vii. embobada.






EL PECOSO MIRABA DE MALA manera
a aquellos amigos que habían ingresado a casa de Zara sin haber tocado la puerta.

— ¡No pudieron haberse tardado más, carajo!

— No quisimos interrumpir su besuqueo ¿okay?

Sabían muy bien que no hacían eso anteriormente pero no lo negaron, Richie bufó con frustración mirándolos con su ceño fruncido dejándose caer nuevamente en el sofá.

Zara por su parte no sabía si estar aliviada o no, pues el chico a su lado la ponía bastante nerviosa pero estaba completamente curiosa por saber que más habría pasado si la interrupción no hubiera ocurrido.

— Solo pasen, vengan a sentarse —les dijo con una pequeña sonrisa la castaña.

Tampoco iba a correrlos después de ella haberlos invitado a su hogar. Pero notó que aún faltaban dos personas así que frunció el ceño mirando a los demás.

— ¿Donde está Beverly y Ben?

— ¿Eh? —soltó Bill confundido.

— Si, ya es tarde y no llegan —alzó sus cejas.

De repente Eddie, Stan y Bill se miraron entre sí con sonrisas nerviosas. Zara cerró sus ojos soltando un suspiro pesado, frotó sus ojos gracias a la frustración.

— ¿No les aclararon dónde vivía? —negaron— ¿Ni que los acompañarían?

Volvieron a negar.

— No me jodan.

Zara les había mencionado donde vivía, pero al parecer se confundieron y los otros chicos se ofrecieron a explicarles, pero se les había pasado también.

— Vayan por ellos.

— Me da flojera, ya estoy bien aquí —el más bajo soltó un bostezo.

— Que se vayan, mierda, déjenos tener momentos a solas.

Definitivamente ese había sido Richie.

— ¿Por qué tanta agresividad, Richie? — le sonrió con burla el de rulos.

Sabía que Richie estaba desesperado por pasar tiempo con su mejor amiga, a ese trío de chicos les gustaba molestarlos a ambos, el pecoso perdía la paciencia muy rápido.

— Cállate la boca ¿si?, solo vayan a buscar a los demás.

— Solo irá uno, y ese será Bill.

— ¿Yo por qué? —este frunció el ceño.

— ¡No!, vayan todos.

Zara reprimía una risa, ¿por qué el desespero de Richie era tan gracioso?

— Déjalos, Rich —el chico la miro inmediatamente.

— Pero estábamos en algo importante.

Rogó con la mirada.

— No voy a echarlos de mi casa, niño, contrólate —devolvió su mirada a los demás.

El de lentes rodó sus ojos haciendo una mueca.

— Pero si, alguien tiene que ir a avisarles.

Bill suspiró con fuerza y se paró del sofá.

— Bien, iré yo, pero me tendrán que dar de sus postres.

— ¡Jamás!

— Es todo o nada...

[...]

Habían pasado tan solo unos 5 minutos desde que Bill fue a buscar a los restantes del grupo de amigos.

En casa de Zara las cosas no podían estar más desastrosas.

— ¡Paren ya de pelear!

Les gritó la castaña a los tres chicos frente a ella, se peleaban por quien usaría el baño primero.

— Se jodieron, yo entraré primero.

Zara les cerró la puerta con rapidez, tenían rato discutiendo y nadie entraba, solo esperaba que ninguno de ellos se cagara en el pasillo, no quería limpiar su mierda.

— ¿¡QUÉ!?

— ¡NO, ZARA, SOLO APÚRATE!

— Cállense, déjenme en paz —soltó molesta.

Esperaba que ellos se dieran cuenta de que ese baño no era el único de la casa, había otro en la planta de arriba.

— Oigan...

Escuchó la conversación que tenían los chicos afuera del baño.

— ¿Qué?

— Ahora que lo recuerdo, hay otro baño arriba.

De repente escuchó cómo corrieron rápidamente hacia la parte de arriba, nuevamente discutiendo por quien entraría primero.

— ¡Maldita sea, Richie!

La castaña soltó pequeñas risas, se lavó las manos y salió silenciosamente del baño, se dirigió a la cocina para servir la comida mientras los chicos volvían a reunirse.

Después de unos minutos, los sirvió todos y los colocó en el comedor. Estaba tan concentrada que no notó la presencia del pecoso en el lugar.

Este ladeó su cabeza y caminó hacia ella silenciosamente.

Sintió una mano recorrer su cintura y miró hacia su izquierda algo sobresaltada, el rió roncamente y le sonrió con levedad.

— Pude haberte ayudado, linda.

— No es nada, no me tarde tanto.

La miró, la miró con un gran cariño reflejado en los ojos y pasó un mechón de su pelo detrás de la oreja, causando un suspiro por parte de ella.

Estaba tan embobada por él, pero el también lo estaba por ella.

Richie es del tipo que demuestra su amor con el contacto físico y a ella le encantaba, su toque la hacía estremecer.

La chica maldecía dentro de si para contenerse y no besarlo ahí mismo. Se veía exageradamente guapo con su pelo levemente mojado, pues este tenía la costumbre de hacer eso cada vez que tocaba agua.

Mechones de pelo pegados a su frente por la humedad y sus pestañas algo mojadas, lo que más resaltaba, sus pecas, y por dios, sus labios.

Los jodidos labios de Richie la tenían mal.

En qué más podía pensar si lo tenía frente a ella viéndose así de guapo, suspiró risueña y desvió la mirada sintiendo el calor apoderarse de su rostro con rapidez.

¿Por qué debía tener tanto efecto en ella?

Richie iba a hablar de nuevo pero tocaron la puerta principal, ella no tuvo otro remedio que ir hacia esta.

Los demás ya habían llegado.

Richie pasó sus manos por su cara con frustración, necesitaba confesarse con ella pronto o perdería la cordura.



AUTHOR'S NOTE:
nuevo cappp, disfruten !!

los chicos mirándose con miedo a los regaños de Zara tipo:





-renilvskoo © 26/02/23
( editado )

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