Todo este asunto comenzo a volverse más extraño de lo que ya es por naturaleza.

Oliver tenia demasiadas atenciones, que por más constantes que fuesen, no lograba acostumbrarme.

Es decir, en el tiempo que llevabamos juntos los detalles no sobrepasaban los límites de una amistad.

Nos apoyabamos en batalla, entendíamos los fantasmas que dejaba, incluso salíamos a divertirnos.

Despertar y encontrar el desayuno hecho, tener mensajes preguntandome sobre mi estado al no estar en casa, los dulces con los que me recibía o los antojos que parecian incrementar. Me hacian sentir algo raro en mi pecho, y no me gusta para nada.

Nadie puede culparme por no saber como reaccionar.

Y ciertamente, comenzaba a sentir el nerviosismo correr por mi cuerpo, esos mismos pensamientos me hacían mantener los ojos abiertos por las noches y me dejaban un sabor agrio en la boca.

El tiempo pasaba mas rápido de lo esperado.

Con Oliver enterado del pequeño asunto en camino, la misma actitud sobreprotectora que tenia con Thea, con Will, con su cuidad, las adopto conmigo.
Yo salia a la comisaría, me quedaba en el laboratorio haciendo mi trabajo y regresaba a casa, Flash habia dejado de aparecer en la ciudad desde el accidente; y aunque quisiese seguir vigilando el traje ya me quedaba apretado.

Aun no se si es solo una racha de buena suerte, pero hasta el momento nadie ha preguntado por los sueteres de tallas más grandes o mi actitud hogareña.

Pero solo era cuestión de tiempo, antes de que Joe, Iris se enteraran. De que la gente note la desaparición de Flash o de que este bebe llegara.

- Hey Barr, crei que ya estabas dormido. ¿sucede algo? - pregunta Oliver algo adormilado. Rasca su cuello antes de acercarse a mi

- No podía dormir - digo. Tapandome con mi manta sobre el sofá. - ¿te desperte?

- Tengo el sueño ligero - se encoge de hombros, y camina hasta la cocina.

Nos mantenemos en silencio un par de minutos, solo puedo jugar con las orillas de la manta intentando controlar mi ansiedad.

Ollie me ofrece una taza de leche tibia con azúcar.

- Comienza a asustarme que me conozcas tan bien

- Son solo detalles. Vamos, recorrete un poco - frunzo el ceño antes de hacerle un espacio. - ¿que es lo que pasa?

- No quiero molestarte con esto

- Ya estoy despierto- se rie, doy un sorbo a mi leche antes de hablar

- Solo tengo muchas cosas en la cabeza. Me preocupa todo, y parece ridículo, es solo que agh. Ni siquiera se como decirlo - siento como un nudo se forma en mi garganta. Abro la boca para hablar, mi voz se rompe y de mis ojos empiezan a salir lagrimas.

- Ay Bear - extiende sus brazos, abrigandome en el. Mi cabeza descansa sobre su pecho y por un momento parece que mis latidos se sincronizan con su respiración- Se que tienes miedo y que esto no es fácil para ti, pero no sabes cuanto te agradezco lo que estas haciendo. Es hermoso Barry, y te admiro por sobrellevarlo tan bien. Tienes derecho a sentir todo lo que sientes. Y, a pesar de que te reusas a hablar de esto conmigo, se que estas preocupado. Te prometo, que todo estara bien, solo confía en mi ¿si? - por un momento, lo creo.

- Tu dices todas esas cosas bonitas solo porque espero un hijo tuyo

- Tal vez, pero no me imagino teniendo un hijo con alguien más- se rie, depositando un beso en mi frente - Mañana tengo que volver a Star City. Surgió un problema en la alcaldía y mi equipo rastreo una pista de los fantasmas.

- Pero, Caitlin nos dira esta semana el sexo del bebe - y vuelvo a sentirme mal.

- Prometo volver a tiempo. Ahora duerme Barry, lo necesitas - solo siento como acaricia mi cabello antes de cerrar mis ojos.

Despierto acalambrado por dormir en el sofa. Hay una rosa en la mesilla junto con una caja de chocolates y una pequeña nota

Te veo pronto, por favor ten cuidado Bear
~O.Q

- Idiota - me rio, meto un par de chocolates a mi boca y arrastro la manta a mi habitación para seguir durmiendo.