i. dame un beso






         UNA CORTA CABELLERA castaña que pertenecía a Zara Relish se paseaba con su bicicleta en busca de la casa de su mejor amigo, Richie Tozier. Entrecerraba sus ojos gracias al aire que golpeaba en su cara por la velocidad a la que iba, mientras fruncía sus labios formando una mueca.

Dentro de unos segundos dió con la casa que buscaba con emoción, dejó estacionada su bicicleta al lado de la casa. Bajó con emoción mientras daba pequeños saltos yendo a tocar la puerta.

Uno, dos, tres, cuatro golpes.

Hasta que por fin le abrieron aquella puerta, un chico de tez pálida, lleno de pecas, pelo oscuro y lentes, aquel chico la miró lleno de curiosidad.

— ¿Qué pasa, mocosa? ¿por qué tanta emoción?

— Okay mira, mira lo que hice, lo acabo de terminar —la chica le sonrió con euforia y fue corriendo a la canasta de su bicicleta.

Escuchó a sus espaldas la risa de Richie, este solo la observaba, creía que era muy tierna cuando estaba así de contenta. Volvió a paso rápido al frente del pecoso y le puso el cuadro que había pintado anteriormente cerca de su cara, MUY cerca.

Tanto que el lienzo chocó con los lentes del chico y causó que diera un respingó por la cercanía, tomó las muñecas de Zara y alejó el lienzo para poder verlo mejor.

Alzó las cejas con impresión, le parecía muy lindo todo aquello plasmado en el cuadro, era él, lo había pintado a él, la solo la mitad de su cara y en el fondo había un gran campo lleno de flores.

Le sonrió con dulzura mientras alzaba sus cejas y le revolvió el pelo.

Ella soltó un quejido.

— Sabes que no me gusta que hagas eso, se me enreda el pelo —quitó la mano del pecoso de su cabeza.

— Pero a mi me gusta molestarte —le mostró la lengua y le sonrió.

Acercó su rostro al de ella haciendo un gesto de burla, y ella amagó con morderle la nariz. Richie corrigió su postura mientras soltaba carcajadas mirándola, ella rodó los ojos mientras sonreía.

— Toma, lo hice especialmente para ti —le tendió el cuadro.

Richie lo aceptó gustoso y le sonrió, solamente la miraba como tonto.

— ¿No me invitarás a pasar?

— Adelante, señorita.

Hizo un ademán y se hizo a un lado para que Zara pudiera entrar, esta corrió al sillón y se tumbó sobre el.

El pecoso entró al baño dejando la puerta abierta a mojarse la cara, ya que se había quedado dormido antes de que la chica llegará.

— Zara...

Ella solo emitió un sonido de que lo escuchaba.

— ¿No crees qué es muy tarde para que hayas venido hasta acá a dejarme el cuadro?

La castaña se levantó del sofá y caminó hacia él.

— ¡Si, pero no podía con la emoción!

— Podrías habérmelo dado mañana, tonta. —entrecerró sus ojos.

No le gustaba que anduviera sola por las calles cuando era tarde.

— Ya sé, ya sé.

— Yi si, Yi si — Richie la imitó haciendo una mueca.

Ella le golpeó levemente el hombro.

— Ya me iré, tienes razón, y ya esta por oscurecer— le señaló la ventana.

Aquel miró el cielo y devolvió su mirada a la chica.

— Te acompañaré, no te dejaré ir sola.

— Richard, puedo ir sola.

— Dije que te acompañaré, calla — pusó su dedo índice en sus labios.

— ¡Está bieeen! —sonrío con las comisuras hacia abajo— Por cierto, no pregunté por tu madre.

— Dentro de una hora llega de trabajar, ahora vámonos, antes de que se haga más tarde.

La tomó por la espalda y la hizo caminar.

[...]

Dentro de pocos minutos llegaron a la casa de Zara, ambos bajaron de sus bicicletas y el pecoso la encaminó hasta la entrada.

Ella se despidió de él haciendo un ademán.

Antes de que pudiera entrar la tomó del brazo e hizo que lo mirara, ella le sonrió confundida.

— Dame un beso, anda — señaló su mejilla, Zara soltó pequeñas carcajadas.

— Bien, solo uno.

Se acercó a la mejilla de Richie y presionó suavemente sus labios contra ella, al separarse hizo un pequeño sonidito provocando que el chico sonriera.

La miro y la abrazó con un solo brazo, ya que el otro lo mantenía dentro de su bolsillo del short, ella sonrió y bajó un poco su rostro sintiendo su rostro calentarse, no esperaba aquel gesto por parte de él.

La puerta de la casa se abrió haciendo notar a la madre de Zara, ella los miró con sorpresa.

— Richard, que bueno que la acompañaste, comenzaba a preocuparme.

— No se preocupe, acá está sana y salva —le sonrió sin mostrar sus dientes.

La madre de la castaña le sonrió con gentileza, y le dió una palmadita en el brazo.

Si bien su madre sabía que eran mejores amigos, Zara llegó a contarle lo que sentía por el pecoso anteriormente.

— Debo irme, vendré a visitarlas después.

— Te recibiremos con gusto, Richard —la señora Relish le hizo un ademán de despedida y este le volvió a sonreír mientras asentía.

Dirigió su mirada a Zara y le habló.

— Nos vemos mañana, tonta — le revolvió el pelo y salió corriendo hacia su bicicleta escuchando los reclamos de su mejor amiga a sus espaldas.

Sabía muy bien que a ella no le gustaba que hiciera eso, pero a él le encantaba molestarla; Adoraba ver como su nariz se arrugaba por la molestia, para él ella era el ser más lindo que pudo haber visto en su corta vida.

Por otro lado, Zara y su madre habían entrado a su hogar.

La castaña sabía que Richie podía llegar a ser un grandísimo hijo de puta y grosero, pero con ella era totalmente lo contrario, la respetaba muchísimo, algo básico pero lindo.

Era algo que ella le agradaba mucho y por eso disfrutaba tanto de su compañía.

— Ven querida, ya esta la cena, tu padre y yo estábamos por cenar pero decidimos esperarte.

— Voyyy, déjame lavarme las manos primero.

Al volver a la mesa, diviso a su padre, este la miraba entrecerrando sus ojos. Ya se había adelantado a comer.

— ¡Hey, no me esperaste!

No emitió ninguna palabra, siguió mirándola.

— ¿Qué pasa?

— ¿Quién te acompañó?

— Richie, pa —rodó sus ojos sonriendo.

— Ah bueno, solamente acepto a ese chico como mi yerno, ya lo sabes.

— Shh, come ya —rió entre dientes.

Su padre tenía favoritismo con Richie, era muy notorio, eso le parecía muy gracioso a la chica, ya que también conocía a sus otros amigos pero para su padre, Tozier era el mejor de todos, aparte compartían gustos.

[...]

La chica yacía en su cama, estaba apunto de dormir pero no recordaba haberse duchado.
Duró 5 minutos debatiendo si bañarse o no, era muy floja, no quería siquiera pararse de aquel paraíso llamado cama.

Decidió hacerlo rápidamente, se cambió y se cepilló los dientes, corrió hacia su cama y se arropó completamente.

Logró conciliar el sueño rápidamente.



AUTHOR'S NOTE:
holiss, acá está el primer cap, comenten plisss, quisiera saber sus opciones !!

El Richie pidiendo beso:





-renilvskoo © 16/02/23
( editado )

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