━02


Ben's POV.
Dos días trabajando con Moors, y puedo decir que es bastante buena, organizada, y nos complementamos los dos. Por algo nos pusieron a trabajar juntos, digo yo.
Al día siguiente de ir a su casa, trabajamos en el castillo. Me dio un poco de ternura el ver como se embobaba con cada cosa que veía. Lo bueno de todo, fue que pudimos terminar el ensayo. Y hasta ahí, pare de contar. Todo volvió a ser como antes.
Es decir, ella por su lado, yo por el mío.
O bueno, eso creímos los dos.
—¿Otra vez debes trabajar con Moors?— me preguntó Chad, por enésima vez.
Asentí. Debíamos hacer otro ensayo para la clase de problemas contemporáneos de la hermenéutica. No sé que le ven a los ensayos en esta universidad. No más de acordarme de la reacción que tuvimos ambos, me da risa.
Sé nota que no queremos vernos de nuevo.
—Pues, que en paz descanses, viejo.— lamentó, después de darme dos palmadas en el hombro—. Por cierto, ¿irás a la fiesta de Audrey?
Negué con la cabeza.
Audrey es mi... ex novia. Y a pesar de que terminamos hace tiempo, aún sigue detrás mío. Siempre que intento reanudar mi vida amorosa, ella viene y mete la nariz.
—No, no iré.— respondí, tomé un buen montón de maní y lo llevé a mi boca. Chad quedó expectante—. No quiero que pase lo mismo que la otra vez.
Chad hizo una fina línea con sus labios, y asintió.
La última vez que estuve en algo relacionado a ella salieron distintos rumores idiotas de que me gustaba acostarme con cualquiera. Si se preguntan por qué pasó eso, fue porque no quise tener sexo con ella, añadiendo que estaba muy borracha, y yo no es que sea aprovechado.
No me enseñaron a ser así. Una mujer no se toca ni cuando está borracha.
Cuando salí de mi nube de pensamientos, vi que mi mejor amigo estaba mirando hacia la mesa donde estaba Mal y algunas de sus amigas.
—Mira, ellas van a ir.
Oh, oh, no puede ser.
—Pero si Audrey y Mal no se llevan bien.— recordé. Ellas pueden ser de diferente facultad pero cuando se ven chocan mucho.
¿Recuerdan que les mencioné de dónde venía Mal?
Por eso mismo mi ex novia la molesta. Lo cual me parece lo más estúpido e inútil de esta vida.
Si la invitó fue porque ella pretende hacerle algo. Ya me la conozco bastante bien.
—Dime que no le contaste lo del ensayo.— miré a Chad con seriedad, él puede ser mi mejor amigo y lo que se les dé la gana, pero a veces se la pasa de perrito faldero con Audrey. Las mejillas del rubio se ruborizaron completamente—, Chad.
Con el gesto que hizo este tarado, me hizo entender que sí. Me dieron ganas de lanzarle un edificio.
—Es que... tú sabes que es muy duro... esconderle las cosas a ellas.
Se puso nervioso, y tartamudeaba. Lo único que pude hacer fue fulminarlo con la mirada, porque matar es ilegal.
Ahora el punto es, convencer a Moors de que no vaya, pero conociendo lo terca que es me va a decir que soy un metido. O un idiota y metido.
Ella y yo podemos tener roces, pero no quiero que sea humillada, y menos por Audrey.
* .:。✧*゚ ゚・ ✧.。. * * .:。✧*゚ ゚・ ✧.。. *
—¿Vienes aquí muy seguido?— preguntó ella, mientras miraba con admiración cada parte de la cafetería a la que vinimos. Y la entiendo, ¿en qué cafetería hay una biblioteca gigante?
Después de darle un sorbo a mi café, asentí.
—Desde hace dos años.— respondí, con una ligera sonrisa. Este lugar en definitiva se había vuelto mi favorito desde que lo descubrí—. Es muy tranquilo venir aquí.
Ella asintió, ahora.
—Confirmo.— dijo, después de soltar una suave y... hermosa carcajada—. Se siente bien estar aquí. Además el café es muy delicioso.
—Sí.— respondí. Nos quedamos en silencio por un momento, hasta que me dio por preguntarle algo—, No sé si te suene algo entrometido pero... cuéntame de ti.
La chica arqueó una ceja, y me analizó con la mirada. Después, torció un poco sus labios, y arrugó su nariz.
—¿Por qué quieres saber de mí?
—Porque posiblemente tendremos que socializar más seguido.
Me miró un tanto atónita, o quizá con un poco de hostilidad... ¡Ay no sé! Los ojos de ella expresan muchas cosas, que hasta miedo me dan. Además lo que decía era cierto; no pretendo que seamos amigos, si es lo que ella quiere, pero vamos a quizá estar juntos durante todo el semestre. Traté de verme algo calmado.
—Hmm, tienes razón.— dijo finalmente. Acomodó uno de su mechones morados tras su oreja derecha. Por un momento tensó su mandíbula—, Cumplí veintiuno, no tengo hermanos... y siempre creí vivir en el mismo lugar hasta que cumplí los dieciocho. Trabajo como bartender los fines de semana. Decidí estudiar literatura, porque amo ese mundo, y me gustaría escribir mis propios libros... y no tengo nada más que decir.
—¿Eres bartender?— le pregunté, ella se limitó a asentir—, Wow.
—Debo pagar mis cosas.— puntualizó, mientras revolvía lo que le quedaba en la taza de café—, Desde pequeña he sido muy independiente. Me gusta obtener las cosas por mí misma, no por terceros.
Esta mujer me deja cada vez más asombrado. Es muy madura, y muy responsable.
Comenzó a reírse, no sé por qué carajos, pero lo comenzó a hacer.
—A ver, Beast.— dijo, en un tono burlesco—. Recuerda que somos de niveles muy, muy, muy diferentes. Por ende lo que te acabé de decir te va a parecer algo impactante, pero créeme, no lo es.
No dije nada al respecto, pues considero que tiene razón. La mayor parte de los que estamos en la universidad somos hijos de grandes gobernantes, o de personas prestantes, mientras que ella es una chica que lucha por tener sus cosas, por mantener su beca, por superarse a sí misma.
Seguimos hablando un poco, solo con frases cortas o respondiéndonos preguntas mutuamente. No pasábamos a otras cosas. Bueno, solo hasta que empezamos a realizar el trabajo. Ella matándome con la mirada porque en un momento redacté asquerosamente, fue lo más gracioso que más me pasó.
Al ser de ojos verdes, se nota que es más expresiva. Al igual que los ojos de su padre.
No me imagino los de la señora Moors.
—¿Nos falta todavía?— me preguntó, su mirada estaba fija en los cuadernos que habían sobre la mesa en la que estábamos.
Levanté la vista de mi laptop, asentí con la cabeza y suspiré.
—Tenemos que citar distintos autores relacionados al tema, y solo vamos uno.— le respondí, con seriedad. Mi vista volvió a la laptop, estaba revisando cada signo de puntuación que había en el ensayo. Mal, por su parte, murmuró algo entre dientes—. ¿Quieres que sigamos con esto mañana?
Ella negó con la cabeza.
—No puedo, mañana tengo que estar en el bar.— respondió, alcé mis cejas por un momento—, No sé si sabes, pero Audrey mañana hará una fiesta en donde trabajo.
La fiesta...
Ni modos de decirle que no vaya, porque precisamente ella es la bartender.
¿Dios, qué hago? ¿Qué procede?
—¿Beast?
Creo que me hundí un poco en mis pensamientos, porque no me di cuenta que Mal me estaba llamando desde hace rato y estaba chasqueando sus dedos frente a mí. Me estaba viendo raro.
—¿Ah?
—Te estoy preguntando que si irás a la fiesta.— repitió, con seriedad. Se había quitado sus lentes.
Sacudí mi cabeza, y luego asentí. Pero no muy convencido porque ni ganas de ir tengo. Sin embargo, iré para evitar que pase algo tremendo.
—Oh, por cortesía de la casa te brindaré un buen coctel del Inframundo.— me dijo, con una gran sonrisa en sus labios. Después soltó una risita.
Admito que se vio tierna.
—¿No estará envenenado o algo así?— bromeé, ella comenzó a reírse mientras negaba con la cabeza.
—Tú me puedes caer mal, pero tampoco caigo tan bajo.— se carcajeó, me quedé mirándola por unos segundos con una sonrisa ladina en mis labios. Ella recuperó su compostura, acomodó su cabello y siguió leyendo—, Amo mi trabajo, es todo. Y si preguntas por mí, siempre te darán buenas referencias.
Mantuvimos la conversación, en ningún momento decayó ni hubo un silencio incómodo entre ambos. Y por primera vez, tuve la oportunidad de ver detalladamente a la chica con la que siempre tengo debates hasta de miradas.
Su sonrisa... su rostro... la risa... sus ojos.
Es una mujer delicada en todos los sentidos, y muy linda.
Sí, lo admito, muy linda.
Me contó como entró a trabajar en el bar, algunos problemas que tuvo al inicio, y lo que le apasiona llegar a jugar con distintas bebidas. Me dio consejos sobre distintos líquidos. A cada cosa que decía, le puse atención, no dejé por un momento de mirarla. Se notaba tan feliz, y emocionada; en ningún momento fui capaz de interrumpirla.
—Cuando ya te tenga más confianza, te enseño a hacer cocteles.— añadió, cuando ya nos estábamos despidiendo. Hizo un ademán con su mano derecha, para despedirse de mí—, Adiós, princeso.
Admito, me dio risa.
—Cuídate, Moors.
Y aunque nos hubiéramos despedido, yo hubiera encendido mi moto cuando vi que ella se subió al autobús, y demás. Comencé a sentir una sensación extraña: unas ganas de ir detrás de ella.
No sé por qué.
Mientras estaba de camino a casa, estaba pensando en todas las estrategias posibles para que Audrey no hiciera nada de lo que quería hacer.
Y hablando de Cleopatra...
—Voy manejando, ¿qué quieres?— contesté, mi teléfono había sonado mientras estaba manejando. Conecté mis auriculares inalámbricos para poder hablar con ella.
—Hola Benny.— me saludó, con esa voz chillona—, ¿Cómo está mi niño hermoso?
—¿Qué quieres?— insistí.
Escuché que carraspeó, lo que significaba que la hice enojar.
—Agh, quiero saber si vas a estar en la fiesta.— consultó, con un tono serio—. Tengo ganas de verte, en serio.
—Desgraciadamente no tengo ganas de verte, pero iré.— respondí, algo rudo. O bueno, el chiste es que si quería sonar así, pero soné muy pacífico—, Lo único que espero, es que no vayas a hacer nada de lo que estoy pensando.
Se escuchó una risita.
—¿Qué clase de 'cosas' te imaginas?— murmuró, en un tono seductor.
—Tengo que irme, adiós.
Definitivamente me arrepiento de haber tenido algo con ella. No es que ella sea mala persona, al contrario, la Audrey que conocí era una persona muy hermosa. Pero desgraciadamente las influencias son lo que dañan. Ahora entiendo cuando mi madre me decía: "Una manzana podrida entre manzanas buenas, es capaz de podrir al resto".
Cuando llegué al castillo, saqué mi teléfono y escribí un mensaje. Sentí que debí hacerlo.
"Moors, ¿llegaste bien?"
No pasaron dos minutos cuando sentí el sonido de notificación. Sonreí aliviado al leer que había llegado bien.
"Hola princeso, claro que sí. Estoy a nada de comenzar a buscar los autores."
"Deja yo hago eso, debes descansar. Mañana tienes un día pesado."
"¿Beast preocupado por mí? Omg. Está bien, hasta mañana."
¿Es momento para preocuparme? Porque estoy sintiendo cosas que nunca había sentido.
Now every man that I see is a potential threat
lay all your love on me - beal.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top