21.
Imagen de referencia.
7 meses (28 semanas)
Embarazo gemelar
Para cuando llega el séptimo mes, Harry está tan cansado.
Y es que las últimas semanas habían sido tan maravillosas que simplemente se quedó en su burbuja.
Puede que la mitad de su tiempo lo haya perdido en los pequeños momentos, y puede que la otra mitad la haya pasado dormitando.
Eso es todo lo que hacía estos últimos días. Dormir y orinar.
Dormir y despertarse porque bebé uno quiere ser futbolista como su papá y golpea sin piedad alguna su vejiga. Obligando a Harry a pararse a media noche para ir al baño, demasiado cansado como para conciliar el sueño de nuevo lo que tiene como resultado que duermas durante el día. Y entonces bebé uno lo hace de nuevo.
Así que nadie puede culparlo por no saber que en qué día vive.
Porque los únicos días que cuenta con ansías, marcando la fecha de termino en su calendario de pared, es el momento en que finalmente pueda conocer a sus hijas. Abrazarlas y llenarlas de besos mientras descansa en los brazos de su novio, observando aquello por lo que tanto tiempo lucharon. Pero es que la ansia es tanta que es como vivir en un punto intermedio.
La misma emoción le hace experimentar cada día como único. Perdido en la longevidad de un segundo. Del como se mueven apretando cada vez más, y lo mucho que ama verse al espejo. Ver cómo crecen, sentir como se hacen más fuertes.
Vivir una y otra vez un baile de amor cada vez que se encuentra con la azul mirada de Louis. Y cada unos de sus mimos, de sus palabras, alabando lo bien que lo ha hecho y lo cerca que están del final.
Oh, y el sexo. El sexo había sido maravilloso.
Así que Harry solo duerme, orina, come una tonelada, tiene sexo y repite su rutina. Sintiéndose cada día un poco más lleno, más cerca -de lo humanamente posible- de Louis, más orgulloso de pronto convertirse en una mami. Asombrandose de lo mucho que su corazón puede a amar a alguien que ni siquiera conoce.
No todavía.
Las emociones se habían vuelto una montaña rusa esos últimos días. Pero está bien. Porque le gusta su rutina, y le gusta estar gestando.
Así que cuando se despierta, no es raro sentir su cuerpo tenso, acalambrado. Con la piel de su enorme vientre picando porque ha dormido demasiado, sus niñas han decidido acomodarse en el poco espacio que comparten por sexta vez en la mañana y el no ha aplicado sus aceites y lociones especiales haciendo que sea tal vez un poquito doloroso.
Aún con los ojos cerrados, estira su mano y se asegura de que sea la botella correcta antes de aliviar la molestia sobre su piel. Sintiendo un par de patadas apenas les toca, como si de alguna manera ellas dijeran «que bueno que has despertado, mami, te hemos esperado»
Harry sonríe.
Si. Esa era otra cosa que hacía mucho estos días.
En si cabeza, pese a no haber decidido nombre aún. Le gustaba imaginar sus voces y tener pequeñas conversaciones con ellas. El hablando en voz alta y respondiendose en un diálogo imaginario. Anhelando el momento de escuchar sus primeras palabras y enseñarles a hablar.
Esperando, soñando, que cuando sean un poco más grandes ellos puedan construir la confianza suficiente como para hablar por horas sin detenerse. Sintiendose seguro, querido y escuchado. Justo como el lo hace con su madre.
Poder ir a comprar ropa juntos y tal vez hablar sobre el chico que les gusta. O chica. O persona, en realidad. Nada de eso importa.
Se pregunta si a alguna de ellas les gustará cantar o si tendrá la voz tan bonita como Louis. O si, por el contrario, sería todo lo contrario a ellos y demostase preferir alguna ciencia.
Ay, tantas cosas que podían vivir. Con el pecho golpeando con fiereza, segundo a segundo.
A veces le aterra estar soñando, porque ¿acaso tiene permitido ser así de feliz? ¿Sería aquello justo?
No lo sabía. Pero el pánico momentáneo de vivir una ilusión desaparece en cuanto talla sus ojos, ve la luz bien entrada sobre la ventana de su habitación y entonces siente su cama vacía.
Esa es una sensación que los sueños no pueden replicar. Sintiendo un nudo en su garganta le toma varios intentos poder levantarse de la cama, asemejando a una tortuga que da vueltas sobre su caparazón. Y cuando finalmente se pone de pie, debe de sostener su espalda justo como cuando se curvaba al pretender acariciar una pancita el notar alguna mujer embarazada.
Ahora entiendo el porque de la posición. Intenta hacer algo de contrapeso mientras recupera el aliento.
Y cuando su frecuencia cardíaca no está como si hubiese corrido un maratón, debe hacer otro esfuerzo para ponerse una sandalias. Un esfuerzo que termina por abandonar al ser incapaz de mirar sus pies y decide caminar descalzo en busca de su novio.
Lo encuentra en la cocina.
- Uh, hola amor. - saluda él. Su cabello lacio llegando casi a sus orejas, sosteniendo los mechones tras una bandana. Pero su sonrisa solo se responde con un puchero de por medio. - ¿Dormiste bien....? ¿Harry?
- Me dejaste - Harry dice. Su garganta aún lastimando con un nudo. Y tiene frío, porque su pijama expone todo su vientre y no lleva zapatos y el piso está frío y ni siquiera se peino así que sus rizos, del mismo largo que del de Louis, ahora están feos y esponjados. - No me gusta despertar solo, Lou... No, yo no quiero... Yo no puedo no...
Es tarde. Sus ojos desbordan un par de lágrimas silenciosas. Louis quien le miraba de pie un poco confundido, baja el fuego de la sartén enseguida y dando largos pasos se acerca a abrazarlo.
Lo más cerca que puede estar con los largos centímetros de su pancita entre ellos.
- Amor, lo siento. - susurra antes de besar su frente, cortas veces y de forma constante, apretando con fuerza entre sus brazos. - Creí que podría volver con ustedes antes antes de que despertarás. No volverá a pasar, bebé, lo siento.
Harry sorbe su nariz.
- Lo siento, no se que pasa conmigo. - Louis besa su rostro de nuevo.
- No pasa nada. Aquí estoy, siempre. Siempre Hazz. Que tú... - Louis sonríe, demasiado cariño como para ser contenido en un solo gesto. Su mano se posa en su vientre y siente las activas patadas - ustedes, estén bien es todo para lo que vivo, amor. Ni siquiera pidas perdón, amor. ¿Un mal sueño?
Harry niega, escondiendo su rostro en el cuello de Louis al buscar su perfume. Cierra los ojos al sentir la calidez de su piel.
- No, no. Es solo, no se, algo en mi pecho. Siempre está presente cuando tú no, pero es peor estos días... No se Lou, creo que no había pensado en qué vamos a ser padres. Y es como, es decir, tengo tanto miedo. No de nosotros pero del resto del mundo, y solo quiero quedarme en donde pueda cuidarlos a todos.
Louis asiente, comprendiendo el sentimiento pero aún demasiado aterrado como para poder hacerlo sentir seguro. Así que aprieta su corazón, reprimiendo su propia lengua y sonríe.
- Eres una mamá gallina - abrazándolo más fuerte. - Pero estaremos bien, amor. Poco a poco. Entre tanto prometo no dejarte más en la cama ¿Si? ¿Eso ayudaría?
- Es todo lo que necesito. - su abrazo no se rompe, perdidos entre las caricias que ambos proporcionan, al menos hasta el olor a humo llega a sus narices. - ¿Louis, dejaste la estufa prendida?
- ¡Oh, mierda! - rompe el contacto para correr a apagar el fuego. Lo que estaba en su sartén un poco chamuscado.
Harry aprieta sus labios conteniendo una risa y amando tanto al hombre frente a él, pues a pesar de ser un desastre en la cocina se ha ocupado de mantenerlo bien alimentado en esos últimos meses.
A él, y a sus hijas.
Si. Ellos estarían bien.
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Louis había tenido que vestirlo.
De la misma manera que lo había estado haciendo los últimos días.
Con su movimiento limitado por el tercer trimestre de embarazo, se había mostrado tal vez ligeramente sorprendido por lo mucho que crecieron. (¡Y todavía no estaban listas!)
Incapaz de doblarse sobre su para ver si propio ombligo, ya ni hablar de sus pies. Lo único que puede ver es la gran mancha negra que su mariposa expandida muestra sobre la primer porción de su vientre.
Su cuerpo también estaba un poco hinchado. Así que cosas como bajar por completo una camisa, sacar una camisa, abrochar unos botones o atar unas agujetas se habían vuelto ligeramente imposibles. Dios, había momentos en los que ni siquiera podía subir su propia ropa interior.
Así que puede que la primer vez que tuvo que pedir ayuda se haya sentido un poco avergonzado. Y puede que ese tinte de humillación no haya desaparecido.
Así que tiene las mejillas sonrojadas cuando Louis se encarga de posar con delicadeza cada prenda sobre su cuerpo. Mierda, su madre no lo vestía desde los seis años.
- ¿Esta cómodo, amor? - Louis pregunta. No puede verlo porque acaba de ajustar su pantalón, uno de esos que poseen las bandas elásticas de maternidad.
- Uh-uh, no. Aprieta demasiado, ¿puedes bajarlo? - Louis hace un sonido de afirmación y segundos después siente su piel liberada. - Mejor.
Entonces lo puede ver de nuevo con su flequillo cayendo sobre sus ojos y debe de acomodarlo con ese gesto tan delicado que siempre tiene. Antes de tomar la sueve camisa de hermosos patrones y pasarlas por encima de la cabeza de Harry.
- Me gusta esto. - dice el con una sonrisa.
- A mi no. Vamos, soy un adulto y no puedo vestirme. Es vergonzoso. - el sentado al borde de la cama y Louis de pie entre sus piernas. Unos pocos rizos se salen de lugar en cuanto en cuanto la camisa pasa por su cabeza.- ¿Que es lo que te gusta de todo esto?
- Es hermoso - el se ríe un poco, besando su cabeza. Puede oler el shampoo de Harry y se permite mantener ese gesto, su nariz enterrada en la base de cabeza, solo unos segundos - Nos cuidamos el uno al otro, pero siempre has hecho un poco más tu por mi que yo por ti. Ahora puedo sentir que te cuido por completo, Harry. Lo siento muy íntimo.
Harry se abraza a su cintura en un gesto un poco abrupto. Puede sentir contra su mejilla su abdomen siendo elevado apenas un poco por su respiración.
- Dios, en serio tienes que dejar de decir cosas como esa porque no se voy a hacer con todo el amor que te tengo, Lou.
- Amarme a mi, y solo a mí. ¿Uhm? Bueno, y a nuestra pequeña familia. - ambos se ríen en medio de su abrazo hasta el timbre de seguridad suena en su puerta.
Harry se tensa al sentir la interrupción. Ellos no estaban esperando visitas de nadie.
Pero Louis solo rompe su abrazo, sonriendo con un guiño antes de dejarlo en la habitación. Eso lo relaja, tal vez sería la comida que encargó al quemar su almuerzo o tal vez su hermana.
Así que se pone de pie para elegir sus accesorios, colocarse sus anillos y collares antes de seguirlo.
Louis abre baja las escaleras sintiendo el nerviosismo en su piel.
¿Había sido una buena idea? Mierda, espera que si. Si no estaría en graves problemas.
Y por graves problemas se refería a dormir en el sillón junto a Clifford.
- ¡Tommooooo! - lo recibe su nombre en un canto apenas abre la puerta. Un parpadeo después tiene unos fuertes brazos rodeándolo en un caluroso abrazo. - ¡Hombre, ¿cuanto tiempo llevan en Londres? No nos avisaron en todas esas llamadas!
Louis suelta una risa nerviosa.
Apretando al otro hombre en sus brazos también.
- Payno. Unos meses, poco antes de que empezara la pandemia.
- ¿¡Meses?! - Niall añade, dando otro abrazo rápido - Pero acabo de ver fotos de Harry en el set de Los Angeles.
- Todo del año pasado. No hemos salido de casa. Pasen ¿algo de beber? - Niall pide una cerveza y Louis decide acompañar a Liam con un poco de jugo.
Ellos dejan las cajas de comida que han cargado sobre la barra de su cocina, y toman asiento sobre el sofá. Tan cómodos sonó su el tiempo no hubiese pasado.
- Un descanso no le viene mal a nadie. - Liam dice, levantando los brazos para mostrar las bolsas que viene cargando. - Trajimos la comida, ¿Aunque no es mucha? Ya no tenemos veinte años, Louis. Mi estómago no es lo que solía ser.
- ¿Y dónde está Harry? - pregunta Niall. - Ya extraño todos sus revoloteos de invasión a al espacio personal. Necesito mi dosis de cariño.
- Debe de bajar enseguida, se mueve un poco lento estos días.
- ¿Le hicieron algo a la casa? Se ve diferente. Solo que no se que es... - dice Liam, observando alrededor sin reparar en las trampillas de seguridad, los monitores infantiles o los múltiples artículos de bebé que permanecen a la espera de ser utilizados.
- Li - Louis dice, frotando sus manos, una palma con otra - ¿Sabes si... Es decir, ya sabes, él va a venir?
Entonces Liam sonríe. Genuinamente.
- Si Lou. Has dicho que es importante y le sorprendió que le llamaras. De hecho está, Zayn está en el auto. Bajando todos los regalos que nos has hecho recoger.
- Gracias. - un peso liberándose de encima al escucharlo. - Espera, ¿en tu auto?
- Bueno, si. Justo le decía a Niall, que nosotros... Buenos nos hemos encontrado por accidente en terapia hace algunos meses. Y solo paso. Cómo que lo estamos intentando de nuevo, ya sabes. No es la gran cosa. Es decir, si lo es, porque me siento como un adolescente y antes de que me diera cuenta ya llevaba dos meses completos sobrio pero con Zayn. Lo llevamos tranquilo. Así que no es la gran cosa, ¿entiendes?
- Si. Perfectamente, estoy tan feliz por ti Payno. Espero que funcione, ambos lo merecen. - dice al dar un cariñoso apretón de manos. - Y estoy tan orgulloso.
Cuando Zayn llega, lo hace cargando toda la serie de regalos que Louis ha pedido para Harry pero que no podía recoger sin levantar sospechas. Todos se encargan de dejarlos sobre la mesa de la sala de estar y entonces, cuando su rostro ha sido descubierto de las cajas de regalo la tensión logra sentirse en sobre manera.
Se ve han diferente a la última vez que Louis le vio. Mejor. Más sano. Lleva el cabello al raz del cráneo de un extravagante color pero sus ojos son los misma.
El le mira apenado, con la cabeza algo baja. Musita una disculpa que no es necesario terminar antes de que Louis lo abrace con fuerza.
Entonces escucha los pasos arrastrados de Harry, por llevar sus vans blancas sin poner correctamente y corre para entregar a cada uno de sus amigos una de esas bombillas de cumpleaños. De las que sacan serpentinas y brillos.
Así Harry podría tener una de esas entradas que tanto le gustan y se ahorraría el trabajo de decorar elemento por elemento.
- Cuando Harry se asome por las escaleras, tiran del cordón y gritan sorpresa ¿Esta bien?
- ¿Sorpresa por qué? Louis, no entiendo nada.
- Lo harán, pronto lo harán. Es algo que tienen que ver ¿Si? Solo shh, griten sorpresa pero no tan fuerte porque estaba dormido. - Entonces Louis corre para sacar de la nevera el pastel que ha conseguido, con el glaseado favorito de Harry y el simple letrero de para mami.
Y ellos solo obedecen. Porque no sería la primera vez que deben de apoyar a alguno con sus extraños planes para el otro.
Asi, toda quedan a la espera de que Harry baje sin entender cómo que es que, al escucharse tan cerca tarda tanto en hacerlo.
Hasta que lo hace. Se ha puesto broches encima para combinar con sus uñas y su camisa con holanes se ciñe tan bien a su vientre que simplemente no deja espacio a dudas. Sobre todo porque debe sostener su vientre con una mano para aliviar un poco de peso mientras se apoya en la pared con la otra para bajar de forma segura.
- Lou, te juro que esas escaleras se hacen más largas cada día y...
- ¡Sorpresa! - han dicho todos. Una nube de brillos de colores y serpentinas cubriendo a Harry haciéndolo reír.
Sin embargo, las sonrisas no llegan a los rostros de sus amigos.
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¡Por fin les traje una actualización! Pido perdón por tardar :( estoy en finales en la uni y me tomo más tiempo del que quería.
Pero ya está aquí 🤍 perdón por cortarla así pero había que hacerla de emoción. Ya casi estamos cerca del final.
Espero les haya gustado.
También ¡Me encantaron mucho sus respuestas al interludio! Para platicarles que pienso publicar cada concepto, pero por el momento ya publique la primer parte del Omegaverse que ha sido el más votado.
Se llama swop y amaría si pudieran ir a darle un poquito de amor 🤍
Y que no se me pase decir ¡Feliz mes del orgullo! Este año, hace unas semanas, pude salir del clóset con todos menos con mi familia (jeje) como lesbiana después de temer tanto tiempo mi propia sexualidad.
Así que solo vengo con el amoroso recordatorios que absolutamente todos son válidos y merecen amor.
Que si son parte de la comunidad están bien, es normal, bello y no podría ser de otra forma.
No le deben explicaciones del quienes son a nadie, y hay un momento para todo y eso es cuando ustedes estén listos, listas o listes.
Los amo mucho.
Muchas gracias a todos.
❤️🧡💛💚💙💜
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