ii. historias estupidas
SINTIÓ EL SOL ENTRAR por la ventana
de su habitación pegando directamente a sus ojos, hizo una mueca de molestia mientras ponía una mano en el aire tapando aquel sol.
Entreabrió sus ojos y miró el reloj que tenía en su mesita de noche justo a un lado de su cama.
Abrió los ojos a lo grande cuando se dió cuenta que se le estaba haciendo tarde, se paró rápidamente de la cama.
Grave error.
Se mareó repentinamente y volvió a caer sentada en la cama, volvió a pararse para dirigirse al baño y cepillarse los dientes. Se miró al espejo y vio lo desordenado que estaba su cabello.
— Pareces una loca con estas greñas, Zara —se habló a sí misma mientras trataba de peinarlo con sus manos.
Se vistió en seguida y bajó las escaleras llegando a su sala.
Dió un pequeño salto por ver a Richie sentado en su sala conversando con su madre, este la miró y le sonrío burlón.
— Estaba apuntó de irme, llegaremos tarde a la escuela.
— ¡Ah!, si si si perdón, ya vámonos —la chica tomó su mochila y se encaminó a la puerta principal.
Tozier carraspeó su garganta e hizo que ella se volteara a verlo, señaló el plato de desayuno que yacía en la mesa.
— No me da tiempo, ya es tarde.
— Come un panqueque en el camino aunque sea, no puedes irte con el estómago vacío.
— Apúrate Zara, llegarán tarde —su madre se levantó del sofá y caminó a la cocina.
— Ya ya, adiós ma, te quiero —le lanzó un pequeño beso.
— Yo también la quiero, me aseguraré que esta niña coma —el castaño le sonrió a la señora Relish siendo este correspondido.
Los dos adolescentes caminaron a paso rápido hacia sus bicicletas.
— Rich, no tengo ganas de ir en la mía, llévame en la tuya, estoy quedándome dormida, ¿si?
— Si, pero apúrate, los chicos deben estarnos esperando ya.
Zara se subió en la parte trasera de la bicicleta, pasando sus manos por el abdomen de este sintiendo como se tensaba por el contacto físico entre ellos.
Pegó su pecho en la espalda del pecoso y recostó su cabeza en esta también.
En el camino a la escuela sintió como la espalda del chico emitía vibraciones, dando señal de que estaba riéndose.
— ¿De que te ríes?
— De ti, estás quedándote dormida —sonrió sin quitar la vista del frente.
— No había podido dormir bien últimamente...
— ¿Por qué razón?
— No lo sé, no tenía sueño y solo me quedaba leyendo mis libros favoritos.
— ¿Esos libros de amor y demás cursilerías?
— Si, es lo que me gusta leer, ya lo sabes.
Richie nunca le dijo nada pero, comenzó a leer lo que ella leía para poder sacarle más temas de conversación, quería conocer sus gustos.
Aunque sean amigos desde pequeños son totalmente distintos, y quería adentrarse a temas que a ella le interesaban.
Llegaron a la escuela y pudieron ver a lo lejos a sus amigos, Eddie, Bill y Stan.
Los tres chicos saludaron con emoción a Zara.
— ¡Te extrañábamos, Zarita! —le dijo el más pequeño.
— ¡Yo más a ustedes!
— ¿Y a mi? —el de lentes abrió sus brazos.
— No.
— Definitivamente no.
— Ni quien te tope.
— Ya entendí, ¿okay? —bufó y se cruzó de brazos haciendo una rabieta.
Zara le sonrió y le pellizcó una mejilla haciendo que el chico siseara, la observó y le sonrió ladino.
[...]
La castaña estaba apunto de quedarse dormida en plena clase.
Su cabeza estaba apunto de chocar con la paleta de su banca, hasta que sintió que la zarandeaban de un lado a otro.
Se asustó.
— Ya es hora del almuerzo, vamos Zara, antes de que se acaben los postres y yo no te daré del mío.
— Que poco compartido eres conmigo.
— Eh eh, con mi comida no te vas a meter, es para mi.
La tomó de la muñeca, dirigiéndose a la salida con ella detrás.
— ¡Oigan espérennos!
Sus amigos los alcanzaron.
— Dice Richie que se acabarán los postres, por eso me trae arrastrando.
— Déjala Richie, viene medio dormida, ¿que no ves? —le reclamó Bill.
El pecoso la miró de reojo pero siguieron caminando rápido.
— ¿Quieres que te cargue?
A Zara se le revolvió el estómago al escuchar eso, ¿por qué se sentía así? ¿era normal?
Sus mejillas se tornaron de un color carmesí sin poder evitarlo.
— ¿Eh?, no no, aparte ya llegamos.
Miraron que había muchos alumnos en completo desorden, a la castaña le causaba estrés. Corrieron tanto como pudieron para poder alcanzar un buen lugar en la fila, y así lo consiguieron.
[...]
Su cabeza estaba apoyada en sus brazos mientras luchaba por no quedarse dormida en la cafetería, ni siquiera escuchaba las estupideces que Tozier decía.
El chico la miró y sonrió internamente.
— Oye ven, acuéstate en mis piernas, se nota que aún tienes muchísimo sueño, te despertaré cuando termine el descanso.
Palmeó su pierna dos veces indicándole que podía dormir encima de esta.
Ella sin rechistar se acostó y cerró sus ojos disfrutando de aquel sentimiento, sentía que sus ojos descansaban tan bien, ya no le ardían.
Richie miraba el rostro de Zara detenidamente, sin poder evitarlo dió un toque en su nariz haciendo que ella la arrugara, sacándole una sonrisa al pecoso.
El chico volvió a contarle a sus amigos las historias poco creíbles que se supone que le habían pasado a él.
La castaña abrió un solo ojo y observó al chico de tez pálida riéndose de lo que él mismo decía, se le escapó una pequeña risita.
— Que estupideces dices, Richard.
— ¿Qué? ¿No me crees?
— No, ¿cómo que tu peluche te habla, idiota?
— Se los digo de verdad, pero a mi nada me creen —hizo un rabieta.
— Por algo será —sus amigos lo vieron divertidamente.
AUTHOR'S NOTE:
ya está listo el segundo cap,
¿que les parece?
Zara cuando Richie:
-renilvskoo © 16/02/23
( editado )
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top