🍪 | 𝗰𝗼𝗼𝗸𝗶𝗲𝘀 |
Refugiarse en su cuarto es silencioso.
Aún en compañía de Louis.
Se bañan en silencio, se acuestan y acurrucan sin pronunciar palabra alguna. Y Harry sencillamente lo odia.
Simplemente odia las discusiones, tal vez por eso tiene la tendencia a evadir el conflicto. Pero le deja un horrible sabor en la boca y un nudo en su estómago que no puede desatar.
Ni siquiera fue una gran discusión. Y aunque es impropio de la conducta habitual de Elio, tampoco puede decir porque se encuentra tan disgustado. Reprender a los niños, con amor y respeto, es una parte muy importante de su formación.
— ¿Una moneda por tus ideas? — escucha a Louis decir, semi-recostado en la cama que comparten con algún programa reproduciéndose en su t.v. Se encuentra tan disperso que ni siquiera lo escucha. Sólo siente sus constantes mimos sobre su piel.
— Lo siento, ¿que dijiste, cielo?
— ¿Porque no me cuentas lo que sucede dentro de esa linda cabecita tuya? — sugiere, apretandolo cerca en un abrazo. — Puedo ver que estas mal.
Estoy aquí, habla conmigo por favor. Ruega por dentro. Demasiado asustado para pedirlo en voz alta.
— Nada lindo sucede aquí adentro. — responde con una sonrisa que pretende desviar la atención. A Louis no le importa. Quiere los problemas y las discusiones también. Quiere lo oscuro e incómodo para buscar y encontrar soluciones juntos. Quiere todo con él.
— No importa si no lo es. Solo quiero que sepas, que bueno... ¿estoy aquí, si? — termina por decir con torpeza. — Es decir se que probablemente no quieras hablar y no quiero molestarte con insistir, pero... estoy aquí, Hazz.
En su abrazo y sin mirarse, el cuerpo de Harry se contrae en un espasmo provocado por la tensión. — Oh, ¿tu... te sientes afuera?
Si.
— No — responde. — Es solo que...
— ¡Porque no es eso! En serio. — dice al mismo tiempo. — Es solo que yo- no me gusta hablar, solo guardo todo dentro.
— Elio y tu se parecen mucho en eso, ¿no es cierto?
— Supongo que si. — Harry piensa en su niño, en como ahora esta en su habitación solo con sus emociones y lo mucho que anhela poder estar ahi para contenerlo, ayudarlo aunque ahora mismo probablemente lo odie porque empieza a ser menos como un niño y más como un adolescente y a veces, los adolescentes odian a sus madres. No dejar que se ahogue en la bruma de si mismo. Entonces mira a Louis, sus hermosos ojos azules y mirada de cachorro anhelando tanto ser su salvavidas, se da cuenta: no son tan diferentes. — ¿Seguro que quieres escuchar?
— Siempre.
— Yo realmente solo estoy ¿asustado, confundido? No lo se — confiesa. — Es algo nuevo, Eli nunca habia hecho algo asi, no se si lo maneje bien o si lo arruine horriblemente. Estoy tan asustado de hacerle daño.
Louis lo mira a los ojos mientras habla y es, intenso, lo mucho que una mirada puede transmitir. No rompe el contacto pero si atrapa las manos temblorosas de Harry entre las suyas y es sencillamente calido. Como es tan poco pero significa todo.
— No lo arruinaste, Hazz. Yo tal vez no escuche toda la conversación pero los vi, ¿si? Te vi, y amor, lo manejaste bien. No es tan diferente a cuando era un infante... Hay autores que establecen que por el nivel de cambios que los adolescentes pasan, proporcionalmente, tienen la misma capacidad de regulacion emocional. Tener rabietas es normal y va a seguir pasando. Esto que hiciste hoy, escuchar, explicar, negociar y poner limites con respeto y amor es algo que muchos padres no llegan a lograr. ¿Pero tu? Tu no tienes que preocuparte por eso, amor.
— Te amo, ¿sabes? — Harry le da una sonrisita, el temblor en sus manos disminuye poco a poco.
— Tal vez lo has mencionado, no lo se. — Louis se rie, reclinandose sobre el para poder besar sus labios y sonreir entre ellos.
— Te amo, cielo. Te amo mucho. — Lo besa de nuevo, esta vez tomandose su tiempo para hacer a Harry derretirse, justo como le gusta. Se encuentra maravillado por su naturaleza tan docil una vez que lo toca, es como si entre más lo besara, entre más de su boca prueba, más relajado se siente. Es tan sencillo manipular su cuerpo de esta manera, no importa que sea más grande que Louis.
Cuando esta lo suficientemente relajado ha pasado tanto tiempo que Louis puede sentir sus pulmones quemar por un poco de aire, pero no le apetece dejar de besarlo. En su lugar maniobra para recostar a Harry, apresarlo con todo su cuerpo bajo el.
— Dime cuanto me amas. — Louis dice. Es una orden pese a ser un susurro y Harry solo asiente, inhalando fuerte para recuperar el aliento, desesperado por tener el oxigeno para responder. Y aunque generalmente es al reves, es decir, siendo Louis quien recita tantas palabras de afirmación, Harry comprende que debe aprender a quererlo como tambien merece ser querido. Merece escuchar las mismas cosas lindas que pronuncia, y Hary esta tan listo para poder adorarlo.
Y, tal vez, es inconsciente, pero quizas Louis necesita sentirse cerca.
— Amo que nada de antes importa desde que llegaste porque es como si el reloj de mi vida empezara a contar solo despues de ti.
Un beso más y comienza a descender por la comisura de los lindos y rojos labios de Harry, besa su menton hasta llegar a su cuello a uno de esos lugares que se ha vuelto el predilecto para besar y marcar, creando nuevas mordeduras alrededor de las que decoran su piel con tonos verdes y amarillos. No puede tener sus manos quietas, no cuando se trata de Harry, esta tan ansioso de tocar, tocar todo el tiempo. Mete sus manos por debajo de su camisa para poder apretar sus tetas como le gusta. Y joder, debe ser su sensacion favorita.
— Amo como todo se ilumina una vez que entras a la habitación — Louis desabrocha su camisa, empezando a acunar su pecho de una forma que deberia ser obscena, tirando de sus pezones como si quisiera ordeñarlo hasta que el dolor lo tiene retorciendose. — Y amo... — se queda sin aire, debiendo concentrarse para no implosionar en ese momento. — ... amo que la felicidad tiene un nuevo signficado desde te conozco.
Louis parece -y se siente- ebrio de amor, demasiado desorientado llevado unicamente por el anhelo primitivo de más, más, más. Su camino de besos se prologa hasta alcanzar aquel lugar donde sus manos juegan y el lindo pecho de su novio ya esta sonrojado e hinchado para el, puede sentirlo palpitar del flujo de sangre que irriga su piel. Lo mira a los ojos cuando su boca se prende a su pezón, sus labios cubren por completo su aereola e incluso usa sus manos para acunar su teta como si deseara exprimirla. El imagina que lo hace.
— Amo verte succionar de mi. — confieza con la voz quebrada. Las sensaciones son tantas que siente que debe aferrarse a algo para evitar caer. En su lugar, sostiene la cabeza de Louis, acaricia su cabello despeinandolo cuando el placer es demasiado intenso y enreda sus largos dedos en el. Sostiene su cabeza para mantenerlo fijo a su teta, más cerca y más profundo, impediendo que se separe aunque sea un segundo. Esta posición, H sosteniendo su cabeza y haciendo mimos, mientras Louis cierra los ojos y ahueca las mejillas, parece tanto como si estuviera amamantando que su mente se disipa a ideas extrañas. —Lou..- yo
Abre sus ojos y lo mira, casi no puede ver el azul en el. Todo ha sido desplazado por sus pupilas.
Pero es una sensación extraña, casi como si Harry pudiera adivinar lo que Louis quiere decir, lo que podria decir. Lo imagina fuerte y con su voz igual de imponente. Mierda, Louis ni siquiera necesita decirlo para que Harry quiera obedecer. Una sola mirada es suficiente.
"Si tanto lo amas, bebe, ¿porque no terminas asi, eh? Sin tocarte. Solo con mi boca tomando tus tetas, apuesto a que puede hacerlo"
Su cuerpo se contrae y lo aprieta un poco más. Joder, puede que incluso lo asfixie de lo fuerte que lo aprieta contra su pecho. Incluso debe reclinarse contra las almohadas, su boca abierta sin poder respirar mientras su cuerpo hormiguea en un delicioso orgasmo. Y Louis succionando sin parar. Cuando termina, unos segundos despues, Harry siente sus pantalones de pijama mojados y sabe que debera ducharse de nuevo. No importa porque Louis se separa de él y hay un hilo de saliva que lo conecta a sus tetas. El mismo Louis luce como si hubiera devorado un banquete.
— Yo tambien te amo, bebé. — es lo que dice. Une sus labios en otro beso, uno que es más lento y menos pasional pero igual de intenso. Sus labios arden como si fuera fuego, pero de serlo Harry lo atravesaria gustoso por el. Agitados en su beso, es como compartir su oxigeno para aprender a respirar de nuevo. — Y si tu reloj arranco al conocernos, entonces yo no tenia el mio hasta que te conoci. Pero quiero contar cada segundo de la eternindad junto a ti, ¿si?
— Una eternidad es mucho tiempo — se rie. Un tenue sonrojo cubre su rostro.
— Pero jamas el tiempo suficiente. — se rie tambien. Besandolo una vez mas, y otra vez y luego uno extra. Hasta que todo su rostro se llena de ellos y Harry solo siente cosquillas. — A todo esto, ¿qué es lo que queria Elio?
— Oh, ir a una fiesta de cumpleaños de pijamas. — Louis frunce su ceño, confundido sin terminar de entender cual fue el problema. —
En casa de Jhony...
Oh. Ya entiende.
— Si. — No deben de hablar para entenderse. — Ademas, he querido ver si puedo mandar a alguien más pero hay un congreso... uhm de ¿maquillistas profesionales y grandes cadenas y todo eso? Me invitaron a dar una conferencia sobre mis productos y-
— ¡Harry, eso es increible amor! ¡Felicidades! Es como... una gran cosa. En serio. Wow-
— Si, lo se. Estoy algo abrumado porque es toda una semana y es lejos. Tendria que viajar a Italia y nunca he dejado a Eli, es justo la fecha de su fiesta. Y esto es algo grande, ¿sabes? Es su primer fiesta. Es.. bueno, importante. Solo, no se que hacer.
Louis lo suelta antes de que la idea se complete en su mente.
— Dejalo conmigo, amor. Tu mereces esto, mereces ser tu quien lo presente, porque joder, bebe, lo has ganado. Se que dejar a Eli puede ser dificil pero no estas solo, amor. Puedo... Puedo hacerme cargo.
— ¿Estas seguro? Es toda una semana y cuidar a un niño solo es mucho trabajo.
— Soy su papá... yo, lo hare bien. Lo prometo. Confia en mi en esto ¿si? Por favor Hazz, dejame demostrarte- demostrarles que tan en serio voy con ustedes ¿si? Lo hare bien.
— Eres su papá. — Harry coincide. — Supongo que... ¿podremos sorprenderlo con la noticia mañana en el desayuno?
Louis sonrie con un brillo travieso cubriendo sus ojos. Sera un excelente desayuno. Y tendran una semana perfecta.
— Tenia tantas nauseas porque no sabia que hacer. Ni quiera termine mi comida hace rato. Siempre olvido lo pequeños que parecen los problemas cuando estoy a tu lado.
— ¿Quieres escabullirte por unas galletas a media noche?
— Oh, definitivamente tengo antojo de galletas.
Con un tipo de complicidad que solo se puede construir mediante la experiencia, ellos se rien y bajan a su propia cocina de puntillas y a escondidas, se rien bajito mientras danzan con galletas en la boca y besos que saben a azucar.
Louis puede hacer esto.
El va a hacer esto.
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