18.
Harry esta tan enamorado de cada pequeña evolución que sus bebés presentan. Incluso, jura, que podría vivir en esos fragmentos congelados.
— Hoy nos espera un gran día, ¿no es cierto, futuros papis? — Ellie los recibe.
Hay incluso menos personal médico en el pabellón y todos deben de estar mascarillas sobre su rostro. Louis lleva una mascarilla con filtro de color negro, pero Harry se ha entusiasmado y ha conseguido un par de diseños que combinan con los detalles de sus uñas y el bolso que ha usado para el día.
Ellie, por otro lado, lleva la mascarilla quirúrgica y una careta. Es frío, impersonal. Tan pulcro como su bata blanca. Y aún así sus ojos logran evidenciar la misma calidad de siempre.
Con una sonrisa invisible que llega hasta sus ojos.
— Un para de condiciones que no esperábamos se han presentado. Pero no sé preocupen. Este hospital no tiene area-covid y nosotros seguiremos con el control pre-natal de la misma manera. Solo con preocupaciones extra. Harry, se que es difícil pero hay que evitar abrumarnos por la situación. Tu y tus bebés van a estar bien ¿Si? Los voy a cuidar.
Harry sabe que no hay más que verdad en sus palabras. Y tanto el como Louis logran asentir en agradecimiento, sabiendo que las palabras no serán suficientes.
— Entonces gran día, quince semanas, ya estamos mostrando, puedo verlo — Ellie ríe — Excelente. Podremos revisar el desarrollo de sus órganos, ver de qué tamaño están, escuchar sus latidos, sacar esa ecografía 3D que me han solicitado y si esos pequeños fetos están de buen humor, podremos saber su sexo. ¿Emocionados?
— Dios, si. Quiero tanto verlos. No he podido dejar de observar la ultima ecografía que sacamos y los he sentido crecer tanto, tan rápido, que solo quiero saber que todo esta bien. Aun no se mueven y eso me preocupa un poco — dice Harry, tomando en automático la bata que su doctora le tiende y caminando a su cuarto de cambio sin dejar de hablar.
— He intentado tranquilizarlo con eso, que aun son muy pequeños como para intentar moverse pero.... — comienza a decir Louis.
— Pero le digo que estan creciendo, puedo sentirlo. Estiran y aprietan todo dentro, ¿no debería sentir si se mueven también? — continua con la narración. Ambos hombres ni siquiera se percatan de lo bien que complementan el dialogo y eso a Ellie contener una risa.
— En realidad, deberías iniciar a sentir un pequeño aleteo en un par de semanas, finalizando el cuarto mes. Tras ello tomara un tiempo antes de que Louis pueda sentirlo también. Pero vamos revisando para que se queden tranquilos, ¿si? — Harry sale con una ligera bata blanca de lunares azules. La tela es delgada y aunque es floja, remarca con intensidad el bulto en vientre.
La ultima vez su vientre no eran tan visible. Y ahora, Louis es incapaz de contener la sonrisa, labios apretados y líneas de expresión marcándose junto a sus ojos al notarlo tan embarazado.
— De acuerdo — Harry acaricia su barriga, la bata marcando la curveada figura un poco más — Por favor pórtense bien hoy que su papá y yo tenemos muchas ganas de conocerles, ¿si? — levanta la mirada para dirigirse hasta la camilla. — Vamos a hacerlo.
— Excelente, ya conoces la rutina papi, pondremos un gel sobre tu pancita y...
— Mami — ambos corrigen sin temor, las mejillas de Harry sonrosadas, aun un poco avergonzado. Agradece en ese momento el que la mitad de su rostro se encuentre cubierto — ¿Por favor? — el rizado debe añadir, desviando la mirada. Pero Ellie le mira con calidez.
— Oh... Mi error. Lo siento. Entonces, mami, ya conocemos la rutina. Voy a poner un gel frio sobre tu pancita y comenzaremos a revisar todo.
Harry se recuesta y Ellie comienza con su chequeo de rutina. Tal como lo esperado, todo esta en orden.
Es un embarazo gemelar monocorial monoamniotica. Ellie había explicado tiempo atrás, y Harry había insistido en que Louis empezara a tomar notas de lo que la doctora dijese para así no perder ningún detalle. Eso significa que sus bebés comparten una sola placenta, y un solo saco amniótico. ¿Atemorizante? Si. De una forma u otra tienen un poco menos de espacio y la incidencia de un parto prematura sobrepasa el 50%. Pero Ellie asegura, es el único factor de riesgo. Todo esta bien.
Aun tienen espacio, bebe uno esta ubicado más a la izquierda y es un poco más grande. Ocho centímetros y medio, 95 gramos. Bebe dos descansa un poco más la derecha y aunque es un poco más pequeño — ocho centímetros completos y 91 gramos — abarca mucho espacio al insistir en permanecer de forma céntrica. Hey Lou, ese es como tu, Harry había dicho. Y Louis tuvo que contener lagrimas asomándose por sus ojos.
— Tienen un desarrollo excelente — Informo Ellie — Es un periodo de desarrollo y maduración de los órganos. Tenemos un par de buenos esqueletos, diez deditos en cada mano y cada pie. Esto es muy bueno. No puedo identificar ninguna malformación y tiene todos los órganos que deberían de tener. ¡Incluso hemos comenzado con la producción de cabello! Para cuando termine el cuarto mes comenzaran a ser capaces de sentir algunos estímulos del exterior, como cuando los acarician y deberán crecer hasta alcanzar unos diez a trece centímetros, en promedio. Casi como del tamaño de un aguacate si prefieren verlo de esa forma.
Louis debe mandar una firme mirada hacia Harry apenas abre la boca para intentar burlarse.
— En fin. Miren a nuestro monitor fetal. ¿Listos para escuchar los latidos de sus bebes? — Louis se acerca, bajando la libreta con notas apresuradas y acaricia el cabello de Harry, aun recostado, antes de sostener todas su manos juntas. Ellie cambia de maquina y es cuestión de unos pocos segundos antes de que puedan escucharlo.
La habitación queda en silencio. Louis puede sentir el pulso de Harry dispararse de los nervios, y el suyo lo hace también.
Entonces sucede.
Tenue, pequeño, lento, bajito. Pero aun así fuerte y constante. Y luego un segundo latido se une al monitor, crean una hermosa sinfonía, casi latiendo al unísono, en compañía.
Honestamente, no saben quien ha empezado a llorar primero. Porque esos son sus bebes, de ellos. Reales. Creciendo.
— Es tan hermoso... ¿como...? Oh, en serio quiero tatuarme eso. Louis... Son nuestros bebes. Son nuestros bebes. Podemos escuchar a nuestros bebes.
— Así es, bebe. Nos tatuaremos todo lo que quieras. Ellie ¿podemos... es posible imprimir la representación grafica del sonido? — Louis no espera al asentimiento de Ellie, se gira para besar los labios de Harry, con lagrimas de por medio — Carajo, eres tan maravilloso. Escucha que fuertes estan, todo gracias a lo bueno que su mami es. Eres tan fuerte, ellos estan tan bien, tan sanos gracias a ti. Eres un mami tan excelente Harry, el mejor el mejor de todo el mundo. Mierda, te amo tanto.
Harry ha comenzados a sollozar activamente. Su pecho sube y baja con intensidad en un intento de regular de su respiración.
— ¿Listos para conocer su sexo?
— Cuantas emociones, malditas hormonas. Si, si. Quiero saber. ¿Tu quieres saber Lou? O sea, no es como su sexo vaya a determinar su genero pero... mierda, quiero saber. — hipa al hablar. Louis aun lo sostiene fuerte.
— Adelante Ellie. Dinos que tendremos, ¿estan nuestros bebes cooperando hoy?
— Uhm, bebe dos no. — Ella se ríe. — Pero por suerte son gemelos así que el hecho de que bebe uno este más que dispuesto es suficiente. Oh, miren nada más ¿Listos?
Sujetan su agarre.
— Felicidades señores Tomlinson. Serán padre de dos niñas muy sanas.
Entonces las lagrimas se disparan de nuevo y una nueva serie de besos y palabras dulces inundan el consultorio.
Esa tarde abandonan el lugar con la indicación de aumentar su consumo calórico y con la relajante noticia de que han empezado el trimestre tan relajado, llevan un par de copias de ultrasonido para repartir en sus casas en sus, dos ultrasonidos 3D donde pudieron ver de cerca el rostro de sus niñas con ojos cerrados y pequeños dedos dispuestos entre sus labios. Y una onda de sonido sobre lo que fueron sus latidos.
Y si, por la noche, llegan con su tatuador local, aquel que tantas historias ha guardado, donde Louis obtiene las ondas de sonido en la parte interna de su bíceps derecho y Harry luciendo su pancita en un lindo atuendo con la promesa de alcanzarlo apenas sea posible... Bueno. Nadie más que ellos tiene porque saberlo.
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