x. enferma.
RICHIE CORRÍA LO MÁS RÁPIDO que podía, rumbo a casa de su ahora novia. Maldecía qué justo en esos momentos su bicicleta estuviera en reparación y tener que correr para llegar.
Hace 1 mes y medio que se habían hecho una pareja oficial, les ha ido a la perfección. Se saben comprender cómo nadie más y sobre todo hay mucho respeto entre ambos, saben respetar sus tiempos y espacio.
Cosas básicas para que la relación pueda funcionar correctamente y ellos lo tomaban de maravilla, sin embargo Richie era muy sobre protector con ella, aún sabiendo que ella puede hacerlo por sí misma y es que es una chica muy fuerte, pero no puede evitarlo.
Momentos antes, la madre de Zara le había informado que la joven estaba enferma, fiebre, no era tan grave, ya que la chica tenía muy buenas defensas, pero el menor se preocupaba de más por ella.
Estaba cansado y sus pies dolían, pero su preocupación era más grande que otra cosa.
Cuando estuvo parado frente a la puerta de aquel hogar, tocó la puerta con frenesí, respirando entrecortado y con algo de sudor en su frente, apoyó sus propios brazos en sus rodillas tratando de recuperar el aliento.
— ¿Richard?
Este alzó su cabeza encontrándose con la mirada sorprendida de su suegra.
— Hola...yo...Zara... — intentó explicar, tratando de llenar sus pulmones de oxígeno— ¿puedo verla?
— Claro que si, pasa —la adulta ocultó la sonrisa, el chico realmente se preocupaba por su hija, hace unos minutos que lo llamó y corrió para verla — Ha estado algo malhumorada, así que cuidado.
El pecoso le sonrió elevando sus cejas con sorpresa fingida, conocía a Zara, sabía que se pondría así. Asintió sin miedo y comenzó a subir las escaleras muy seguro, dirigiéndose a la habitación de la chica.
Pero al instante se retractó al escuchar los insultos que decía la fémina, ¿a quién?, al puro aire, estaba enojada y le asustaba.
Pasó saliva tomando la perilla de la puerta con la mano temblorosa, la abrió lentamente asomando como la muchacha lanzaba cuadernos al aire.
Cuando abrió la puerta completamente, uno fue a estampar directo a cara de Richie, soltó un quejido que hizo a Zara voltearse con susto.
— ¡Perdón! —se acercó al menor a paso rápido tomándolo de las mejillas haciendo que la mirada— No quería golpearte...
Soltó una risa nerviosa y acarició la mejilla de su novio mirando la marca roja que había dejado aquel golpe, acercó su rostro y besó con delicadeza la zona.
Teniendo que ponerme un poco de puntitas, pues él le ganaba de altura por 15 cm.
El menor sonrió inconscientemente por aquel acto y pasó su brazo rodeando los hombros de Zara acercándola más a él.
— ¿Por qué estabas tan molesta, cariño?
Sintió un cosquilleo pasar por de pies a cabeza gracias al apodo cariñoso que el pecoso le había puesto.
Se alejó de él caminando a su escritorio, Richie cerró la puerta detrás suyo y la siguió.
— Ni siquiera lo sé —se encogió de hombros restándole importancia.
— A veces me das miedo ¿sabes?
Volteó a verlo con una sonrisa divertida.
— ¿Cómo por?
— Tus cambios de humor son radicales, me das miedo —fingió llorar.
Golpeó su hombro juguetona y negó sonriendo devolviendo su vista al escritorio frente a ella.
Había estado buscando sus pinturas, quería pintar algo para distraerse un rato, llevaba 3 días en cama, su madre no la había dejado salir gracias a la fiebre.
Sorbió su nariz, pero fue en vano, estornudó.
— Oye ven —el menor estaba sentado en la orilla de la cama observándola, le hizo seña para que se acercará y eso hizo.
Tocó la frente de Zara sintiéndola algo caliente, aún tenía temperatura, pero no tanto como el segundo día.
— ¡Zara, estás ardiendo en fiebre!
La miró preocupado tomándola por las mejillas, haciendo algo de presión en ellas provocando que una mueca se hiciera presente en el rostro de la chica.
— Estas exagerando, ya se me está pasando, mira —caminó al buró justo al lado de su cama y de un cajón sacó una caja de pastillas, las que había estado tomando para recuperarse y si le hacían provecho, se tomó una frente a él— No pasa nada, mañana estaré mejor.
— No exagero, estoy al pendiente de ti —rascó el puente de su nariz cerrando sus ojos.
Zara se encaminó hacia él y lo abrazó con inmenso cariño.
— Estoy bien, bonito...
Él escondió su rostro en el cuello de la chica, lo sintió sonreír encima de este y acarició su cabello con suavidad.
— ¿Por qué estás sudado? —le preguntó con curiosidad y su ceño fruncido, separó su torso del de él para poder verlo a la cara.
— ¿Hasta ahora lo notas?— sonrió— ¿Pero huelo mal?
Ella negó.
— Vine corriendo en cuánto tú madre me dijo que estabas enferma —acarició la cintura de la mayor.
— ¿Corriendo? —asintió— ¿Y tu bicicleta?
— La están arreglando, pero me las arregle y corrí hasta acá.
Sonrió negando levemente mientras lo miraba.
— Ten, bebe agua —le tendió una botella de agua que estaba en su buró, y él no renegó.
AUTHOR'S NOTE:
holisss, nuevo cappp, espero lo disfruten; estoy pensando en si hacer la historia más corta, ya que no hay tantas cosas que hacer, pero así me daría más oportunidad de hacer otros fics.
la Zara:
-renilvskoo © 01/03/23
( editado )
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