❲nueve⚜❳

SeokJin hace sus compras Navideñas lo más rápido posible, porque ama la Navidad, pero odia ir de compras, y las tiendas están demasiado llenas de gente y tienen demasiadas cosas en existencia, eso lo vuelve incomodo en lugar de agradable. En el momento en que ha terminado, se da cuenta que ha escuchado cada canción de Navidad, al menos tres veces y, muy a su pesar, todavía está tarareando la melodía Santa Claus viene a la ciudad cuando llega a casa. Esconde los regalos en el fondo de su armario antes de ducharse y cambiarse, luego se dirige a un bar para cenar con JiHoon y DaHyun.

El domingo cuando se despierta, encuentra una nota de TaeHyung diciendo que él y JungKook han ido juntos a visitar un viejo amigo de ellos, por lo que pasa el día solo sin hacer casi nada, hasta que TaeHyung regresa -sin JungKook- más tarde por la tarde, y cenan juntos.

No ve a JungKook de nuevo hasta la noche, medianoche, durante lo que TaeHyung está llegando a ver como su cita regular mientras miran las repeticiones de Ven a Cenar Conmigo.

JungKook se sienta junto a él en el sofá, como de costumbre, y pone sus pies sobre la mesa, como de costumbre, y juntos miran fijamente el televisor, sin decir nada. SeokJin con la espalda apoyada contra el brazo del sofá y con las piernas recogidas después de haber levantado sus pies para hacer espacio a JungKook. -¿A dónde vas hasta tarde todas las noches? -Le pregunta después de un minuto de silencio.

JungKook lo mira. -Sólo intento darles privacidad.

-Pero ni siquiera estás aquí la mitad del tiempo, -dice SeokJin-. Entonces ¿qué haces?

-Pequeño curioso, ¿verdad? -JungKook dice sonriendo, y SeokJin ríe también.

-¿A quién llamas pequeño?

-A ti.

-Vete a la mierda, -dice SeokJin, levantando un pie para pinchar a JungKook en el muslo. Eso cambia cuando JungKook atrapa los pies de SeokJin al sofá, y SeokJin sigue tratando de darle una patada y en su defecto los dos están conteniendo la risa. Los ojos de JungKook están brillando, tan relajado como no lo estuvo durante todo el fin de semana.

Después, cuando han parado de sonreír, JungKook explica, como si no hubiera habido ninguna interrupción en la conversación. -Solía vivir cerca de aquí. Antes de mudarme a los Estados Unidos.

-¿Y?

-Y, he estado poniéndome al día con viejos amigos, jugando un poco de póquer con ellos, ese tipo de cosas.

Supone que eso tiene sentido, y trata de fingir que no siente alivio, lo cual es una sensación que no quiere examinar muy de cerca, que no puede examinar. Una parte de él esperaba escuchar a JungKook decir que está viéndose con algún hombre.

-No hace falta que desaparezcas toda la noche, -le dice-. No me importa que estés aquí.

JungKook levanta una ceja, sonriendo irónicamente. -¿No?

SeokJin siente ganas de retorcerse. -Bueno, estoy seguro de que a TaeHyung le gustaría verte más, ¿no es así? -dice torpemente-. Antes de desaparecer de nuevo rumbo América -JungKook asiente, y SeokJin continúa-: ¿Quién te ha estado alimentando? No me digas que has estado desperdiciando dinero en restaurantes todas las noches.

- Una de mis mejores amigas vive en la ciudad, -aclara JungKook después de un momento de vacilación-. La mayoría de las noches he cenado con ella.

Es un momento de honestidad, y SeokJin se aferra a ello, a esta oportunidad para ahondar en el lado personal de JungKook, en esos trozos de sí mismo que mantiene para solo para él mismo. -¿Cuál es su nombre? -pregunta, porque le interesa, y quiere saber más, no sólo acerca de esta chica, quiere saber todo, tanto como JungKook esté dispuesto a compartir con él.

-WheeIn

-WheeIn, ¿qué?

JungKook levanta una ceja. -¿Por qué quieres saber?

-He vivido aquí la mayor parte de mi vida, ¿cierto? -Dice encogiéndose de hombros, ligeramente abochornado. No quiere que JungKook piense que está desesperado por obtener información; pero al mismo tiempo, quiere que JungKook sepa que le importa, que para él no es sólo un amigo de TaeHyung. Es una persona en su propio derecho, una que SeokJin quiere conocer-. Puede que la conozca.

-Lo dudo.

-Dime.

JungKook lo considera. -Jung.

-Jung... -El nombre le suena conocido, y busca en su cerebro una respuesta, justo cuando recuerda-. Ella no está relacionada con Jung HoSeok, ¿verdad? Siempre aparece en el periódico local con los brazos envueltos alrededor de un tipa diferente cada vez -hace un gesto de desaprobación-. Reconozco que es casi una celebridad.

JungKook parece que estar conteniendo la sonrisa. -No, pero esa mujer suena... interesante. Me mantendré pendiente de ella.

-Mantenerte alejado, más bien, -advierte SeokJin.

Esta bastante seguro de que JungKook quiere decir más al respecto, puede ver el conflicto en sus ojos cuando se da cuenta de si debe abrirse más, o guardar silencio. Finalmente mira hacia otro lado, y SeokJin se rinde. No se había dado cuenta de lo ansioso que estaba por escuchar más.

JungKook asiente hacia el televisor. -¿Dónde estamos hoy?

-Coventry.

-Nunca he estado allí.

-Yo tampoco.

-Genial, -dice JungKook levantándose del sofá-. Mejor voy a poner el agua a hervir.

Al llegar la tarde del siguiente día ellos, SeokJin y JungKook se encuentran sentados esperando a que TaeHyung llegue a casa para que puedan ir a la reunión con el gerente de eventos del hotel. No está seguro del por qué JungKook quiere acompañarlos, pero no le importa.

Además, han encontrado una manera entretenida de pasar el tiempo.

-Todo está en el ángulo de la muñeca, -explica JungKook desde su lugar en uno de los taburetes de la barra de desayuno-. Si no tienes la muñeca rígida, sólo hay que girar.

SeokJin sonríe. Él está sentado en el sofá, mirando hacia arriba a JungKook al otro lado de la habitación. -Muñeca rígida, eh?

-Tienes una mente sucia, SeokJin, -dice JungKook sonriendo.

SeokJin intenta ahogar su sonrisa. -Lo siento.

-Sí, claro -dice JungKook, una vez que SeokJin pone cara seria de nuevo- observa. -Toma una de las palomitas de maíz de su paquete y la sostiene en alto, para asegurarse que SeokJin le está mirando-. Lo haces así. -Entonces lanza la palomita de maíz al aire, inclina su cabeza hacia atrás, y la atrapa en su boca.

-Haces que parezca tan fácil, -dice SeokJin resoplando por la expresión de suficiencia en el rostro de JungKook.

-Eso es porque lo es. Un niño de cuatro años de edad puede hacerlo.

-Cállate, -se queja. Toma un poco de palomitas de maíz de su propio paquete y trata de copiar lo que JungKook acaba de hacer. Ninguna palomita de maíz cae siquiera cerca de su boca-. En serio, -dice exasperado- ¿mi cara tiene repelente contra las palomitas de maíz o qué?

JungKook se ríe. -No, simplemente no eres capaz de atinar. Abre la boca.

-¿Qué?

-Ábrela -dice JungKook, sosteniendo una palomita de maíz-. Apuesto a que voy a lograrlo desde aquí.

Esta vez SeokJin no puede sofocar su sonrisa aunque lo intente. - ¿Quieres que abra la boca -dice lentamente y con insinuación en su tono-, para que tú la pongas dentro?

JungKook parpadea, después de un momento sus ojos se iluminan, y una pícara sonrisa se extiende por su cara. -, -dice con sencillez, y luego tira la palomita de maíz a través de la habitación en dirección a la boca abierta de SeokJin, atinando justo en el blanco. Su cara se llena de presunción de nuevo, pero después se oscurece con algo más-. ¿Cómo sabe?

-Salado, -dice SeokJin de forma deliberadamente sensual e intercambian una mirada que es menos divertida y más como algo cercano a la excitación.

Y eso es peligroso.

Afortunadamente, el teléfono de SeokJin suena rompiendo el momento.

-¿Hola? -dice al contestar. JungKook mira hacia otro lado, se ocupa en recoger las palomitas de maíz que cayeron en la barra de desayuno.

Es TaeHyung, y suena como si estuviera en medio de una reunión. -Hola cariño, escucha, me quedé atrapado en este rodaje y voy tarde. ¿Tú y JungKook pueden encontrarme en el hotel?

-Uh, está bien -dice SeokJin con el ceño fruncido-. Te veo en un rato.

-Gracias. Te amo.

SeokJin cuelga, mira a JungKook. -Quiere que nos encontramos con él allí.

JungKook alcanza su chaqueta y las llaves. -Conduzco yo.

El aire sopla lleno de hielo cuando salen, y SeokJin envuelve sus brazos alrededor de sí mismo, temblando. -Dios, hace mucho frío.

-Está a punto de nevar.

-Lo mismo dijo JiHoon.

Llegan al coche de JungKook estacionado en la avenida y JungKook hace una pausa antes de desbloquear las puertas, mira a SeokJin sobre el capó. -¿Quién es JiHoon?

-El chico con el que trabajo, -dice SeokJin, señalando con el pulgar detrás de él a su cafetería.

-Ah, ¿el pequeño chico elegante?

-, -dice SeokJin. Frunce el ceño en confusión-. ¿Cómo supiste?

JungKook se ve incómodo de repente, mira a otro lado. -Fui el otro día. Me dijo que te tomaste la tarde libre.

-Oh. ¿Me... estabas buscando? -pregunta sintiéndose tan torpe como se ve JungKook.

Es una pregunta estúpida, y JungKook se lo confirma al responder bruscamente. -Fui por un café. -Mira a SeokJin de nuevo con ojos ilegibles, antes de mirar a lo lejos hacia el teatro vacío-. Todavía no han comprado el lugar, ¿verdad?

SeokJin también observa el teatro y se encoge de hombros. -No sé. Nunca había cerrado por tanto tiempo. Espero que alguien lo compre pronto, -dice apretando sus brazos alrededor de sí mismo cuando la brisa helada lo golpea-. Es un poco molesto tener que ir hasta la ciudad cada vez que deseas ver un espectáculo.

-¿Esta muy concurrido cuando está abierto? -JungKook pregunta, y mira a su alrededor como si pudiera abarcar toda la zona con una sola mirada-. Es una ciudad pequeña.

-Una ciudad pequeña, pero está llena con gente de clase media y este es el único teatro.

Las cejas de JungKook se contraen en expresión de estar contemplándolo. -Ese es un buen punto.

SeokJin le da un momento para perderse en sus propios pensamientos antes de quejarse. -¿Me vas a dejar entrar al coche o qué? Se me congelan las pelotas.

-Vaya que eres un chico con clase, SeokJin, -dice JungKook sonriéndole, la incomodidad de antes queda olvidada.

JungKook conduce lentamente al hotel, teniendo precaución por el pavimento congelado, ha encendido la calefacción tan alta que el frío ya no molesta a SeokJin y le permite relajarse en su asiento mientras va escuchando la radio y mirando el paisaje.

El hotel está bastante concurrido para ser un lunes por la tarde y tienen que esperar un buen rato para abordar el ascensor, rodeados de una multitud, todo el mundo alrededor de ellos extrañamente silenciosos y se mueven casi de manera robótica vistiendo atuendos que van con la imagen corporativa. Eso le llama la atención a medida que permanecen allí y algo acerca de la situación le hace desear reír, puede ver el mismo instinto reflejado en la expresión estrechamente controlada de JungKook.

Ellos entran al ascensor con una multitud de personas y el lugar se vuelve tan apretado que SeokJin está bastante seguro de que si da un paso en falso puede terminar fornicando de manera accidental con cualquiera de estos extraños. Está siendo empujado alrededor ya que todo el mundo trata ocupar un lugar con relativa comodidad y cuando se le clava en la espalda el bolso de alguien, y su costado es pinchado por al menos tres codos diferentes, no tiene a dónde moverse, solo hacia adelante y hacia JungKook.

JungKook pone una mano en su cadera para sostenerlo, por un instante SeokJin se olvida acerca de todas las otras personas a su alrededor y toda su atención se reduce a ese punto donde le está tocando.

Después de la aburrida y, en su mayoría innecesaria reunión con el gerente de eventos para repasar, una vez más, el recuento de invitados y el diseño de la ceremonia, SeokJin se dirige de nuevo al vestíbulo acompañado de JungKook y TaeHyung.

El teléfono de TaeHyung suena antes de que incluso salgan del ascensor y mira la pantalla, hace una mueca y suspira. -Tengo que responder, -dice mientras cruzan el vestíbulo hasta la salida-. Sólo dame un minuto. -Se aleja para responder su teléfono, SeokJin y JungKook aprovechan para sentarse en uno de los sofás vacantes en la zona de recepción.

-No me gustan las bodas, -dice JungKook sin razón aparente.

SeokJin lo mira. -Sí, ya me lo habías dicho.

-No, te dije que no veo cual es el objetivo al contraer matrimonio -JungKook sonríe-. Odiar las bodas es algo nuevo.

-Claro. Continua, viejo amargado -dice SeokJin, rodando los ojos-. ¿Por qué odias las bodas?

-¿Por dónde empezar?

SeokJin considera con los ojos entrecerrados. -Sabes, un día vas a conocer a alguien que te hará cambiar de opinión, -dice con un tono serio. No lo sabe a ciencia cierta, pero no puede creer que nadie, ni siquiera JungKook, sea incapaz de enamorarse.

JungKook lo mira con algo de diversión. -¿Eso crees?

-Sí, -dice SeokJin con firmeza-. Te apuesto cien libras a que conocerás a alguien en un futuro cercano, alguien con quien querrás pasar el resto de su vida.

Es una declaración audaz y sin fundamentos, pero no le gusta pensar que JungKook se quedara completamente solo para el resto de su vida. JungKook merece tener a alguien que le haga feliz. Y alguien merece tener a JungKook, y su cuerpo, y esa voz, y la manera en que te mira y te hace sentir como la única persona en la habitación.

JungKook levanta una ceja. -Que sean mil y cerramos la apuesta -dice, ofreciendo su mano.

SeokJin resopla y sonríe. -Está bien -estrecha la mano de JungKook-. Trato.

El agarre de JungKook es firme y un poco apretado, tira de SeokJin para poder bajar la voz, usando un tono un poco dramático. - Mejor comienza a ahorrar, chico -libera a SeokJin, se inclina hacia atrás en el sofá con frialdad, confiando en su propia incapacidad para no enamorarse. Un molesto sentimiento invade las entrañas de SeokJin, es algo parecido a la tristeza-. Me vas a pagar ese dinero la próxima vez que nos encontremos.

Se pregunta cuándo será; cuánto tiempo pasara para volver a verlo después de que regrese a los Estados Unidos. Se pregunta si JungKook tiene ganas de irse, de alejarse de todo esto, alejarse de él.

Pero cree que no. Una parte, una parte secreta de su ser, sabe que a JungKook le gusta estar cerca de él, más de lo debido. Siempre y cuando nadie lo diga en voz alta, no habrá ningún problema.

-No, a menos que gane, -dice, y es firme con esto. Puede que JungKook se sienta confiado, pero SeokJin está seguro. Alguien por ahí va a llamar la atención de JungKook lo suficiente como para que se enamore.

Y esa idea no lo hace tan feliz como debería.

La frente de JungKook está arrugada mientras lo mira. -¿Cuál es tu problema con esto?

-Simplemente no creo que sea posible que nunca vayas a enamorarte -dice SeokJin, encogiéndose de hombros, y la expresión de JungKook cambia de curiosidad a intriga.

-Hay mucho sentimentalismo dentro de ti.

-Sí, -dice SeokJin sonriente, dando a JungKook un ligero golpe en el muslo-. Tal vez debería compartirte un poco.

TaeHyung regresa antes que JungKook pueda responder, y él no se ve feliz.

-Cariño, escucha, -dice, cayendo en el sofá y frotando su cara con frustración-. Lo siento. No puedo ir contigo a recoger los anillos mañana.

-¿Qué? ¿Por qué no?

-Ha surgido algo y tengo que encargarme -mira a SeokJin con los ojos llenos de disculpa-. ¿Puedes ir solo?

-Pero es Londres, -SeokJin dice débilmente. Nunca ha estado fuera de su ciudad él solo, y mucho menos por la capital.

-¿Por qué demonios compraste los anillos en Londres? -pregunta JungKook.

-TaeHyung quería que los diseñaran especialmente para nosotros.

-Por supuesto que sí. -Mira a TaeHyung con exasperación-. -Escucha -le dice a SeokJin-: Yo puedo llevarte.

-No, está bien. Puedo hacerlo.

-Tiene razón, SeokJin -dice TaeHyung, moviendo la cabeza desde su asiento-. Si vas solo, te perderás.

SeokJin resopla ligeramente sonrojado. -Oh, gracias.

-Bueno, no estoy equivocado, ¿verdad? Te perdiste en Debenhams¹ la semana pasada.

-Tiene un diseño muy raro.

-Te llevaré, -dice JungKook, la autoridad en su voz no deja lugar para protestas-. No tengo nada más que hacer.

Es eso, o ir por su cuenta. Y TaeHyung tiene razón, se pierde incluso al caminar en los centros comerciales. -Bien, -responde malhumorado-. Lo que sea.

Pero significa un día entero con JungKook lejos de su ciudad, lejos de Chester, lejos de las personas que los conocen. Un día entero con JungKook y nadie más.

No sabe cómo se supone deba sentirse, pero está bastante seguro que debería sentir emoción.

¹es una tienda dividida por departamentos, con secciones de ropa, muebles y artículos para el hogar. Fundada en el siglo XVIII en el Reino Unido, cuenta con franquicias en varios países y tienda online.

¿TE GUSTA EL JINKOOK? estoy considerando subir el décimo libro (el que acaba de salir just a bit dirty) de la saga de chicos heteros, todo sería muy en discreción pq ya se sabe, solo que sería en JINKOOK PQ JIN TOP ME ENCANTA pero idk, pls no me ignores :c

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top