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Nota: Son 4227 palabras, la narración es la misma que el capitulo anterior, sin embargo es el capitulo más largo que he escrito. Estén preparados.

Dicho esto, ¡que disfruten su lectura!


Todo sucede demasiado rápido. El castaño sumido en el miedo hace un sobre-esfuerzo por contener el dolor, sus propios dedos han dejado marcas sobre sus palmas y de su labio se deslizan gotitas de sangre. Kara se prepara cuando la madera rechina anunciando los pasos de su adversario, y en el momento en que las puertas del armario se sacuden con brusquedad Will aprieta sus ojos, bloqueando sus oídos con sus pequeñas manos en un intento de ignorar lo que esta por pasar. 

- ¡Tranquilos, tranquilos! ¡Soy yo! - La mujer frente a ellos levanta los brazos, Kara retiene la mirada calorífica que estaba  a nada de lanzar. 

- ¡Speedy! ¿que esta pasando? ¡solo escucho estática en el intercomunicador!

- La red se cayó, no se porque. Todo esta mal - murmuran entre ellas. Barry ni siquiera les escucha, con su respiración acelerada y sintiendo un tirón, tal cual calambre incrementado suelta un grito desgarrador. 

- ¡Barry! Necesito llevarlo a Central, rápido. - Informa la rubia. Thea le da un asentimiento, incluso detrás de la mascara se ve como sus ojos reflejan la preocupación.

- Allá los alcanzamos. - dice, dando una mirada a su sobrino.

- Vamos, resiste solo un poco - susurra al oído de su amigo, tomándolo en brazos para emprender su vuelo, tan rápido como le es posible. 

Tanto dolor, que ni siquiera depara en el niño que se queda temblando al fondo del armario.

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¿Que había pasado? No lo entendía. 

Nada más que el silencio puro resonaba en sus oídos, sin importar cuanto se esforzase en llamar a su equipo a través de su comunicador. Solo, como si anduviese a ciegas.  

En la alcaldía, deja unas palabras de aliento y advertencias del cuidado que deben tener. Y, sin nada más que sus instintos se decide a salir camino a su guarida. El sol se esconde al oeste, con la única promesa de traer una noche aun más violenta.

Corriendo por la ciudad, le es inevitable pensar en que algo peor esta por suceder

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- ¡Oliver! - grita. 

Estaba tan absorta en su labor, que se descuido de revisar las cámaras de su propio lugar. No se percato de los fantasmas que se filtraban sin tener quien les reteniese.  Todo estaba tan descontrolado, que cada uno de los integrantes partió de su puesto, saliendo a las calles para ayudar a quien pudiesen. 

Un fantasma sonríe cinicamente, con la mitad de su cara que no ha sido deformada. Felicity ve su reflejo en la pantalla del ordenador. La primera vez, logra esquivarlo siendo su equipo el blanco del filo de la espada; cae de la silla sintiendo el golpe del frió piso y a gatas logra escaparse del segundo ataque. Corre torpemente, buscando algo con lo que tuviese la oportunidad de defenderse, pero se ve acorralada. 

El fantasma parece disfrutar del juego que se monto, tan sencillo les resulta que ya no es más que eso. Un retorcido juego de niños. 

Felicity sabe que ha perdido ese juego, el ataque final puede verle pasar. No cierra sus ojos ni con todo el miedo que su pecho profesa. 

- ¡Oliver! - vuelve a gritar en una llamada de auxilio. Pero Oliver no llega. 

Y cuando cree, que ese ha sido su ultimo aliento. Una figura bien conocida aparece en un parpadeo,  Spartan le aparta repartiendo golpes un sinfín de veces, y un tiro de gracia es lo que le da muerte al mercenario. 

- ¿estas bien? - pregunta, se pone de pie dando un abrazo a su amigo. 

- John, gracias - susurra, aun puede sentir su pulso acelerado. Da un respiro, obligándose a mantener la calma y no sucumbir a sus nervios traicioneros. Y a pesar de la punzada que amenaza ser una gran migraña sigue tecleando. 

Toda la ciudad depende de ello.

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Los gritos en las calles son el indicativo que tienen de abandonar la vivienda tan rápido como puedan. Pero lejos de advertirle, parece ser que ha desencadenado un ataque de pánico en el pequeño de once años. 

Thea suelta un suspiro, sin saber muy bien que hacer. Se pone en cuclillas, escondiéndose en el closet con el y bajo la poca luz que se filtra a través de las rendijas, se baja la mascara.

- Hey, cariño. Necesito que me mires, controla tu respiración. Vamos, cuenta conmigo - habla con dulzura, y en un tacto delicado retira las manos de su sobrino que poco a poco abre sus ojos. -  Uno, dos...

Al llegar al trece, parece que ha funcionado. Will sacude su cabeza, reaccionando. 

- Tía Thea, ¿tu también? - musita con la voz ronca - Espera ¡Barry, la bebe! - dando tropezones sale de su escondite, toma una mochila y corre al cuarto de su hermana. Y aunque es descuidado, resulta eficiente la manera en que empieza a guardar su ropita, cobijas, pañales y biberones necesarios. 

- De acuerdo campeón, necesitamos irnos a un lugar seguro. Ahora

-¿Qué? ¿sin ayudarlos? - dice, haciendo mención de la matanza que se ve tras la ventana - No. No puedes, no es lo que los héroes hacen... ustedes ayudan a las personas. ¡No puedes abandonarlos!

Speedy contiene una sonrisa, tal vez el idealismo era algo que se traía en los genes. Y aunque las ordenes fuesen otras, y todo su ser le gritase por mantenerle a salvo, el niño tenia razón.

Una idea cruza por su mente, no, piensa, es demasiado para su edad. Pero siendo honestos, bajo el contexto en el que estaban, empezaba a sonar ridículo. 

- ¿Tienes una sudadera? - pregunta, Will asiente - Ve por ella. 

No tarda mucho cuando el rubio regresa con una capucha verde. Thea se inclina frente a el, poniendo sobre sus ojos un trozo de tela con agujeros en una mascara improvisada - Tu padre va a matarme. ¿Ves esto? Es una ballesta, es más sencilla de disparar que un arco. Necesitamos ir a Central, pero podemos ayudar a unos cuantos en el camino. - le muestra donde se dispara y como se recarga - No puedo hacerlo sola. - Will asiente, comprendiendo - Son blancos móviles, sera difícil y peligroso. 

- No quiero matar a nadie - susurra, como si estuviese avergonzado de ellos

- No tienes que, son dardos tranquilizantes. Los sedara para que alguien más pueda llevárselos - la mujer le da un rápido abrazo. 

Enciende la motocicleta, el motor resuena en todo el garage y los dos Queen emprenden camino a la ciudad vecina, esquivando ataques y cuerpos por toda la calle.

Tal vez la puntería es un talento innato.

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Para cuando Oliver llega al almacén, este ya se encuentra repleto de fantasmas. Se ve obligado a usar una entrada alternativa, ganándose aun así un feo corte en la mejilla y un intento de apuñalada en su torso. Tanto Diggle como Felicity dejan escapar un suspiro de alivio al verle con vida, y mientras se equipan le ponen al tanto de lo que saben.

Green Arrow y Spartan salen a enfrentar el ataque de los fantasmas. Resistiendo, apenas.

Simultáneamente las calles son invadidas por filas de agentes. Más disparos son escuchados, algunos cuerpos son recogidos. Y como medida de seguridad A.R.G.U.S. se encarga de bloquear las salidas de la ciudad. Esto termina aquí, y ahora.

Y cuando ambos héroes parecen estar rodeados, una mujer castaña se desliza dentro del lugar acompañada de todos sus subordinados. 

- ¿Me extrañaste, amor? - Spartan sonríe bajo la mascara al ver a Lyla.

- No tienes ni idea - responde a su esposa. Entre todos, logran darle una ligera inclinación a la batalla, cada vez más cercana a lo que parece ser la victoria. 

- Tengo equipos de rescate en la calle, han dirigido a todos los fantasmas que pueden aquí. Pero están demasiado dispersos - informa Lyla. 

- ¿Como esta Central? - pregunta Arrow, lanzando una flecha al ojo del fantasma, y esquivando la espada de otro 

- Controlado - responde por los altavoces, aun sin ser restablecida la linea - O así se ve en las cámaras. 

- Vamos a encerrarlos aquí; dirige la señal a Central que el resto les encuentre allá. - Lyla informa el cambio de planes, y con un suspiro de resignación Oliver da la orden - ¡Ahora!

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Kara irrumpe en los laboratorios, pero lo que realmente preocupa al par de científicos no es como el edificio se sacude ante los ataques, es el estruendoso grito que suelta su amigo en brazos de la kriptoniana. 

- Es la bebe - informa apenas aterriza. Caitlin corre hacia ellos, y con tan solo darle una mirada sabe lo que esta por pasar

- ¡Ponlo en esa camilla! - ordena, y con una rapidez casi sobrehumana prepara los sueros conectándole a ellos. 

- ¡Caitlin! - llora Barry - ¡Me duele, me duele mucho! - solloza, su vista esta nublada a causa de las lagrimas y su cuerpo no deja de retorcerse a causa del dolor - ¡has que pare, por favor!

- Lo se, Barry,lo se. - las manos de la pelirroja tiemblan ante la presión del tiempo. - Solo, resiste un poco más. Tu bebe va a nacer, ella necesita que seas fuerte, por favor - El castaño suelta otro grito, ninguna de sus peleas previas podía compararse con el dolor físico que estaba sintiendo.

-¿Que? ¡Apenas tiene siete meses! - exclama Cisco

-Evidentemente ¡no puede esperar! - exclama, esterilizando la zona y sus herramientas.

Los laboratorios vuelven a sacudirse. 

-¡Caitlin! - grita en medio de su llanto. Kara deja un beso sobre su frente antes de ver en los monitores el ataque de los fantasmas y salir a darles pelea. Caitlin, inyecta anestesia vía intravenosa. 

-Se fuerte, Barry - es lo ultimo que escucha antes de perder totalmente la consciencia.

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- En serio espero que todos esos odiosos fantasmitas sean castigados, porque este equipo era mi favorito - fuerza una risa mientras continua con su trabajo. El restablecer la linea de comunicación le estaba sacando de quicio, el computador que echaba chispas tampoco le daba buena espina. 

Acomoda sus gafas antes de seguir tecleando, sonríe cuando sabe que lo ha logrado.

- ¡Y estamos de vuelta! - un click y los intercomunicadores dejan de sonar estáticos. - ¿Chicos? ¿Como están todos?

- Ocupada - se escucha como Supergirl recibe un golpe - En Central  

-Si, eso tal vez sea un poquito nuestra culpa. ¿Caitlin? ¿Cisco? - Ninguno responde, preocupando a la rubia - ¿por que no contestan? ¡están bien?

- Oh gracias al cielo, empezaba a creer que algo les había pasado - Speedy se conecta a la linea, el rechinar de una llanta al dar una vuelta muy cerrada se alcanza a escuchar, al igual que el sonido de algo ser lanzado - Camino a Central, ¿donde esta mi hermano?

- Estoy aquí - contesta, se logra apreciar como resuenan las espadas una contra otra

- ¿porque te diriges a Central, Thea? 

- Oliver, más te vale que muevas tu estúpido trasero a los laboratorios ahora mismo, ¡y rápido! No lo se, Felicity, tal vez porque Barry entro en labor de parto

- ¿¡Qué?! ¡Aun faltan dos meses! - el sonido de una flecha atravesar a un fantasma

- Obviamente no, idiota. ¡Vas a ser padre!

- Vete Oliver, podemos controlarlo - se escucha hablar a Dig, seguido de otra motocicleta partir.

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El arquero se maldice una tras otra vez por no poder ir más rápido. Si no llega a tiempo, si se pierde el nacimiento de su hija, si no esta ahí para Barry. Jamás podría perdonárselo. 

Sintiendo como el corazón le da un vuelco, acelera. 

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Para cuando Speedy llega a los laboratorios, intenta que Will no note el miedo que siente. Tantos fantasmas en un solo lugar, con filas detrás de ellos llegando uno tras otro sin parar. 

No sabe como le hará para adentrarse sin poner al niño en riesgo, le quedan pocos tiros y ella no puede tirar del arco si va conduciendo. 

- Okay Will, tendremos que correr desde aquí. No esta muy lejos, podemos lograrlo

- Es como un de esas películas de zombies, ¿verdad? - pregunta, intentando ocultar el temblor en su voz. 

- No para nada, nosotros vamos a llegar seguros. Son solo unos pocos metros. - apaga la motocicleta y dando un respiro se pone en posición - Cuando diga tres, no te separes de mi. Una, dos... ¡tres!

Lanzando flechas tan rápido como puede, comienza a abrirse camino entre los fantasmas con dificultad. Son demasiados como para poder lograrlo. 

Solo unos pasos más son necesarios para quedar en la seguridad que laboratorios S.T.A.R ofrece, un grupo de fantasmas le rodean. Su mano se dirige al carcaj y un sentimiento de desesperación le invade al encontrarlo vacío.

Son sólo unos segundos en los que su mente maquila que hacer para llegar, como lograr poner a William a salvo.

Al menos hasta que la visión calorífica de Supergirl le abre camino. Speedy asiente con su cabeza en un agradecimiento silencioso.

Corren mientras Kara les protege desde el aire. Un fantasma ve a Will y alza su katana listo para aprovechar la ventaja de tramaños, Thea reacciona girando sobre su cuerpo llevándose un profundo corte en su hombro. La kriptoniana se da cuenta, congelando al hombre con su aliento.

Finalmente ambos están seguros en el edificio.

Corren hacia el cortex, aún con los latidos acelerados a causa de la adrenalina de los últimos momentos.

- ¡Barry! - exclama Will cuando entra a la habitación y ve a lo lejos al castaño sedado - ¿está bien?

- Oh. Si... Solo Caitlin lo tiene sedado. Prepara todo para la cesárea. Me alegro mucho de verlos bien - dice Cisco,dandole un rápido abrazo antes de volver a los monitores. - Will, debes estar cansado ¿quieres que...?

- No. No me iré a ningún lado hasta saber que cada uno de ustedes está bien. Están defendiendo a la ciudad, me quedo con ustedes. - Cisco le da una rápida mirada a Thea - De acuerdo, ¿has jugado Asteroids o Space Invaders?

-Si. Hay una vieja maquina en mi escuela

- ¿Puedes ayudarme aquí? Es exactamente lo mismo solo que con objetivos más grandes - con algo de duda, se acerca a los monitores. Tantea los controles y ve la pantalla. Efectivamente no era muy distinto de la consola que conocía

- ¿Alguien sale herido?

- No. Es solo artillería

- Puedo hacerlo - al sentarse la silla le queda un poco grande, pero con algo de paciencia logra derribar uno de los objetivos. Cesando un poco el movimiento que hace temblar el edificio.

- Ese es mi chico - sonrie Thea, cruza sus brazos - ¿Como esta todo aquí?

- Bien. Intento hackear el código de los fantasmas con Felicity. Realmente el trabajo pesado se lo está llevando Kara allá afuera

- Todos son indispensables Cisco - Thea toca su hombro en señal de apoyo, regalando una ligera sonrisa que casi puede pasar desapercibida - ¿Tienen más flechas? Saldré con Kara

- Ya sabes donde están - una última mirada y Speedy se pierde en el pasillo

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Las manos de Caitlin tiemblan.

Estaba todo listo, solo era cuestión de dar inicio a la cirugía. Pero para ser honestos, le aterraba de sobremanera.

Porque es una operación de alto riesgo y ello no es médico cirujano. Porque siete meses es un tiempo delicado para el bebé y porque debía actuar rápido o el métabolismo acelerado haría de las suyas.

Respira, en un intento de calmarse.

Por Barry, se repite tomando el bisturí.

Se detiene un segundo después de escuchar a Will gritar - ¡Papá! Estas aquí

Ve como le da un abrazo y deja un beso en su desordenado cabello. También escucha cuando pregunta por el corte debajo de su ojo, dejándole con un 'hablaremos de esto más tarde' para seguido correr a donde se encuentra ella.

- ¡Barry!

- ¡Gracias a Dios! No creo poder hacer esto sola. Uh, Oliver te ves...

- Horrible, lo sé. Las cosas se pusieron feas. ¿Qué hago?

- Limpiate, es un area esterilizada. Necesito que estés listo para recibir a la niña. - tan pronto como lo dice, lo hace.

La capucha está abajo así como su máscara. Las heridas se ven frescas pero ya no hay sangre seca corriendo de ellas.

Y antes de comenzar, el arquero sostiene la mano de Barry aún sabiendo que no puede sentirle.

Caitlin actúa con velocidad. Hace la incisión cuidando cortar donde no haga daño. Una vez listo, deja el bisturí y sus las manos con los guantes de látex se adentran para sacar a la bebé.

Si no fuese por todo lo que Queen ha vivido, se pregunta si pudiese haber mantenido la calma.

- De acuerdo, sosténla - la pelirroja deja en sus manos a un ser bastante pequeñito. Su agarre es torpe pero finalmente logra sostenerla.

Caitlin corta el cordón umbilical y con la misma precisión y rapidez sutura la abertura.

- Necesito que vayas allá y la limpies. No puede estar mucho tiempo descubierta.

- Caitlin - su voz sale quebrada - ¿porque no está llorando?

- Está bien. Esta bien. No te asustes. Ella está bien. Es... Es la anestesia, solo está dormida

Nunca creyó poder sentirse así de aterrado. Es tan chiquita que fácilmente le puede sostener con una mano, pero un temor se guarda en el, temor a dejarla caer.

Toma el pequeño paño y limpia con suma delicadeza cada rastro de sangre y placenta que aún mantenía. Le envuelve en una cobija que tiene cohetes y estrellas.

Y esos pocos minutos que le tiene en sus brazos, no puede evitar pensar que se ha enamorado. Sólo alcanza a distinguir el abundante cabello rubio, las pobladas cejas y largas pestañas que apenas y son distinguidas por la claridad del color.

Es efímera la felicidad que siente. Pues otro ataque hace que todo tiemble.

- Ollie - le llama Thea por el intercomunicador. Y sabe lo que tiene que hacer

Caitlin le recibe a su niña, y equipandose sale dar batalla.

Porque ahora tiene un motivo más por el cual luchar.

.

Dentro de los laboratorios todo es silencio.

Barry aún no despierta, sus heridas no se curan. Y la bebé parece estar en un sueño del cual no quiere despertar.

La respiración de Caitlin parece ser lo único audible. Suelta un suspiro de frustración ¡no entiende!

Ya deberían haber despertado. Nada más que un estado de preocupación que le deja un mal sabor en la boca y un hueco en el estómago.

Golpea levemente su cabeza contra el escritorio. Tiene miedo. Y no sabe que hacer, puede sentir como las lágrimas amenazan con salir.

Un por favor queda como una pegaría suelta en el aire

Ni siquiera de percata del como el electrocardiograma se dispara. De cómo cierto castaño abre los ojos desorientado.

Una descarga de dolor le sacude, le hace temblar justo antes de sentir como se repone con rapidez. Dura poco pero se siente eterna acompañada de tantos pensamientos que hacen parecer que todos sus sentimientos se han incrementanado.

Miedo, dolor, tristeza, enojo.

Sus latidos aumentan, siente como la herida se cierra y una electricidad que hace meses no sentía le recorre.

Los rayos le envuelven, llenan sus ojos y todo esta en cámara lenta.

Se mueve como si fuese la primera vez que tiene su velocidad. Ve a Will, ve a Cisco, ve en las cámaras como Speedy, Supergirl y Green Arrow libran una lucha contra los fantasmas, ve a Caitlin llorando en silencio y ve a su hija conectada a esos aparatitos que le dicen que esta bien.

Se toma todo el tiempo que puede para apreciarla.

Cada emoción negativa es reemplazada. Alegría, amor, positivismo, esperanza.

Es casi como si un brillo que había perdido regresase a sus ojos, su actitud divertida y algo hiperactiva volvía tal cual alma siendo reintegrada a su cuerpo. Sonríe al ver a su pequeña, y con una sobrecarga de energía vuelve a su traje escarlata y sale como un rayo.


Las filas de fantasmas cada vez más cerca del laboratorio, son derribadas una tras otra sin saber que les ha golpeado. Son noqueados, atontados y retrocedidos en cuestión de segundos. 

Cuando Barry se detiene, tres pares de ojos le miran asombrados.

- He vuelto - su sonrisa se expande bajo la mascara roja. Se sentía bien, una versión mejor de si mismo. Tanto Kara como Thea le sonríen de vuelta, pero Green Arrow camina con paso decido hacia el. 

Con nerviosismo, ve como se acerca. ¿Acaso se habria enojado por dejar a su hija en la seguridad del laboratorio? ¿tal vez fue muy pronto para volver?

Solo se para frente a el, demasiado cerca como para lanzar un buen golpe. Rápido e inesperado resulta su agarre en su cadera, le atrae hacia el y le besa fugazmente. El metahumano esta demasiado atontado como para reaccionar. 

- Te amo - dice, dejando un beso más corto y superficial sobre la comisura de sus labios

- ¿que? - su voz sale aguda, temiendo haber escuchado mal. 

- Te amo, Barry. Ahora hay acabar con esos bastardos porque quiero estar con mi hija. - ambos héroes sonríe, girándose a luchar con los fantasmas recién incorporados.


.


- ¡Wohoooo! - celebra Cisco al ver las pantallas - ¡Ese es mi amigo!

Todos están asombrados al ver a Barry en acción, que ninguno recuerda revisar las cintas de seguridad. 

Un grupo de fantasmas irrumpe en el laboratorio, tan violento e inesperado que ni siquiera Vibe puede reaccionar. Todo el equipo es capaz de ver sus vidas correr frente a sus ojos. 

Pero algo sucede. Los fantasmas se detienen como si estuviesen en un estado comatoso, sus ojos se vuelven blancos y es como si un aura de temor les envolviese. Pasan un par de minutos en ese estado, antes de ejecutarse entre ellos mismos.

- ¿uh, Cisco? - pregunta Caitlin

- Yo no fui - dice, acercandose con cautela a los cuerpos

- ¿Will?

- Solo soy un niño 

- ¿Entonces...? - los tres intercambian miradas, y lentamente su vista viaja al cunero. La bebe mantiene sus ojos cerrados, apenas y se mueve pero hay una linea de luz envolviéndola. 

- ¡X-men de segunda generación! - exclama Cisco, como si fuese la explicación más sensata.


.


Es, una cadena de reacciones. 

Los fantasmas comienzan a ser reducidos haciendo honor a su nombre. Algunos cuerpos perecen en el suelo, otros inconscientes y unos cuantos más comienzan a ser arrestados por SWAT.

A.R.G.U.S  y Spartan han erradico el mal en Ciudad Star, la ayuda surge levantándose de a poco de los escombros. 

La victoria, esta a solo un parpadeo. El ultimo fantasma es derribado cuando el Sol se asoma de nuevo. Felicity a logrado derribar el sistema, y la par de Cisco le dan el adiós definitivo.

Habían terminado. Habían ganado.


Todos los héroes dejan escapar un suspiro de alivio, sin duda alguna había sido un día largo. Agotados, heridos pero con más esperanza que nunca antes,

Los trajes se guardan, los cortes son tratados  y es cuando, finalmente tienen su momento de paz. 


Oliver y Barry se toman de la mano, emocionados de conocer a su hija como se debe, Will tiene un biberón con la formula ya preparado, emocionado de igual manera o incluso más que sus padres. 

El forense se acerca, temiendo despertarla y un calor se expande por todo su pecho al verle dormir tranquilamente. 

- Es tan pequeña - sonrie, sintiendo como lagrimillas amenazan con salir 

- Es nuestra - Oliver le abraza. Con extrema delicadeza Barry le levanta descubriendo que usa un diminuto mameluco de Star Wars, sus manitas permanecen en un pequeño puño, y casi inadvertibles lunares se asoman en la blanquecina piel. 

- Hola cariño, somos tus papis, no tienes ni idea de lo que pasamos para poderte tener en nuestros brazos, pero esta bien... Cada momento ha valido la pena, ni siquiera tengo palabras para decir lo mucho que te amamos - Barry ya ni siquiera se preocupa por contener las lagrimas. Esconde su cabeza en el cuello de Queen - Lo siento, estoy muy feliz 

Parece que la voz de Barry ha causado interés en la pequeña que descansa en sus brazos, moviendo piernitas y brazos como si se estuviese estirando. Oliver ofrece su mano, un dedo es apenas capturado por la niña.

Entonces, por primera vez, abre sus ojos. 

Un ojo azul y un ojo verde. Heterocromia.

- Oh, mírate princesa. Si eres tan... 

- Hermosa - termina Will estirándose un poco para verla. La sonrisa de Oliver no se puede expandir más

- ¿Como se va a llamar mi pequeña sobrina? - pregunta Thea

- Kara me ayudo a jugar con las letras. Los nombres de nuestras mamás, crei que seria lindo combinarlos. Mairon ¿te gusta? - Kara sonríe al fondo.

- Me gusta Emma - comenta Will - Significa fortaleza, creo que ella nos dio a todos un poco de eso ¿no? 

- ¿Emma Mairon? - pregunta Oliver, Barry asiente reprimiendo una sonrisa, y la bebe muestra una sonrisa sin dientes 

- Creo que le gusta - dice Cisco

- Bienvenida, Emma Mairon Queen Allen - sonríe Caitlin.

Oliver sonrie una vez más. Deja un beso en la frente de Barry, abraza a Will y sin poder sentirse más pleno se queda admirando a su hija. Pensando en su familia.


Si, todo esta bien...



Nota 2: Ya  solo falta una parte para el final. ¿Que les pareció este capitulo? Siendo honesta, me asusta que al ser tan extenso se pierda la escencia del capitulo, así que... ¿que opinan?

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