Omega rebelde (part. 1)
❝ El único propósito de un omega es dar cachorros y servir a su alfa. Eso es lo que le habían enseñado a Chan, pero no es lo que quería para él❞
Pareja:
Woochan
smut, fluff, omegaverse.
Pedido por: Wolf_Dark322
Pido discreción respecto al tema de Woojin, soy cub y por lo tanto no aceptaré malos comentarios, aquí se trata con respeto para recibir respeto, así que comentario negativo u ofensivo será eliminado :).
...
Y ahí estaba de nuevo su madre, parloteando por millonésima vez el deber y propósito de un omega, el cual debían de cumplir para ser un "buen omega".
Un bostezo abandonó sus labios, aburrido de escuchar de nuevo a su madre parlotear con el mismo tema una y otra vez, y todo porque se rehusaba a ser un buen omega para un alfa, y comportarse como un omega rebelde según sus palabras.
—No sé qué es lo que he hecho mal contigo, Chan. Te educamos para ser un buen omega desde que te presentaste y así pudieras llamar la atención de los alfas, y que alguno llegara a marcarte en un futuro —empezó a caminar de un lado al otro por la habitación, suspirando con frustración— Pero lo único que haces es alejarlos ¡y todo a causa de tu rebelde comportamiento! No es digno de un buen omega.
Resoplando con cansancio se levantó del sillón mientras su madre seguía lamentándose por su comportamiento, se cercioró de cargar consigo su móvil, billetera y llaves de casa antes de si quiera salir.
—¿Ya terminaste mamá? —interrumpió a la mayor, cruzando sus brazos mientras recargaba su peso en una de sus piernas.
—¿Cómo que si "ya terminé"? —dijo con indignación en su tono, el pelirrosa volvió a resoplar dando vuelta en dirección a la puerta de entrada— ¿A dónde crees que vas, Christopher? ¡Vuelve aquí en este instante, Christopher Bang!
Ignorando completamente los gritos de su madre llamándolo, terminó de salir del jardín delantero de la gran casa donde vivía yendo hacia su amada motocicleta aparcada frente a la casa y tomando camino hacia la cafetería que frecuentaba bastante.
Unos minutos después aparcó su motocicleta en el parqueadero del lugar, sacudiendo su chaqueta de cuero entró al establecimiento notando la cabellera azulada de su amigo, quien le estaba esperando.
Caminando a pasa tranquilo e ignorando a los alfas que se le quedaban viendo, se dirigió hasta la mesa sentándose en el asiento frente al peliazul, quien levantó su mirada de su celular al sentir su presencia.
—Chan hyung, por fin llega —rió el alfa, causando que rodara los ojos con diversión.
—Mamá casi no me deja ir, volvió a darme su charla sobre-
—"Cómo ser un buen omega" —terminó el menor— Lo sé, tu madre sigue empeñada en hacerte un "omega decente". A este punto me compadezco de ti —bromeó el peliazul recibiendo un puñetazo sin fuerza en su hombro.
El pelirrosa resopló de nuevo rodando los ojos— Ya hasta me sé de memoria su monólogo, no parará hasta que me vea con un alfa —cruzó sus brazos con molestia, resoplando con cansancio decidió cambiar de tema.
—Y ¿cómo vas con Felix? —preguntó con una sonrisa burlona a sabiendas que el peliazul andaba detrás del lindo beta pecoso.
Chasqueando la lengua, apartó la mirada del contrario la cual solo denotaba burla en ella— Sigo sin poder acercármele, siempre anda con ese alfa pelinegro alrededor, capaz y son pareja —murmuró lo último con derrota, causando que la mirada del mayor se suavizara.
—Hey, no seas tan negativo, tal vez y solo son amigos cercanos, hermanos o primos, no te desanimes Minho —le animó dando un pequeño apretón en su hombro, sacándole una sonrisa al peliazul.
—He pedido por ambos antes de que llegarás —murmuró con media sonrisa, y como si le hubiese llamado el mesero de la cafetería llegó con ambos pedidos, causando que el pelirrosa viera con un brillo en sus ojos la comida, sacándole una risa al alfa.
Dejando de lado el tema del amorío de Minho, siguieron hablando mientras disfrutaban de su comida hasta que llegó el momento de abandonar la cafetería por las constantes llamadas de la madre del pelirrosa a su celular.
—Me iré antes de que se ponga histérica, es capaz de llamar a la policía si no llego —rodando los ojos nuevamente se levanta seguido del alfa, sin percatarse que alguien venia caminando y por consecuencia chocando su espalda con el pecho del desconocido.
Volteándose dispuesto a reclamarle quedó estático al momento de conectar su mirada con la del -al parecer- alfa desconocido, embriagándose inconscientemente en su aroma a café y petricor hasta que el carraspeo de su amigo lo devuelve a la realidad, observando al alfa mirarlo con curiosidad.
Niega levemente retomando su molestia, mirando de mala manera al alfa enfrente suya.
—Fíjate por donde vas, imbécil —masculla con molestia, sintiéndose extrañado por unos cuantos segundos al notar un brillo divertido con algo más que no logra identificar en los ojos del alfa.
—Tienes razón, me disculpo por chocarte —y contrario a lo que esperaba escuchar, el alfa le regala una sonrisa para después seguir con su camino dejándolo en su lugar perplejo y sorprendido.
—¿Qué rayos acaba de pasar? —preguntó un también sorprendido Minho desde atrás, mirando de soslayo al alfa pelinegro— Es el primer alfa que no te grita por hablarle de esa manera.
Y tenía razón, cada que Chan le hablaba así a un alfa estos tendían a irritarse y gritarle por no ser un omega sumiso como los demás, terminando así siendo ignorados por el omega y aumentando su irritación.
—Un momento, es el tipo con el que siempre anda Felix —farfulla con confusión.
—Olvídalo, ya vámonos —murmuró aun sorprendido e ignorando la situación mientras salía del lugar.
E igualmente ignorando el hecho de que su lobo alzaba sus orejas y movía su cola de un lado a otro queriendo sentir la presencia del alfa de nuevo.
...
Tan sólo llegar a su casa y pasar la puerta fue recibido por los gritos histéricos de su madre y un par de regaños a su vez.
Y aunque quisiera enojarse por completo con ella no podía, sabía que era su forma de preocuparse por él y aunque no lo demostraba seguido, lo agradecía.
Así que suspirando se acercó a su madre ignorando su palabrería, que quedó al aire al sentir los brazos del omega menor rodearla para después dejar un beso en su frente, quedando sorprendida ante la acción poco común.
—Está bien mamá, lo siento —y dicho eso desenvolvió el abrazo dirigiéndose a las escaleras para ir a su cuarto bajo la atónita mirada de su madre.
Quien después de unos segundo volvió a su estado normal, deteniendo al omega antes de que desapareciera por el pasillo.
—Está noche tendremos una fiesta, fuimos invitados por los Kim gracias al reciente contrato de la empresa de tu padre con la de ellos. Vendrás con nosotros, dejé preparado tu traje en tu cama y ni una sola queja Christopher —sentenció su madre mirándolo con advertencia y a su vez suavidad. Recibiendo una afirmación por parte del pelirrosa.
Suspirando por quién sabe cuánta vez en el día entró a su habitación siendo lo primero que ve el pulcro y blanco traje en su cama, con cuidado de no aplastarlo se recuesta en ésta observando el techo el cual estaba adornado de algunas estrellas colgantes que el mismo había puesto.
Divagó por su mente unos cuantos minutos hasta que la imagen de aquel alfa volvió a cruzar por su cabeza causando que su omega se removiera ansioso en su interior, soltando un bufido ante eso decide tomar una ducha para empezar a alistarse para la fiesta, sabía de antemano que su madre lo apresuraría para llegar puntualmente.
Saliendo veinte minutos después de haber tomado una relajante ducha, se dispone a vestir su cuerpo con aquel elegante traje blanco que se encontraba en su cama, notando que se amoldeaba perfectamente a su cuerpo y más a su trasero una vez estuvo completamente vestido.
Aplicando una capa sutil de maquillaje en su rostro, resaltando sus ojos y labios, dio por terminada la tarea de alistarse. Soltando un suspiro guardó su celular en el saco del traje para bajar las escaleras en espera de sus padres para salir.
Se dirigió hacia la cocina, sirviéndose un poco de agua fría en un vaso y no pudo probar ni una gota cuando su madre apareció en su campo de visión, vistiendo un hermoso vestido de seda negro con perlas como accesorios suspirando con alivio.
—Chan, que bueno que ya estás listo, justo iba ir a llamarte. Nos vamos ya —murmuró terminando de colocarse uno de sus pendientes saliendo de nuevo de la cocina.
Tomando rápidamente el agua dejó el vaso en donde estaba después de darle una rápida lavada y salió en dirección a la puerta de entrada viendo a su madre esperarlo para salir.
Apresuró el paso entrando al auto en donde su padre ya estaba sentado en el puesto del piloto portando un elegante traje negro con bordados plateados. Segundos después su madre entró por el otro lado y su padre puso en marcha el auto.
Recargando su cabeza contra la ventana observaba aburrido las calles pasar, escuchando lejanamente la pequeña conversación que sus padres mantenían hasta que su madre llamó su atención.
—Chan, espero y te comportes frente a los Kim, esto es importante por favor no lo arruines con tu comportamiento rebelde —murmuró su madre con firmeza y algo de súplica en su voz, soltó un suspiro cansado para después afirmar vagamente.
Unos cuantos minutos más bastaron para que la dichosa casa de los Kim hiciera presencia en su campo de visión, alertándole que ya habían llegado. Respirando hondo para intentar fingir su mejor sonrisa amable salió del auto seguido por sus padres, escuchando sutilmente la relajante música que surgía del lugar y pudiendo olfatear la potente mezcla de aromas que lo hizo marearse un poco.
El jardín frontal de la casa estaba decorado con algunas luces resaltando la variedad floral y la arquitectura que contenía, tan solo llegar a la puerta de entrada una de las mujeres de servidumbre les atendió educadamente guiándolos al salón principal donde yacía la fiesta.
El lugar estaba lleno de gente esparcida en distintos lugares vestidas con ropa cara y de marca seguramente, podía observar todo tipo de jerarquía en el lugar, alfas, betas, omegas e incluso algunos deltas y gammas.
Siguiendo a sus padres distraídamente hasta un pequeño grupo de personas que suponía eran la familia Kim notó en el ambiente un olor que se le hacia familiar incrementando a cada paso que daban.
Detuvo su caminata al momento en que sus padres lo hicieron, observando como saludaban con efusividad a los que suponía eran los dueños de casa.
—San, Wooyoung, les presento a mi hijo Chan —mencionó la omega dándole una mirada de advertencia al menor siendo desapercibida por los demás.
Rodando los ojos mentalmente dio una reverencia, sacando a relucir su mejor sonrisa— Es un gusto conocerlos.
Sintió la sonrisa satisfecha de su madre ante su comportamiento.
—El gusto es nuestro cariño —respondió el omega encantado— Desearía presentarles a mi hijo, debe de andar por ahí junto a mi sobrino —dijo con una sonrisa algo apenada.
—Oh no te preocupes Wooyoung, en el transcurso de la noche podremos conocerlo —habló su padre con tranquilidad, recibiendo un asentimiento con gratitud de la pareja adversa.
Observando que sus padres estaban entretenidos hablando con la pareja, se dio el gusto de empezar a recorrer la gran casa, tomando en el camino un vaso de champaña que ofrecían los meseros que habían de la servidumbre.
En su caminata por los extensos pasillos de la mansión descubrió un gran ventanal con balcón que le regalaba una muy hermosa vista del cielo nocturno en donde la luna resplandecía dejándole algo hipnotizado con la vista.
Sintiendo una pequeña ola de calor recorrerle decidió salir al balón para respirar el fresco aire de la noche, trayéndole algo de paz y silencio que no le era posible al estar dentro del lugar.
Mientras aspiraba hondo la frescura de la noche sintió un olor familiar ocasionando que su lobo alzara sus orejas en alerta, volteando detrás de si pudo observar a dos chicos con traje elegante en la puerta del balón observándole.
Los mismo ojos burlones y curiosos con los que se había chocado esta mañana estaban observándole con suma atención, al lado del pecoso que tenía más que encantado a su mejor amigo.
Con un carraspeo aclaró su garganta, dejando de lado su sorpresa para poner una expresión neutral en su rostro— ¿Se les ofrece algo? —preguntó con cortesía.
—Nada realmente, queríamos tomar algo de aire pero al parecer no fuimos los únicos —respondió con una sonrisa el beta.
—Tú eres Lee Felix, ¿verdad? —preguntó con tono casual a pesar de ya saber la respuesta.
—Lo soy, ¿y tú eres?
—Christopher Bang Chan —murmuró con una sonrisa ladeada, llevando su mirada hacia los oscuros orbes que no habían dejado de observarlo todo éste tiempo— ¿Y tú quién eres?
Observó al alfa cambiar su rostro inexpresivo, dándole una sonrisa amable y extendiendo su mano en su dirección.
—Kim Woojin, un gusto —murmuró con tono grave, llevando la mano del pelirrosa a sus labios cuando este tomó la propia.
Ante la acción el omega no pudo evitar sonrojarse, sintiendo una descarga recorrer su cuerpo de pies a cabeza mientras que su lobo daba vueltas como loco en su interior.
Observando la sonrisa ladeada del alfa soltó su mano con nerviosismo, obligándose a tragar para no tartamudear.
—E-El gusto es mío —maldijo internamente cuando su voz se quebró, sintiéndose una bola de nervios por la mirada intensa que le regalaba el alfa.
El pecoso observaba con diversión la escena, notando al pobre omega morir de nervios por el descaro de su primo. Apiadándose del pelirrosa, carraspea llamando la atención de ambos y rompiendo su burbuja cargada de tensión.
—No quiero interrumpirlos, pero de seguro nuestra presencia es necesaria en la fiesta, mis tíos estarán esperando al alfa primogénito de la familia para presentarlo a los invitados.
Con un suspiro agotado el alfa le dio la razón, apartando su mirada del omega.
—Tienes razón Lix, mis padres de seguro estarán buscándome. Supongo que te veremos por ahí —dirigió de nueva cuenta su vista al pelirrosa, dándole una reverencia que fue correspondida por este.
—Hasta entonces, supongo —murmuró algo avergonzado, observando después a ambos chicos abandonar el lugar.
Girando de nuevo hacia el balcón, se recargó en este abanicando un poco su rostro sintiéndose con bastante calor a pesar de la brisa fresca que proporcionaba la noche.
Sintiéndose más calmado pero sin dejar de sentir algo de calor por alguna extraña razón, decidió volver adentro de la mansión para buscar a sus padres.
A cada paso que daba se sentía extraño, pero le restó importancia al ver de lejos a sus padres aún interactuando amistosamente con los Kim, se acercó a ellos llamando su atención rápidamente.
—¿Chan cariño, dónde estabas?
—Tomando algo de aire fresco solamente, la noche está muy hermosa sin duda.
Su madre asintió con una sonrisa, hasta que su rostro se deformó en una mueca preocupada cuando detalló mejor el aspecto de su hijo.
—Chan, ¡Dios mío, estás sudando! —exclamó, llevando una de sus manos a la frente de su hijo con rapidez— Estás hirviendo cariño ¿te sientes bien?
—Sólo me siento algo mareado ma, seguro se me pasa al rato —contestó restándole importancia.
Un preocupado Wooyoung posó su mano en el hombro de la omega— Si se siente muy mal puede ir a descansar en la habitación de huéspedes, no hay ningún problema.
Soyeon le dio una sonrisa agradecida, devolviendo su mirada preocupada a su hijo— Ve al baño a remojarte el rostro cariño, a ver si baja un poco la calentura ¿si? Si te sientes muy mal te llevaré a la habitación de huéspedes a descansar.
Con una sonrisa sincera posó su mano en la de su madre que se encontraba en su rojiza mejilla, dándole una suave caricia mientras asentía a lo dicho, para caminar hacia el baño después de escuchar las indicaciones de dónde se encontraba.
Mientras cruzaba el pasillo con dirección al baño sintió un fuerte mareo que lo hizo recargarse en la pared, sintiéndose abrumado por un aroma a alfa. Hasta que sintió un pinchazo en su vientre y su respiración se acortó.
¿había entrado en celo?
Eso no podía ser cierto, estaba cien por ciento seguro de que su celo era en un mes, pero entonces ¿por qué se había adelantado?
Estaba tan pasmado que no se dio cuenta del aroma a alfa desconocido hasta que su espalda chocó fuerte contra la pared sacándole un quejido. Con el miedo apoderándose de su ser, observó al hombre cernido a él, pudiendo solo notar su rubia cabellera al tener el rostro de este enterrado firmemente en su cuello.
—Que bien hueles, lindo. ¿No te gustaría aliviarte un poco? —El hombre alzó su rostro de su cuello sonriéndole con sorna y coquetería, causándole asco tanto a él como a su lobo.
—A-Aléjese —dijo en un quejido, llevando sus manos al pecho contrario en un intento fallido de empujarlo lejos.
El acto pareció desagradarle por completo al alfa, llevando su mano a las hebras rosáceas del omega jalando estas.
—¿Por qué debería? Mírate, todo mojado en espera a que un alfa te llene como la putita que eres —burló el alfa, llevando su otra mano a la cintura del contrario apegándolo a su cuerpo.
El menor solo se removía bruscamente en busca de liberarse de su agarre, sintiendo como el rubio empezaba a dejar húmedos besos en la piel descubierta de su cuello. Con las lágrimas ya acumuladas en sus ojos, siguió intentando liberarse.
—Por f-favor... Ya suelt-teme —su voz salió en un quejido, sintiendo su aroma a miedo esparcirse por todo el pasillo.
El alfa rubio estaba listo para para gritarle que se callara hasta que fue apartado bruscamente de su cuerpo, trastabillando contra el suelo.
—¿No lo oíste? Dijo que lo soltaras —la voz de Woojin estaba cargada de la más pura ira, observando con ojos filosos al alfa pelirrubio en el suelo.
—¿Y a ti quién te llamó idiota? Yo lo olí primero —bramó enojado, intentando dar un paso hacia ellos, siendo detenido por una pequeña mano en su hombro.
Cierto beta pecoso lo observaba con seriedad, apretando ligeramente su agarre— Quiero ver tu asqueroso trasero fuera de esta casa, ¿entendiste? —la voz del pecoso se oía más grave de lo normal causando cierto estrago en el rubio.
El pelirrubio no tuvo más remedio que irse del lugar botando humo, seguido del pecoso después de darle una mirada de tranquilidad al omega.
—Oye, ¿estás bien? —preguntó preocupado el pelinegro después de unos segundo tratando de ignorar el potente y tentativo aroma del contrario, observando al omega limpiar sus húmedas mejillas.
—L-Lo estoy... Gracias —murmuró avergonzado y algo hipnotizado por el aroma a roble y petricor del mayor.
El mayor iba a decir algo más hasta que un grito femenino lo interrumpió, Soyeon corría hacia ellos con rostro angustiado, seguido de su esposo Baekhyun y sus padres detrás.
—¡Chan, Dios mío! ¿Estás bi- —Soyeon dio un pasó hacia al frente con la intención de tomar en brazos a su hijo hasta que un gruñido de advertencia hizo que se tensara y los alfas presentes se pusieran alertas.
—No toque a mi omega —Woojin había abrazado posesiva y protectoramente al omega, arrancándole un jadeo de gusto y terminando enterrar su rostro en el cuello del mayor embriagándose con su olor.
—A-Alfa —lloriqueó el pelirrosa, casi totalmente dominado por el celo.
...
Tuve que dividir esto porque en verdad iba a quedar demasiado largo JAJAJA, dejarles con la intriga es mi pasión sipor.
Mañana subo la siguiente parte uwu.
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