Una semana ya había pasado desde que sus padres habían llegado.

Felix y Chan se unieron un poquito más sentimentalmente.

La madre de Felix notaba cada vez más feliz a Felix, y no le desagradaba pero si le extrañaba.

Una tarde, los tres estaban en la sala, Felix en el sillón individual, y sus padres en el sillón grande.

Felix miraba entretenido la televisión.

Felix sintió como su celular vibraba en su bolsillo, pero no vibró una sola vez, si no varias.

Felix sacó su celular confundido, pero entendió al ver la pantalla.

Llamada entrante de Channie💕

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Felix se levantó de su lugar y se fue a la cocina para tener más privacidad.

Ganándose la mirada extrañada de su madre.

Una vez llegó a la cocina atendió la llamada.

—¿Hola?... —Dijo Felix en un tono de confusión.

—Hola Lixie, ¿Cómo estas, cariño?

—¡Muy bien! ¿Y tu? —Respondió alegremente.

—Bien. Lixie, Yo... Quería preguntarte algo.

—Claro. ¿Qué cosa? —Preguntó poniendo más atención.

—¿Quieres salir conmigo mañana?

Felix se emocionó por esa propuesta.

—¡Claro que quiero! —Dijo haciendo notar su emoción en sus palabras.

—¡Genial! Mañana paso por ti... ¿Te parece?

—Sipi —Dijo sonriendo, mientras asentía, aunque él no lo viera.

—Bien, era eso. Nos vemos cariño.

—¡Nos vemos! —Respondió felizmente.

La llamada ha finalizado

Al volver a la sala se sentó en el mismo sillón y siguió viendo la televisión.

—Felix —Hablo su madre llamando a su hijo— ¿Quién era?

—Uh... Nadie importante —Dijo tratando de sonar desinteresado.

"Claro... "Nadie importante" claro..." Pensó Felix.

Su madre lo miró asintiendo no muy convencida.