -fue lo último que dijo la alfa pelinegra antes de abalanzarse hacia la omega de cabello largo.
Le jalaba el pelo mientras la contraria le daba manotazos e intentaba empujarla.
Aunque no servía de nada, la fuerza de Jisoo era más que la de Jennie, aparte que siempre había querido ponerla en su lugar por las burlas que le hacía a su amiga.
-Ya basta Jisoo, por favor. -Rosé separó a Kim y la levantó para que se quitará de encima de Jennie.
-No, Roseanne, déjame darle su merecido. -la alfa mayor intentaba quitarse del agarre de su amiga.
Pero no tuvo de otra que calmarse pues la maestra ya había entrado al aula.
-A sus lugares, mis niños. -ordenó la profesora Momo, pues la clase ya iba a empezar.
El timbre para el recreo sonó y las amigas alfas salieron, se dirigían hacia el comedor como de costumbre.
Mientras comían y platicaban, la pequeña Jennie las veía de lejos. Quería disculparse con Rosé, quería llamar su atención, no que estuviera enojada con ella.
Tomo valor y se dirigió hacia la mesa donde estaba la linda alfa que le gustaba.
-Roseanne, ¿Puedo hablar contigo? -preguntó cuando llegó a la mesa.
Las dos amigas se miraron entre sí, la alfa neozelandesa miró a Kim un momento mientras pensaba.
-Está bien, vamos. -la alfa menor se levantó de la mesa y siguió a la más baja.
-Yo...Quería pedirte disculpas a ti y a tu amiga. -la mayor bajó su cabeza apenada.
Rosé se sorprendió pues nunca se imaginó que Jennie se disculparía.
-Está bien, no te preocupes. -la alfa le regaló una sonrisa haciendo que la mayor se sonrojara, esa alfa la volvía loca.
-Y-yo te quería d-decir algo más.
-Claro, dime. -la neozelandesa se moría de nervios, estaba a punto de confesarse a la niña que le gustaba.
-Me gustas mucho Rosie, sé que tú ni siquiera me ves como una amiga, pero me gustaría convivir más contigo y ganarme tu confianza.
Confesó la omeguita mientras jugaba con sus manos.
Rosé se quedó perpleja, al final de todo, su mamá tenía razón. Y no podía negar que Jennie era una omega muy bonita.
-Si quieres podemos ser amigas por ahora, luego veremos qué pasa. -dijo la más alta con un poco de vergüenza.
Ahora Roseanne y Jennie estaban en la preparatoria.
Cumplían 2 años de novias, 2 años en los que habían tenido una hermosa relación.
Ahora Roseanne ya no le decía a su madre que Jennie la molestaba.
Ahora Jennie la amaba con locura.
Adaptación autorizada: songkinney
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