🥘 | 𝘀𝗼𝘂𝗽 |
Dos días después de haber pasado su último fin de semana juntos, Louis comienza a entrar en pánico.
Solo un poco.
El le escribió a Elio el lunes por la tarde, sonriendo al volver a leer los mensajes que se enviaron el domingo en la noche.
Eli🐊
Ya te extrañoooooo
¿Cuando nos vemos otra vez?
Lou
Te extraño también, niño.
Te aviso cuando me ponga de acuerdo con mamá, ¿si?
Ya vete a dormir, es tarde y tienes escuela.
Eli🐊
Okaaay.
¿Esta bien si te digo que te quiero?
Lou
Esta perfecto porque yo te quiero también.
Tras unos segundos de sentir el cariño emerger dentro de él, se decide a mandar un nuevo mensaje. Elio lo quiere. Lo quiere a él.
Lou.
Hey, cariño.
Espero hayas tenido un gran dia.
¿Cómo te fue con tu tarea de matemáticas?
¿Si estaba bien el ejercicio que resolvimos juntos?
ˣ‿ˣ
Sin respuesta.
Louis intenta recordar si Elio sigue castigado por su travesía al hospital, pero esta bastante seguro de que Harry ya le regreso su teléfono.
Los mensajes que le envia a Harry tampoco son leídos, y sus llamadas entran a buzón. Ese es el momento en el que esta jodidamente preocupado de haber arruinado algo.
Sus manos tiemblan y hay una horrible presión en su pecho que le provocan ganas de vomitar. Es que ¿hizo algo mal? ¿fue mucho de el? ¿a Harry no le había gustado su beso? O peor aún, ¿que si ellos no estaban bien? ¿si algo les había ocurrido?
Llama una vez más quedándose con el sonido del timbre.
Así que toma un tiro al aire apenas regresa del trabajo. Esta diez minutos en su departamento cuando sin nada en lo que distraerse la espera se vuelve tortura. Toma sus llaves y conduce hasta casa de Harry.
No importa si esta cerca de oscurecer, se detiene a comprar unas flores en caso de que deba disculparse por algo y con miedo toca la puerta.
No abren y casi siente sus piernas fallar. Joder, joder, ¿que si no lo quieren ver más? Una vez más, solo una vez más. Vuelve tocar la puerta y está vez, escucha pasos arrastrados detrás.
Cuando Harry abre la puerta, tiene la misma pijama puesta que el domingo. Louis aún cree que luce bonito, pero su cabello esta enredado y su piel no brilla como otros días, incluso su barba ha crecido un poco más de lo que Louis sabe, es su largo usual.
— Escucha, si hice algo mal puedo arreglarlo. — su voz suelta antes de que pueda pensarlo. — Solo, por favor, dime que fue y lo haré. Hare las cosas bien.
— Oh mierda. — Harry lleva sus manos hasta su cara. La angustia escrita en su rostro pero Louis solo está aliviado de verlo. — ¡Oh mierda! ¡Lo siento! No se donde deje mi celular. No, no. Estamos bien, lo juro es solo que- joder. Elio se enfermo y estoy perdiendo la cabeza.
— ¿Elio esta enfermo?
— Lo siento. Uh, uhm ¿Quieres pasar? — Harry se hace un lado y Louis siente un peso desaparecer de sus hombros con ello. No hay nada mal con ellos, se repite. — Solo que no he tenido oportunidad de limpiar y- mierda, ¿debes haber estado muy angustiado, no es así?
— Cariño, esta bien. — Louis le asegura, aun sostiene las flores pero da un paso dentro de la casa quitándose sus tenis. — Yo estaba preocupado, ¿como esta Eli? ¿Es su estómago?
— No — Harry niega, abrochando su bata y se abraza a sí mismo, preocupado. — No lo se, en su consulta de hace un mes estaba bien pero no he podido contactar a su pediatra. Tiene fiebre y estoy realmente asustado porque se que la fiebre puede ser peligrosa y no consigo bajarle la temperatura. — su voz se rompe, tiene los ojos brillosos cómo si llevara días aguantando su llanto, su nariz está irritada también.
Louis camina hasta la cocina para dejar las flores en agua y en el proceso, saca su celular marcando el número de Liam.
— ¿Que... que haces?
— ¡Tommo! — responde al primer timbre. — ¿Qué paso, hermano?
— Hola Payno, oye ¿estás de guardia?
— No, justo estoy de pos. Acabo de comer y estaba por irme a dormir antes de volver mañana al hospital. ¿Necesitas algo?
— Si, odio molestarte. Pero mi niño está enfermo, ¿crees que puedas hacer una consulta a domicilio?
— ¿Tu niño—? Uh, si, si. Solo envíame la dirección. Estaré ahí tan pronto como pueda.
— Gracias amigo, pondré la cafetera para ti. — cuelga la llamada y envía por mensaje su ubicación, entonces camina de regreso hacia Harry. — Un colega del hospital, se que no es su médico de cabecera pero puede ayudar, ¿esta bien? Si no quieres puedo decirle que no y te acompañaré al hospital... lo que quieras, cariño. ¿Quieres que me vaya? Porque puedo hacer eso también. Haremos lo que quieras.
— No necesitas quedarte — murmura.
— Pero quiero quedarme. — confiesa. — ¿Esta bien si me quedo?
Harry rompe en llanto, cubriendo su rostro con ambas manos. — Por favor
Louis se acerca hasta el para envolverlo en un abrazo y besar su frente, intentando ofrecer un poco de soporte.
— Lo siento, es que el nunca se enferma, es un niño muy sano. Y yo me asuste, siento que pierdo la cabeza, es mi hijo y yo-,—
— Hey — le dice bajito. — Está bien, amor. Eres excelente madre, los niños a veces se enferman sin importar cuanto los cuides. Y esta bien necesitar ayuda, has estado haciendo muchas cosas solo por mucho tiempo. Yo estoy seguro de que puedes hacerlo, solo que no tienes.
— Lo siento. — repite, llorando contra su cuello. Louis siente las lágrimas mojarlo pero acaricia con cuidado los rizos enredados.
— No lo hagas, amor. Estoy aquí. Liam llegará en cualquier momento y todo va a estar bien.
— Lo siento, no quería asustarte. No quería hacerte pensar que hay algo mal con nosotros, me gusta nosotros.
— Esta bien, hay prioridades y Elio es eso. No pidas disculpes por poner primero a tu hijo. — besa su frente de nuevo, y Harry comienza a calmarse. — A mi también me gusta nosotros. — sonríe y puede sentir los labios de Harry curvarse contra su piel. — Y ame besarte, y los extrañaba. Solo quiero estar ahi para ustedes.
— Y estas aquí — solloza otra vez. — ¿De verdad te gustó besarme?
— Mucho
— ¿Aún si fue un beso en la cocina mientras estábamos en pijama?
— Bebe, eso lo hizo perfecto.
— A mi también me gusto besarte. — confiesa de vuelta. — Lamento que todo sea un desastre, es solo que no estoy acostumbrado a estar alrededor de alguien más.
— Harry... Quiero esto, te quiero a ti y quiero a Elio. Enfermedades y todo.
Harry piensa muchas cosas, pero no dice ninguna de ellas. Es demasiado irreal y teme que Louis se canse de ellos en algún momento. Pero esta ahí ahora y Harry se da cuenta, de lo mucho que lo necesita.
El tiene razón, puede hacerlo solo pero tal vez ya no quiere hacerlo. Esta cansado de hacerlo.
— ¿Cariño? Estás jodidamente caliente.
— ¡Louis! — Harry frunce su frente, molesto y separándose de el. No es el puto momento.
— ¡No, no! ¡Es decir, si! ¡Pero no! Me refiero, tu piel, creo que puede que tengas fiebre también. ¿Te sientes mal? ¿Cuánto tiempo has estado así?
— No lo se, no he dormido, no he comido. Yo- yo no se. — toca su propio rostro, ganando conciencia de su cuerpo. ¿Se siente mal? ¿Y si fue el quien enfermo a Elio?
— Está bien. ¿Por que no vas a tomar una ducha para ver su baja tu temperatura? — propone, en cuanto ve a Harrty perderse metido en su cabeza.
— Pero Elio...
— Yo estaré revisando a Elio. Lo prometo.
— ¿Seguro?
— Totalmente, vamos. — Entonces ambos suben las escaleras, en un camino que Louis solo recorrió una vez antes.
Con una ultima mirada Harry entra a su habitación. — Está bien, cariño. — promete.
Louis se dirige hacia el cuarto de Elio. Lo encuentra dormitando en su cama, su cabello parece lacio al estar cubierto de sudor y tiembla bajo las sábanas a las que se aferra. Hay una silla donde Louis sabe Harry estaba antes, una cubeta de agua y una torre de pequeñas toallas.
Se acerca con cuidado no deseando despertarlo. Pero toca su frente y el paño ya está tibio, por lo que no duda cambiarlo por uno nuevo.
— ¿Mami?
— Intenta otra vez, amor. — le sonríe. Acariciando su rostro con dulzura.
— ¿Louis? ¿Estas aquí?
— Estoy aquí, amor. — quita el cabello de su frente. — ¿Se te metió un bicho, verdad?
— Un bicho. — Elio se ríe. Pero eso parece consumir toda su energía y termina por caer dormido otra vez.
Abre los ojos un segundo después, asustado. — ¿Vas a irte? ¿Dónde está mamá?
— Mamá está descansando, tiene un bicho también.
— Un bicho. — se ríe, dormitando otra vez. Louis cambia de nuevo la toalla de su frente. Hasta que se sienta de nuevo, asustado y transitando del estupor a la conciencia por su estado febril. — ¿Louis?
— Estoy aquí, amor. Descansa. El doctor está en camino y yo voy a cuidarlos, a ti y a mamá.
— ¿Uhm? ¿Cuidarnos? — Louis lo ayuda a recostarse, acomodando el paño en su lugar.
— A ti y a mamá — asegura. — Duerme, cariño.
— Gracias papá.
Louis jadea, y puede que llore un poco ante la conmoción, no cree que Elio lo diga en serio, esta febril. Pero aún así se permite vivir en la ensoñación que ese minuto le ofrece y anhelar llegar a ser eso para el.
Sin moverse, Louis vela el sueño por el.
・。。・゜🥞 ゜・。。・
Eventualmente, Louis recogió las cosas fuera de lugar en el piso de abajo. Lavo los platos, puso la cafetera para Liam y la tetera para Harry y Elio.
También le pidió a Liam que le escribiera en lugar de tocar para evitar despertar a Elio, quien tardo mucho en dormir sin ser perseguido por las pesadillas febriles.
— Muchas gracias por venir, se que deberías estar descansando. Ten un café como ofrenda de paz. — Liam se ríe, tomando el termo y dando un largo trago.
— Por supuesto, no sabía que tienes un niño, ¿acaba de nacer o...?
— Por favor quítate los zapatos. Déjalos ahí. — indica cuando Liam entra. — Uhm, no. Tiene 12.
— ¿12? ¿Pero-?
— Yo... Es, bueno, estoy saliendo con su madre. Así que, si. — No es su mejor explicación pero debe funcionar, al menos en este momento.
— Oh, wow. Si, claro. Entonces enséñame donde esta ese niño tuyo. ¿Es el mismo que se colo al hospital hace unas semanas?
— Si, ese es Elio.
— Supongo que la manzana no cae lejos del árbol, ¿no es así?— Liam termina de un trago el resto de su café, Louis lo mira sorprendido, el termo estaba humeante. No sabe si es el calor que recorre su tracto digestivo o el repentino boost de cafeína, pero parece renovado. — De acuerdo, vamos a ver a Elio.
Louis conduce a Liam hasta su habitación. — Solo déjame ir por su madre.
— Claro, los espero antes de entrar.
Louis asiente antes de tocar la puerta de Harry, cuando no obtiene respuesta se preocupa y decide abrir lentamente para anunciar su llegada.
Su pecho se apretuja un poco cuando encuentra a Harry tendido boca abajo en la cama, apenas se puso ropa interior tras su baño y toda su espalda está sudada, acumulando gotitas en la curva natural de su zona lumbar. Su cabello se pega a su frente y Louis puede ver sus labios apretados en un mohin entre sueños. Algo le duele.
Probablemente le ha dolido por días y simplemente lo pospuso. Louis no quiere que Harry alguna vez vuelva a hacer eso.
Se acerca hasta el closet, tomándose la libertad de buscar una de sus batas. Elige una cuya tela parece ligera pues no cree que con la fiebre pueda soportar muchas prendas encima.
Lo despierta con cuidado, llamando bajito su nombre, pero eso no parece evitar el susto que trae el despertar.
— ¿Lou? ¡Oh, dios! — se levanta de la cama, brusco y desesperado por desear cubrirse. — Y-Yo me quedé dormido, no se... ¿Elio? ¿Qué hora es?
Louis mira hacia la pared, no hay miradas fijas para no incomodarlo pero ofrece la bata con el brazo extendido y Harry se relaja cuando nota que Louis esta respetando su espacio. Lo está cuidando sin invadir ninguno de sus límites, puede que un poco más de cariño se libere en el con ese pensamiento.
Toma la bata y se viste, pero ponerse de pie lo hace flaquear y se percata de que, en realidad, no se siente bien. Pero Louis es preciso para no dejarlo caer.
— El doctor está aquí. — le informa. — Vamos, podrá revisarte también. Apóyate en mi, amor.
El rizado sonríe, siendo sostenido por Louis: en ese momento, en más de un sentido.
Tras unas breves presentaciones, preguntas de rutina, y una minuciosa historia clínica Liam los explora a los dos, dando como diagnóstico una faringitis bacteriana, por lo que hace una prueba rápida y ambos dan positivo a estreptococos.
Liam le explica a Harry que es una infección esperada en niños de edad escolar, y que con un adecuado tratamiento ambos estarán bien en unos pocos días.
Les expide un par de recetas con antibiótico, antipireticos y otros fármacos para el alivio sintomático. Mucha hidratacion y mucho reposo. Eso da un alivio inmediato a Harry, joder, estaba tan asustado y no sabia que hacer.
El deberia haber sabido que hacer, su voz interna reclama. Pero no se le permite quedarse atorado en ese bucle pues Louis lo lleva a recostarse, esta vez asegurándose que se cuerpo quede por completo en la cama. Pone una toalla húmeda sobre su frente y promete regresar pronto con las medicinas.
— ¿Louis?
— ¿Si, amor?
— Gracias.
— Lo que sea por mis chicos favoritos. — Besa su mejilla, y lo arropa para bajar a despedir a Liam.
— Muchas gracias por venir, lamento haberte hecho dar la vuelta por una infección de garganta.
— ¡Hey! Las infecciones de garganta son un asunto serio. — golpea con diversión el hombro de su amigo. — No te disculpes, puedo ver que son importantes para ti, linda familia tienes aquí ¿no? Es normal entrar en modo papá oso protector y todo eso.
Louis sonríe, si, se siente bien.
— ¿Me voy a contagiar?
— Ah, si. Absolutamente. Ya debes estar incubando la bacteria.
Louis truena su lengua. — Lo vale.
Se asegura de cerrar la puerta y dar gracias nuevamente. Se dirige a la farmacia más cercana para obtener todo lo necesario para cuidar a sus chicos.
El también siente el celular quemando en su bolsillo, sabe lo que debe de hacer. Mientras hace sus compras, llama a su madre.
— ¿Boo? ¿Son las diez de la noche? ¿Estás bien?
— Mamá, ¿cómo haces tu sopa? Esa que me dabas cuando estaba enfermo.
— Oh. — se ríe. — ¿Lo necesitas ahora?
— Si. Ahora, ahora. Estoy en la tienda, uhm... Elio y Harry han pescado un bicho. Y yo, bueno, quiero cuidarlos, solo que no estoy muy seguro de que debo hacer. Y no quiero... — suspira. — No quiero fallarles, quiero ser capaz de cuidarlos. Quiero hacerlo bien, mamá, por ellos.
— Ow, por supuesto boo. No tengas miedo. Vamos a hacer sopa, cariño.
Jay lo instruye por teléfono, y así es como tras encargarse de que tomen todos sus medicamentos y estén bien hidratados, Louis termina por hacer una sopa casera a la mitad de la noche.
・。。・゜🥞 ゜・。。・
El dormita en el sillón, revisando cada par de horas el estado de ambos Styles. Tras tomar el antipiretico su fiebre se calmo y finalmente pudieron dejar los paños para poder obtener algo de descanso. El también se encarga de darles sus tomas de madrugada y asegurarse que ningún medicamento les haga falta.
Sin embargo, la preocupación apenas lo deja dormir. Con la llegada del día Liam le hace el favor de cubrirlo con el Doctor Brown, y a primer hora de la mañana se dedica a hacer llamadas para dejar todos los pendientes claros.
Llama a su trabajo para avisar que se tomará unos días por enfermedad. También llama a la escuela de Elio y avisa que está enfermo, enviando por correo una copia de la receta de Liam para la justificación de sus faltas. Encuentra el celular de Harry para ponerlo a cargar y busca en la agenda de para llamar a un sujeto nombrado Niall que parece que es su asistente.
El pobre hombre estaba perdiendo la cabeza creyendo que Harry había muerto.
— ¡Harry! ¿¡Estas vivo?!
— Esta vivo pero no soy Harry, el esta enfermo. Llamo para–
— Espera, ¿quién habla? — interrumpe.
— Louis, Louis Tomlinson. Soy– — Niall lo interrumpe de nuevo.
— No jodas. ¿Louis? ¿Louis, Louis?
— Uhm, ¿supongo?
— Wow, hombre, si tienes una voz muy bonita. Con razón Harry...
— Escucha, uh- voy a detenerte ahí. Porque estoy seguro de que eres agradable pero no creo que Harry quiera que yo sepa lo que te ha dicho sobre mi.
— Oh, si, eso tiene sentido. Eres bueno. — Louis se rie. — ¿H está bien?
— Está tomando medicamento, pero creo que sería bueno que Elio y el descansarán un poco. Han tenido unos días difíciles. Puedes uhm, ¿hacerte cargo de los pendientes de Harry y reagendar lo importante? Creo que apreciará también un reporte detallado, para que pueda estar al corriente cuando despierte.
— Claro. Eso lo puedo hacer. ¡Gracias por llamar, Louis! Manda saludos de mi parte.
Louis sonríe, satisfecho con su ronda de llamadas. Y mientras duermen, se dedica a abrir ventanas y terminar de limpiar para que no se preserven fomites de la enfermedad, no quiere exponerlos a una reinfeccion.
Por lo que pasa de medio día cuando ambos Styles despiertan sintiéndose solo un poco mejor. Louis aprovecha para ventilar sus habitaciones y cambiar las sábanas. Aunque ambos permanecen envueltos en cobijas, aún desorientados.
— Hice té caliente y un jugo para ustedes. Fresco porque se que no les gustan los procesados, pero dicen que la naranja es buena para el sistema inmune y lo caliente del té ayudará con su garganta. — Les informa. Ellos obedecen sin oposición. Aun automatizados por el sueño pero bebiendo obedientemente su vaso de juego que Louis exprimio y su taza de té con miel y limón.
Louis encuentra adorable la manera en la que parecen un espejo, con una mata de rizos revuelta y un mohin de labios gorditos, nariz roja con ojos que se niegan a ser abiertos por completo.
El les sirve un plato de la sopa especial de su madre, Louis nunca se sintió más orgulloso cuando el calor y los nutrientes en ellas les trajo alivio a su dolor. Su estómago recibiendolo bien para conducirlos a un segundo sueño reparador que tiene como destino usar a Louis como almohada.
Pues Eio lo abraza fuerte al dormir y unos minutos más tarde Harry despierta asustado, sobre el, murmurando toda su lista de pendientes.
— Está bien, amor. Te tengo, todo esta bien, solo descansa.
— ¿Puedo?
— Si, amor. Puedes. Elio esta bien, la señora coco está bien, la casa está bien, tu trabajo está bien, la escuela de Eli está bien. — acaricia sus rizos, masajeando su cuero cabelludo para aliviar el dolor de cabeza. Casi ronronea con eso. — Puedes descansar, Harry.
Lo mira, confundido y con una extraño brillo tras su mirada, parpadeando lento.
— Realmente eres el antídoto, ¿no?
— ¿Antídoto?
— Para la vida. — Harry murmura. Cierra los ojos y se acurruca sobre el pecho de Louis. Él esta más que dispuesto a ser quien conceda los mimos, y guarde los secretos que le confiesan estando dormidos. No tiene prisa, planea quedarse toda la vida.
Así que se queda en su casa dos días más asegurando su bienestar. Para el tercer día ellos están bien y el ciclo se completa cuando Louis comienza con la fiebre.
Harry se niega dejarlo ir a su departamento, por lo que le da una habitación para cuidarlo de vuelta. No hay ninguna razón en contaminar su casa y perpetuar la enfermedad, Harry le dice.
Louis le cree pues resulta, Elio es un gran enfermero tomando la mano de Louis para acompañarlo mientras duerme, como un fiel guardián de armadura brillante. Sus manos aún son pequeñas sosteniendo las de Louis, pero su compañía es más que suficiente.
— No te preocupes papá, mamá y yo te cuidamos ahora. — susurra cuando cree que Louis está dormido.
Louis sonríe, después de todo: Elio lo quiere, y llamó papá. ¿Un bicho? Es nada en comparación.
—————————
nota. como que la ejecución no me gusto tanto pero quería escribir esta parte de cuidado mutuo porque eso es algo muy familiar. ojalá les haya gustado. ♡
¿apoco se asustaron al inicio? si ya saben que aquí todo es bonito.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top