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───── chapter 15 ─────
SOLO ELLA
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LAS LUCES DE LA CIUDAD ILUMINABAN EL CAMINO
que Axel y Judith tomaban. Entre calles y callejones, la ausencia de multitudes por la hora creaba un ambiente tranquilo. Era un paseo acompañado de risas, anécdotas y comentarios espontáneos que fluían con naturalidad.
—¿Qué opinas de Barcelona? —preguntó Jud, alzando la mirada hacia Axel.
—Es hermosa. Me recuerda a Ko Samui.
Jud levantó una ceja, intrigada.
—¿Ko Samui? ¿Has estado en Tailandia?
—Y en Japón, China, Malasia, India... básicamente todos los países de Europa también.
—Wow, eso sí que es tener dinero, tiempo y mucha fama como dojo —comentó Jud, bajando la mirada al suelo, pensativa.
—En realidad, mi dojo estuvo cerrado un tiempo —añadió Axel, mirándola con calma—. Problemas de dinero que, de repente, se solucionaron, y aquí estamos.
Jud soltó una risita.
—Aquí literalmente siendo el mejor dojo de todo el Sekai Taikai.
—He trabajado mucho para ello, incluso para ser capitán, y no pienso irme sin un trofeo valioso.
Jud giró sobre sus pasos, caminando de espaldas para mirarlo de frente.
—Pues prepárate para ahogar tus penas en Dubái, porque ese trofeo será de Cobra Kai —bromeó, señalándolo con un gesto que pretendía ser amenazante.
Axel observó su sonrisa desafiante. No sentía miedo; al contrario, su ternura camuflada en esa expresión lo hizo sonreír mientras mantenía la mirada en sus ojos brillantes. Aun así, se aseguraba de que no tropezara mientras caminaba de espaldas.
Antes de que ella pudiera girarse de nuevo, la detuvo colocando sus manos con suavidad sobre sus hombros.
—Espera, no te muevas —dijo con voz calmada, fingiendo sorpresa mientras miraba detrás de ella.
—¿Qué pasa? —preguntó Jud, algo confundida, sus cejas frunciéndose con preocupación.
Axel llevó un dedo a sus labios, pidiéndole silencio.
—Quédate aquí. No voltees o arruinarás la sorpresa.
Ella rodó los ojos, claramente desconfiada.
—¿Sorpresa? —repitió, mientras él asentía con firmeza.
Axel comenzó a caminar, pero no sin lanzar miradas rápidas hacia ella, asegurándose de que no lo siguiera.
—¿Vas a volver o planeas abandonarme como mi mamá? —bromeó Jud con una carcajada, cruzando los brazos.
Él se detuvo en seco, girándose hacia ella con una expresión de sorpresa contenida.
—Jud...
Ella agitó la mano en el aire, quitándole peso al comentario.
—Tranquilo, era broma. Sigue con tu "sorpresa".
Axel la observó unos segundos antes de retomar el camino. Más adelante, se acercó a un pequeño puesto de flores que aún permanecía abierto.
—Buenas noches —saludó él con amabilidad a la vendedora, quien estaba claramente preparándose para cerrar.
—Buenas noches —respondió la mujer, sonriendo—. ¿En qué puedo ayudarte?
Axel le devolvió la sonrisa, algo incómodo.
—Es mi primera vez comprando un ramo. No tengo idea de qué se hace.
La vendedora rio con suavidad antes de mostrarle algunos ramos ya hechos, además de flores sueltas para que pudiera armar uno personalizado. Axel optó por esta última opción, aunque no tardó en mostrarse un poco torpe al seleccionar las flores. La mujer, paciente, lo ayudó a combinar colores y estilos mientras él intentaba decidirse con cuidado, como si cada flor representara algo más que un simple detalle.
—Oh, y ¿podría darme ese de allí? —señaló Axel hacia uno de los estantes del fondo.
Una vez que el ramo estuvo listo, pagó y salió con este en una mano y un peluche de conejo con moños en sus largas orejas en la otra.
Levantó la mirada, pero su sonrisa desapareció al no ver a Judith donde la había dejado.
—¿Jud? —llamó en voz alta, mirando a su alrededor—. ¿Judith?
Su tono era cada vez más preocupado mientras avanzaba, buscando en todas las direcciones posibles.
Se detuvo justo en el lugar donde la había dejado. Su mente comenzó a dar vueltas, y sus manos apretaron el ramo con nerviosismo.
—¡Jud! —gritó de nuevo, con la preocupación empezando a convertir su voz en eco entre las calles vacías.
—¡Mira! —escuchó la voz familiar detrás de él. Se giró de inmediato, y allí estaba ella, saliendo de un callejón con una gran sonrisa y los ojos brillantes.
Judith extendía las manos hacia él, mostrando un par de envolturas.
—Son dulces locales. La mujer dijo que son deliciosos, aunque el puesto parecía un punto de venta de drogas... pero, ¿Qué más da? —comentó con desenfado.
Su sonrisa se desvaneció al notar la expresión de Axel. Aún se veía asustado, ligeramente confundido y un poco molesto.
—Me diste un gran susto —dijo él, dejando caer los hombros mientras soltaba un suspiro lleno de alivio—. Creí que te habían secuestrado.
Judith negó con una sonrisa, acercándose a él con pasos tranquilos.
—Estoy bien, lo siento. Las luces del puesto me distrajeron, y bueno, ya te estabas tardando.
Bajó la mirada hacia las manos de Axel, y sus ojos brillaron al notar el ramo y el peluche. Axel lo notó enseguida, y con algo de torpeza extendió ambos regalos hacia ella.
—Disculpa por hacerte esperar, pero... en cuanto lo vi, supe que tenía que dártelo.
Judith recibió los regalos con una sonrisa amplia y un leve rubor en las mejillas.
—¿Por qué? —preguntó, confundida, mientras acercaba el ramo a su rostro para inhalar el aroma de los tulipanes, rosas, nubecitas y lirios blancos que lo componían.
Axel tragó saliva, visiblemente nervioso. Pasó una mano por su cabello, buscando las palabras adecuadas.
—No sé. Supongo que es lo que haces cuando... —vaciló, perdiéndose en la mirada de Judith, como si el resto del mundo se desvaneciera en ese instante.
Axel sonrió sin aparente razón. Lo demás se volvió borroso, y lo único que sus ojos veían era a Judith. No era nada nuevo para él; desde el día uno, cuando confundió su maleta, su mundo parecía girar únicamente alrededor de ella. Cada gesto, cada palabra suya quedaba grabada en su memoria como si fuera lo más importante del día.
—Cuando... —intentó nuevamente, pero las palabras se atragantaron en su garganta. Finalmente, soltó con torpeza— Cuando tienes dinero.
Judith soltó una risa ligera, rompiendo la tensión.
—Ah, claro. Lo siento, señor rico. —Sonrió con picardía, mirando el peluche que descansaba sobre el ramo—. ¿Otro peluche, eh?
—Tengo que cumplir mi promesa de llenarte la cama de peluches. Sé que un conejo no es precisamente un animal marino, pero...
Ella negó suavemente con la cabeza, interrumpiéndolo.
—Es perfecto. —Sonrió, asintiendo con convicción—. Es hermoso. Gracias, Axel.
Ambos se sonrieron, compartiendo un instante cálido y cómplice.
—Y bien, ¿Qué compraste? —preguntó Axel rápidamente, intentando cambiar de tema.
—Dulces —respondió Judith con inocencia, extendiendo una de sus manos mientras en la otra sostenía el ramo.
Axel se inclinó un poco para observar los envoltorios, frunciendo el ceño.
—No deberías comerlos —advirtió, con un deje de seriedad—. Son de dudosa procedencia.
Judith soltó una pequeña carcajada.
—De algo nos vamos a morir.
Axel sonrió, y ambos continuaron caminando, las luces de la ciudad reflejándose en sus miradas y en los dulces momentos que compartían.
❝ WATER FOUNTAIN ❞ just in Wattpad
by Eli_fanfic / Lizzie Arellano
☪︎ 🐉˚‧⁺. • ○ ● 🐍☆
NOTA: q sola estoy 😔
(si tengo novio 😝)
Feliz año nuevo gente bella
les tqm gracias por su apoyo
en este fic
¡Vayan a tik tok! subí video
nuevo de este fic 🧎♀️
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