❲el comienzo del caos ✧ dos❳
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SeokJin no podía decir que no se sintió aliviado cuando vio las acciones que tomaba el cuerpo contrario al escucharle, porque eso sería una vil mentira. Un sentimiento de alivio le recorrió al ver que la otra persona actuaba así, porque eso significaba que era una persona consciente, que no era uno de esos tantos caminantes que ahora abundaban en las calles de la desolada ciudad. Sin embargo, no bajó el arma. Bien, no era un caminante pero eso no le aseguraba que no fuese algún demente, o delincuente, que buscase cualquier forma de atacarlo en algún momento; ni siquiera tuvo que decirle que se diese la vuelta para verle la cara, y saber si al menos era alguien conocido.
Lo dices como si interactuaras demasiado. bufó, reprochándose a sí mismo por el comentario, pero aun así, podía reconocer un que otro rostro, y definitivamente la cara de ese chico sí la reconocía.
Jeon JungKook, ¿cómo no conocerlo?
No sólo por el hecho de que el chico fuese un fiestero de primera, y que fuese supremamente popular en el instituto al que ambos asistían, sino también porque él era hijo de un policía, y el chico que estaba frente a él era un delincuente juvenil, o al menos eso decía su padre; para estar joven, tenía un expediente algo largo. Así que sí, lo reconocería incluso con los ojos cerrados, además, tenía que admitir que era guapo, y él no era precisamente heterosexual para evitar fijarse en una belleza así, de hecho, él era del tipo portador, y podría admitir que alguna vez incluso le causó curiosidad este... "Amor platónico", pero se aseguraba a sí mismo que era por su estúpida fijación en los chicos malos; posiblemente porque buscaba alguien contrario a él, en todos los sentidos.
Debe admitir que, le sorprendió que este conociese su nombre, pues no recuerda haber interactuado ninguna vez con él. Demonios, si hubiese intercambiado aunque sea un mísero "Hola.", con el dios griego que tenía en frente, lo recordaría, aunque sufriese una pérdida de memoria, seguiría recordando ese momento.
— JungKook. —pronunció SeokJin, contrario a JungKook, que había preguntado su nombre, como si creyese que era una broma; debe de hacer énfasis en que aún mantiene el arma en el aire apuntándole directamente.— Pues me gustaría decir que no es serio, pero sí, lo es. ¿Cómo sabes quién soy? —preguntó, queriendo sacarse su principal duda en ese momento, y JungKook, al notar que no bajaría el arma comenzó a caminar muy lentamente hacia él, estaba casi seguro de que SeokJin no iba a dispararle.
—Digamos que no eres precisamente invisible. –admitió JungKook. El nombre de SeokJin había estado en boca de sus amigos desde hacía ya mucho tiempo, por ser el rarito del instituto; sinceramente, nunca le había prestado mucha atención, hasta cierto punto de su vida, y la única razón por la que había conocido su nombre fue porque el oficial Kim solía darle largos sermones de camino a la comisaría.
Nunca iba a admitirlo en voz alta, pero siempre le había parecido muy guapo, y era muy extraño porque SeokJin estaba completamente alejado a su tipo de chicos. Eran realmente los polos opuestos, y parecía ser una jodida broma el encontrarse con él en pleno caos.
—Tu padre solía hablarme de ti de camino a la comisaría, y mis amigos siempre hablaban del chico raro al que les gustaba molestar de vez en cuando. –continuó JungKook, negando con la cabeza al recordar las muchas cosas que hizo con sus difuntos amigos; no negará que fueron unos matones con varios alumnos, pero al menos él no se iba a los golpes. Unas cuantas palabras duras eran suficientes.
SeokJin se sintió avergonzado apenas escuchó a JungKook hablar, siempre supo que su papá estaba extrañamente orgulloso de él. Nunca entendía por qué; el mayor logro que había hecho en su vida era haberse pasado cinco juegos un mismo día, y no era precisamente un logro, pero nunca creyó que su papá hablaría de él mientras estaba con delincuentes; muchos menos que uno de esos delincuentes sería el magnífico JungKook. Por Dios, qué vergüenza.
Claro, parecía ser el día en que pasara vergüenzas porque, también le recordó el hecho de que una que otra vez le molestaban en los pasillos del instituto por ser un "rarito". Le daba mucha pena saber que JungKook tenía esa imagen de él, de un chico debilucho que se dejaba molestar, aunque claro, nunca había sido nada extremadamente grave, Quizá porque papá era policía..., pero una que otra zancadilla, golpes leves en su cabeza, o simplemente humillaciones públicas; nada que no creyese soportar.
JungKook estaba buscando una forma de distraer al contrario, y creyó conveniente el hablar un poco de sus recorridos en patrulla, pero rodó los ojos, y bufó, antes de tomar la mano que tenía el arma.
—Cariño, para usar un arma... –dijo JungKook con calma, haciéndole girar el arma, en un ángulo que pudiera ver lo que hacía, en lo que agregaba, con la risa en su voz: –, primero debes quitarle el seguro.
La cereza del pastel fue JungKook diciéndole "cariño", con aquella voz tan linda que poseía, para luego, acercarse, y mostrarle cómo se debía usar un arma. No supo ni en qué momento bajó la guardia pero de un segundo a otro, el contrario ya tenía las manos sobre el arma de su papá, mostrándole cómo se debía quitar el seguro de esta; SeokJin su cara entre sus manos, cubriendo así su rostro rojo debido a la clara vergüenza que sentía.
—Yo... Lo siento tanto. –SeokJin comenzó diciendo, gimiendo de la pena, agregando rápidamente: – Por lo de mi papá hablando de mí, y ya sabes, por haberte apuntado con un arma. –rió suavemente, nervioso.
JungKook le sonrió levemente, y negó con la cabeza, porque, a pesar de haberse cubierto el rostro con ambas manos, él no se perdió ni un solo segundo del bello sonrojo en su rostro, y se dio mentalmente un golpecito en la espalda, felicitándose por ello, además de maldecir a sus amigos por haberle molestado tanto tiempo.
—Soy hijo de un policía, y no sé quitar un seguro a un arma, qué irónico. –Se burló SeokJin de sí mismo para aminorar la vergüenza. – Por favor, no me hagas nada. –pidió en un suave susurro, sabiendo que JungKook era un típico chico malo, sabiendo que el mayor había estado en muchas situaciones no muy legales, ni mucho menos, buenas; sabiendo que no dudaría en meterle un golpe en el rostro si fuese necesario, y más ahora que él tenía el arma que su padre le había dejado como método de defensa. Negó con su cabeza, alejándose unos pasos del alto, para mantener una distancia; nunca había estado tan cerca de alguien, y no era definitivamente el momento para la primera vez—, Yo no sé qué está pasando; estaba desayunando, y de pronto.... –trató de explicar, moviendo sus manos pero no le salían las palabras, posiblemente porque no tenía ni idea de lo que iba a decir. – La gente ahora quiere comerse, se han vuelto caníbales, su piel está podrida, le faltan extremidades, y quieren hacernos daño. –exclamó, confundido por lo que sucedía. – Yo realmente no entiendo nada. ¿Qué clase de "Resident Evil" es este?
JungKook buscó en sus bolsillos su caja de cigarrillos, rezando por no haberla dejando en el infierno en que había despertado, y encogiéndose de hombros, dijo: —No tengo idea, pero estamos solos en esto. –sacudió su cabeza, intentando borrar las horribles imágenes de personas comiéndose entre sí, y encendió un cigarrillo. – Al menos hasta que encontremos sobrevivientes. –añadió, y, exhalando el humo, revisó con la mirada al contrario en busca de algún tipo de herida; él estaba en perfectas condiciones, o eso quería creer. JungKook aún necesitaba una aspirina para calmar su dolor de cabeza, pero nada más parecía doler.
Un sonido a su espalda le hizo erizar la piel, y desenfundó su arma, en lo que aprisionaba a SeokJin contra su pecho, y de escabullía en el pequeño espacio que había entre casa, y casa; parecía no haber nada, pero sabía lo que escuchó, algo similar a una rama partiéndose en dos, o una pisada sobre las hojas.
—No hagas ningún ruido... –ordenó JungKook en un susurro, quitándose el cigarrillo de los labios con su mano libre, antes de rodear los hombros contrarios con su brazo. Si bajaba la mirada podía tener la visión perfecta del rostro contrario, pero por más tentado que estuviera por verle, quería asegurarse de que no hubiera peligro fuera de su "escondite".
SeokJin, por su parte, aguantó la respiración, no sólo por el humo del cigarrillo que ahora JungKook tenía en su boca, sino por estar aprisionado entre los brazos de este, haciendo completo silencio sin entender realmente por qué de un momento a otro este había invadido su espacio personal de esa manera.
Era demasiado para SeokJin, en serio que sí, ya bastaba con tenerlo a unos metros de distancia, con su atención puesta en su persona, no tenía por qué estar siendo "abrazado" por este, ni mucho menos, estar lo suficientemente cerca de su boca como para oler el humo de cigarrillo.
Respiró hondo, tratando de calmarse, bien, no era para tanto... Bueno, realmente sí lo era. Le daba una especie de ataque nervioso cuando las personas se acercaban demasiado a él, era como un secreto que tenía, no le gustaba estar rodeado de muchas personas ni mucho menos estar cerca de estas, de ahí el hecho de que viviese metido aislado en su habitación, y todos sus amigos fuesen de internet.
—No creo que sea necesario esto. –susurró SeokJin lo suficientemente fuerte para que JungKook le escuchara, y se zarandeó de un lado a otro para soltarse del fuerte agarre, al que este le tenía sometido.– Suéltame... En serio, suéltame. –le ordenó, serio, haciendo que JungKook entrecerrara los ojos, y le mirara fijamente, antes de, finalmente, bajar su arma, dándole una nueva calada a su cigarrillo, y siseaba de dolor, ante el roce de su ropa con el reciente tatuaje que se había hecho; ahora se veía como una muy mala idea, pero en su momento a JungKook, un tatuaje en las costillas, le había parecido genial.
SeokJin estaba nervioso por la cercanía, y tendía a ponerse muy serio cuando estaba nervioso, o explotaba en risas, pero en ese momento, la seriedad tintaba sus palabras, y su rostro. Logró zafarse de este, y se echó hacia atrás, mirando por el perímetro a su alrededor tratando de calmar el ligero temblor de sus manos. Era demasiado para él; había perdido a su padre, ahora JungKook lo conocía, y lo pegaba a su cuerpo, sin contar el hecho que parecía estar en una especie de apocalipsis.
Esto, definitivamente, tenía que ser un sueño, por lo que, disimuladamente, SeokJin se pellizcó el brazo, y cerró los ojos, abriéndolos lentamente esperando encontrarse con un panorama distinto pero no fue así, porque, ante sus ojos, todavía tenía al "bad boy" de Jeon, con su cigarrillo, y su arma en mano, no haciendo más que reprocharse mentalmente por haberle gustado aquella imagen.
—¿Qué escuchaste? –preguntó SeokJin, en un nuevo susurro, lo suficientemente alto para que el mayor le escuchase, sintiéndose nervioso de saber que posiblemente estarían siendo acechados por cualquier cosa; podía ser otro caminante, otro superviviente, un cazador, o un animal peligroso, y él no estaba armado, debido a que su armamento lo tenía JungKook, y no creía que JungKook fuese a gastar las balas para salvarlo a él, cree que, posiblemente incluso, le usaría de carnada para ganar tiempo, y escapar—, Vámonos de aquí. –pidió, mirando a todos lados con ojos de ciervo a punto de ser atropellado.– Debemos... debemos buscar supervivientes. –añadió SeokJin, haciendo referencia al comentario que el mayor le había soltado, antes de aprisionarlo fuertemente contra sus brazos.
—Ten. –susurró JungKook, entregándole el arma.– Perdóname por preocuparme de tu dulce culo, pero era preferible tenerte contra la pared que con las tripas afuera, y a merced de ellos. –bufó JungKook, separando su espalda de la pared, haciéndole señas para que saliera por el otro lado en lo que observaba en la dirección del sonido.– Se escuchó como una pisada, pero tal vez el dolor de cabeza me está jugando una mala pasada.
SeokJin hizo una mueca con su cara, arrugando su nariz en descontento ante lo dicho por JungKook, respecto a lo de su "dulce culo"; aquello le parecía algo desvergonzado, e incluso una falta de respeto hacia él, así que lo miró mal mientras tomaba el arma, y la sostenía entre sus manos, puesto que no tenía otro lugar donde ponerla. SeokJin la agarró casi temeroso, se supone que ya no tenía seguro, ¿no? En cualquier momento eso podía disparar, y no sabía cómo manejar un arma, su conocimiento se limitaba solamente a los típicos juegos de counter.
JungKook se quejó por el brillo del sol impactando en sus ojos, una vez salieron de su escondite, y tiró la capucha de su sudadera por su cabeza, cubriéndose lo suficiente para que sus ojos no dolieran, sin dejar caer su cigarrillo de su boca, tomándole suma importancia, debido a que, podrían acabarse en cualquiera momento; él realmente era feliz con sus dosis de tabaco diarias, y ni siquiera el fin del mundo parecía poder detenerle.
SeokJin también arrugó la cara por el humo del cigarrillo, ya que aquello era algo muy desagradable para él; no quería estar luego con ese olor en su cuerpo, suficiente tenía con aproximarse a saber que, posiblemente pasaría mucho, mucho tiempo sin bañarse. Sintió asco de pensar aquello; lo que menos necesitaba en ese momento era otro olor en su cuerpo.
—Será mejor no usar nuestras armas por ahora, eso podría llamar la atención de los caminantes, o lo que sea. –JungKook dijo y bajó ambas manos en dirección a sus bolsillos, ahora en busca de su navaja, y se la acercó al contrario.– Si sabes cómo atacar a esas cosas, ¿cierto? –cuestionó sonriente; era muy consciente de que el contrario era alguna especie de friki, por lo mismo que añadió:– Ya sabes, como "Resident Evil".
—No sé ni siquiera cómo quitarle el seguro a un arma, ¿qué te hace pensar que sabré atacar a esos caminantes? No soy Leon S. Kennedy, ni Chris Redfield. –SeokJin respondió haciendo referencia de los personajes del famoso juego.– Creo que tienes muy claro que definitivamente no soy la persona más fuerte que hay. –añadió, con sarcasmo rodando los ojos.—Por cierto, ¿no podrías irte a fumar a otro lado?, ¿o simplemente no hacerlo? No tolero el humo del cigarrillo. –Jin le pidió, ignorando momentáneamente lo dicho por JungKook, estando un poco ya harto de tener que inhalar aquel humo dañino.– Aparte, me haces más daño a mí sin yo quererlo por tener que oler ese humo, te pido que, por favor, botes ese cigarro. –Jin se mostró firme ante su petición, su padre a veces también fumaba, y siempre tenía problemas con él por eso.
SeokJin era algo así como muy correcto, y derecho, el tipo de persona que se mantenía detrás de la línea amarilla, de las que, si le decían una hora de llegada siempre estaba puntual, o que no salía de noche por precaución, porque así era él, y es por eso que evitaba todo lo que tuviese que ver con "algo malo", es decir, él, definitivamente, veía como algo malo el beber alcohol, y fumar, de ahí su rechazo a esas conductas.
JungKook simplemente rodó los ojos, divertido ante su reaccionar, gustándole un poco demasiado, diciéndose a si mismo que será muy divertido ver como le sacaba de quicio, y lo lindo que se veía al fruncir la nariz en disgusto, en lo que exhaló una última vez el humo, y tiró la colilla a sus pies, pisándole al seguir su camino.
—Bien, lo dejaré por ahora, pero no te aseguro nada. –JungKook aceptó de mala gana, para luego agregar en un susurro:– Será todo un dolor de cabeza. –su estómago rugió, sorprendiéndole; no sabía que podía tener apetito después de lo que vio, pero mira, allí estaba muriéndose de hambre, mientras SeokJin aún tenía esa adorable expresión en su rostro.
—Y no me digas "dulce culo" –SeokJin murmuró, finalmente, aún molesto por aquello, haciéndo reír a JungKook.
—Por si no te has dado cuenta, me gusta molestar a los demás, así que será "dulce culo" o "chico siempre correcto", y eso dependerá de la situación. –declaró JungKook, sonriendo con arrogancia, antes de tomarle del brazo, y caminar en dirección a una casa que reconocía.– No se tú, pero muero de hambre, y con suerte, encuentro una aspirina.
—No puedo creer que tengas hambre en un momento como este. –SeokJin bufó encogiéndose de hombros mirando a su alrededor sin quitar realmente la atención en el ambiente, porque nunca se sabía cuándo algún caminante podía hacer acto de presencia.– Cuando pedía un apocalipsis zombie, nunca imaginé algo así. –rió ligeramente mirando a JungKook.
JungKook se detuvo en la puerta de entrada, y escuchó atentamente hacia el otro lado; no quería sorpresas, mucho menos si venían en forma de personas sangrando, y con la ausencia de ciertas partes del cuerpo.
—Puedes aprender a usar un arma, o un cuchillo, y no estoy de acuerdo con lo que dijiste. –JungKook admitió en un susurro, abriendo lentamente la puerta, registrando el área.– Creo que saber cómo matar a esas cosas te hace más fuerte que saber usar un arma; no tiene sentido saber usarla si no sabes dónde hay que disparar.
SeokJin se encogió en su lugar, rascándose nerviosamente el brazo izquierdo, mirando a JungKook por debajo de sus pestañas. ¿Qué debía hacer ahora?, ¿seguirlo?, porque no estaba realmente seguro si el chico lo quería mantener cerca de él. Aunque había dicho "vamos a buscar supervivientes", o algo así entonces, suponía que quería expandir el grupo.
Entonces lo siguió de cerca, rodando los ojos por lo que JungKook hablaba; muchas veces había escuchado que, lo que Jeon tenía de guapo, lo tenía de tonto, bromista, y toda la cosa, pero como nunca había hablado con él, no había podido confirmar aquello, pero ahora había tenido sólo minutos de interacción con él, podía decir que el más inteligente, definitivamente, no lo era.
Había ignorando los susurros de JungKook, sintiéndose ligeramente atacado con el: "será un dolor de cabeza", pero le dio el punto de que sí, sería un dolor de cabeza porque sus personalidades eran muy distintas, y chocarían, de eso estaba seguro. Él le diría lo que le molestaba si era necesario; era retraído, pero no significaba que se quedara callado cuando algo no le gustaba, y esa, posiblemente, era una de sus mejores cualidades.
—Tú sólo pasa de decirme esos comentarios, y estaremos bien, no seré un dolor de cabeza para ti. –SeokJin dijo, arriesgándose, y metiendo su arma en su bolsillo, poniendo antes el seguro. O bueno, creía haberlo hecho, esperaba que sí—, ¿Dónde crees que puedan haber más sobrevivientes? –hizo énfasis en el tema de conseguir más personas, porque le ponía un poco nervioso estar completamente a solas con el chico más guapo, y "caliente" —las palabras de los demás, no las suyas—, del instituto.
SeokJin no sabía bien cómo actuar, y se sentiría mejor estando rodeado de más personas, o al menos en ese momento lo creía así, además de que la personalidad burlona, y atrevida, de JungKook no ayudaba a hacer el ambiente más ameno.
—No tengo idea. –admitió JungKook encogiéndose de hombros, dirigiéndose a la cocina, en lo que buscaba los ingredientes para hacerse un sándwich.– Yo no pedí estar atrapado en esto junto a ti, pero es lo que tenemos; si tanto te molesta estar conmigo puedes probar suerte por ti mismo, aunque no creo que llegues muy lejos tú solo. –Jeon rió, siseando de dolor ante el roce de la ropa en sus costillas.
JungKook tiró su sudadera a una silla vacía, seguida de su camiseta sin mangas, y se dirigió al baño, conociendo demasiado bien esa casa, ¿y como no hacerlo, si era de su hermano?; tomó una crema de los muchos cajones, junto con una aspirina, y la esparció sobre su tatuaje, calmando el dolor, y la picazón.
SeokJin soltó un sonido estrangulado cuando vio a JungKook quitándose la sudadera, pensó que se iba a desnudar ahí mismo por lo que se llevó las manos a sus ojos, tapándolos para evitar violar la privacidad del contrario, poniéndose completamente rojo. Luego quitó las manos pensando en que estaba actuando como un estúpido haciendo aquello; Dios, eso sólo le daba motivos al mayor de burlarse de él. Frunció el ceño al escuchar un gemido de parte de JungKook alarmándose porque, ¿acaso lo habían mordido?, ¿o rasguñado?; dio dos pasos hacia atrás poniendo sus manos disimuladamente sobre el arma, porque un mínimo rasguño de parte de uno de los caminantes podía expandir el virus por su cuerpo, estaba seguro que era así, las series y videojuegos que había visto tenían eso en común, pero luego vio a JungKook ponerse pomada sobre algo, y no quiso detallar sobre qué era porque estaría viendo más de lo que debería.
— ¿Te mordieron? ¿Te hicieron algo? —SeokJin preguntó cautelosamente mirando su arma en su bolsillo. Estando alerta por si en algún momento debía atacar, pero después parpadeó repetidas veces, y sacudió su cabeza, enfureciendose al instante, en lo que le enseñaba su dedo medio.– Eres un estúpido, JungKook ¿crees que no puedo sobrevivir a esto solo? Tengo un arma. –dijo, sacando su arma, mostrándola en plan de "duh".– Y soy bueno escondiéndome, soy callado, puedo fácilmente salir allá, y sobrevivir a lo que venga.
SeokJin no sabe si lo dijo porque se sintió amenazado, o en serio, porque estaba seguro de que si estaba solo allá afuera no iba a poder sobrevivir. Al menos del cuarto día no pasaba, eso era fijo, pero estando con otra persona se sentía más seguro, aunque no confiaba del todo en JungKook; JungKook, por su parte, rodó los ojos, y dio un mordisco al sándwich que preparó muy rápidamente hacía tan solo unos minutos atrás, en lo que alzaba su brazo, enseñando su tatuaje.
—Ni mordida, ni rasguño, cariño; solo un tatuaje. –Informó JungKook, ignorando el arma que el contrario traía en sus manos, y tragó la píldora en seco, haciendo una mueca al momento que pasó por su garganta– , No fuiste exactamente silencioso hace unos minutos. –Desenfundó su arma, sonriendo en lo que miraba en su dirección–, Yo también tengo un arma, pero yo sí sé cómo usarla. –dijo JungKook divertido, poniéndose alerta con los sonidos provenientes de la calle; parecía que habían tenido suerte al entrar en la casa, esos caminantes estaban por todas partes, y sabía que sin municiones no llegarían muy lejos—,Tomaré las armas de mi hermano, y nos vamos, si quieres; de todas formas no creo que vaya a aparecerse por aquí. –bufó, pero no se movió de su lugar, aún comiendo su sándwich. Nadie sabía que JungKook tenía un hermano mayor, y así lo prefería, no era como si fueran muy unidos después de todo, y teniendo en cuenta lo diferentes que eran, podían poner en duda su parentesco.
SeokJin se sintió tonto por haber creído algo como que JungKook estuviera pasando por algún tipo de mutación zombie, o algo, y gimió avergonzado, en lo que se dejaba caer en el sofá que se encontraba en aquella extraña cocina-comedor- ¿sala de estar? Uhg... Quizás Resident Evil si jodió un poco mi cabeza, y estoy pensando demasiado las cosas. Pensó, y observó fijamente el tatuaje; era muy lindo, pero JungKook parecía estar sufriendo un poco por él, y se preguntó si, tal vez, fue muy doloroso el hacérselo, sin ser consciente de que formuló la pregunta en voz alta, hasta que JungKook le respondió.
—Duele mucho más ahora que cuando me lo hice. –Admitió JungKook, mirando en dirección a la puerta de entrada–. No creo que entren, así que podemos relajarnos un momento, antes de seguir. –SeokJin asintió a lo que decía, relajándose solo un minuto; deducía que JungKook sabía sobre armas, y el manejo de estas. Su padre le había comentado que no era sólo un chico malo de fachada, él no se andaba con rodeos, y tonterías como golpear a los menores que él en el instituto solo porque sí.
JungKook, en serio, era capaz de cometer delitos, y Jin al verlo tan seguro con un arma en su mano pudo dar fe de ello, más aún cuando, terminada su comida, se retiró de la habitación, buscando más armas por la casa. JungKook tranquilamente podía dejarle allí, o matarlo en la primera oportunidad que tuviera, pero no es como si él tuviera más opciones; quería sobrevivir, y para ello necesitaba saber cómo utilizar un arma, tener más municiones, o al menos, necesitaba saber cómo demonios funcionaban.
— ¿Me darás un arma? –cuestionó SeokJin, viendo al mayor regresar con un bolso que, de lejos, se veía súper pesado, mientras le asentía.
—Te enseñaré como usarlas, pero por lo pronto, debemos encontrar un lugar seguro para quedarnos, comida, y esas cosas; esta casa no es segura. –dijo JungKook rápidamente, escuchando muy atentamente los sonidos de los caminantes a las afueras.
No escuchaba a muchos de ellos, pero estaban en una zona muy habitada, y la casa de su hermano ya no parecía tan segura, por lo cual JungKook tomó varias cosas que le serían de utilidad, así como botellas de agua, mantas, y algo de ropa, además de las armas, y otros bolsos vacíos. SeokJin propuso ir a un supermercado, tomar algunos víveres, y de allí, podrían ver cómo estaba la situación, como para descifrar que camino sería más seguro tomar; solo esperaba no encontrarse con más problemas, y mantener a salvo el dulce culo del chico.
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ndjsjs el capítulo si es algo largo, espero te haya gustado♡, dime xfi q te está pareciendo la historia. ( ;∀;)
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