Elio y Hannah sienten la barriga fría, resultado de haberse recostado en el pasto del patio trasero del rizado y el sereno que trajo la noche. Pero están demasiado cómodos y enfocados en las estrellas para moverse. Divertidos pasan página tras página intentando encontrar las constelaciones del libro haciendo tiempo hasta que la lluvia de estrellas aparezca.

Además, los smores que Harry les preparo ayudan a mantenerlos cálidos por dentro. Se ríen del otro con los rastros de bombón derretido que se escurre en sus barbillas creando un desastre pegajoso que deben limpiar antes de volver a su libro. Pero es asombroso, porque es dentro de esa casa que aún pueden permitirse ser niños.

Afuera todo mundo está tan apresurado por crecer, demandando demasiados cambios demasiado rápido. Y aunque ahora es unos cuantos centímetros más alto que Hannah, no se siente diferente de ninguna manera. Quiere seguir jugando y admirando las estrellas tanto tiempo como pueda, fingir que son exploradores expertos y acampan para pasar la noche, lejos de todos los ojos que funcionan como jueces.

Ahí en su jardín pueden permitirse soñar e imaginar, reírse cuando hacen muecas y bigotes falsos con el bombón y competir por cuantas galletas pueden ingresar en sus bocas antes de que alguno se rinda.

—  ¿Crees que los deseos se cumplan? Si son tantas estrellas las que vienen — Hannah le pregunta.

— Yo espero que si. Alguna de todas ellas debe de escucharnos. ¿Sabes que vas a pedir? — Elio le pregunta. Los ojos de su amiga cambian un poco, pero su sonrisa no se borra.

— Lo sé, pero no creo que las estrellas puedan cumplirlo. A veces... — ella muerde su galleta. — a veces desearía que mi familia fuera como la tuya.

— Fuimos solo mamá y yo por un tiempo... — Intenta decir. Aunque no esta seguro de que pueda ayudar.

— Lo sé, pero aún así. Aun antes de Louis, tenías a tu mamá ¿sabes? Un padre completo es mejor que dos no están en absoluto. Es decir, se que mamá hace lo que puede, pero aún así... esta ahí pero ¿no lo esta? No lo se. Es como vivir con un fantasma. — Y Hannah le sonríe, como si fuera nada lo que acabará de decir. Elio la mira y sostiene su mano.

— Ya se cual será mi deseo. Pediré por una familia más grande, para que puedas ser parte de ella siempre.

Es tal vez parte de la magia que implica ser un niño y creer en los astros.
Imaginar que alguien o algo te salve.
Pero sirve como consuelo, y a veces, eso es suficiente. Tomarse de las manos y desear que pueda compartir el resto de su vida con su amiga.

・。。・゜🥞 ゜・。。・

Los días pasan y Louis siente cada vez más cerca el día de su graduación. Esta realmente ansioso.

Claro. Tiene mucho que ver el hecho de que esta más que listo para dejar atras la vida de estudiante, olvidarse de los examenes y practicas para poder ser un poco más autonomo y ejercer aquello que ha soñado por años.

Pero tambien es esa vocecilla interna que anhela sentirse suficiente. Para Harry y Elio.

Incluso si Harry insiste en que no debe impresionar a nadie; el quiere hacerlo y que su familia se sienta orgullosa de él. Completar esa transición a la vida adulta para poder cumplir con todo lo que quiere darles.

Asi que, con cansancio y todo, Louis se siente motivado.

Falta poco.

Es en ese monologo mental; que si bien siente sus hombros pesados y el cuello tenso tras una larga jornada en el hospital, todo eso pasa a segundo plano en el momento en que inserta su llave en la casa. se quita los zapatos añorando la paz que le dan sus chicos favoritos.

Es solo que al llegar a casa lo recibe una escena inusuaI.
— Eli, amor. Yo se que es importante para ti. Te escucho y lo entiendo-

— ¿Pero porque no, mamá?

— Sol, ya te dije que no puedo. — Harry intenta explicarle, algo que Louis nota debe ser una discusión que ya lleva muchas vueltas. Pese al hastío Harry no cambia su tono, no muestra muecas de disgusto y explica con la misma cantidad de paciencia a su niño.

El único gesto que Louis puede notar, es tal vez, la forma más rápida y descuidada con la que Harry parte las verduras. Desviando su enojo para no dirigirlo hacia su hijo.

— Es complicado y no me siento comodo con la idea de...

— Pero máaaa  — el alarga esa ultima letra, tirando su cuerpo en una pequeña rabieta.

— Eli, si me escucharas amor-

— ¿Pero porque no?

— Porque yo soy la mamá, y lo digo. — sentencia. No grita ni levanta su voz pero es lo suficientemente severo para que Elio se calle. Lágrimas mojando sus pestañas.

O tal vez, es que ahora hay sangre sobre la tabla de verduras que Harry usa para rebanar. — ¡Mierda!

— ¡Harry! — Louis grita a la par, corre hasta la cocina- pues había mantenido su distancia hasta ese momento. Solo para encontrar a Harry con el rostro rojo por el dolor y el índice en su boca.

Elio corre hacia su cuarto para esconderse.

— Cielo, ¿a que hora llegaste...?

— Voy llegando. Déjame ver, amor — Louis traga fuerte, realmente no le gusta la sangre. Le cuesta disimular su mueca de desagrado al ver la pequeña capa de piel que Harry rebano de su dedo. — Esta bien, bebe, no es profundo.

— Tengo el botiquín en la alacena. —  Louis asiente para estirarse y sacarlo. Le ayuda a lavarse con jabón y despues pone un desinfectante. Finalmente una pequeña gasa humedecida con el antiséptico fijada con vendaje en cinta.

— Ahi lo tienes. — Un besito sobre la venda. — ¿Que sucedio?

El rostro de Harry se contrae en un rictus. Como si no pudiera decidir que emoción demostrar.

— Creo que Elio acaba de hacer un berrinche. — Puede ver la confusión en su rostro, claramente abrumado. Esta ahí por un segundo hasta que cambia el gesto por una sonrisa. — ¿Quieres comer? Hice baguettes.

El da un asentimiento, besando brevemente sus labios. — Iré a probar suerte con Elio, ¿si?

— Si, gracias.

Cuando sube las escaleras encuentra la puerta de Elio cerrada con llave. Y al tocar no tiene respuesta.

— ¿Eli, amor? — silencio. — ¿Sabes? Lo que sea que estés sintiendo, es válido cariño. Pero podemos hablar de esto ¿si? — silencio. Louis piensa por unos segundos. — De acuerdo, tal vez no quieras hablar ahora, y esta bien. Pero eso no hace que mamá y yo estemos menos preocupados. ¿Que tal si das tres toquecitos a la puerta para "estoy bien pero necesito espacio" y dos para "necesito a alguien conmigo aqui"?

Tres toques en la puerta.

— Está bien. Si nos necesitas, estamos abajo, amor.

Al bajar Harry lo recibe con un gesto lleno de esperanza que odia decepcionar. Niega su cabeza y el semblante de su novio cae.

— Necesita algo de espacio.

— Está bien. Es solo que no es usual que discutamos así, ¿sabes? No se...

— ¿Quieres hablar, necesitas espacio o quieres una distracción?

— ¿Ahora mismo? Una distracción me vendría bien. Cuéntame tu día, ¿si?

— Una distracción será. — Ambos se sientan a comer. Y mientras Louis pone todos sus esfuerzos en hacer reír a Harry, juegan con sus pies debajo de la mesa.

Porque Louis esta dispuesto a ser cualquier cosa que Harry necesite.

Aun así, es una tarde silenciosa sin la alegría de Elio revoloteando alrededor de ellos. Al recoger la comida Harry prepara una porción más. — Debe tener hambre, ¿verdad? No puede no comer.

— Nadie merece irse a dormir con el estómago vacío — Louis coincide. Una caricia sobre la cintura de su chico a modo de consuelo.

Subir las escaleras es como caminar a través de agua. Harry se siente horrible y es que realmente no puede decir que paso. Pero es agradable saber que tiene a Louis detrás de él, listo para sostenerlo por si llegar a caer.

Incluso siente su voz temblar cuando toca a la puerta de su hijo.

— Eli. — llama con cariño. Estar enojado no implica que quiera hacerle daño. — ¿Quieres hablar?

No hay respuesta.

Mira a Louis es busca de auxilio, pero el solo lo alienta a continuar.

— Te traje la cena.

Un par de pasos arrastrados y después el cerrojo de la puerta. Cuando abre, se revela la imagen de un Elio despeinado cubierto por su cobija de cocodrilos como si se tratara de algún manto encima de su cabeza. Rostro rojo con nariz y párpados inflamados.

— Gracias mami. — El toma su plato, y vuelve a cerrar.

Un par de segundos, y después abre la puerta de nuevo. — Los quiero.

— Nosotros también — responden a coro.

Esta bien, si. Un paso a la vez.

————————————

nota. bueno, actualización super chiquita pero realmente quería hacer este cap de transición, espero no lo hayan encontrado muy aburrido.

tenía muchas ganas de escribir esto porque a mi solían castigarme quitándome la comida. así que esto es un curita al alma.

además, abre espacio a lo que sucederá después ;)

¡gracias por leer!