🍰 | 𝗰𝗵𝗼𝗰𝗼𝗹𝗮𝘁𝗲 𝗰𝗮𝗸𝗲 |
T.W. ! ⚠️ [ Mención y descripción de menstruación ] [ Elio tiene un ataque de pánico. Hostigamiento escolar por parte de un docente ]
Quienes me leen, saben que soy muy especial con las etiquetas y con cuidar la salud mental de las personitas que me leen. La primera advertencia viene solo como aviso, si bien no es explícito, al tratarse de un mpreg puede ser incómodo de leer, sobre todo porque no son temas que se mencionen mucho. La segunda etiqueta es bastante explicativa, habrá una escena donde un maestro molesta (no física, ni sexualmente) a E, pero no se preocupen, L sale al rescate y de todas maneras no es ni una escena larga ni muy descriptiva <3
Cuidense al leer. Mantengan sus sentimientos seguros.
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Louis nunca se sintió tan acorralado por un niño antes. Pero dado que se trata de su niño, supone, está bien.
El mira a Harry en busca de algo de ayuda, tiene una década más de experiencia y Louis está un poco rezagado en el manejo de las preguntas curiosas de Elio. Pero Harry solo se ríe, se esconde en el cuello de Louis corriendo un poco más las manchas de labial en él y Elio solo los mira confundido.
Oh, dios. El tiene que ser mejor que esto. Siempre odio cuando los adultos parecían ser parte de un mundo que él no comprendía, con sus miradas condescendientes y chistes internos, debe ser mejor.
— ¿Qué es divertido?
— Nada, sol, no es divertido. Son risas nerviosas. — Louis le explica, puede sentir a Harry tomar fuerte entre sus manos su camisa solo para intentar contenerse. — Escucha, mamá y yo creímos que dormirías un poco más, perdimos la noción de tiempo y cuando bajaste nos estábamos besando. Estamos un poco avergonzados así que... es eso.
— Oh. — Elio dice, tomando una pausa. — ¿Pero besarse es normal? Es decir, se que se dan besos: eso hacen los papás.
Esto es la razón por la que Louis adora tanto a los niños, los adultos tienen la tendencia a olvidar lo inteligentes son, lo mucho que notan a su alrededor.
— ¿Por eso esta tu cara así?
Louis tartamudea un poco al responder, porque bueno, no es el tipo de conversación para la que estaba preparado. — Pues... es decir, si. Tengo un poco del labial de mamà en el rostro.
— Esos son muchos besos.— Elio suelta una risita que le recuerda mucho a Harry. Louis asiente, son muchos besos en realidad y su rostro se siente caliente ahí donde los labios de Harry están marcados, como en todos lados. Sonríe tontamente y se siente ebrio. Que hombre tan afortunado es, con sus dos personas favoritas acurrucandose en él. — ¿Mami?
— ¿Si, sol? — Harry finalmente se revela, la periferia de sus labios completamente manchada pese a sus intentos de corregirlo. Casi se disimula con lo rosa que su rostro luce.
— Tengo una pregunta, pero no sé si es una pregunta tonta. — Harry inmediatamente acaricia el cabello de Elio, en un intento de consuelo.
— Eli, no hay tal cosa como preguntas tontas. Puedes preguntarme lo que sea, amor, y buscaremos las respuestas juntos.
Pese al tono dulce de Harry y la atenta mirada de ambos de sus padres, Elio se encoge un poco más en la suavidad de su cobija de cocodrilos.
— Si te gusta besar tanto a Louis ahora, ¿eso significa menos besos para mí? — Todo el pecho de Louis se encoge al escuchar su pregunta, quiere abrazarlo fuerte y llenarlo en un ataque de besos solo para asegurarle que el amor de ninguno de ellos está condicionado.
— Oh, dios, no corazón, no. Escucha hay diferentes muestras de cariño, algunas de esas demostraciones son solo para una relación de pareja... como uhm, ¿los besos que Louis y yo nos damos? Se trata de un cariño completamente diferente. — Harry le explica.
— ¿Y entonces son bodegas de amor separadas? — H asiente, elevando las cejas en un gesto sumamente maternal. Como si fuese parte de un juego entre ellos. — ¿Entonces aún hay cariños, abrazos y besos para mi?
— ¡Montones de ellos! Como el universo, sol, mi amor por ti, por ustedes, solo está en constante expansión... aunque, probablemente no besos ahora, tenemos que lavarnos antes. ¿Un abrazo servirá?
Harry abre sus brazos y Elio no tarda dos segundos en lanzarse a él. Se lanza tan fuerte que es Louis quien recibe todo el impacto cargando con el peso de ambos y no podría sentir más regocijo al hacerlo. Adora lo que es ver a Harry semirecostado con su hijo buscando consuelo.
Solo, dios, Louis ama tanto poder ser parte de esto.
— ¿Y... sobre mi tarea?
Mierda. Cierto. Si.
Tarea de salud.
Salud reproductiva. Lo olvidó por un momento.
Él puede hacer esto. Él es un profesional de la salud. Salud mental, si. Pero la sexualidad es integral y, si, definitivamente puede hacer esto. Es hijo de una partera, él creció con esto. ¿Qué le dijo su madre? Oh, dios. No puede recordar más allá de la tira de condones que le dio y, joder- no puede hacer eso.
— ¿Uhm... es para mañana, amor? ¿Tienes más tarea? — Su voz se corta al preguntar.
— Bueno, no tengo salud hasta el miércoles. Pero me quedaron pendientes unos ejercicios de matemáticas para mañana.
Asombroso. Matemáticas será. El tomara lo que sea.
— ¿Te parece si empezamos por eso?
Elio hace una mueca. No le gustan las matemáticas más de lo que le gustan a Louis.
— A veces es mejor empezar por lo más difícil, así terminas con lo que te angustia antes. — propone. — ¿Lo haremos juntos, si?
Elio asiente, levantándose por segunda vez para ir por otro cuaderno, su cobija de cocodrilos animados arrastrándose tras de él. Y sin darse cuenta, exhala fuerte, sintiendo a Harry abrazarlo hasta que regresa a su lugar.
— Eso fue bueno. Gracias por explicarle.
Su pecho se infla con orgullo al tener reconocimiento de Harry sobre Elio. El fue bueno. No hay nada que quiera más que eso: ser bueno para ellos.
Serlo más cada día, todos los días.
— Aunque, probablemente, no más besos en áreas comunes cuando Elio este en casa. — se ríe, esta vez en lugar de usar sus manos para esconder su rostro, lo hace enterrándose en el pecho de Louis.
— Esa es una buena regla. — coincide, comenzando a hacer círculos en la espalda de Harry.
Y esto, nada más que el contacto inocente con su novio, las caricias y las mantas alrededor de ellos es igual de bueno que todo lo demás. Elio pronto regresó con ellos, abren su cena mientras Louis tiene dolor de cabeza por resolver algunos ejercicios pero su domingo perezoso se siente como algo que ya está anhelando repetir.
Harry deja el canal de deportes, porque a Elio le gusta tanto como a Louis.
・。。・゜🥞 ゜・。。・
— Joder. — Harry exclama en cuanto se mira al espejo en el tocador de su habitaciòn. Apenas se han quedado solos tras arropar a Elio y arrullarlo hasta su sueño. Pero Louis lo sostiene fuerte, clavando sus dedos en la cadera de su novio, admirando como se ve su reflejo. — Somos un desastre.
Lo son en realidad, con el cabello revuelto pese a sus intentos de disimularlo, el labial corrido con labios tan hinchados que el tiempo separados no fue suficiente para hacerlo ceder. Algo parece encenderse dentro de Louis al verlos asi, notar como Harry parece tan suyo.
Casi en automático, de manera que su cuerpo sigue una voluntad mucho más profunda que su estado de conciencia, Louis busca mantenerse unido a Harry: clava sus dedos más fuerte, y mueve un poco el cuello de su camisa para descubrir la blanca piel. Sonríe en su reflejo, buscando mirar a Harry de forma fija. Lo siente tensarse, sus poros abrirse con la cercanía y los nervios latentes bajo él al seguir los movimientos de Louis.
Entonces lo besa, esta vez un poco diferente, esta vez buscando dejar un tipo diferente de marca, una que el agua no pueda borrar.
Es maravilloso no solo sentir como Harry se derrite bajo él, sino también verlo en el espejo. Cada uno de sus lindos gestos y cómo sus labios rojos se abren en un suspiro.
— ¿Está esto bien? — pregunta apenas separa un poco sus labios. Harry aprieta los ojos, sus manos desesperadas buscando aferrarse a algo- a Louis. Incluso tiembla un poco al responder en un tartamudeo.
— Mhmm — murmura. — Me gusta como se siente. Tus labios contra mi piel.
— Bien. Porque si somos un desastre al menos podemos serlo bien. — se ríe, y aunque no busca llegar a más que un par de besos disfruta cada segundo de su interacción, de como lento y seguro, comodo para ambos, construyen un atisbo de tensión. — Así que creo, querida, es mi turno de llenarte de besos.
A Louis realmente le gusta; no tiene prisa ni es el objetivo que esté en su mente. Pero llevar a Harry en un dulce camino para construir un espacio seguro para ambos, para existir y conocerse.
Así que disfruta cada momento como si de una secuencia en cámara lenta se tratase. La manera en la que sus labios marcan la piel de su novio, como se siente pasar su lengua para succionar, y el ligero sabor salado que acompaña su dermis. Deja un camino de marcas de amor en su mentón y en su cuello. Pero esa noche se siente valiente, y sus manos actúan en un delicado gesto de descubrir su escote; solo para seguir ese rastro de besos al lugar que debe ser su favorito. Muerde un poco en el extremo superior de su pectoral izquierdo, justo donde la piel comienza a redondearse y volverse suave.
Se toma su tiempo en esa parte, amando la manera en la que el cuerpo de su novio se vuelve un poco más laxo ante su toque. Harry simplemente produce el sonido más dulce con su boca. Louis quiere más de eso, más, más y más.
— Deberíamos‐ — su voz suena rota, temblorosa. — ...ir a bañarnos. — Louis asiente pero no se separa, sin estar listo para romper su pequeña burbuja. Es solo cuando ha marcado todo su camino de regreso que habla de nuevo.
— Iré a preparar el agua para ti. — Un último beso sobre los labios, y finalmente rompen la ensoñación en la que estaban envueltos. Es minutos más tarde, estando en la ducha, que Louis comienza a sentir un poco de pánico, temor ferviente de haber tal vez cruzado una línea un poco demasiado lejos.
Pues si bien siguen igual de melosos que siempre, todo está bien cuando Louis lava su cabello pero apenas toca su piel algo se siente diferente. No lo nota, no es que Harry huya de su tacto ni que se tense al pasar la esponja sobre su piel. Es solo algo.
Y Louis bien podría pecar de inseguro y que todo esto se trate de su ansiedad creciendo, es solo que está bastante orgulloso de estar aprendiendo a interpretar todas esas pequeñas señales no verbales. Conoce a Harry, y por tanto, sabe que algo sucede.
Es silencioso mientras busca qué palabras decir sin nada más que el sonido del agua cayendo, tal vez debería disculparse por besar su escote. Tal vez fueron demasiadas marcas.
Louis talla un poco más fuerte, o en realidad no lo sabe, pero Harry ha dejado salir un pequeño quejido mientras lo enjabona. — Lo siento cariño — dice bajito, aun con algo de miedo. — ¿Te lastimé de alguna manera?
Lo que sea, por favor, dímelo.
— No. — Harry acaricia el rostro mojado de Louis, e incluso lava su cabello en el reciente y aún frágil hábito que han empezado a construir. — Tengo un poco de frío, es todo. Deberíamos darnos prisa, ya quiero acurrucarme.
— Claro cariño. — Responde, pero Louis sabe que hay algo no dicho. En su lugar ajusta la temperatura del agua para Harry, y se acerca más a él para irradiar su calor. Aún con ello Harry parece incómodo, apresurado sus pasos en la ducha.
Louis no lo entiende hasta que algo caliente roza su pie. Sabe que no ha sido él, pero no quiere mirar y avergonzar a Harry. — ¡Mierda, mierda, lo siento! Oh‐dios... yo– se suponía que aún tenía un par de días, pero... joder, me estaba doliendo y yo–
Harry cubre su rostro con ambas manos, ahogando el sollozo con ellas.
Louis, aun sin reaccionar e intentando comprender qué sucede, permanece impasible. Por un segundo mira hacia abajo y encuentra el agua pintada de rojo.
Oh, gracias a Dios. Piensa. Solo es eso, H no está enojado con él.
— Hey — llama su atención, intentando descubrir su rostro. — Está bien. Nada de qué avergonzarse. Estamos desnudos y muy cerca. Ahora puedo salir de la ducha y acercar tus cosas; o puedo quedarme aquí contigo y darte un masaje hasta que el dolor ceda un poco.
— ¿Harías eso? — pregunta con un mohín en sus labios y lágrimas que se disfrazan con la lluvia artificial. — ¿De verdad?
— Lo voy a hacer, ¿está bien? — asegura y Harry asiente. — Lo he dicho, bebé, mi amor no es frágil.
Dicho y hecho, Louis se encarga de masajear la espalda lumbar y los muslos de Harry hasta que esa oleada de dolor pasa, sosteniendo todo su peso cuando parece demasiado agotado para hacerlo por sí mismo. Después acerca su pijama favorita y el resto de productos de higiene menstrual que necesita, porque vamos Louis es el mayor de cuatro hermanas, no está asustado de estas cosas.
Y mientras Harry se viste, él baja por su té de frambuesa y vuelve a calentar su cojín para cólicos. Solo para volver hasta él y aplicar un segundo masaje con una crema antiinflamatoria hasta que lleva a Harry hasta su sueño. Louis descubre también, que el primer día de su periodo Harry parece completamente drenado de energía. Porque, bueno, ellos se quedan dormidos. Su mañana se vuelve un caos en su carrera contra reloj cuando despiertan siete alarmas después.
— ¡No va a alcanzar el autobús! — es lo primero que Harry grita al despertar, asustado, sacudiendo las sábanas y con la mano en el pecho. Pero al levantarse su pantalón de pijama se encuentra manchado y él está incómodo. — Mierda, mierda.
— ¡Hey, hey! ¡Está bien! ¡Que no cunda el pánico! — dice Louis, aunque el mismo se encuentra bastante lleno de pánico. No está seguro de que haya despertado, pero quita las sábanas sucias y presiona sus ojos con vista aún borrosa para intentar ordenar sus ideas. — Tu ve a cambiarte hasta que estés cómodo, yo iré a despertar a Elio ¿si? No hay porque apurarlo. Prepara su lonche, desayunamos en el auto y lo llevaré a la escuela.
— Llegaras tarde al hospital, ni siquiera te has vestido.
— Son pijamas quirúrgicas. — él dice, corre hasta el closet dando saltos cuando se saca el pantalón y su camisa se atora en su codo cuando intenta sacarla. Toma un conjunto color negro y se desliza tan rápido como puede en ella. — ¿Lo ves?
Camina hacia Harry para dejar un beso en su frente, acaricia su cabello intentando peinar los rizos rebeldes y le sonríe para intentar tranquilizarlo. — Puedes bañarte, bebé. Iré a despertar a nuestro niño.
Harry sonríe, tal vez un poco más enamorado que antes.
Louis se posiciona como su héroe de armadura dorada. Lleva el uniforme de Elio, calentito por haberlo planchado justo como le gusta; y si bien no es Harry y no puede dar esos increíbles abrazos de mamá al despertar, si acaricia con cuidado el cuero cabelludo de Elio hasta despertarlo con delicadeza.
— Hey cariño, hoy nos quedamos dormidos. Es un poco tarde. — le explica, juega con sus rizos para hacerlo reír y volver su transición un proceso más suave. — ¿Estás listo para despertar, campeón?
Elio sonríe, aun adormilado, de forma muy perezosa se desliza hasta Louis y lo abraza fuerte. — Buenos días, papá. Me apuro para salir rápido, ¿si?
— Ese es mi niño. — Truena un beso en su frente. — Y puedes dejar tu cama sin tender hoy. — Guiña un ojo haciendo a Elio reír.
Harry ni siquiera se siente con la fuerza suficiente para vestirse. Solo toma su bata de baño y se envuelve en ella para correr a preparar y empacar el lonche de Louis y Elio. También prepara licuados y barritas nutritivas caseras para que las coman en el camino.
— ¿Lo ves? En perfecto tiempo. — Louis corre a la cocina, acomodando su cabello al mismo tiempo que muerde una de las tostadas con huevo que Harry acaba de servir. ¡Caliente, demasiado caliente! — La señora coco ya desayuno. — dice con la boca abierta y llena de comida, pero joder esta quemando su lengua.
Elio llega corriendo, en un peinado perfecto que sabe es obra de Louis, es rápido para guardar su tarea en su mochila y enseguida toma una segunda tostada con huevo. Harry intenta advertirle, pero de nada sirve porque entonces grita con la boca abierta. — ¡Está caliente! — sopla aire con ambas manos.
Harry los observa, replicando la misma ridícula y sumamente tierna imagen. Su estómago hace cosquillas al encontrarles tan parecidos ambos con sus lindas boquitas quemándose por ser un par de individuos desesperados. Harry se ríe mientras sirve dos vasos con leche fría.
— Gracias cariño. — Louis besa brevemente sus labios. Toma su almuerzo empacado, las llaves y la mochila de Elio para caminar hacia la puerta. El rizado más pequeño no tarda en imitarlo, toma su lonchera y se pone de puntillas para besar la mejilla de su madre.
— ¡Gracias mami! ¡Que tengas un bonito día!
Louis lo mira, lanza un beso hacia su chico antes de tomar el hombro de Elio y guiarlo hasta el auto. Ellos llegan a tiempo.
・。。・゜🥞 ゜・。。・
Elio se siente feliz.
Mamá siempre ha sido buena para manejar las crisis, llevar una mañana tranquila aún cuando es tarde. Él está tan feliz de que papá sea igual de bueno, que quizás además de tranquila su mañana es divertida. Porque pueden cantar canciones en el auto, y aunque sabe que no le gusta a mamá, hacer competencias para ver quien eructa más fuerte.
Se siente como la combinación perfecta.
Él está tan feliz. No puede esperar a contarle a Hannah que Louis finalmente es su papá. Que papá lo ha llevado a la escuela y que papá, incluso, se toma el tiempo de llevarlo hasta la puerta.
— Ten un buen día, amor. — Louis sacude su cabello.
— ¡Hasta la casa, papá! — Un enorme abrazo de oso y entra a la escuela sintiendo la sonrisa de Louis cuidándolo detrás.
Elio estaba feliz. Estuvo feliz durante la primera mitad del dia, y en el almuerzo pese a que Jhony hizo, de nuevo, un par de comentarios no tan agradables. Elio no entiende porque lo hace, mama dice que si no tienes nada amable por decir entonces es mejor no decir nada. De cualquier manera Jhony no fue el problema, Elio puede con Jhony.
Pero recuperar los últimos minutos de su vida se siente como una actividad imposible, porque tiene cosquillas que duelen en cada extremidad y respirar es como fuego en sus pulmones.
Estar encerrado en el cubículo del baño no es suficiente. Tiene miedo de cada ruido y de las personas que entran, tiene miedo de que lo vean y se rían. No quiere ser visto. Pero sus propios ojos se sienten nublados y cada tramo de sus manos tiembla. ¿El va a morir? Se siente como si fuera a morir. No quiere morir.
Un sonido más fuerte y el pega un brinco. Demasiado asustado para encontrar la fuente, deseando apagarlo antes de que alguien note que esta ahí. Pero es su celular y es una llamada de Louis. Sus manos tiemblan, no sabe cómo contesta.
Sus manos tiemblan.
— Hola amor, se que no debería de llamarte estando en hora de clase, pero mis mensajes no te entraron y solo tenia un mal presentimiento...Así que solo quiero saber si estas bien, y además estaba pensando en hacer de comer hoy para dejar a mamá descansar un poco, ¿que opinas de pasta, mi ayudante de cocina favorito?
— ¿Papi....? — Elio no sabe cómo siquiera es capaz de pronunciar palabra alguna, no cuando su mente no tiene orden; no puede moverse, no puede funcionar.
— ¿Elio, amor?- ¿Qué sucede?
Es como una parálisis donde solo sientes el veneno circular
— Papi- yo... papi — No puede respirar. El veneno llega a su corazón.
— Está bien, amor. Estoy aquí, ahora mismo salgo del hospital y voy a llegar a tu escuela en unos pocos minutos. ¿Estás en un lugar seguro?
— Yo.. en el baño. Estoy en el baño.
— De acuerdo, puedes quedarte ahí hasta que llegue por ti. Está bien amor, estás bien amor. ¿Puedes respirar conmigo? Vamos a inhalar y contar hasta diez. ¿Si? Como si olieras una flor. Uno, dos, tres. — silencio mientras los segundos pasan, el aire quema dentro de su caja torácica. — Y ahora exhalamos fuerte, saca todo el aire que tengas como si intentaras soplar una vela de cumpleaños. Excelente, amor. De nuevo.
Y Louis se queda ahí, haciendo ejercicios de respiración con Elio para anclar la realidad. Elio puede escucharlo encender el auto a través del teléfono, y puede escuchar todos los ruidos de la autopista. Ni siquiera se percata de cuánto tiempo transcurre, no hasta que escucha a Louis hablar (discutir) con alguien y despues, pasos fuertes hasta que tocan en el cubículo donde Elio está escondido.
— Elio... soy yo, cariño. Papà está aquí, vamos a casa. Estás a salvo.
Elio abre la puerta del cubículo, y en realidad, no sabe si se lanza o si es Louis quien lo toma. Pero lo abraza fuerte y la presión alrededor de él se siente tan bien. Louis huele un poco a hospital, pero está bien porque Louis siempre huele de esa manera y es reconfortante, conocido. Elio no se da cuenta del cómo estaba llorando hasta que Louis limpia todas sus lágrimas.
— Vamos por tus cosas, ¿si?
No le pregunta qué sucede. En ese momento, Elio hablará cuando se sienta seguro y ahora mismo, esa es la única prioridad de Louis: tener a Elio seguro. Su niño se arrulla en el camino a casa, y Louis lo deja tomar la siesta mientras compra un pastel de chocolate porque sabe que es el sabor favorito de sus chicos, además Harry le ha escrito todo el día sobre cuánto anhela el sabor del chocolate.
No hay nada mejor que pastel de chocolate para consolar el alma. Louis lo sabe.
E incluso cuando llegan a casa, Harry está dormido dopado con algunas dosis de analgesicos para los colicos. Por lo que Louis prepara pasta y algunas verduras al vapor, nada muy glamoroso como lo suele hacer Harry, pero funcionara. Y en cuanto termina arrulla a Elio en su siesta hasta que está listo para despertar y hablar.
— ¿Cómo te sientes, mi vida?
— ¿Louis? — él talla su ojito al despertar, intentando recapitular los eventos antes de su siesta. — ¡La escuela, mi tarea!
— No te preocupes, deja una nota en tu escuela. Mañana mandaran todos tus deberes, hoy puedes descansar. Está bien descansar si necesitas hacerlo Elio. — Él asiente, antes de volver a acurrucarse en Louis. — ¿Quieres decirme que paso?
— No se que pasó conmigo. Lo siento... no quise molestarte, se que tienes mucho trabajo últimamente y yo - — el llora un poquito más. — No quería molestarte, lo siento mucho.
Louis acaricia su espalda, acostados en el sofá. — Elio tú nunca vas a ser una molestia. Tu y mamá son mi única prioridad, ¿está bien? Son todo lo que importa.
— Yo... no creo que le agrade a mi maestro de sociales. — dice tras unos minutos de llorar en el pecho de Louis.
— De acuerdo, ¿porque dices eso?
— Hace unas semanas él hizo un comentario que no me gustó. Todos se rieron, pero no me pareció divertido. No debería ser divertido decir esas cosas sobre uhm, personas lgbt. Así que le dije a la Señorita Marina, porque se supone que eso debemos hacer ¿no? Si un adulto es malo entonces debes reportarlo. Así que lo hice y eso no le gusto. No se como supo que fui yo pero ahora, en cada clase, nos hace un examen y le dice a todos que es mi culpa. Que me den gracias a mi, por lo que he hecho. No grita pero tiene algo que hace que me de mucho miedo y esta vez olvide estudiar para la sesión, y cuando entregue mi hoja me miro tan feo y yo supe que la siguiente clase sería peor y yo, tenía mucho miedo asi que sonó la campana y fui a esconderme. — Cuenta con lágrimas en sus pestañas. Louis escucha con atención cada palabra, sintiendo como su sangre hierve mientras avanza su historia.
— Si cualquier persona es mala contigo, especialmente un adulto, debes reportarlo. Hiciste bien en hacerlo, no importa lo que los demás digan. Se requiere mucha valentía para hacerlo, para hablar y estoy muy orgulloso de ti, amor. Lo que ese maestro te hace, no está bien, la violencia tiene muchas formas y es normal que un hombre así te asuste. Mañana mamá y yo iremos con la señorita Marina para poder hacer un cambio de clase. No estás solo, mi amor.
— ¿Papà?
— ¿Si?
— Gracias.
— ¿Papà?
— ¿Si?
— Te quiero.
Louis sonríe, su corazón implosionando de amor. — Yo también te quiero, muchisimo, Eli.
Más tarde, cuando Harry despierta, está un poco confundido por tener a todos en casa tan temprano. Con cena en la mesa y pastel para el postre, aun cuando no es cumpleaños de nadie.
— ¿Qué sucedió? — pregunta en un susurro, sin querer que Elio escuche su conversación.
— Elio tuvo un ataque de pánico, fui por él a la escuela. ¿Pero está bien si hablamos en un rato? Apenas logró ponerse tranquilo.
— ¿Qué? ¿Está bien? ¿Por qué no me despertaste?
— El está bien ahora, solo necesitaba estar en casa y tú necesitabas descansar. — Louis le explica, pasa sus manos por la bata rosa de Harry para intentar calmarlo del golpe que la información le genera.
— ¿Pero está bien?
— Eli está bien. Lo prometo, bebe. ¿Está bien que me hiciera cargo? Creí que sacarlo de la escuela era lo más sensato. Estar en un lugar seguro.
— No, si... Está bien. — Harry aún parece confundido. Tal vez es el cansancio, o el medicamento, o que acaba de despertar. Pero mira a Elio y luego mira a Louis y sus facciones se relajan. — Está perfecto, gracias por estar ahí para el.
— Es mi hijo. — Louis afirma como única explicación. Siente cosquillas cada vez que lo dice.
— Lo es. Gracias. — Ambos se abrazan por lo que se siente una eternidad, pero es excelente la manera en la que su dinámica familiar se adapta, incluso en situaciones de crisis. Como son el complemento perfecto del otro para hacerle frente a lo que sucede.
Y por lo menos, la comida es lo suficientemente tranquila para lograr asentar las emociones de Elio hasta que su bella sonrisa aparece de nuevo en su rostro. Todo gracias a sus padres.
— Mami — llama en algún momento, ha terminado con toda su comida pero juega con el tenedor mientras Harry sirve un trozo de pastel para cada uno y Louis saca algunos vasos de leche, leche de avena para Harry. — ¿Puedo hacerte una pregunta?
— Adelante, cariño.
— ¿Voy a tener un hermanito? — suelta de repente. Louis derrama la leche de su vaso y el pedazo de pastel se desbarata en el cuchillo que Harry usa para cortar. Siente su garganta seca.
— ¿Por qué crees eso, amor? — Es Harry quien pregunta.
— Porque Louis está aquí ahora, y todo mundo dice que necesitas una mamá y un papá para tener un bebe. Aunque, no estoy seguro de cómo funciona porque yo estaba aquí antes de Louis.
— Oh. — Harry intenta buscar qué palabras decir, cómo decirlas.
—¡Hice un power point! — Louis exclama de repente. Demasiado nervioso y con un tono algo incómodo. — Es decir, se que es parte de tu tarea y es natural que tengas dudas respecto a ello así que Liam ¿recuerdan a Liam? ¿Mi amigo médico? Liam me ayudó a hacer una presentación para tu tarea. ¿Puedo? — Habla demasiado rápido, mareando a ambos Styles, pero Harry confía en Louis para hacer esto. Se preparó para hacerlo.
Asi que todos migran a la sala donde Louis conecta su presentacion, y joder- el tiene imagenes medicas. Como fotos reales de los órganos y las células, y diagramas sacados de algún artículo médico.
— Todo en nuestro cuerpo es un acumulo de células, y las células tienen la capacidad de replicarse. ¿Como cuando te caes y sale piel de nuevo donde antes había costra? Nuestro cuerpo puede hacer eso. Pero los cuerpos de las mamis son mucho más inteligentes y tienen la capacidad de hacer eso pero a un nivel más grande, pueden juntar muchas células y cuidarlas muy bien, dandole un medio óptimo de desarrollo, hasta que esas células se dividen y se dividen y se vuelven a dividir tantas veces que forman un bebe. ¿Si? — Elio asiente. El ya tuvo su clase de biología donde enseñaron la célula vegetal y la célula animal. — Ahora para poder hacer un bebe se necesitan, primero, dos células especiales. —Cambio de diapositiva. —Este es un óvulo, que sale del ovario que es parte de los órganos que las mamás tienen para poder hacer un bebe. — cambio de diapositiva. —Y este es un espermatozoide, que sale de los testículos. El óvulo y el espermatozoide son diferentes a todas las células del cuerpo, porque cuando se juntan combinan la información genética , que es eso que nos hace ser quienes somos como tener el cabello rizado o tener los ojos azules: todo eso está en tus genes. Y se combinan para tomar características de papá y mamá y así hacer una persona nueva. Esas células nuevas se implantan en el útero de mama, y ese órgano se va a encargar de cuidar por nueve meses a esa nueva persona hasta que esté listo para salir. Mamá hace todo desde cero, ¿es impresionante, no lo crees?
Elio entiende bastante bien, y hace un par de preguntas para terminar de comprender la anatomía pero Louis le muestra unos esquemas que esclarecen todas las dudas. Harry incluso aprovecha las diapositivas de Louis para explicarle sobre la menstruación y porque algunas veces mamá se encuentra más cansada de lo usual. Que es natural y que puede que algunas de sus compañeras empiezan a pasar por ello y eso no significa que sea algo que deba ser señalado.
— Pero... ¿Aún no entiendo como es como el espermatozoide llega al óvulo? Es decir, ¿cómo lo metes, si las células son tan pequeñitas?
— Oh... — Louis se toma una pausa. En realidad no sabe muy bien cómo abordar ese tema. Afortunadamente Harry tiene una mejor idea.
— ¿Recuerdas como hablamos ayer de bodegas de amor diferentes, con muestras de cariño diferentes? Algunas veces, los adultos en una relacion de pareja, hacen algo juntos que se llama sexo.
— O coito, según los libros.
— ¿Recuerdas también el semáforo de nuestro cuerpo? Las partes rojas, que solo tú puedes tocar; cuando eres adulto a veces puedes decidir compartir esas partes con otro adulto. Los papás necesitan hacer eso para poder juntar sus células.
— También necesitas recordar muy bien el semáforo. El sexo solo puede ocurrir entre dos adultos, que ambos quieren, que no estan bajo la influencia de nada que altere su pensamiento. Es lo que llamamos consentimiento, ¿lo mismo que los besos o las cosquillas? Nadie puede tocarte si no lo quieres.
— Okay, entiendo.
— ¿Tienes alguna otra duda?
— No, esas fueron todas las preguntas de mi tarea. Dicen que después vamos a hablar de métodos anticonceptivos pero creo que es todo por ahora. Gracias a Liam por sus imágenes, y muchas gracias a los dos por ayudarme con mi tarea. Yo sabía que no podía ser una cigüeña, nunca he visto una cigüeña en la ciudad. Pero entonces ¿no hay hermanito?
— No, Eli. — responde un poco divertido Louis.
Ahora, esta es la razón por la Louis ama a los niños. Especialmente a su niño. De nuevo, son sumamente inteligentes porque aunque Elio comprende que no es parte de las células de Louis sabe que la familia es más que solo sangre y entonces nada de eso impide que Louis sea su papa. Solo necesitas ser claro con ellos, escucharlos y responder sus preguntas.
— No aún, de cualquier manera. — Harry se ríe, y si nota la mirada completamente devora que Louis le dirige, un ¿en serio? plasmado en sus pupilas dilatadas, una posibilidad que guarda un anhelo que no se había permitido explorar; entonces Harry finge que no lo ve. — Ahora, anda, la señora coco te está esperando para su paseo.
———————————————
nota. bueno, el semestre me metio una madriza pero hemos vuelto, ¡muchas cosas pasaron este capitulo! ¿cual fue su parte favorita?
muchas gracias por esperar y seguir aqui, les quiero montones. nos leemos pronto <3
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