.𖥔 ݁ ˖ 𝟮𝟵 - semi-finals

───── chapter 29 ─────

SEMIFINALES

▬▬▬▬▬▬▬▬▬

▬▬▬▬▬▬▬▬▬









































LA TENSIÓN SE APODERÓ DEL AMBIENTE.
Era como si el aire se hubiese detenido por unos segundos mientras todos se miraban entre sí, conteniendo la respiración, esperando confirmar lo que parecía imposible.

—Mierda... —dijeron Kwon y Jud al unísono, con los ojos muy abiertos.

—¿Es en serio? —Tory se giró hacia Jud, incrédula.

—¡Sí! —exclamó Jud con una sonrisa radiante, incapaz de ocultar la emoción que le subía por el pecho como una ola imparable.

—¡Volvemos, volvemos! —gritó Kwon, eufórico. Sin pensarlo, rodeó a Jud con un fuerte abrazo. Ella se quedó algo rígida por la sorpresa.

—Perdón... —murmuró él, soltándola rápidamente al darse cuenta de lo que había hecho.

Jud simplemente asintió y, sin perder la compostura, se acomodó la chaqueta mientras disimulaba el incómodo momento. Su corazón latía con fuerza, pero no por el abrazo. Tal como le había dicho a Miguel momentos antes... al final, la oportunidad llegó.

Junto a Kwon y Tory, caminó con paso firme hacia su equipo. Kwon seguía celebrando con los demás, saltando y gritando con el entusiasmo de quien acaba de recibir una segunda vida. Jud y Tory, en cambio, se mantuvieron en silencio, tomando posiciones entre Kim Da-Eun y Kreese. Sus rostros eran serios, pero sus ojos brillaban.

—Esto debe ser una broma... —murmuró Silver con frialdad, cruzado de brazos.

—Malditas serpientes... —susurró Wolf entre dientes, sin apartar la vista del grupo de Kreese.

A unos metros de distancia, Axel los observaba. Sus ojos no se posaban en el equipo, sino solo en Jud. Ella sonreía, y verlo así, verla feliz, le provocaba un torbellino de emociones. Parte de él se sentía incómodo: sabía que tarde o temprano sus dojos se enfrentarían. Y no estaba seguro de cómo eso podría afectarlos. A ella. A él. A lo que fuera que aún quedara entre ambos.
Pero otra parte, más profunda y más honesta, estaba feliz. Feliz de tenerla cerca, aunque fuera como rival. Tal vez... solo tal vez... aún tenía una oportunidad de acercarse a ella otra vez.

—En una nota más positiva —continuó Gunther Braun, rompiendo el silencio con su acento firme— anunciaremos el sorteo para nuestras semifinales.

Sacó un sobre y comenzó a leer con solemnidad. Todos guardaron silencio.

—En el grupo de las chicas, la primera semifinal será entre María Álvarez y Zara Malik— ambas competidoras intercambiaron una mirada cargada de tensión, con la rivalidad marcando cada gesto.

<<Mierda, eso significa...>> pensó Jud, justo cuando Braun lo confirmó.

—Y en la segunda semifinal se enfrentarán Judith Silver y Samantha LaRusso.

Jud giró la cabeza de inmediato. Sam ya la estaba mirando. Sus miradas se encontraron como dos imanes inevitables. No había odio. Ya no. Pero sí había una mezcla difícil de ignorar: incomodidad, desconfianza... y una pizca de ironía, la que solo se da entre quienes ya se conocen demasiado.

—Otra vez... —murmuró Tory junto a ella—. Agradezco no estar en tu lugar.

—Ni me lo digas... —suspiró Jud, apartando la mirada con un dejo de resignación.

—En cuanto a los chicos —retomó Braun—, nuestra primera semifinal será entre Diego Aguilar y Kwon Jae-Sung.

Jud volteó de inmediato hacia Kwon, quien alzó la barbilla con una sonrisa egocéntrica. Ella frunció el ceño.

—No te emociones, idiota. La última vez perdimos por tu culpa y si ahora te confías, será peor. Diego es bueno, lo he visto, y...

—Bien, capitana. —Kwon levantó los brazos en señal de rendición, interrumpiéndola con una sonrisa burlona—. No necesito otro sermón. Esta vez no lo arruinaré. Haré lo que sea para ganar.

Jud lo observó un segundo más, evaluando si valía la pena discutir. Luego negó con la cabeza y decidió no decir más. Porque en ese instante, Braun continuó.

—Y en la segunda semifinal se enfrentarán Axel Kovacevic y Robby Keene.

Jud sintió cómo algo le recorría el cuerpo. Volteó instintivamente hacia Axel. Él ya había mirado primero a Robby, pero después, sus ojos la buscaron a ella. Y ahí estaban otra vez. Uno frente al otro, sin necesidad de palabras.

Por un breve instante, el mundo pareció desaparecer. Solo estaban ellos dos. Solo esa mirada sostenida que decía más que cualquier conversación.

Axel asintió con la cabeza, como si le asegurara que estaba bien. Que todo estaría bien. Jud también asintió, respirando profundo, con una pequeña sonrisa que apenas se notaba.

Pero incluso con ese gesto silencioso, sabían que aún quedaban demasiadas cosas sin decir.

—Silver. —La voz de Kim cortó sus pensamientos como un rayo certero.

Jud giró de inmediato hacia su sensei, alerta, esperando una orden que claramente ya se había dado. La expresión en el rostro de Kim confirmaba lo que temía: se había quedado atrapada en su cabeza y no había escuchado ni una palabra.

—¿Sí, sensei? —fue lo único que pudo decir, mientras en su mente se maldecía por distraída.

—¿No escuchaste? Ve a cambiarte y nos vemos en el gimnasio en cinco minutos. Hay que entrenar. —Su tono fue firme, y aunque no gritó, el enojo de repetirlo estaba presente.

—Sí, sensei. —Jud asintió rápido, bajando la mirada con culpa.

Kim se dio la vuelta con Kreese y el resto del equipo, encaminándose hacia el gimnasio. Pero Jud no se movió. Giró sobre sus talones, su instinto la empujaba a buscarlo… y ahí estaba.

Axel aún seguía en el mismo lugar, observándola.

Sin pensarlo, comenzó a avanzar hacia ella. Las quejas de Zara a sus espaldas se desvanecían como ruido lejano. No sabía con certeza qué iba a decir, pero estaba listo para decirlo todo. Tal vez una disculpa por no haber estado cuando ella perdió. Tal vez una confesión. O incluso un beso. Uno que gritara al mundo lo que sentía por ella. Pero si Jud lo sabía, eso bastaba. Y ahora mismo, eso era lo único que importaba.

Jud sintió un estremecimiento recorrer su cuerpo al verlo acercarse. El corazón se le aceleró, pero también deseó dar un paso hacia él. Apenas movió su pie, sintió una mano tomar la suya con firmeza, deteniéndola.

—Hey. —Se giró bruscamente, encontrándose con la mirada intensa de Kwon.

—Basta —pidió él, serio, casi suplicante—. Tienes que enfocarte, ¿oíste?

Jud frunció el ceño, confundida. Su cuerpo se tensó, su mirada iba de Kwon a Axel, sin saber bien en quién creer.

—Déjame —dijo sin fuerza.

—Jud, por favor. Piensa esto. ¿Por qué no fue hacia ti cuando perdiste? ¿Por qué se acerca justo ahora? Silver es su sensei. ¿No te dice nada?

Jud aflojó su expresión, y su boca se entreabrió. << No puede ser… no puede ser cierto >>, pensó, sintiendo un nudo en el estómago.

—Jud. —La voz de Axel la trajo de vuelta. Sonó más grave, como si contuviera todo lo que no podía decir. Su mirada bajó de su nuca a su mano, aún sostenida por la de Kwon—. ¿Podemos hablar?

—No —respondió Kwon antes de que ella pudiera hacerlo, dando un paso al frente. Su mirada se clavó en Axel con desafío, sin importarle que el otro lo superara en estatura.

—¿Eres Jud? No. Así que apártate. —Axel dio otro paso, su mirada buscando con desesperación encontrarse con la de ella.

—Vuelve a tu maldito equipo, monstruo —espetó Kwon y lo empujó. Axel apenas retrocedió.

—¡Basta! —Jud se metió entre los dos, alzando las manos, presionando con ambas sobre el pecho de cada uno, manteniéndolos alejados.

Axel puso su mano sobre la de ella con suavidad. Su mirada se volvió profunda, transparente, desesperada.

—Por favor… —dijo, y su voz le derritió el pecho. Sentir el calor de su mano sobre la suya, el contacto, la forma en que la miraba... todo eso le dolía y la llenaba al mismo tiempo. Pero... ¿y si Kwon tenía razón?

Jud lo miró. Luego miró a Kwon, quien asintió levemente y ladeó la cabeza como si le dijera que era hora de marcharse.

—Nos vemos en la lona, Axel. —Jud retiró su mano con lentitud, aún sintiendo el roce del otro en la piel, y caminó hacia el lado de Kwon.

Axel sintió un pequeño pinchazo en el pecho. Sus ojos parpadearon, como si esperara que todo eso fuera un mal sueño.

Kwon se dio la vuelta sin mirar atrás. Jud lo siguió sin decir palabra.

—Jud. —La voz de Axel volvió a sonar, más suave, pero con un peso que se sentía real—. Seguiré ahí, del bando contrario. Pero contigo… a todas partes.

Jud se detuvo. Cerró los ojos con fuerza, reprimiendo el impulso de girarse, de correr hacia él, de abrazarlo como si todo lo demás no importara. Lo deseaba. Con cada parte de ella.

Pero no era el momento.

—Suerte, grandote —murmuró, y siguió caminando.

Axel se quedó allí. Viéndola alejarse. Su silueta perdiéndose entre el caos del lugar. Quería seguirla. Volver a esa noche donde todo había empezado. A ese paseo, al desayuno secreto, al beso.

Pero algo en su interior sabía que ese solo era el inicio del caos.
































































































































WATER FOUNTAIN ❞ just in Wattpad
by Eli_fanfic / Lizzie Arellano

☪︎ 🐉˚‧⁺. • ○ ● 🐍☆


NOTA:
LLORO 😭

Yo se lo que tarde
en actualizar, funenme,
lo permito 😔🤚.

Literal, se viene lo feo 🧍🏻‍♀️.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top