zero.

A veces, el corazón guarda secretos que la mente aún no entiende. Hay momentos en los que soñamos con alguien que nunca hemos conocido, pero cuya presencia parece inconfundible, como si ya hubiéramos cruzado caminos en alguna vida anterior. Jimin no entendía cómo, pero cada noche, Minjeong aparecía en sus sueños, su rostro distante pero familiar, como un eco de algo olvidado, una conexión que aún no tenía forma. ¿Qué tan real era un sueño cuando se sentía como un recuerdo perdido? Jimin no lo sabía, pero una sensación extraña le decía que Minjeong no era solo una ilusión. Quizás, los sueños no eran solo fantasías, sino presagios de lo que el destino le tenía preparado.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top