.𖥔 ݁ ˖ 𝟮𝟲 - weaknesses
───── chapter 26 ─────
DEBILIDADES
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POCO A POCO, CADA DOJO FUE CAYENDO,
algunos avanzando con dificultad y otros siendo eliminados sin remedio. Cobra Kai había logrado abrirse paso en la competencia, aunque no sin obstáculos, en especial por la evidente distracción de Tory. En contraste, Miyagi-Do estaba a mitad de su primer combate, y nada pintaba bien para ellos. El desenlace fue inevitable: una derrota humillante que todos esperaban. Aunque su moral estaba por los suelos, aún quedaba una última oportunidad.
—Tory. —Jud se acercó rápidamente.— Seré directa.
—¿Cuándo no lo has sido? —respondió la rubia con una sonrisa ladeada.
—Bien. —Jud desvió la mirada al tatami por un segundo antes de volver a enfocarse en ella.— Estoy preocupada por tu desempeño, y no me malinterpretes. —Levantó las manos al notar el ceño fruncido de su amiga.— No sé si será mejor o peor para ti cuando Robby se vaya.
—¿Irse? —Tory la miró con extrañeza. Jud se encogió de hombros con indiferencia.— Oye, solo perdieron una primera ronda.
—No. —Negó con la cabeza, con un matiz irónico en su voz.— Los humillaron. Los arrastraron por la colchoneta como si fueran trapos viejos, los tiraron a la basura y encima les vaciaron desperdicios.
—Entendí el punto. —Tory la detuvo antes de que siguiera—. Aún pueden ganar, o avanzar.
—Sabes que es poco probable. —Jud cruzó los brazos y la observó con seriedad.— Robby está herido, y es porque estas en Cobra Kai. Vi al pequeño Kenny, y él y Miguel podrían acarrear al inútil de Demetri. Lamentablemente, Hawk ya no es la bestia que era antes por alguna estúpida razón, y Sam es buena, sí, pero no la mejor. ¿Quieres estadísticas o ya fue demasiado obvio?
Tory no respondió de inmediato, solo apretó la mandíbula y desvió la mirada.
—Solo quiero.
—¡Estaré bien! —Tory la interrumpió con más enojo del que pretendía demostrar.— ¿Crees que me va a importar después de que se besó con Zara?.—Rodó los ojos y se alejó sin decir más.
Jud permaneció en su lugar, con los brazos cruzados, observándola con una expresión inescrutable. Sabía que mentía. Sabía que estaba afectada. Pero no podía interponer su amistad con la victoria, no cuando estaban tan cerca.
Sorprendentemente, Jud tuvo que tragarse sus palabras. Miyagi-Do avanzó después de una victoria brutal e inesperada. Pero no era todo. En la siguiente ronda, Cobra Kai y Miyagi-Do tendrían que enfrentarse. Una ironía amarga, dadas las circunstancias.
—No es la primera vez que los enfrentamos, será fácil. —repuso Kwon, peinando su desastroso cabello frente a un espejo en los vestidores, rodeado por el resto del equipo.
—No hay que confiarnos. —La voz de Jud sonó firme a sus espaldas.— Kenny es pequeño y rápido, como Robby, solo que más enfocado. Tienen que... —Antes de que pudiera terminar, Kwon se dio la vuelta para encararla sin apartarle la mirada.
—Tranquila, Silver.
El simple hecho de escuchar su apellido la hizo hervir de ira. Su mandíbula se tensó y sus puños se apretaron contra sus costados.
—No te estreses o se te harán arrugas en la cara.
—Y a ti se te va a arrugar la cara contra mi puño si sigues hablando como un maldito fastidioso, egocéntrico, idiota orgulloso. ¿A quién buscas impresionar? ¿A tu familia? Mejor presta atención, o tu trasero caerá tan duro en la colchoneta que no te podrás levantar en meses.
Kwon abrió la boca, pero no salió ni un solo sonido. Con frustración, se alejó y se dejó caer en la banca junto a Yoon.
—Yo iré primero. —Jud continuó sin perder el ritmo.— Porque seguro Robby también irá primero y, no sé si lo sepan, pero soy buenísima haciendo enojar a las personas. —Se encogió de hombros con orgullo.
—Lo confirmo. —murmuró Kwon con resignación.
—Después de que le anote un punto a Robby, tocaré tu mano. —Señaló a Yoon.— Porque no quiero pelear contra Sam.
Desvió la mirada al suelo al decirlo, como si el admitirlo en voz alta fuera un peso adicional.
—No voy a golpear a una chica. —Yoon estiró los brazos, incómodo con la idea.
—Yo lo haré. —Kwon levantó la mano sin dudar.
Jud asintió sin cuestionar.
—¿Y yo dónde entro? —Por primera vez en toda la conversación, Tory habló, su tono era neutral, pero había una clara tensión en su expresión.
Jud hizo una mueca, lo que confundió al equipo.
—No quieres que entre, ¿cierto? —Tory se puso de pie con brusquedad.
—No quiero que pelees con tu novio... exnovio. —Intentó corregirse rápidamente.— La cucaracha con cabello de Dora la Exploradora... como sea.
Se acercó a ella, pero Tory ya había desviado la mirada.
—Bien. —Su voz fue fría. Se dio la vuelta y salió de los vestidores sin mirar atrás.
—Qué fuerte. —murmuró Yoon.
Jud lo fulminó con la mirada y él levantó las manos en señal de rendición.
—Sí, capitana, entendí el plan.
Saltó de la banca y salió tras los demás, dejando a Kwon y a Jud solos en la habitación.
Kwon se quedó sentado, mirándola con esa expresión relajada que a Jud le sacaba de quicio.
—¿Qué? —Se cruzó de brazos con impaciencia.
—Algo te molesta y te preocupa. —Kwon se puso de pie y caminó hacia ella con calma.— ¿Se trata del señor anciano de hace un momento?
Jud rodó los ojos.
—¿Seguirás insistiendo?
Kwon solo sonrió y se encogió de hombros, como si no le importara su irritación.
—Bien. —Jud soltó un largo y doloroso suspiro, como si liberar las palabras le costara. Bajó la voz, con un tono cargado de frustración.— Es mi padre. Y se supone que debería estar en prisión, pero ahora está aquí, patrocinando a Iron Dragons.
Negó con la cabeza, con una mueca amarga en los labios.
—Es una mierda.
Kwon asintió lentamente, procesando la información.
—También quiero ganar. —Su tono fue más serio de lo habitual.— Solo deja de ser tan dura y fastidiosa.
Jud alzó una ceja con escepticismo.
—Además, te equivocaste. No tengo una familia a la cual complacer. —Señaló su propio pecho, tocando su gi.— Solo tengo esto.
Tal vez se refería a sí mismo. Tal vez al equipo. O tal vez a Cobra Kai.
Antes de que Jud pudiera decir algo, Kwon pasó de largo, pero se detuvo un instante en la puerta.
—Estaremos bien, capitana.
Jud lo miró de reojo y, por primera vez desde que lo conocía, Kwon le regaló una sonrisa sincera antes de desaparecer por el pasillo.
Jud dejó escapar un suspiro tembloroso y se cubrió el rostro con ambas manos. No estaba segura de si intentaba contener las lágrimas o simplemente desaparecer en la pesadilla que su realidad se había convertido de un segundo a otro. Su corazón latía con violencia, su mente era un caos, y el mundo a su alrededor parecía girar sin control.
Pero entonces, el sonido de pasos suaves detrás de ella rompió la burbuja en la que estaba atrapada. Alguien se acercaba con calma, como si la estuviera observando en silencio.
—Kwon, yo... —Se giró rápidamente, pero sus palabras murieron en su garganta al ver que no era quien esperaba.
—¿Kwon? —preguntó Axel con voz neutra, aunque su mandíbula tensa lo traicionaba. Estaba celoso.
Jud parpadeó y tragó saliva con nerviosismo.
—Oh, Axel... —Forzó una sonrisa mientras, casi por instinto, alisaba la tela de su gi. Un gesto automático, como si eso pudiera hacerla ver más presentable ante él.— ¿Qué haces aquí?
Axel no respondió de inmediato. Dio un paso más cerca, con una mirada intensa que no necesitaba palabras.
—Solo quería saber cómo estabas.
Jud se encogió de hombros, una respuesta superficial, pero el nudo en su garganta le advertía que cualquier otra palabra podría hacerla derrumbarse. Sus labios intentaron curvarse en una sonrisa, pero sus ojos la delataban.
—El hombre de allá.— señaló con la cabeza hacia atrás aunque la conversación ya era demasiada obvia—. ¿Es tu padre, cierto?
El golpe en su estómago fue inmediato. Bajó la mirada y cerró los ojos con fuerza.
—Lo sabía... —murmuró Axel. Dejó escapar un suspiro y sacudió la cabeza.— Entonces, mi sensei y tu padre... ahora tú y yo. ¿Qué vamos a hacer? —preguntó en voz baja.
Dio otro paso al frente, esta vez inclinándose un poco para poder verla mejor, pero su cabello caía sobre su rostro, ocultando la tormenta que se desataba en su interior. No fue hasta que levantó la vista que Axel lo notó: lágrimas silenciosas deslizándose por sus mejillas. Jud intentó responder, pero su garganta solo emitió un susurro entrecortado.
—No lo sé...
Sin dudarlo, Axel la rodeó con sus brazos, apretándola contra su pecho. El calor de su cuerpo, el latido firme de su corazón contra su oído... era la única cosa que en ese momento la mantenía en pie.
—No quiero meterte en problemas... —murmuró ella, pero su cuerpo la traicionó, aferrándose más a él, como si temiera que soltarlo significara perder el único refugio que tenía.
Axel negó con la cabeza, sin apartarse ni un centímetro.
—No me importa, Jud. Quiero estar contigo.
Con delicadeza, deslizó una mano hasta su mejilla, secando con el pulgar el rastro de lágrimas. Sus ojos, oscuros y determinados, estaban fijos en los de ella.
—No voy a perderte —aseguró, su voz firme pero suave.— Y no voy a dejar que él te toque ni un solo cabello. Te necesito.
Jud dejó escapar un sollozo ahogado, y Axel, sin darle espacio para dudar o protestar, se inclinó y selló sus labios con los suyos.
Fue como si el mundo entero se detuviera. Como si el caos, el miedo y la tormenta en su pecho se disiparan por completo. Por un instante, no había Sekai Taikai, no había Cobra Kai ni Miyagi-Do, ni padres que volvían del pasado para destrozar todo lo que intentaban construir. Solo estaban ellos, en un beso que hablaba más que cualquier promesa.
Cuando se separaron, Jud dejó escapar una risa entrecortada y apoyó su frente contra la de él.
—No es justo...
Axel sonrió de lado, sin soltarla.
—¿Qué no lo es?
Jud lo miró con una expresión traviesa, aunque sus ojos aún brillaban por las lágrimas.
—Prometimos mantener esto bajo perfil, y ahora te filtras en mi vestidor para volver a hacerme caer rendida.
Axel rió y dejó un beso suave en su frente.
—Eso me recuerda que tienes que salir en menos de cinco minutos a patearles el trasero a un grupo de gis blancos... y vernos pronto en la final, ¿cierto?
Jud parpadeó un par de veces y luego abrió los ojos con horror.
—¡Mierda!
Retrocedió de golpe, tomó su cinta de capitana y se la ajustó apresurada. Antes de salir corriendo, se puso de puntillas y le dejó un beso rápido en los labios.
—Te veo luego, grandote.
Y con eso, desapareció por la puerta, limpiándose los últimos rastros de lágrimas con el dorso de la mano.
Axel se quedó quieto en el centro del vestidor, observando el lugar por donde Jud había desaparecido. Su sonrisa se desvaneció lentamente.
No estaba preocupado por sí mismo. Tenía miedo.
Por ella.
❝ WATER FOUNTAIN ❞ just in Wattpad
by Eli_fanfic / Lizzie Arellano
☪︎ 🐉˚‧⁺. • ○ ● 🐍☆
NOTA:
Aparecí 👻.
Perdón la demora,
espero actualizar
más seguido pero la
escuela me consume
tanto 😭.
¿Ya vieron la parte 3?
Axel tan guapo como
siempre lo amo 😭💗
(no le perdono lo de
Robby pero en su defensa
fue mainupaldo por su
guapo y sexy sensei 🗣).
Se vienen cositas... (llorar).
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